Fortaleza – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 26 Aug 2022 17:18:44 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 La virtud del equilibrio https://www.reinadelcielo.org/la-virtud-del-equilibrio/ Fri, 26 Aug 2022 11:17:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=422 Equilibrio, balance. Pareciera que frente al conjunto de virtudes que primero afloran a nuestra mente, son menores, poco conocidas. Inclusive se las puede confundir con tibieza, relativismo. Si por ser equilibrados y balanceados terminamos relativizando a las demás virtudes, claro que caemos en un pecado y no en una virtud: el aceptar todo en aras de promediar las cosas, eso si que no es bueno. Es cobardía, mediocridad, falta de sinceridad, injusticia.

A lo que hoy me refiero es algo infinitamente noble, casi diría que es la argamasa que une a las virtudes al llevarlas a la práctica. Las viabiliza, las hace efectivas. Sí, el balance es quizás lo más difícil que nos toca enfrentar cuando deseamos vivir una vida que agrade a Dios, que no sólo sea llevada con animo de cumplir Su Querer, sino mucho más importante, que seamos efectivos a la hora de interpretar y llevar a cabo la Voluntad Divina.

Equilibrio de Dios

Veamos a la virtud del equilibrio actuando en la práctica, con casos concretos. Hablemos de la verdad: la verdad es un norte que nos guía. Jamás podemos resolver algo que nos aflige, una encrucijada, faltando a la verdad. Sin embargo, la verdad no puede ser dicha a viento y marea y en forma cruda, a todo el mundo, con tal de ser justos abogados defensores de ella. No. Debe ser dicha de modo suave, y en aquella medida que cada alma requiera, en el momento adecuado. A un niño no le podemos decir todas las verdades del mundo recitadas de corrido, sino que hay que dejar que llegue cada etapa de su vida para que las verdades vayan aflorando. Y las que le digamos en tan corta edad, deben ser envasadas con ternura y palabras que sean bálsamo y formación para su alma. A una madre que acaba de perder a su hijo, tampoco podemos ir con una cruda visión de lo que le acaba de ocurrir. Debemos buscar las palabras y aquellas verdades que mejor quepan al momento que vive su alma. Jesús utilizó parábolas las más de las veces, para que las verdades del Reino afloren en forma sugerida. Raramente fue frontal y crudo, porque sabía que eso podía dañar a las almas. El buscaba la suavidad y el esfuerzo de las almas en encontrar esas verdades semiocultas en Su Palabra. El era equilibrado a la hora de transmitir la Verdad de Su Reino, pero jamás faltó a la Verdad ni evitó enfrentarla cuando las circunstancias así lo requerían.

La prudencia es otra gran virtud, que si no es aplicada con equilibrio, puede llevarnos por mal camino. Prudencia que nos hace humildes y sencillos, pero que nos puede llevar a la cobardía si no es aplicada con equilibrio. Jesús fue prudente a lo largo de toda su vida, pero cuando tuvo que ir a Jerusalén a dejarse atrapar por Sus enemigos, o cuando habló con Su Verdad frente al templo o los romanos, supo dejar que se quebranten los principios de la prudencia para dejar paso al heroísmo. Lo mismo había hecho cuando curaba en día sábado, oponiéndose a las reglas del pueblo de Israel que El mismo representaba. Una cosa es la prudencia, y otra muy distinta es oponerse al cambio necesario, cuando así lo requieren las necesidades dictadas por el amor debido a Dios.

Presencia de Dios

La justicia es una gran virtud, de hecho en el pueblo de Israel se llamaba justos a quienes nosotros llamaríamos santos. Sin embargo, la justicia llevada al extremo nos lleva a juzgar a los demás. El equilibrio es fundamental a la hora de comprender que debemos defender las cosas justas y la justicia, pero sin caer en juzgar a los demás, sabiendo que sólo Dios ve en los corazones. Sólo Dios puede juzgar y comprender las motivaciones de las almas. También el orden y la disciplina son grandes virtudes. Sin embargo, aplicadas sin equilibrio nos pueden conducir rápidamente a la intolerancia y la discriminación. Aceptar que el orden de Dios no es exactamente como el que nosotros comprendemos, nos lleva a ver con claridad que un adecuado balance nos hace aceptar situaciones que no caben dentro de lo que nuestra mente tiende a concebir como “orden y disciplina”. San Juan Bautista vivía en el desierto alimentado de langostas y miel, cubierto su cuerpo con pieles de animales del lugar. No es una forma de vida que uno pueda concebir como ordenada, en lo humano. Sin embargo él no sólo fue el último profeta de Israel, también fue el que más pregonó y gritó por el respeto al orden establecido en la Ley de Dios.

La fortaleza con que debemos llevar adelante nuestra vida también forma parte de lo que necesitamos tener en nuestra maleta espiritual. Sin embargo, el exceso de fortaleza nos puede conducir a llevarnos por delante a los demás, a no dejar que el tiempo permita que las almas digieran y asimilen la comida espiritual que se les suministra. Podemos echar a perder un buen plato espiritual por acelerar demasiado el fuego en que se está cocinando. El equilibrio en este caso es saber manejar los tiempos en los que debemos empujar y aquellos en los que debemos simplemente callar y esperar.

Podríamos seguir de éste modo analizando la aplicación del equilibrio a muchas otras virtudes y dones, y de hecho los invito a hacerlo en meditación o dialogo fraterno. Pero creo ya comprendieron a qué me refiero. El equilibrio, en realidad, es el amor puesto en práctica. El amor y la caridad que nos dan la gran regla de vida. Ser virtuoso es llevar una vida guiada por las virtudes que a Dios agradan, pero haciendo que el amor vaya marcando el camino, la senda por la que esas virtudes son administradas a los demás. Ser prudente cuando así hace falta, pero ser fuertes y comprometidos soldados de Dios cuando las circunstancias así nos invitan, decir las verdades del modo y en el momento en que hacen bien a las almas, o del modo que reduzca el dolor cuando es inevitable expresar algo que lastimará a alguien. Defender el orden y disciplina sin caer en la histeria o intolerancia, aceptando los puntos de vista de los demás, siempre buscando mover la aguja de la brújula en dirección al amor de Dios.

Jesús tuvo una paciencia infinita, una fortaleza infinita, una prudencia infinita, un amor infinito. El tuvo un equilibrio perfecto, supo administrar Su perfección en el amor de tal modo que en cada circunstancia se veía la respuesta más adecuada, la que más servía a Su propósito de salvarnos. Los hombres muchas veces no sabemos cómo reaccionar en cada momento, aunque tengamos rectas intenciones en nuestro corazón. Y nos damos cuenta que fallamos, aunque busquemos hacer bien a los demás.

Señor, dame a través de Tu Santo Espíritu la capacidad de saber cómo debo actuar en cada momento. Que mi corazón se una al Tuyo para poder hacer lo que Vos esperas de mí, fundiendo mis debilidades e inseguridades en Tu Voluntad. Hazme una herramienta de Tu Amor.


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Quimioterapia espiritual https://www.reinadelcielo.org/quimioterapia-espiritual/ Fri, 05 Mar 2021 09:29:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=347 ]]> Cuando un enfermo de cáncer está demasiado débil, los médicos no pueden aplicarle quimioterapia: para tener una posibilidad de ser sanado, el paciente debe primero fortalecerse y luego, afrontando las sesiones de quimio, intentar derrotar la enfermedad que corroe sus órganos.

Es llamativo, porque el tratamiento que nos da la esperanza de curación degrada primero la salud del enfermo, para luego acceder a la posibilidad de derrotar al enemigo. Este es el principal modo en que la medicina ataca el cáncer en nuestros tiempos, como bien sabemos por el dolor que nos causa.

Creo que Dios suele utilizar un método bastante similar en algunas oportunidades, a la hora de ayudarnos a derrotar el mal que corroe nuestra alma. Jesús, el Verdadero Médico de las almas, sabe que no podemos atravesar ciertas pruebas hasta no estar suficientemente crecidos y fortalecidos espiritualmente. Cuando estamos débiles en nuestra fe, o en nuestro conocimiento de Dios, El espera pacientemente que mejoremos, que adquiramos cierta fortaleza espiritual, la suficiente para que El pueda aplicar sus tratamientos de sanación. Y estos son muchas veces una verdadera quimioterapia aplicada a nuestra alma. Las pruebas de fe, el forzarnos a encontrar dentro nuestro la verdadera humildad y el sentido de negarse a uno mismo, el desapego de toda cosa mundana, sean bienes o afectos humanos, todo debe ser entregado y supeditado a una única misión suprema: mantenerse aferrado a Dios pase lo que pase, aunque arrecie la tormenta, hasta llegar a realizar una verdadera conversión.

Adoración a Jesús

En los inicios de nuestro camino de crecimiento espiritual solemos sentir una alegría inmensa, una Gracia gigantesca que el Señor nos concede, una inversión que El realiza para que fructifique más adelante. Más cuando nos encontramos en el desierto, cuando esa alegría se transforma en dudas, abulia, sequedad espiritual, nos preguntamos y le preguntamos al Señor: ¿por qué?. Esta es la pregunta que jamás se le debe realizar a Dios, porque es El el que guía nuestra vida, el que sabe lo que es bueno o malo para nosotros. El conoce cual es el momento adecuado: cuando el Señor nos ve con suficiente solidez, inicia su tratamiento de quimioterapia espiritual, quemando las impurezas, las ataduras, los temores, las pasiones, la soberbia y vanidad, las envidias y celos, el deseo de figurar y mandar, la curiosidad y las ambiciones, todo lo malo que anidó en nuestro interior a lo largo de nuestra vida. Jesús nos somete a un proceso que tiene como finalidad extinguir lo impuro que habita dentro nuestro. ¡Y duele, vaya si duele!. Es la época de la prueba, de lograr encontrar realmente a Dios como El es, y no como nosotros quisiéramos encontrarlo. De aceptar mansamente sus tratamientos y sanaciones, ya que el Médico no quiere otra cosa más que nuestro bien.

Se necesita estar fuerte espiritualmente para que el Señor pueda obrar en nosotros. Pero si cuando El obra, nos resistimos y tratamos de volver hacia atrás, rechazando el tratamiento, ¿qué posibilidades reales tenemos de que sanen nuestros cánceres espirituales?. Amemos el dolor que el tratamiento nos produce, porque proviene del Médico Celestial, proviene de quien quiere nuestra Salvación, y sabe muy bien como hacerlo.

La quimioterapia espiritual, como fue descripta, no es más ni menos que la Cruz, la hermosa Cruz que Cristo nos pone sobre nuestras espaldas.

Señor, dame una vida nueva, sáname de mis cánceres espirituales, haz que Tu Fuego queme todos los tumores que se han adherido a mi alma, desde mi nacimiento. Haz que este dolor que siento hoy, fructifique y me eleve hasta Tu Trono.


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Seamos Luz https://www.reinadelcielo.org/seamos-luz/ Fri, 20 Mar 2020 11:21:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=461 ]]> Mirando a nuestro alrededor rápidamente comprendemos que el mundo es oscuridad, de tal modo que o bien alumbramos el mundo, o nos sumimos en su misma oscuridad. En cada instante de nuestra vida, sea un segundo, un minuto o una década, solo podemos dar dos cosas: luz u oscuridad. En la pequeña gruta de Belén ocurría igual, solo había oscuridad, como en el mundo de hoy. Pero allí, en medio de la oscuridad, ¡vino la Luz al mundo!

Mi primer pensamiento cuando trato de comprender como se manifiesta esa Luz en el mundo, evoca esas reuniones de la iglesia primitiva, en los primeros siglos después de la Resurrección. Unidos en una fe espiritual, plena de confianza en la Presencia del Resucitado, ellos se dejaban alumbrar a pesar de la persecución y la pobreza. Compartían el mayor alimento que persona alguna pueda pretender: la Hostia Consagrada. En esas uniones consagradas a Dios, ellos se dejaban alumbrar por la Luz de Jesús, y como espejos perfectos devolvían esa Luz al mundo. Ellos eran luz.

eucaristia

Con el paso de los siglos y al impulso de tantas santas generaciones, el hombre se elevó hasta hacer en buena medida a Dios el centro de su vida. Pero, en el cenit del cristianismo, el mundo empezó a caer en una negación creciente de la necesidad de tener a Jesús presente en todo. En este camino descendiente, el siglo XXI se ha iniciado envuelto en una oscuridad espiritual agobiante, que envuelve y ahoga todo a su alrededor. Nosotros, como los cristianos de los primeros tiempos, estamos dentro de estas catacumbas espirituales, solo que esta vez el encierro esta en los corazones.

Como los cristianos de la iglesia primitiva, tenemos que hacernos fuertes en nuestra vida interior, debemos crecer espiritualmente. Si permitimos que la Luz de Jesús entre dentro nuestro, si dejamos que El se apodere de nuestra alma, seremos como espejos que reflejarán Su Luz en este mundo desértico. ¡Seremos Luz! Luz, como Jesús lo es, de tal modo que de nosotros brote esa luminosidad, que es la Luz del Salvador, la Única Luz Verdadera. Cuando la gente vea esa llama iluminándonos, dirán: ¡miren como se aman! Será un nuevo Pentecostés.

En el Cenáculo, los Apóstoles acompañados de María recibieron la Luz de Dios de tal modo que lenguas de fuego descendieron sobre ellos, iluminándolos, haciéndolos antorchas espirituales. El Espíritu Santo, como Jesús les había prometido, les dio la sabiduría y la fortaleza que no tenían. Se hicieron Luz, y salieron por los caminos a alumbrar, a construir la Iglesia que el Señor les había dejado como legado. Nosotros recibimos esa iglesia como herencia; laicos o consagrados, somos nosotros los miembros de esa iglesia. Somos manos, brazos, piernas, cuerpo Místico de Jesús, la Luz que emana de Cristo, emana de Su Iglesia, ¡por eso nosotros somos Luz!

Cuando damos Luz, irradiamos paz y unión, serenidad y seguridad, fortaleza y verdadera sabiduría. Cuando damos Luz, rompemos las barreras que nos separan del amor, y dejamos que Jesús se derrame en torrentes incontenibles sobre quienes nos rodean. Así, cediendo a la fuerza de ese manantial de amor irrefrenable, abramos nuestros corazones a Jesús, en María, y con María, de tal modo que el Señor nos haga faros de Su Luz, centella que ilumina el horizonte.

¡Y la Luz vino al mundo!

Autor: Reina del Cielo


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Siete rasgos del Santo Nombre de la Virgen María https://www.reinadelcielo.org/siete-rasgos-del-santo-nombre-de-la-virgen-maria/ Fri, 27 Jul 2018 12:12:18 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10484 A mediados del siglo XVIII los jansenistas empezaron a divulgar que la devoción a la Santísima Virgen era una superstición. San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia, salió en defensa de la Madre de Dios y publicó su famoso libro “Las Glorias de María”.

En dicha obra, capítulo X, se leen 7 importantes rasgos del Santo Nombre de María que todo cristiano siempre debe recordar:

1.- Nombre Santo

“El augusto nombre de María, dado a la Madre de Dios, no fue cosa terrenal, ni inventado por la mente humana o elegido por decisión humana, como sucede con todos los demás nombres que se imponen. Este nombre fue elegido por el cielo y se le impuso por divina disposición, como lo atestiguan San Jerónimo, San Epifanio, San Antonino y otros”.

2.- Lleno de dulzura

La Virgen María 3“El glorioso San Antonio de Papua, reconocía en el nombre de María la misma dulzura que San Bernardo en el nombre de Jesús. ‘El nombre de Jesús’, decía éste; ‘el nombre de María’, decía aquél, ‘es alegría para el corazón, miel en los labios y melodía para el oído de sus devotos’… Se lee en el Cantar de los Cantares que, en la Asunción de María, los ángeles preguntaron por tres veces: ‘¿Quién es ésta que sube del desierto como columnita de humo? ¿Quién es ésta que va subiendo cual aurora naciente? ¿Quién es ésta que sube del desierto rebosando en delicias?’ (Ct 3, 6; 6, 9; 8, 5)”.

“Pregunta Ricardo de San Lorenzo: ‘¿Por qué los ángeles preguntan tantas veces el nombre de esta Reina?’ Y él mismo responde: ‘Era tan dulce para los ángeles oír pronunciar el nombre de María, que por eso hacen tantas preguntas’. Pero no quiero hablar de esta dulzura sensible, porque no se concede a todos de manera ordinaria; quiero hablar de la dulzura saludable, consuelo, amor, alegría, confianza y fortaleza que da este nombre de María a los que lo pronuncian con fervor”.

3.- Alegra e inspira amor

“Tu nombre, oh Madre de Dios –como dice San Metodio– está lleno de gracias y de bendiciones divinas. De modo que –como dice San Buenaventura– no se puede pronunciar tu nombre sin que aporte alguna gracia al que devotamente lo invoca. Búsquese un corazón empedernido lo más que se pueda imaginar y del todo desesperado; si éste te nombra, oh benignísima Virgen, es tal el poder de tu nombre –dice el Idiota– que él ablandará su dureza, porque eres la que conforta a los pecadores con la esperanza del perdón y de la gracia”.

4.- Da fortaleza

“Los demonios, afirma Tomás de Kempis, temen de tal manera a la Reina del cielo, que al oír su nombre, huyen de aquel que lo nombra como de fuego que los abrasara. La misma Virgen reveló a santa Brígida, que no hay pecador tan frío en el divino amor, que invocando su santo nombre con propósito de convertirse, no consiga que el demonio se aleje de él al instante”.

“Y otra vez le declaró que todos los demonios sienten tal respeto y pavor a su nombre que en cuanto lo oyen pronunciar al punto sueltan al alma que tenían aprisionada entre sus garras. Y así como se alejan de los pecadores los ángeles rebeldes al oír invocar el nombre de María, lo mismo –dijo la Señora a santa Brígida– acuden numerosos los ángeles buenos a las almas justas que devotamente la invocan”.

5.- Promesas de Jesús

La Virgen y el Niño 3“Son maravillosas las gracias prometidas por Jesucristo a los devotos del nombre de María, como lo dio a entender a santa Brígida hablando con su Madre santísima, revelándole que quien invoque el nombre de María con confianza y propósito de la enmienda, recibirá estas gracias especiales: un perfecto dolor de sus pecados, expiarlos cual conviene, la fortaleza para alcanzar la perfección y al fin la gloria del paraíso. Porque, añadió el divino Salvador, son para mí tan dulces y queridas tus palabras, oh María, que no puedo negarte lo que me pides”.

“En suma, llega a decir San Efrén, que el nombre de María es la llave que abre la puerta del cielo a quien lo invoca con devoción”.

6.- Brinda consuelo

“San Camilo de Lelis, recomendaba muy encarecidamente a sus religiosos que ayudasen a los moribundos con frecuencia a invocar los nombres de Jesús y de María como él mismo siempre lo había practicado; y mucho mejor lo practicó consigo mismo en la hora de la muerte, como se refiere en su biografía; repetía con tanta dulzura los nombres, tan amados por él, de Jesús y de María, que inflamaba en amor a todos los que le escuchaban”.

“Y finalmente, con los ojos fijos en aquellas adoradas imágenes, con los brazos en cruz, pronunciando por última vez los dulcísimos nombres de Jesús y de María, expiró el santo con una paz celestial”.

7.- Buena aventura

“Roguemos pues, mi devoto lector, roguemos a Dios nos conceda esta gracia, que en la hora de la muerte, la última palabra que pronunciemos sea el nombre de María, como lo deseaba y pedía San Germán”.

“Concluyamos con esta tierna plegaria de San Buenaventura:

‘Para gloria de tu nombre, cuando mi alma esté para salir de este mundo, ven tú misma a mi encuentro, Señora benditísima, y recíbela’. No desdeñes, oh María –sigamos rezando con el santo– de venir a consolarme con tu dulce presencia. Sé mi escala y camino del paraíso. Concédele la gracia del perdón y del descanso eterno. Y termina el Santo diciendo: ‘Oh María, abogada nuestra, a ti te corresponde defender a tus devotos y tomar a tu cuidado su causa ante el tribunal de Jesucristo’”.

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Fuente: Aciprensa


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El desconocido https://www.reinadelcielo.org/el-desconocido/ Fri, 11 May 2018 18:12:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=496 ]]> ¿Quién soy? Me miro al espejo, y veo a ese desconocido que me mira como sorprendido y provocador. Su mirada me escruta como tratando de encontrar algo en las profundidades de mis retinas, como queriendo ver más allá, en ese rincón lejano que algunos sabios llaman alma. ¿Quién eres? ¿Cómo puede ser que no nos conozcamos después de tantos años, tantos tiempos galopados en un sinfín de tormentosos esfuerzos por insistir en el error?

¿Por qué me miras sorprendido? ¿Acaso no eres el mismo que ayer encontró esta misma mirada devuelta por el caprichoso juego del espejo? Definidamente, no te conozco. He pretendido conocerte, he dicho que puedo anticipar hasta la última de tus respuestas, y he vivido seguro de saber hasta donde puedes, hasta donde quieres, hasta donde debes. Pero ahora, nada parece ser igual. Me he derrumbado como un roble al que le fallan las escondidas raíces.

En el profundo entendimiento de que nadie me puede comprender en este mundo, nadie me puede conocer, ni siquiera yo mismo, es que me derrumbé ante la mirada sorprendida de quienes me veían sólido y seguro de mi mismo. Creí conocerme, me sentí muy seguro de mis capacidades, y de mis secretos defectos también. Pretendí fortaleza ante el mundo, hice de mi vida un permanente ejercitar la autoestima, el amor propio, la vanidad. Y ahora, me encuentro frente a este desconocido que no sabe nada de si mismo, al que miro con desconfianza y temor.

Cristo ProvidenciaSeñor, ¿donde encontraré la fortaleza, donde podré descubrir el bastón donde asirme para poder volver a caminar por este mundo que me resulta tan hostil y sombrío? Sé que estás ahí, que me miras con ojos de eternidad, con esa paciencia y comprensión que ningún otro puede tener. Si Tú me dices una y otra vez que ?me niegue a mi mismo, si es que quiero encontrarte?, ¿cómo es que he caído en este pozo sin final, en esta noche sin alma? Ese desconocido que soy ante mi mismo, no sabe ni siquiera por donde empezar a reconstruir lo derruido.

Pero no, Tú no quieres que reconstruya nada dentro mío, sino todo lo contrario. Tú deseas que este abatimiento sea la roca en la cual construiré mi casa, porque en este sendero oscuro estás Tú, extendiéndome la Mano Salvadora. Es en Ti que tengo que confiar, es en Ti que debo apoyarme. Si me miro en este espejo y comprendo que nada soy, descubro que en Ti solo seré. Si me miro en este espejo y comprendo que nada doy, descubro que nada tengo, todo lo he recibido de Ti, y por Ti lo doy.

Y si bien me veo como un desconocido, comprendo que haciéndome como Tú quieres, como Tú lo tienes pensado, es que encuentro nuevamente la fortaleza interior. Fortaleza que no es autoestima, sino entrega a Ti. Fortaleza que no es confianza en mi mismo, sino fe en Tu Divina Providencia. Orgullo que no es vanidad de mis méritos, sino agradecimiento de cuanto Tú haces por mí. Mis miserias se vuelven como diamantes cuando brillan al ser entregadas a Tu perdón. Mis errores se vuelven Gracia, cuando te miro y extiendo mi mano para que me vuelvas a recoger del fango.

Ahora miro en el espejo y me reconozco, porque en mi mirada te veo a Ti, en mis pensamientos te siento a Ti, en mis tristezas me uno a Ti, en el dolor sostengo Tu Cruz, en el llanto enjuago Tus lágrimas. Quiero ser, mi Señor, refugio de Tu peregrinar. Cuando estés cansado, ven a mi casa, ven a mi alma. Allí no hay nada, porque lo he sacado todo fuera. He dejado un infinito espacio para que me llenes de Tu Gracia, para que sientas que dentro de mí puedes alegrarte y comprender una vez más que, por los siglos de los siglos, Tu plan ha sido realizado en aquellos que te aman sin condicionamientos.

Dame la Gracia de ser siempre así, como me siento en este momento. Un enamorado de Tu Alma, un ser entregado a Tu Voluntad, un pedazo de eternidad que ha florecido en el jardín del mundo, para que los frutos de Tu Amor se derramen sobre la fértil tierra que me rodea. No me dejes caer, mi Señor, en las tormentosas noches que han inundado mi pasado. Déjame ser nada, como hoy lo soy, para ser todo, en Ti.


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Consejos del Padre Pio para el combate espiritual https://www.reinadelcielo.org/consejos-del-padre-pio-para-el-combate-espiritual/ Thu, 05 Apr 2018 18:02:15 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=12147 «Guárdate mucho de caer en una agitación cuando luchas contra tus tentaciones»

Las tentaciones no deben asustarte; es a través de ellas que Dios quiere probar y fortificar tu alma, y él te da, al mismo tiempo, la fuerza para vencerlas. Hasta aquí tu vida ha sido la de un niño; desde ahora el Señor quiere tratarte como adulto. Ahora bien, las pruebas de un adulto son muy superiores a las de un niño, y esto explica porque tú, al principio te has turbado tanto. Pero la vida de tu alma pronto recuperará su calma, eso no va a tardar. Ten aún un poco de paciencia, y todo ira mejorando.

Padre Pio y los ángelesDeja, pues, caer estas vanas aprehensiones. Acuérdate de que no es la sugestión del Maligno el que hace la falta sino más bien el consentimiento que se da a estas sugestiones. Solamente una voluntad libre es capaz del bien y del mal. Pero cuando la voluntad gime por el efecto de la prueba infligida por el Tentador, y cuando ella no quiere lo que éste le propone, no solamente no hay falta sino que es virtud.

Guárdate mucho de caer en una agitación cuando luchas contra tus tentaciones, porque esto no haría sino fortificarlas. Es necesario tratarlas con desprecio y no ocuparte más de ellas. Vuelve tu pensamiento hacia Jesús crucificado, su cuerpo puesto entre tus brazos y di: «¡Esta es mi esperanza, la fuente de mi gozo! Me uno a él con todo mi ser, y no te dejaré hasta que no me hayas dado seguridad».

Eleva a Dios una oración de abandono y de esperanza cuando tu fragilidad te causa caídas

No dejes de hacer actos de humildad y de amor de cara a Dios y de los hombres. Porque Dios habla a aquel que tiene un corazón humilde ante Él y lo enriquece con sus dones. Si Dios te tiene preparados los sufrimientos de su Hijo y quiere que toques con tu dedo tu propia debilidad, es mejor hacer actos de humildad que perder el ánimo. Haz elevar a Dios una oración de abandono y de esperanza cuando tu fragilidad te causa caídas y agradece al Señor todas las gracias con que te enriquece.

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Fuente: Catholic-link


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El gimnasio espiritual https://www.reinadelcielo.org/el-gimnasio-espiritual/ Fri, 24 Feb 2017 17:31:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=566 Así como vemos transformarse nuestro cuerpo como respuesta al ejercicio físico, y como vemos a los gimnastas mejorar su rendimiento ante la disciplina del gimnasio, así es la reacción de nuestra alma ante la disciplina del gimnasio espiritual, ante la oración practicada de modo ordenado, perseverante y consistente.

Pero ustedes dirán que a las cosas de Dios no les aplican las mismas reglas que a una disciplina deportiva, que el alma requiere otro enfoque, más cercano al corazón. Y tienen razón al decirlo, pero déjenme exponerles el punto de unión entre ambos conceptos, del modo que mi corazón lo ve.

La disciplina, la perseverancia y la constancia representan la necesaria parte humana, representan nuestra voluntad de hacer algo. Y sin dudas que es muy importante aportar este condimento a la formula, porque así como el deportista necesita el esfuerzo y la rutina del entrenamiento para progresar, el crecimiento espiritual necesita el esfuerzo de rezar, de leer y aprender sobre las cosas de Dios, la meditación de la Palabra Divina. No hay demasiado misterio en esta parte, somos nosotros los que tenemos que remontar la cuesta y sudar en el gimnasio espiritual. Cuando veo a esos atletas olímpicos hacer proezas en sus distintas disciplinas, pienso cuantas miles de horas de entrenamiento hay detrás de esa perfección. Horas de silencio, de frustración muchas veces, de repetir el ejercicio una y otra vez, de sudar y correr, de intentar hasta que los resultados vayan surgiendo, poco a poco. Igual ocurre en el gimnasio espiritual: si queremos resultados, tenemos que poner nuestra parte, nuestro esfuerzo.

Espíritu Santo (2)Sin embargo, a esta necesaria parte humana que debemos aportar, en el gimnasio espiritual se agrega algo fundamental, algo que no proviene de nosotros: Dios, cuando ve nuestro esfuerzo, cuando ve nuestra perseverancia, aporta Su Gracia. Cuando la parte humana se esfuerza, el Señor abre las puertas a Su Gracia, derrama Sus dones de modo visible y generoso sobre nosotros.

La formula es entonces simple, es una sociedad perfecta: la parte humana se esfuerza, y abre las puertas a la Gracia que Dios derrama abundantemente sobre el alma que trabaja. Personalmente he visto cómo la alabanza a Dios (por ejemplo), hecha con amor y voluntad, abre el Corazón de Dios y provoca el derramamiento del Espíritu Santo de un modo especial. ¡Cómo podría Dios dejar a Sus hijos abandonados cuando ellos elevan sus voces y ojos al cielo buscando Su mirada!. Pero hay que hacerlo, hay que mover nuestro ser, nuestra voz, nuestra mente, nuestro cuerpo, y buscar al Señor. Su respuesta no se hará esperar, de ningún modo. Así como el deportista sabe que la respuesta al entrenamiento es la mejora en el rendimiento de su físico, así nosotros debemos tener la fe necesaria para saber que en nuestro gimnasio espiritual, la respuesta a nuestro esfuerzo son las Gracias de Dios derramadas sobre nosotros.

Y qué hermoso es sentirse amado por Dios, cómo cambia nuestro interior cuando El nos sonríe. Aunque a veces pretendemos que Dios se haga presente en nuestro corazón con Sus consuelos y caricias, sin esfuerzo de nuestra parte. Pero el Señor, sabiendo cómo somos, qué débiles nos manifestamos frente a la necesaria perseverancia y fortaleza en la oración, busca atraernos con Sus sensibles respuestas a nuestro esfuerzo, por pequeño que sea. Como ocurre en el gimnasio real, donde la reacción al entrenamiento es la mejora en el rendimiento físico, en el gimnasio espiritual la respuesta al esfuerzo que nosotros ponemos de nuestro lado es una mayor y más marcada respuesta de Dios a nuestros llamados, a nuestros pedidos. De este modo, en el gimnasio espiritual se ora, se medita, se lee la Palabra, sabiendo que la respuesta será una mayor Presencia Divina en nuestra vida.

¡Es una mezcla perfecta entre transpiración e inspiración!

Jesús quiere que pongamos nuestra parte, que manifestemos nuestro compromiso personal con Su obra, con Sus expectativas de amor sobre nosotros. El nos acompaña a diario, en cada momento de nuestra vida. Cuando humanamente nos ponemos a Su disposición, trabajando o alabando, orando o meditando, Jesús se acerca a nuestro corazón y lo llena de Su Amor, de Su calor.

 


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