exorcista – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 11 Dec 2020 20:39:34 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 El dominico François-Marie Dermine, exorcista, nos alerta del avance del satanismo https://www.reinadelcielo.org/el-dominico-francois-marie-dermine-exorcista-nos-alerta-del-avance-del-satanismo/ Thu, 10 Dec 2020 20:22:39 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25242 ]]> El dominico François-Marie Dermine es un exorcista veterano con más de 25 años de servicio en este ministerio, especialmente en la diócesis italiana de Ancona. Profesor también en la Facultad Teológica de Emilia Romana es igualmente presidente de la asociación católica italiana GRIS (Grupo de Investigación de Información Social-Religiosa).

En estos años ha publicado varios libros sobre el ministerio del exorcismo y los peligros que rodean las creencias y prácticas oscuras del ocultismo. Y ante la gravedad de la situación ha querido publicar un nuevo texto Ragioniamo sul demonio. Tra superstizioni, mito e realtà (Razonemos sobre el diablo: entre supersticiones, mitos y realidad).

En una entrevista con el National Catholic Register, el padre Dermine afirma con rotundidad: “Soy exorcista y me duele mucho escuchar a la gente en general y a los sacerdotes en particular negar la acción concreta del diablo en nuestras vidas. No pude soportar más esta situación. Es la razón fundamental por la que escribí este libro. La fe privada de la creencia en la existencia del diablo no es genuina porque la existencia de los ángeles es una verdad de fe, y el diablo es un ángel caído. Lo tengo muy claro desde este punto de vista. Quien niega la existencia del diablo es un hereje. Evidentemente, el diablo no está en el centro de la fe, pero su figura es indispensable para comprender el misterio de la fe”.

“A veces me pregunto cómo puede un sacerdote permanecer fiel a su vocación sin creer en el diablo. Lo convierte en una especie de trabajador social, pero nada más”, agrega.

Goya pintó la famosa pintura que representaba a San Francisco de Borja realizando un exorcismo

De este modo, este dominico afirma que tanto fuera de la Iglesia pero también en su interior se vive un periodo de “gran racionalismo”. En su opinión, “tratamos de encontrar una explicación, una demostración de todo, pero como recuerdo en mi libro, la existencia del diablo no se puede demostrar, se debe creer. Incluso si hay buenas razones para creerlo en un nivel racional, no es suficiente. Después del Vaticano II, el deseo de racionalizar la fe, especialmente en regiones donde el catolicismo era muy tradicional, fue a veces demasiado radical. Muchos miembros del clero parecen querer emanciparse de conceptos que les parecen demasiado medievales, atrasados ​​o incluso supersticiosos, mientras que la creencia en el diablo todavía está bastante extendida en el resto de la sociedad, especialmente entre los jóvenes”.

Por otro lado, el padre Dermine alerta de un resurgimiento de un “satanismo agresivo”. Explica que esto lo ha visto por su propia experiencia, pero también con sólo echar un vistazo en internet. “El satanismo es ahora una realidad para muchos jóvenes, que ya saben mucho al respecto gracias a los recursos que encuentran online. En estos sitios web, la figura del diablo es alabada abiertamente y atrae a mucha gente, esta figura del diablo que se emancipa de Dios para llevar su vida como le plazca. También hay un crecimiento de grupos satánicos reales, cuando en el pasado eran una realidad muy excepcional. Se están multiplicando de una forma muy preocupante”, asegura.

Pero además, este exorcista añade que también lo ve “a través de las víctimas del satanismo, de ritos peligrosos, que vienen a verme y que han vivido en su propia piel sufrimientos inimaginables y sin precedentes. Personalmente, puedo decir que viene a verme más gente que antes y, lamentablemente, no puedo seguirlos a todos. El satanismo ha salido a la luz y debemos tener mucho cuidado al respecto”.

Uno de los riesgos que se puede correr es que si se habla demasiado del diablo, se vea su firma en todas partes y se le atribuyan todos los males. Ante esta posibilidad, el padre Dermine señala que “cuando la gente viene a verme para un exorcismo, paso mucho tiempo hablando con ellos, porque a menudo olvidan que la mayoría de nuestros males no son causados ​​por manifestaciones del diablo sino por nosotros mismos, ya que somos la causa del 90% de nuestros males. Que el diablo luego venga a exasperarlos es un hecho”.

Para ello, pone el ejemplo de Adán y Eva, porque “fueron ellos quienes cometieron el pecado original, no la serpiente. Obviamente, fueron inducidos por el diablo, pero seguramente el pecado es causado por nuestras elecciones. Sería demasiado fácil arrojar nuestros pecados sobre el diablo. No es fácil llegar a un equilibrio, en este sentido. Las personas que se apresuran hacia el exorcista en cualquier ocasión también corren el riesgo de no ver las causas naturales de sus problemas”.

El exorcista también habla del poder de prácticas ocultas como el mal de ojo, incluso en personas de fe que sean víctimas de terceras personas. En este sentido, afirma que “este hecho ha sido confirmado por mi propia experiencia. Todos pueden ser víctimas del mal. Pero es obvio que es más difícil que una persona que trata de vivir una vida honesta en la gracia de Dios se convierta en presa del diablo. Sin embargo, he seguido a cristianos devotos que estaban bajo su control. Pero si esto sucede, si Dios lo permite, es para permitir que estas personas obtengan un bien mayor. Personalmente fui testigo de que estas personas pueden dar un salto cualitativo importante en su vida humana y en su vida de fe. También tenemos varios ejemplos de santos poseídos en la historia, y esto significa mucho. Sin embargo, estas personas han podido ganar la batalla con la ayuda de Dios, y esto también fortaleció su santidad y humanidad”.

Por ello, también recuerda que “cuando hablo con la gente, siempre les digo que no hay antídotos absolutos para la acción del diablo. Estamos llamados a estar alerta mientras nuestro enemigo anda como un león rugiente tratando de hacernos caer. Tenemos que estar atentos, sin poner nunca al diablo, o el miedo a él, en el centro de nuestra atención. Jesucristo está siempre en el centro, así como el amor infinito de Dios hacia nosotros”.

También se habla mucho de la relación de personas muy poderosas con el satanismo. “Aquellos que buscan el poder a veces se ven tentados a confiar en el diablo. Este peligro es real. No se excluye en absoluto que personas de alto rango adoren explícitamente al diablo, por no mencionar la masonería, algunos de cuyos miembros pueden llevarse muy bien con el satanismo”, señala a este respecto.

¿Qué pueden hacer los católicos ante este resurgimiento del satanismo? Este exorcista afirma que “la oración es la primera arma, para ellos mismos, pero también para los ministros de la Iglesia, todos aquellos que tienen cargos de responsabilidad”.

“En estos tiempos de confusión, donde el diablo tiene ante sí una autopista, los fieles tienen el deber de profundizar su fe, de formarse. Necesitamos pensar mucho en asuntos de fe y el mundo que nos rodea. Es exactamente por eso que llamé a mi libro Vamos a razonar sobre el diablo”, concluye.

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Fuente: Religión en Libertad


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Un exorcista ha tenido una experiencia mística con el Sagrado Corazón https://www.reinadelcielo.org/un-exorcista-ha-tenido-una-experiencia-mistica-con-el-sagrado-corazon/ Fri, 05 Jun 2020 18:47:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24632 ]]> La Iglesia Católica dedica cada mes de junio al Sagrado Corazón, una devoción que durante siglos ha ayudado a millones de personas, y también en este tiempo donde vuelve a coger impulso. Una de las personas cuyo ministerio ha quedado marcado por el Corazón de Jesús ha sido monseñor John Esseff, uno de los exorcistas más veteranos de EEUU con más de 40 años de experiencia en este ministerio de lucha contra el poder de Satanás.

A sus 92 años, Mons. John Esseff, sacerdote de la diócesis de Scranton que fue director espiritual de Santa Teresa de Calcuta, ha sido durante décadas uno de los pocos exorcistas en un momento en el que incluso en la propia Iglesia se minusvaloró el poder del demonio. Pero se empeñó en alertar de la acción del mal en el mundo y fue uno de los fundadores y presidente del Instituto Papa León XIII para la “educación y formación de los sacerdotes en el santo ministerio del exorcismo y la liberación”.

No parece extraño que un exorcista que lucha contra el “príncipe de este mundo” sea profundamente devoto del Sagrado Corazón y sea este parte central de su ministerio sacerdotal.

Este veterano exorcista tiene una relación con el Sagrado Corazón que va mucho más allá de la devoción, pues la descubrió a través de una impresionante experiencia mística que tuvo en Roma en el año 1959 y sobre la que ha hablado con el National Catholic Register.

La experiencia en San Juan de Letrán

Monseñor Esseff cuenta que durante aquella estancia en Roma decidió visitar dos de las basílicas mayores de Roma, Santa María la Mayor y San Juan de Letrán. En esta última se produjo el acontecimiento que marcaría su vida sacerdotal.

“Cuando entré en la capilla del Santísimo Sacramento en San Juan de Letrán,tuve la experiencia más abrumadora de oración en toda mi vida. Quedé sobrepasado por la presencia, la majestad, el asombro y el poder de Dios”, relataba.

El sacerdote indicaba que ante esta presencia cayó de rodillas y postró ante el Santísimo. “La asombrosa presencia de Dios se apoderó de Dios se apoderó de mí y estaba temblando y llorando. Todo lo que pude decirle a Dios fue: ‘¿Qué quieres, Señor?’”.

En ese momento –agregaba Esseff, escuchó a Dios que le respondía: “Caridad”. “No podía ni moverme. El estado de oración extática duró mucho tiempo.Cuando me orienté, me levanté y me acerqué al altar. Tuve la misma experiencia de la presencia de Dios y supe que era el Señor Jesús. Lloré y grité: ‘¿Qué quieres, Señor?’”, contaba este sacerdote.

“Enseña el amor de mi Sagrado Corazón”

La respuesta en este caso de Dios fue: “Amor”.  De nuevo, el éxtasis duró mucho tiempo. Se levantó y tuvo una tercera experiencia mística. El exorcista explicaba que se tumbó “en el suelo en oración y el Señor dijo: ‘Enseña el amor de mi Sagrado Corazón’. Un momento después de eso escuché: ‘Aprende más sobre el Papa enterrado en esta capilla’”.

Monseñor Esseff tuvo la certeza cuando acabó esta experiencia que haría lo que Dios quisiera que hiciera. Estaba aturdido pues había llegado a la basílica por la mañana pronto y había pasado mucho tiempo. Decidió hacer una visita con guía a la basílica y escuchó que el Papa que estaba enterrado allí era León XIII.

Tumba de León XIII en la basílica de San Juan de Letrán

León XIII y el Sagrado Corazón

“Me quedé y oré ante la tumba. Sabía que el Papa León XIII había abordado muchos problemas sociales relacionados con los pobres y las clases trabajadoras”, contaba el sacerdote.

“De vuelta a su casa, investigué y aprendí que el último acto del papado del Papa León XIII fue entronizar al mundo entero con el Sagrado Corazón de Jesús. Comprendí entonces que la devoción al Sagrado Corazón sería una parte importante de mi sacerdocio. Se convirtió tanto en mi devoción personal como en una que he promovido para otros. He llegado a ver que Jesús desea ser el rey del mundo entero y debo promover esta devoción a todos”, afirmaba convencido. Y evidentemente le ha ayudado mucho en su extenso ministerio como exorcista.

Por ello, monseñor Esseff considera que “cuando colocamos la imagen de Jesús en un lugar de honor y lo proclamamos públicamente como Señor es un símbolo con el que mostramos al mundo entero que este hogar está bajo el Corazón de Jesús. Este reconocimiento del reinado del Corazón de Cristo sobre nosotros no está reservado sólo para las familias, sino que está abierto a personas concretas, parroquias, diócesis, comunidades o instituciones. Cuando  nos consagramos al Sagrado Corazón para vivir bajo su reinado aceptamos su señorío sobre nuestras familias y sobre el mundo”.

También reconocido como autor de espiritualidad, este sacerdote insiste en que “el Sagrado Corazón enciende un fuego de amor en cada corazón. Si tienen a Jesús tienen el fuego y ese fuego es el Espíritu Santo”.

John Esseff fue director espiritual de la Madre Teresa

De hecho, monseñor Esseff comenta que él ha “entronizado a Jesús en prisión y he visto transformaciones asombrosas. Toda institución necesita ser transformada: judiciales, hogares de ancianos, instituciones mentales, escuelas, toda la sociedad necesita experimentar la civilización del amor. Nada debe ser excluido porque toda la humanidad anhela el amor de Dios. Todo corazón humano fue hecho para Jesús y su civilización del amor. Todos somos uno con el otro en Cristo, y no hay ningún lugar que no le pertenezca”.

El demonio y la aceptación del pecado

Como exorcista, este anciano sacerdote explica que “a medida que la aceptación del pecado ha aumentado, también lo ha hecho la actividad demoníaca”.

 Ante esta situación, añade, “los obispos veían la necesidad de que hubiera más exorcistas entrenados porque muchos casos eran enviados desde todo el país a las diócesis que sí tenían exorcistas”. Y a su juicio, “una persona debe ser atendida en su propia diócesis”.

Monseñor Esseff dice estar esperanzado por el hecho de que cada vez más son los obispos que son conscientes de su papel como “exorcista jefe de la diócesis” aunque alertó de que “también hay cierta resistencia de la realidad de Satanás” en el seno de la Iglesia, entre sacerdotes y obispos que consideran como si sólo existiera “el mal y no el diablo”.

“El único que puede vencer a Satanás es Jesús. Él vencerá el reino del mal con la luz. Y cada sacerdote representa a Jesús. El diablo no ve al sacerdote, él ve a Jesús”, afirma este veterano exorcista.

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Fuente: Religión en Libertad


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El sacerdote español que es exorcista en Rusia https://www.reinadelcielo.org/el-sacerdote-espanol-que-es-exorcista-en-rusia/ Fri, 11 Jan 2019 18:18:24 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=18979 ]]> José María Vegas, un sacerdote misionero claretiano que lleva más de dos décadas en San Petersburgo, Rusia.

“Me apunté a una aventura”

En esta bella ciudad, el padre José María es profesor en el que es el único seminario católico en todo el país, atiende una parroquia, lleva un movimiento de matrimonios y también es el único exorcista que existe en toda Rusia, un ministerio que le encomendó el obispo hace más de ocho años.

En principio iba a estar en este país tres años pero ya no quiere volver. “Me apunté a una aventura sin saber dónde venía. Llegaba a lo que fuera. Mi congregación pidió voluntarios y yo me ofrecí. Y el provincial me avisó al día siguiente para que hiciera la maleta”, cuenta el padre José María sobre su llegada a Rusia.

Es el único exorcista en Rusia

Uno de los aspectos de los que se muestra más orgulloso es del movimiento Encuentro Matrimonial, carisma con el que trabaja en Rusia ayudando a los matrimonio y fomentando el amor y el diálogo entre ellos.

No eligió, sin embargo, ser el exorcista diocesano: “Un día me llamó el obispo y me dijo que había pensado que yo fuera el exorcista. Me quedé un poco sin palabras”, relata el misionero español.

Mira la entrevista que al P. José María

Cuatro casos de posesión demoniaca

Durante la entrevista asegura que en estos años ha tenido cuatro casos de posesión demoniaca, es decir, los casos más graves.

José María Vegas habla del caso de una mujer en Moscú “que había estado muchos años vinculada a la adivinación con cartas de tarot y su marido también. Además, habían estado muchos años en temas de astrología y magia… Y entonces se acercaron a la Iglesia para ser católicos y ella empezó a tener problemas. No podía entrar en la iglesia, le entraban arrebatos de odio contra los iconos y los objetos sagrados y en los exorcismos había reacciones muy fuertes”.

También contó el caso de otra mujer bielorrusa que había acudido a numerosos curanderos y brujas porque quería quedarse embarazada y no lo conseguía. Esta persona, cuenta el exorcista, está ahora mucho mejor, pero tuvo muchos problemas.

La pregunta mental que el poseído respondió

Padre José María Vegas 2“En una ocasión durante la oración ella decía ‘señor mío, señor mío’ en ruso. Y yo le pregunté mentalmente en español: ‘¿quién es tu señor?’. Ella me dice: ‘Me ha dicho que mi señor es Satanás’. Y además me contesta en español. Son casos que no puedes explicar de manera racional”.

El propio sacerdote confiesa que en el pasado “era muy escéptico” debido a la educación racionalista que recibe ahora la sociedad pero “practicando me he convencido de que no, lo creo completamente”.

Así realiza los exorcismos

El padre Vegas afirma que “yo lo que hago es rezar. Agarro la cruz, la estola y hay un ritual. Es un ritual muy sencillo. Empiezo con el ‘en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo… Bendices el agua y luego hay dos oraciones. Una oración dirigida a Dios pidiendo la liberación de la persona y otra dirigida al diablo donde se le manda que salga de la persona. Yo esta parte la hago en ruso”.

Afirma igualmente que ha tenido casos de grandes manifestaciones de poder físico por parte de la persona poseída y otros en los que le contestaban en lenguas que no conocían porque “no es ella la que habla sino el bicho que tiene dentro”.

El origen de su vocación

Durante el programa también habló con naturalidad del origen de su vocación. Vegas asegura que fue a los 18 años, “casi de repente”. Tras una crisis adolescente, “me vino el pensamiento de dedicarme completamente a Dios y a los demás. Me vino una especie de inspiración”. En el origen de la crisis que dio pie a su vocación estaba el noviazgo que había tenido con una chica, pero finalmente esta crisis fue el instrumento de Dios para la llamada al sacerdocio.

Eso sí, nunca ha “dudado” de que ser sacerdote era lo que Dios quería para él, aunque sí haya tenido “momentos de debilidad”. Pero servir a todos en el lugar que sea es para este madrileño lo mejor que le puede pasar.

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Fuente: Religión en Libertad


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El sacerdote que reza el Rosario con las “Almas en Pena” https://www.reinadelcielo.org/el-sacerdote-que-reza-el-rosario-con-las-almas-en-pena/ Fri, 13 Oct 2017 11:17:12 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10428 Un sacerdote filipino rezando el rosario en latín en su iglesia

Una noche después que el devastador tifón “Amy” del 8 de diciembre 1951 inundó la ciudad Tanauan durante semanas, un joven sacerdote católico llamado Cipriano V. Urgel enclaustrado dentro de los muros de una iglesia oraba por los muertos.

Lo hacía dentro de la capilla de la Parroquia de la Virgen de la Asunción de Barangay Bontay.
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El sacerdote de 33 años de edad, Urgel, rezaba el responso, la oración tradicional en latín para los muertos.
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Las oraciones eran dichas en latín en la Iglesia Católica antes de las reformas liberalizadoras del Concilio Vaticano II de 1962.

Lo que pasó esa noche se ha convertido en parte de la leyenda “oculta” sobre Urgel, un sacerdote y educador muy querido que se elevaría hasta convertirse en el primer arzobispo de la Arquidiócesis de Palo en 1982.

fantasmas sentados en una iglesia

Otras voces

templo en penumbras

Dentro de la capilla, esa noche hace 65 años, el joven Urgel estaba rezando el “Ave María” en latín en voz baja.

Cuando oyó una voz desde algún lugar respondiendo con “Santa María…”, también en latín. Pero cuando miró a su alrededor, no había nadie allí, sino sólo él. Asustado por esta experiencia de otro mundo, el sacerdote dejó de orar. Casi no durmió esa noche. La noche siguiente, Urgel de nuevo oró el responso.

Cuando comenzó a rezar el Ave María, esta vez varias voces respondieron con la “Santa María…”.
Una vez más, miró a su alrededor para encontrar que él era el único en el interior de la capilla.

En lugar de dejarse asustar de nuevo, Urgel continuó orando, pero ahora al recitar el Santo Rosario, había un coro que contestaba, y sus voces crecían. Urgel continuó con su recitación de todas las noches con las voces extrañas como coro, hasta que se desvaneció en frecuencia y luego se detuvo por completo.

Almas perdidas

Más tarde le fue informado que la capilla fue el sitio de un antiguo cementerio antes de que la iglesia fuera construida en la década de 1870.

“Esas fueron almas perdidas que hicieron su camino de regreso. Finalmente encontraron su descanso eterno”, dijo el P. Oliver T. Mazo, asistente párroco de la Iglesia del Santo Niño en la ciudad de Tacloban.

Mazo, quien terminó sus estudios de teología en Roma, dijo que se enteró de la historia de Urgel a través de la historia oral transmitida por el clero a los miembros de la iglesia a través de los años.

La opinión del Exorcista Amorth

Padre Gabriele Amorth (ft img)

Él dice que las llamadas “presencias” representan una vasta casuística, que afecta a no pocas personas, que afirman percibir la cercanía. A veces incluso física, de antepasados o de personas extrañas quizás muertas de repente.

Otras veces hablan de “almas en pena”, que son percibidas como almas de difuntos que aún no han encontrado su lugar en el orden de la vida eterna. Otras veces se habla de “almas guía”, que aconsejarían a las personas sobre las decisiones más justas.

Se trata de problemas abiertos que los teólogos deberían estudiar, profundizando en los datos de la Escritura, del Magisterio de la Iglesia y de las experiencias de los místicos.

Amorth piensa que hay algunas certezas.

La primera es que tenemos sólo una vida, que nos jugamos aquí, al final de la cual seremos juzgados para resucitar a la vida en Dios o para la muerte en el infierno eterno. No existe, por tanto, posibilidad alguna de que estas sean almas reencarnadas, lo cual, está fuera de la fe de la Iglesia católica.

La segunda es que después de la muerte vamos al paraíso, al infierno o al purgatorio, pero Amorth tiene bastantes dudas para creer que existan almas en pena, es decir, vagando libres por el mundo. Pero dice que otros exorcistas, sin embargo, están convencidos de que la presencia de estas almas en pena es real. Por lo tanto insiste que sería oportuno promover profundizaciones teológicas sobre la condición de las almas tras la muerte. Tarea que no es propia de los exorcistas, sino de los teólogos.

El Cuerpo Místico que es la Iglesia comunica en su interior

Entre las almas de los difuntos que están en el paraíso y en el purgatorio y nosotros, aún en peregrinación sobre la tierra, existe un intercambio de amor dado por la oración recíproca de intercesión.

En particular con las del purgatorio que están sufriendo su purificación. Pero poco se sabe sobre las almas de los condenados. Y relata:

“A mi me ha sucedido que un espíritu durante el exorcismo afirmaba ser una tal persona, pero después de una comprobación más en profundidad, después de varias sesiones, se descubrió que en realidad era un demonio”.

Como apoyar a los difuntos, video del padre Loring

Agregamos un imperdible testimonio del Padre Loring donde expone como apoyar a las Almas del Purgatorio.

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Fuente: Foros de la Virgen


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Un sacerdote exorcista en Argentina https://www.reinadelcielo.org/un-sacerdote-exorcista-en-argentina/ Sat, 17 Apr 2010 00:00:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24 Padre Carlos Mancuso

El exorcista de la calle 6

Introducción de la redacción de Reina del Cielo: Muchos católicos preferimos interesarnos en las extraordinarias obras de Dios en Su Iglesia, pero ni hablar de ciertos temas que nos producen temor. Sin embargo, todo forma parte de la realidad de este mundo, y desconocer el mal no nos ayuda en nuestro crecimiento espiritual. En la frontera de la lucha entre bien y mal, justamente, se encuentran esos extraordinarios hombres que son los sacerdotes exorcistas. Autorizados por el Obispo de su Diócesis (el Ordinario del lugar), estos hombres de Dios son expertos en hacer aquello para lo que pocos tienen valor suficiente. Vale nuestra admiración, nuestro respeto, pero particularmente vale nuestra oración por su importante misión. Un diario de mayor circulación en Argentina ha reproducido una nota al sacerdote exorcista de la Diócesis de Monseñor Aguer, en la ciudad de La Plata, cercana a Buenos Aires. En la lectura podemos advertir la fortaleza de este hombre, su noble dedicación, y fundamentalmente su fe a toda prueba.

Jorge Fernandez Diaz Del diario LA NACIÓN
julio de 2009

A Miguel se le aparecía en sueños una monjita que le señalaba el rostro de un hombre. En su desesperación, Miguel soñaba que esa mujer piadosa y consagrada le decía, sin palabras, “este hombre puede salvarte del averno”. Miguel vivía en Entre Ríos y trabajaba con un miembro de una secta satánica que lo pretendía en amores. Se había resistido a ese requerimiento, había probado alimentos que el mago le había cocinado a modo de galante obsequio y, a partir de entonces, había sufrido convulsiones, violencias y toda clase de fenómenos autodestructivos. Lo habían tratado médicos y psiquiatras, y un sacerdote local le había diagnosticado “posesión diabólica”. Al borde del suicidio, creyendo verdaderamente que estaba tomado por el demonio, llego a la provincia de Buenos Aires y busco, por medio de unos parientes alarmados, a un exorcista.

Padre Carlos Mancuso

Carlos Mancuso es el párroco del templo de San Jose, sobre la calle 6, y el cura autorizado por el obispado de La Plata para realizar el ritual mas misterioso y estremecedor de la liturgia católica. Cuando Mancuso examino en su despacho al paciente y comprobó que no se trataba de un asunto meramente psiquiátrico, Miguel reconoció en sus facciones la cara del hombre providencial que le señalaba, en sueños, aquella monja ignota.

El exorcismo se produjo poco después en esa iglesia cerrada, sobre una frazada y con ayuda de cinco hombres que sostenían al poseso, mientras Mancuso trabajaba con las oraciones en latín, el crucifijo y el agua bendita. En la realidad, los exorcismos son mucho menos espectaculares que en la ficción. No hay levitaciones, telequinesis, multiplicidad de voces ni pronunciación de distintas lenguas. Al menos, el padre Mancuso, que lleva veinte años cumpliendo ese ritual redactado en 1614 y que tuvo leves enmiendas en 1984 bajo el papado de Juan Pablo II, asegura que jamas vio semejantes piruetas o clichés del folklore.

No por eso la ceremonia resultaba menos aterradora. Miguel se sacudía, gruñía, pateaba, insultaba y de vez en cuando miraba el fondo de los ojos del exorcista y le hablaba en nombre de otro. “Tu Dios no existe”, le dijo en un momento. “¿Ah, no? -respondió Mancuso-. ¿Y a vos quien te mando al infierno?” Miguel, o su ardiente inquilino, paso de la negación al lamento: “Dios me ha abandonado”.

El sacerdote tiene orden de su obispo de no confraternizar ni entrar en diálogos, pero no pudo en esa ocasión evitar la ironía: “Ah, claro, ahora resulta que te abandono”. Miguel se movía con una fuerza impresionante, y era doblegado una y otra vez por los auxiliares y atacado con las armas del ritual.

Biblia y cruz

En un momento, exhausto por el esfuerzo, sonrió de un modo escalofriante: “Bueno, ahora podemos negociar”, le dijo al cura. No había negocio posible. Y al final se entrego. Lo hizo adoptando un alivio absoluto, una paz nueva, un silencio limpio. Regreso a casa de sus parientes con la sensación de que había vuelto a ser el mismo después de tanto tiempo. Y antes de viajar a Entre Ríos, fue a escuchar misa y a darle gracias a Dios a la catedral de La Plata. También visito distraídamente la santería y entre todas las estampitas vio una de sor Maria Ludovica, una mujer legendaria que realizo una gran tarea en el Hospital de Niños de la ciudad y murió en 1962. Esa era la monjita -aseguro Miguel, alelado- que se le aparecía en sueños mostrando la cara redonda pero seria del padre Mancuso.

Este episodio ocurrió hace dos años y a pesar de que el párroco de San Jose es uno de los mas notables exorcistas de la Iglesia Católica argentina y que no se trata de un sacerdote ramplón y ciego sino de un hombre intelectual y estudioso de la psiquiatría, no puedo creer en lo que acaba de contarme. Puedo creer que me cuenta la verdad. Pero no puedo creer de verdad que existan anticristos ni posesiones satánicas. “No puedo creer -le digo-. Pero a veces creo en los que creen.”

Fui educado en un colegio salesiano, pero luego conocí el materialismo histórico y me deslice por la ciencia y la razón a este agnosticismo culposo: ahora envidio a los que tienen fe. Y me fascinan los ritos milenarios de la Iglesia que resisten la modernidad. Pero me gustan las historias de exorcistas como me gustan los cuentos de fantasmas y de vampiros.

Me encantan como lector los monstruos aunque no puedo creer verdaderamente en ellos. En mi concepción racionalista, Miguel tenia un delirio místico y necesitaba un curador que entrara en su lógica, creyendo profundamente en ella, y que lo curara de esa sugestión. El exorcista y el poseso tenían así algo en común: creían que Satanás existía y que podía invadir un cuerpo humano. Para muchos miembros de la propia Iglesia el diablo es solo una metáfora del mal. Una figura jamas corpórea ni parlante. Otros sectores tienen la seguridad plena de lo contrario. Se reconoce que Juan Pablo II realizo tres exorcismos y se recuerda que hace poco Benedicto XVI saludo a la Asociación de Exorcistas Italianos diciéndoles: “Ustedes ejercen un importante ministerio al servicio de la Iglesia”.

Lo concreto es que, en la era de las computadoras y más allá de polémicas internas o externas, el exorcismo se sigue practicando discretamente en casi todo el mundo. Y Mancuso se ha convertido en un referente de esa praxis. Lo llaman y escriben desde Estados Unidos y Europa, y lo invitan a realizar exorcismos en Centroamérica. Hace dos años tuvo que dar una conferencia en el Congreso Internacional de Psiquiatría, que se realizo en el Hotel Panamericano. El exorcista ha estudiado mucho esa materia, y los psiquiatras lo rodeaban pidiéndole que les relatara los casos mas impresionantes. Su principal trabajo consiste en dilucidar cuando verdaderamente se trata de un hecho de posesión. En muchas ocasiones, descubre detrás de esos síntomas esquizofrenia, histeria o paranoia, y deriva a los pacientes hacia centros de salud mental. Muchas veces percibe que es simplemente trabajo para los médicos clínicos o para los neurólogos. Es que los exorcistas dividen los problemas en tres daños: el fisico, el psíquico y el espiritual. Y solo pueden intervenir cuando en los dos primeros no se ha encontrado la razón última del disturbio. Si tengo que optar entre la mente y el alma, particularmente yo me quedo con la mente porque puedo diseccionarla, pero no se me ocurre discutir del tema con alguien que estudia día y noche teología, psiquiatría, parapsicología y tratados de demonología. Estamos en su despacho, donde habitualmente atiende cercado por libros antiguos, y me doy cuenta de que le teme mas a la influenza que al demonio.” Es cierto -se ríe-. Tengo la estufa prendida todo el día y me pongo el abrigo para salir al corredor porque hace frío: soy diabético y no quiero enfermarme. Vivo solo y nunca tuve miedo a cosas sobrenaturales.

“El cielo y la tierra están llenos de asuntos que no comprendemos y tengo la impresión de que no me queda mas alternativa que escuchar y narrar algunas experiencias limites del exorcista sin juzgar si la suya es medicina real o simple placebo.

Imposicion manos

El primer caso de posesion que Carlos Mancuso vio de cerca ocurrio en los años 80 y la protagonista del evento resulto ser una catequista. La chica estaba de novia y todo marchaba bien, directo al casamiento, a pesar de que la inminente “suegra” pensaba que ella no era un buen partido y que la relación era un error. Al parecer, la mujer consulto un brujo y pago por un maleficio. El mago le dio un preparado especial y le pidió que lo mezclara con frutillas e hiciera con ellas una torta para la catequista. Se trataba de un “trabajo” importante, y la madre del novio siguió las indicaciones al pie de la letra. Después de comer varias porciones, la chica comenzó a vomitar y a perder la conciencia, cambio radicalmente su personalidad y entro en un túnel de insultos y reacciones demenciales que duro días y días, y que ningún medico atinaba a frenar. El ángel se había convertido en un demonio. Y el cura de su parroquia, cuando la cosa se volvió inmanejable y escucho que ella misma aseveraba tener dentro una presencia maligna, fue a buscar a Mancuso. Era una noche de luna y el cura de la calle 6 camino por un largo pasillo y toco a la puerta de la casa. Lo hicieron pasar y vio que la catequista estaba en cama, con su madre a un lado y un sacerdote, amigo de la familia, del otro. Inmediatamente entro, la chica le grito a Mancuso: “¡Fuera, basura!”. Y comenzó a escupirlo. Mancuso le acerco el crucifijo y le advirtió: “Este te va a vencer”. La catequista respondió, con voz ronca: “A ese yo ya lo vencí”.

“Esta endemoniada”

Al día siguiente Mancuso visito al padre Antonio Sagrera, un sacerdote español que tenia 85 años y que era el exorcista oficial de la diócesis. Sagrera estaba trabajando en el jardín y en cuanto Mancuso empezó a relatarle los detalles del caso de la catequista, sin dejar de cortar los brotes con su tijera, el veterano guerrero de la oscuridad dictamino: “Esta endemoniada”.

Lo hizo sin pestañear y sin dejar de podar su parra. Mancuso quedo impresionado por la seguridad de su maestro. Luego también el adquiría ese ojo clínico. En aquel entonces, para practicar un exorcismo en la zona había que pedir permiso a monseñor Antonio Plaza. Hoy el obispo Hector Aguer le ha dado permiso especial a Mancuso para llevar a cabo esas ceremonias según su criterio: confía absolutamente en los razonamientos de su párroco. Plaza le dijo a Mancuso: “Háganlo pero con mucha prudencia, tal vez no se trate de una poseída sino de una enferma”.

Los familiares de la catequista la trajeron a la rastra a la iglesia a las diez de la mañana. Cerraron el templo al publico y pusieron una manta en el suelo. Pese a que Sagrera dirigía la operación, Mancuso se adelanto y les dijo a los auxiliares: “Agárrenla entre todos”. La catequista lo miro con sorna: “Ah, me tenes miedo”. A ordenes del padre Antonio comenzaron los ritos y las unciones, y su sucedieron los pataleos e insultos procaces.

En un momento pararon para descansar y uno de los auxiliares le dijo: “La bronca es con usted, Mancuso”. Era cierto: Sagrera manejaba el exorcismo, pero el odio de ella no se concentraba en el maestro sino en el aprendiz. “Fue como un aviso -me dice Mancuso-. Una premonición y un aviso por todos los combates que libraríamos el y yo a partir de entonces.” Después de luchar y resistirse, después de un escándalo de voces y forcejeos, repentinamente todos escucharon una voz: “Abandono”. Y la chica volvió dolorosamente de su furia ciega a sus cabales. Un estudiante de medicina, que presenciaba las maniobras, la había examinado en el pico máximo de tensión: la catequista registraba los valores vitales normales. En medio de la ira sin limite y los puñetazos tenia solo 72 pulsaciones, como si estuviera tomando una apacible siesta.

El crecimiento del ocultismo y la magia negra, la proliferación de sectas satánicas y las cofradías secretas, la multiplicación de hechiceros, curanderos y adivinadores, y la progresiva experimentación del espiritismo han sido el principal caldo de cultivo de los pacientes que el padre Mancuso ha venido atendiendo. La mayoría proviene de la provincia de Buenos Aires y de la Capital.

Crucifijo

Sin embargo, el caso mas resonante del exorcista de la calle 6 vino de Santiago del Estero. En 1985 un joven de veinte años llamado Gonzalo entro en una secta y firmo un pacto diabólico. Se les prometía, a quienes pactaban, placeres y dichas a cambio de ofrendas cada vez mas exigentes. A Gonzalo le pidieron, en una escalada final, la vida de un ser querido: que asesinara a un sobrino de ocho años. El joven no pudo cumplir con ese sacrificio y comenzó a tener comportamientos perversos, a manifestar que cargaba con una venganza infernal y que llevaba en su interior un espíritu demoniaco. Lo revisaron siquiatras y médicos, y lo trajeron a La Plata en ambulancia: allí vivía su madre, que lo hizo ver en institutos de alta tecnología medica. Gonzalo cometía locuras en periodos irregulares y de manera intermitente. Lo ingresaron finalmente en un manicomio y, después de unos días de observación, un psiquiatra encaro a la familia: “Llevenlo a un sacerdote especializado para que lo curen de la parte espiritual”.

Un jueves de ceniza un párroco de la zona, atribulado por el caso, recurrió a los exorcistas. Mancuso examino detenidamente el asunto y decidió que harían la ceremonia. El y sus auxiliares ayunaron durante unos días y estuvieron en oración permanente. Luego se reunieron con parientes de Gonzalo y con un medico catedrático de la Universidad de La Plata, que quería presenciar el exorcismo, y partieron hacia la zona de Lisandro Olmos. Gonzalo estaba viviendo solo en una casa humilde. Los vecinos decían haberlo visto masticar vidrios, tragar cuentas de rosario y destruir crucifijos. Había intentado pegarle a su madre, había tratado de estrangular a un hombre, había roto ventanas y dormía en el piso como un animal. Tenia, sin embargo, lapsos de lucidez y por lo tanto de congoja.

Mancuso entro en la casa y alzo su crucifijo, rodeado de su grupo de ayudantes, y Gonzalo se acerco en cuatro patas gruñendo como un cerdo y se detuvo, echo a correr en sentido contrario y se lanzo afuera por una ventana. Corrió a campo traviesa sin que pudieran alcanzarlo. Y tuvieron que volver a la parroquia con las manos vacías. Pero, después de almorzar, les avisaron a los sacerdotes que lo habían finalmente apresado y que lo llevaban maniatado en una camioneta hasta la Iglesia de San Cayetano.

El exorcismo se realizo en esa misma iglesia, con el apoyo de una veintena de personas, que lograban sujetar a Gonzalo a duras penas. El joven tenia una fuerza inverosímil y cuando Mancuso intento ungirle la frente se sacudió con violencia. Lo dieron vuelta y lo pusieron boca abajo para que no pudiera lastimar a nadie ni zafarse, y los curas comenzaron el ritual en latín y no lo acabaron hasta que Gonzalo se aplaco y pudieron sentarlo en una silla. Allí terminaron los alaridos y extraños balbuceos. Estaba ahora calmado y abatido, y narro el acuerdo diabólico que había firmado y por que se había producido la posesión. Y luego, en señal de arrepentimiento, pidió que lo llevaran en andas hasta el sagrario y allí beso los pies de Jesucristo: todo había terminado.

“Gonzalo murió veinte años después, hace poco -me dice Mancuso-. Muerte súbita. Le fallo el corazón.” Supongamos, le propongo, que un tipo cree estar endemoniado pero no lo esta y ustedes le realizan un exorcismo. “No siempre podemos estar seguros de que no simulan la posesión -confiesa encogiéndose de hombros-. Pero si la persona se va de acá mejor, hemos hecho un bien, ¿no cree?” Me gusta creer que el exorcista no tiene forma entonces de hacer el mal. Me habla de paso de San Benito de Nursia, que fundo la orden de los benedictinos, fue un poderoso exorcista y es “invocado con efectividad” para conseguir la protección contra los espíritus diabólicos.

Vergüenza

Mancuso se coloca nuevamente el abrigo y me acompaña hasta la puerta atravesando la fría austeridad de su parroquia. Esta preparándose porque en pocos días mas le traerán a un muchacho que vive en una villa miseria de la Capital. Dicen que esta poseído y que al nacer su madre en lugar de bautizarlo lo consagro a Satán durante una misa sangrienta. Por cada hecho diurno hay un hecho nocturno. Hay una Biblia y una Biblia negra, y un Cristo y un anticristo, un derecho y un revés, una diestra y una siniestra. Y un duelo entre los cultores del diablo y este gladiador de Dios. Aun en mi incredulidad mas absoluta, le digo que fue un honor conocerlo. Mancuso no puede con su genio y me recuerda una vieja sentencia católica: “Al infierno van aquellos que dicen que no existe el infierno”.

El personaje CARLOS MANCUSO Cura exorcista de la diócesis de La Plata -Quien es: tiene 75 años y es desde hace mas de treinta el párroco del templo de San Jose, ubicado en la calle 6 de La Plata.

-Que hace: tiene autorización de la Iglesia Católica para practicar el ritual del exorcismo. Es un estudioso de la psiquiatría, la parapsicología y la demonologia.

-Sus cargos: es confesor del Monasterio de Carmelitas, del Seminario Mayor y de la Casa del Padre Pio. Y capellán del Colegio Eucarístico de la Plata. También es canónigo de la Santa Iglesia Catedral, es decir: forma parte del consejo de sacerdotes de monseñor Hector Aguer, a quien responde de manera directa.

-Su experiencia: realizo decenas de exorcismos. La celebre película de William Friedkin le parece “una exageración total”. Recomienda ver una mas realista: “El exorcismo de Mary Rose”.


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