escuchar – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Sat, 13 Jan 2024 00:34:41 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Un Dios agradecido https://www.reinadelcielo.org/un-dios-agradecido/ Fri, 12 Jan 2024 12:43:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=502 Millones de personas viven absolutamente alejadas de Dios, sin estar siquiera dispuestas a plantearse seriamente las verdades espirituales que el hombre ha venido teniendo como centro de su vida desde hace miles de años. Nuestra alma grita la presencia del espíritu, invitándonos a aprender a valorar esa parte invisible de nuestro ser, lugar donde habitan nuestros sueños más maravillosos. Nosotros no estuvimos en el paraíso, y sin embargo tenemos como un recuerdo, o un anhelo de estar allí.

Sí, Dios nos llama desde ese lugar solitario y penumbroso, rincón distante pero cercano, puerta que se entreabre por momentos para dejar filtrar la Luz de Su Presencia. Y El, en Su lenguaje sin palabras, nos transmite Sus deseos, Sus sueños, Su plan para nuestra vida. Sin dudas que nunca son fáciles de comprender las silenciosas Palabras de nuestro Dios, porque El habla con un lenguaje sugerido, invisible, desafiante para nuestra fe. Pero cuando empezamos a aceptar jugar Su juego, juego de dialogo silencioso, juego de sentimientos inacabados, es que se deja ver la maravillosa respuesta de nuestro Dios.

Orar

Tenemos un Dios agradecido, eso se puede advertir rápidamente si uno está dispuesto a prestar atención a Sus sutiles marcas en nuestro camino. Cuando hacemos algo por El, aunque sea pequeño, la respuesta viene de inmediato. Su agradecimiento tiene formas tan sutiles, que solo el alma beneficiada lo puede comprender. Son pequeños signos que trascienden lo que de modo regular ocurre en nuestra vida, un mojón que deja un mensaje muy claro: ?tu Señor ha estado aquí?. Y nosotros cruzamos ese hito, lo miramos admirados y nos decimos a nosotros mismos: ¡El se ha dignado mirarme! ¡El ha hecho esto porque yo le di un pequeño, un pequeñísimo trozo de mi vida!

Quizás sea esto lo que más nos enamora de nuestro Dios: esas sutiles muestras de agradecimiento nos sorprenden porque quizás pensamos que El, estaba distraído. Pensamos que somos tan pequeños, que El en realidad no presta demasiada atención a nuestros pasos. Sin embargo, de repente, el Dios de la Creación, el que se encarnó en Maria en aquella habitación solitaria, nos mira con atención. A mí, que nada valgo. A mí, que poco, muy poco, hago por El. Ese sentimiento de estar siendo no solo observados, sino mucho mas importante, amados por nuestro Dios, nos derrumba desde los cimientos. ¡Es que no lo esperábamos!

Y llenos del asombro del amor recién reconocido, empezamos a buscar que el dialogo sea más frecuente, invitando a nuestro comensal a sentarse más frecuentemente a la mesa donde tan sabrosos manjares se sirven sin medida. Nos llenamos, de gusto, de sentimientos compartidos con Aquel que puso Su tiempo, todo Su tiempo, a nuestra entera disposición. Le hacemos preguntas indiscretas, con palabras no dichas, y obtenemos como respuesta una sonrisa, una mirada silenciosa, un abrazo que enjuaga las lágrimas. El, conocedor de nuestras debilidades, da muestras de ser un verdadero Caballero, el Caballero más considerado que ningún escritor de historias de hidalgos personajes pueda jamás haber imaginado.

Gracia de Dios

El, es infinitamente agradecido, y premia el amor, con más amor. Cuando el alma plena de fe se recoge en diálogos sutiles, que crecen y se hacen oración, devuelve el mil por uno. No hay medida, para nuestro Dios. El es, verdaderamente, exagerado. Si, no me tomen a mal con lo que digo, tenemos un Dios exagerado. Cuando nuestro enamoramiento se desborda de sus cauces naturales y nos abrimos a dejar que El fluya por nuestros ríos interiores, allí, es que se puede ver que Su Amor no tiene medida. El nos colma de Gracias, de signos interiores, de consuelos, de sentimientos que nos hacen brotar lágrimas de origen inexplicable, de ganas de gritar, de correr. El lugar donde todo esto se manifiesta, es en nuestro pecho. Parece que nuestro corazón va a estallar de alegría, de felicidad por haber descubierto a mi Dios, El que está Todo para mí, a tiempo completo.

Y luego, como en un final de fiesta esperado, pero no deseado, todo vuelve a la normalidad. Tenemos que seguir viviendo, remontando las cuestas de nuestro camino. Sabemos lo difícil que será todo, porque nuestro Dios es un Dios de sacrificio, trabajo y dolor. Pero qué importa ahora, que sabemos que tenemos al Señor dispuesto a escucharnos. Un Dios agradecido, un Dios que espera nuestro gesto, nuestra mirada, para volver a encontrarnos, cuando menos lo esperemos, en ese distante rincón de nuestra alma.


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Corazón simple https://www.reinadelcielo.org/corazon-simple/ https://www.reinadelcielo.org/corazon-simple/#comments Fri, 22 Sep 2023 09:39:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=352 Siempre llamó mi atención aquella gente con un corazón sencillo, aquellos que hacen de lo complejo, de lo sofisticado, algo cotidiano, entendible por todos. Gente que quizás habla de cosas importantes, pero tiene en su forma de expresarse una capacidad de llegar al fondo de su mensaje de inmediato.

Sea cual fuere el tema del que esas personas hablan, llegan al corazón, el alma se siente atraída. Gente muy sencilla, que quizás sólo nos sirve o ayuda en determinado punto de nuestras vidas. Rostros sonrientes, dispuestos a ayudarnos, adaptarse y comprender. ¡Dan ganas de sentarse a hablar con esa gente, a saber de su vida!. Ellos no buscan complejidades, no desconfían más de la cuenta, hablan de modo abierto y claro, tienden a creer y a confiar, ven en la gente lo bueno. La simpleza de corazón se opone a esa otra postura, la de buscar siempre los motivos para no creer, la de dudar de todo, la de complicar las cosas, la de plantear siempre obstáculos y objeciones, la de esperar que finalmente algo nos de la excusa para descalificar.

Esta actitud frente a la vida, la de hacer lo complejo algo sencillo, la de creer, confiar, de poner una sonrisa y un deseo de hacerse entender y querer por el prójimo, es una parte importante del amor. Porque el amor es simple y Dios es simple, El hace las cosas de Su Reino sencillas para nosotros. Pero también pone un velo entre Sus misterios y nuestro entendimiento. Es por este motivo que es tan importante no querer ver o saber más allá de lo que Dios quiera que veamos. ¡Sólo creer en El!.

Esta actitud, la de creer, proviene de un corazón sencillo. Creer, con un alma abierta a las cosas del Reino, más allá de que la mente, nuestro intelecto, no alcance a comprender lo que percibe. Es muy difícil tener fe en Dios si queremos procesar todo a través de nuestra razón. La soberbia, origen de todo pecado porque proviene de quien quiso ser como Dios en los inicios de los tiempos, nos arrastra a querer ver donde no debemos, a querer comprender donde no podemos, y finalmente a creer sólo si nuestra razón comprende. ¡Sólo Dios puede comprender Sus cosas!.

sencillos de corazón

Cuando veo tanta gente sencilla en los lugares donde se expresa la fe en Jesús y en María, Santos y Angeles, en el Reino de la Santísima Trinidad en pleno, no puedo dejar de admirarme de la sencillez de esos corazones que creen, no preguntan, no se hacen planteos más allá de la fe o las enseñanzas que Jesús nos dejó a través de Su Palabra. ¡Benditos esos corazones plenos de sencillez y fe, bienaventurados los sencillos y humildes de Corazón!

Y que difícil es la prueba cuando Dios da la gracia de tener una mente desarrollada, una educación elevada. El propio don que Dios da se puede transformar en el motor de nuestra soberbia: vaya, si somos gente inteligente, ¿como podemos creer en estos tiempos en estas cosas, inexplicables para la ciencia del hombre?. Cuanta soberbia se esconde en esta pregunta, pero cuan a menudo se la escucha, o se la piensa. El mundo moderno ha desarrollado tal soberbia, que ha dejado poco espacio para las cosas del Señor, que son por supuesto inexplicables, porque pertenecen a un nivel de pensamiento, el Pensamiento Divino, al que el hombre jamás podrá llegar.Es por este motivo que da gran alegría ver gente con dones intelectuales y buena educación, que también tiene un corazón sencillo, y cree en las cosas de Dios sin preguntarse. Esos hermanos han pasado una prueba importante, han llegado a rozar la verdadera sabiduría, la de hacerse pequeños y aceptar la Omnipotencia Divina sin preguntar ni por qué, ni cómo, ni cuando, ni donde.

Sólo aceptar, orar, adorar al Señor, y disfrutar de los pequeños detalles que El nos permite ver, de Su maravilloso Reino.


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