En 1246, la Virgen, Flor del Carmelo, le da a san Simón Stock el escapulario con la siguiente promesa: "Quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno" (ver artículo)
Por estas siete excelencias, pedir a la Santísima Virgen santidad en el alma y pureza en el cuerpo, buena muerte y verse libre del Purgatorio. (ver artículo)
Fue la Virgen María quien lo mantuvo con vida cuando el 21 de abril de 1968 un ataque de soldados norvietnamitas acabaron con 4 de sus 5 compañeros (ver artículo)