Asistí a una charla que tenía por título “Dame tu corazón herido” y mientras escuchaba al sacerdote miré a un crucifijo y por primera vez supe por qué Jesús había muerto en aquella cruz (ver artículo)
Durante ocho años he vivido en silencio. Durante ocho años he estado escondida. Pero hace dos años, me pidieron que contara mi historia. (ver artículo)