En este desierto de sombras y luces, de días abrasadores y noches de estrellas, te ves cansado pero no agobiado... para abandonarte en las Manos de Dios que te ha encontrado. (ver artículo)
Vamos al huerto esta mañana, que la roca pronto se va a partir. Golpeada por la mano de un Ángel. Y rota en mil pedazos, a Dios Hombre Resucitado verá salir (ver artículo)