Reina del cielo en redes sociales
Oh amado Jesús, te adoro y venero la llaga causada por el peso de vuestra cruz... Jesús, me compadezco de Vos y desde el fondo de mi corazón te glorifico. (ver artículo) 
Este hombre que acunó amorosamente a Jesús desde su nacimiento, y siguió cuidadosamente sus pasos, forjando a su hijo en la fe y los valores.
Dios nos llama desde ese lugar solitario, rincón distante, pero cercano, puerta entreabierta que deja filtrar la Luz de Su Presencia. Y llenos del asombro del amor recién reconocido, empezamos a buscar. (ver artículo) 
Darle valor al dolor, a nuestros miedos y angustias, y hacer sonreír a Dios, es fundamentalmente hacerle un favor a nuestra alma, que purificada avanzará por esta vida con mayor sabiduría. 
Dios existe, y Él consigue que cualquier experiencia dolorosa conlleve un camino hacia una felicidad más plena.
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Cuando Jesús oró en el Getsemani, pudo ver y conocer todos los pecados del hombre, de todos los hombres, de todos los tiempos, pasados, presentes y futuros.
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A los tres años le abandona su madre y el peor recuerdo de su infancia es haber estado tres años en la cama de un hospital por culpa de los golpes que le dió su padre.
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Mientras lloraba en una cuneta, una joven se acercó a ella y le dijo: “Jesús te ama”. Le dio de comer y se ofreció a llevarla a casa de su padre. (ver artículo)