Divina providencia – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 28 Apr 2023 19:07:20 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Benditos obstáculos https://www.reinadelcielo.org/benditos-obst%e2%a4%b5los/ https://www.reinadelcielo.org/benditos-obst%e2%a4%b5los/#comments Fri, 28 Apr 2023 13:06:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=567 ]]>

¡Años de luchar contra mis debilidades!. Cuanto esfuerzo en sobreponerse a habilidades no poseídas, a talentos no desarrollados, en quitar de mi camino obstáculos que se ubican una y otra vez en el centro de mi ruta, como rocas que caprichosamente buscan rodar frente a mí, por más que las rodee o quite de la huella.

Recuerdo particularmente mi adolescencia, sueños de desarrollar mi vida en una dirección, pero sin lograr siquiera crecer en ese rumbo, pese a enormes esfuerzos iniciados una y otra vez. Y luego en los primeros años de mi vida de adulto, sorprenderse de que algunas cosas funcionaron imprevistamente sin mayores esfuerzos, mientras otras presentaron una tremenda resistencia. Por más que testarudamente quise ir en un rumbo luchando contra incontables dificultades, la realidad me mostró otra avenida que pareció pavimentada o preparada de antemano para mi paso.

Esta lucha contra esas limitaciones o miserias personales, defectos y debilidades, siempre llamó mi atención. Porque por una parte estoy convencido de que el hombre debe enfrentar las dificultades y errores cometidos, y sobreponerse con esfuerzo y perseverancia. Sin embargo, por otra parte también he llegado a la conclusión de que Dios se vale de nuestras limitaciones para mostrarnos nuestro camino. ¿A que me refiero?. A que el Señor nos da un talento para que lo desarrollemos, para beneficio de nuestra alma, pero también permite nuestra falta de talentos y los obstáculos que aparecen cuando intentamos ir en un rumbo determinado, para decirnos a las claras cual es el rumbo que no debemos tomar. Y no estoy sugiriendo que ese rumbo sea necesariamente malo, sino que no es el que Dios espera de nuestra vida.

Camino de Dios

Es como si las dificultades de la vida y nuestras carencias de talento fuesen antorchas que Jesús coloca frente a nosotros en una noche oscura. A veces tratamos de arrancar esas antorchas que se interponen en nuestro camino, cuando en realidad son las marcaciones del camino que El espera que tomemos. Imaginen un avión que está buscando aterrizar en una noche oscura, en una ciudad desconocida. El piloto busca y busca la pista, y de repente ve dos filas paralelas de luces, como antorchas, que dejan una negra y oscura franja en el centro. ¿Qué hace entonces?. ¿Quizás coloca las ruedas del avión sobre las luces?. ¡No!. Justamente las coloca en medio de la oscuridad, en el lugar donde no hay ninguna luz, porque sabe que allí está la pista, franca y segura para posar su nave. Virtualmente, él esquiva las luces porque sabe que están puestas allí donde no puede posar su avión, su misión es indicar donde está el camino seguro, la pista de aterrizaje.

Del mismo modo, a veces pienso que Jesús nos pone los obstáculos de la vida para señalarnos la ruta, como antorchas que marcan nuestro camino: Él no espera que pasemos por encima de las antorchas, ni que las intentemos remover una y otra vez. Todo lo contrario, Él espera que pasemos por ese lugar que está claramente delimitado por las antorchas, sabiendo que allí no sólo no hay obstáculos, sino que se encuentra la ruta segura. He llegado a ésta conclusión porque muchas veces me ha costado tanto llevar a buen puerto una idea o una intención, que interiormente medité si Dios no estaría diciéndome que por allí no debo avanzar. Por otra parte, cuando algo es la Voluntad de Dios, progresa no sin esfuerzo o trabajo, pero si de forma franca y clara, como circulando por un camino despejado.

Estamos hablando de la Divina Providencia, en la que tantos santos confiaron ciegamente para el desarrollo de los proyectos de caridad, proyectos de santidad, que construyeron a lo largo de su ascenso espiritual. Ellos supieron que Dios les marcaba el camino, despejando la ruta deseada por la Divina Voluntad, y dejando todo tipo de obstáculos en las sendas que no estaban indicadas por el Querer Divino. La Divina Providencia dispuso las cosas alternando ayudas y permitiendo obstáculos, llevando a estas almas de Su Mano, desarrollando el Plan Celestial en estos nobles corazones.

Muchas cosas quisiéramos ser, que la realidad de la vida nos demuestra no son posibles. No nos frustremos, tratemos de ver en ello una indicación de que Jesús está tratando de llevarnos en otra dirección. ¡Confiemos en Su Mano de Maestro, entreguemos nuestra vida a la Divina Providencia!

____________
Fuente: Reina del Cielo


]]>
https://www.reinadelcielo.org/benditos-obst%e2%a4%b5los/feed/ 1
Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia https://www.reinadelcielo.org/nuestra-senora-madre-de-la-divina-providencia/ Fri, 22 Apr 2022 08:54:28 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10645 Origen de la Devoción

El nombre y culto de Nuestra Señora de la Divina Providencia se originó en Italia en el siglo XIII. Era una devoción muy popular que luego pasó a España, en donde se le construyó un santuario en Tarragona. Cuando Monseñor Gil Esteve Tomás, nacido en Cataluña (España) fue nombrado obispo de Puerto Rico, trajo consigo esta devoción que adquirió durante sus años en el seminario. El obispo tuvo que poner a sus diócesis en manos de la Divina Providencia pues encontró la catedral casi en ruinas y las finanzas de la diócesis en números rojos. La confianza y esfuerzos del obispo dieron fruto rápidamente; en menos de cinco años la iglesia catedral fue restaurada e inmediatamente se estableció allí el culto de la Virgen de la Divina Providencia.

La imagen original, venerada por los Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, era una hermosa pintura al óleo en la que se observa a la Virgen María con el Divino Niño que duerme apaciblemente en sus brazos.

Nuestra Señora de la Divina Providencia

El título “de la Divina Providencia” se ha atribuido a San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María pues un día, cuando sus frailes no tenían nada que comer, después de invocar la ayuda de la Virgen, encontró a la puerta del convento, dos cestos llenos de comida cuyo origen no pudo averiguarse. La imagen que Don Gil Esteve ordenó fue tallada en Barcelona según el gusto de la época. Es una bella figura sentada, hecha para ser vestida, pero al celebrar los 67 años de la Catedral, en 1920, se la reemplazó por una magnífica talla toda en madera y que es la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia más familiar y mejor conocida para la mayoría de las comunidades de Puerto Rico. La Virgen María se inclina sobre el Niño quien, en una actitud de confianza absoluta, duerme apaciblemente en su regazo. Las manos de la Virgen se juntan en oración mientras toma suavemente la mano izquierda de su Hijo. La talla entera inspira ternura, confianza, devoción y paz.

El Papa Pablo VI, en un decreto firmado el 19 de noviembre de 1969, declaró a Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia, patrona principal de la isla de Puerto Rico. En este documento se decreta también que la solemnidad de la Virgen se transfiera del 2 de enero al 19 de noviembre, día en el que la isla fue descubierta. La intención es juntar los dos grandes amores de los puertorriqueños: el amor por su primorosa isla y el amor por la Madre de Dios.

La talla más antigua, fechada en 1853, fue la elegida para ser solemnemente coronada durante el Concilio de Obispos Latinoamericanos (CELAM) que tuvo lugar en San Juan de Puerto Rico el 5 de noviembre de 1976. La víspera de este evento, la imagen fue brutalmente quemada en la Parroquia de Santa Teresita en Santurce . Y, en ese estado, la imagen fue coronada en medio de la emoción y lágrimas de miles de sus hijos y en presencia de cardenales, arzobispos y obispos de toda la América Latina.

Oración a la Virgen de la Divina Providencia

Virgen María Inmaculada, Madre de la Divina Providencia, protege mi alma con la plenitud de tu gracia; gobierna mi vida y dirígela por el camino de la virtud al cumplimiento de la voluntad divina.

Alcánzame el perdón de mis culpas. Sé mi refugio, mi protección, mi defensa y mi guía en la peregrinación por este mundo. Consuélame en mis aflicciones, rígeme en los peligros, y en la tempestades de mi adversidad, ofréceme tu segura tutela.

Alcánzame, ¡Oh Maria!, la renovación interior de mi corazón para que se convierta en morada santa de tu divino Jesús. Aleja de mi que soy débil, toda suerte de pecado, de descuido, de pereza, de debilidad y de respeto humano.

¡Oh, dulcísima Madre de la Divina Providencia! Dirige hacia mí tu mirada maternal y si por fragilidad o por malicia he provocado las amenazas del eterno juez, y he amargado el corazón sacratísimo de mi amado Jesús, cúbreme con el manto de tu protección y seré salvo.

Tú eres madre misericordiosa; tú, la virgen del perdón; tú, mi esperanza en la tierra. Haz que pueda yo tenerte por madre en la gloria del cielo.

Amén.

Himno a la Virgen de la Divina Providencia

Virgen Santa de la Providencia
Madre de Clemencia,
Honor del Caribe.
Protectora, Borinquen te aclama.
Patrona te llama y a tu amparo vive.

Los Boricuas, tus hijos amados,
llegan confiados a buscar los bienes,
que les brinda con todo el cariño,
por tu mano, el niño,
que en tus brazos tienes.

Ese niño que reposa en calma,
despierto en el alma
en Borinquen sueña.
Y se alegra de que hayas querido
por trono escogido, tierra Borinqueña.

Puerto Rico, te tiende su brazo,
solo en tu regazo, descansar añora,
y te pide, que sigas constante,
siendo en cada instante
su fiel protectora.

_________________
Fuente: Web Católico de Javier


]]>