Dios – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Thu, 31 Oct 2024 22:22:36 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Oraciones para pedir a Dios por tus difuntos https://www.reinadelcielo.org/oraciones-para-pedir-a-dios-por-tus-difuntos/ Wed, 30 Oct 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10618 ]]>

“Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora. Una oración por su alma, la recibe Dios”, decía San Agustín. Cada 2 de noviembre la Iglesia recuerda con mucho cariño a los fieles difuntos y por ello te recomendamos estas oraciones por las almas de tus familiares que ya partieron a la Casa del Padre.

Por un niño

Señor, tú que conoces nuestra profunda tristeza por la muerte del (de la) niño(a) N., concede a quienes acatamos con dolor tu voluntad de llevártelo(a), el consuelo de creer que vive eternamente contigo en la gloria. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Por un joven

Ángel orando 2

Concede, Señor, la felicidad de la gloria eterna a tu siervo(a) N. a quien has llamado de este mundo cuando el vigor de la juventud embellecía su vida corporal; muestra para con él (ella) tu misericordia y acógelo(a) entre tus santos en el canto eterno de tu alabanza.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Por los padres y abuelos

¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre (madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

En caso de accidente o suicidio

Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo unidas a las lágrimas de dolor que sentimos por la muerte inesperada de nuestro(a) hermano(a) N., y haz que alcance tu misericordia y goce para siempre de la luz de aquella patria en que no hay más sufrimiento ni muerte. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración en el cementerio el día de los fieles difuntos

La costumbre de visitar los cementerios el día de difuntos es una buena oportunidad para orar por ellos y afirmar nuestra fe en la resurrección. Proponemos para esta ocasión la siguiente celebración.

A/. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. T/. Amén

A/. Bendigamos al Señor que, por la resurrección de su Hijo, nos ha hecho nacer a una esperanza viva. T/. Bendito seas por siempre, Señor.

Orar - cementerio

A/. Hermanos: Todos tenemos familiares y amigos que han muerto. Hoy los recordamos a ellos y a todos los que han fallecido y los encomendamos a la misericordia de Dios. En este cementerio nos unimos para afirmar nuestra fe en Cristo que ha vencido la muerte y nuestra esperanza de que él vencerá también nuestra muerte y nos reunirá con nuestros seres queridos en su reino de gloria. Que esta celebración nos anime a ser fieles al Señor y a seguir los buenos ejemplos que nuestros familiares nos dejaron en su vida. Comencemos reconociendo nuestros pecados ante el Señor (momentos de silencio).

Tú que resucitaste a Lázaro del sepulcro, SEÑOR, TEN PIEDAD.
Tú que has vencido la muerte y has resucitado, CRISTO, TEN PIEDAD.
Tú que nos has prometido una vida eterna contigo, SEÑOR, TEN PIEDAD.
A/. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. T/: Amén.

L/. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (6, 3-4. 8-9).

“Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva… Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él”. Palabra de Dios. T/. Te alabamos, Señor.

A/. Hermanos: Invoquemos con fe a Dios Padre todopoderoso que resucitó de entre los muertos a su Hijo Jesucristo para la salvación de todos.

  • Para que afiance al pueblo cristiano en la fe, la 28 esperanza y el amor, roguemos al Señor. Todos: TE LO PEDIMOS, SEÑOR.
  • Para que libere al mundo entero de todas sus injusticias, violencias y signos de muerte, roguemos al Señor.
  • Para que acoja e ilumine con la claridad de su rostro a todos los que han muerto en la esperanza de la resurrección, roguemos al Señor.
  • Para que reciba en su reino a N. y N. (se pueden decir nombres) y a todos los difuntos de nuestras familias, roguemos al Señor.
  • Para que nuestra visita y nuestras ofrendas de flores, velas y comida sean signos de nuestra fe en la vida más allá de la muerte, roguemos al Señor.
  • Para que la fe en Cristo mueva nuestros corazones para dar frutos de solidaridad y de justicia, roguemos al Señor.

A/. Oremos, hermanos, como Jesús mismo nos enseñó.

T/. Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

A/. El Dios de todo consuelo, que con amor inefable creó al hombre y en la resurrección de su Hijo ha dado a los creyentes la esperanza de resucitar, derrame sobre nosotros su bendición. T/. Amén.

A/. Él nos conceda el perdón de nuestras culpas a los que vivimos en este mundo y otorgue a los que han muerto el lugar de la luz y de la paz. T/. Amén.

A/. Y a todos nos conceda vivir eternamente felices con Cristo, al que proclamamos resucitado de entre los muertos. T/. Amén.

A/. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre. T/. Amén.

A/. Dales, Señor, el descanso eterno T/. Y brille para ellos la luz perpetua.

A/. Que las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. T/. Amén.

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Fuente: Aciprensa


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Tiempo de valientes https://www.reinadelcielo.org/tiempo-de-valientes/ Fri, 18 Oct 2024 11:12:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=512 ]]> Es hermoso disfrutar de una obra de Dios cuando esta ya está terminada, pulida. Así ocurre con las Ordenes Religiosas, las Advocaciones Marianas, las Devociones que provienen de los Santos, con los lugares de peregrinación. Uno acude confiado en la legitimidad, en la aprobación que Dios ha dado a aquello que se sigue como culto enriquecedor para el alma. Pero, ¿han nacido de ese modo esas obras?

Definitivamente no, todo lo que es de Dios ha surgido enfrentando toda clase de adversidad y negación, controversia y escándalo, en muchas oportunidades. Es que el mundo no le hace fáciles las cosas a aquellos que quieren ayudar a Dios, sea ahora, o siglos atrás. Sin embargo, aquello que es de Dios se sostiene pese a toda adversidad, y finalmente prospera, mientras que lo que no es de Dios, puede alcanzar un brillo circunstancial, pero cae.

Peregrinos Medjugorje

Así podemos recordar la prohibición y proscripción oficial de todo lo relacionado con Sor Faustina Kowalska, hasta que un Sacerdote Polaco que supo defender la obra en medio del conflicto, la llevó a los altares. Ese Sacerdote fue Karol Wojtila, y la obra fue el Jesús de la Misericordia, y la canonización de Santa Faustina. También los Pastorcitos de Fátima la pasaron muy mal, con amenazas de ser hervidos en un caldero de aceite, interrogatorios de lo más violentos, y toda clase de tribulaciones. Sin embargo, la Virgen supo apoyar a los suyos, a través del gran milagro del 13 de octubre de 1917 que despejó muchas de las dudas y pavimentó la difusión y aprobación de la devoción a Nuestra Señora de Fátima.

En el milagro de la Virgen de Guadalupe, vimos como alguna gente llegaba a negar la existencia del propio indio Juan Diego, testigo del milagro. Sin embargo, almas fieles perseveraron investigando y documentando hechos y milagros, impulsando la obra que culminó en la Canonización de San Juan Diego. El pobre Padre Pio de Pietrelcina tuvo prohibición de dar misas en público, y de escribir texto alguno, durante literalmente décadas. Sin embargo, los milagros que Dios producía a su alrededor movieron a las multitudes a seguirlo, movimiento que finalmente floreció como una obra gigantesca de nuestros tiempos, San Pio de Pietrelcina.

Presencia de Dios

En tiempos más cercanos, vimos como Medjugorje tuvo controversia entre sectores que apoyaban la obra, básicamente los Franciscanos, y otros que la enfrentaban. El propio Juan Pablo II dijo: “Si no fuera Pontífice estaría en Medjugorje”. La obra, en el impulso de la Reina de la Paz, avanza a paso firme. También en nuestros tiempos, la obra que la Virgen promueve a través del Movimiento Sacerdotal Mariano genera gente que apoya, y otros que no creen en los mensajes de la Virgen en el libro que Ella inspirara al Padre Steffano Gobbi. Sin embargo, multitudes de sacerdotes, obispos y cardenales, y por supuesto laicos, forman parte y siguen al Movimiento.Lo que hoy queremos resaltar es la valentía de aquellos que, en los momentos de oscuridad, mantienen su apoyo a estas obras, sin desfallecer. Por más que el mundo y el error de los hombres cercena y pone a riesgo las viñas que Dios inspira y promueve, estos valientes desconocidos mantienen su apoyo y compromiso. Ellos son los ignorados artífices de muchas obras de Dios, que luego de años o siglos mueven a multitudes. Veamos hoy en estas almas el coraje que tuvieron, y que tienen, y agradezcamos su compromiso, y su cruz.

Hoy tenemos muchas obras que están en fase de desarrollo, quiere esto decir que no están todavía totalmente consolidadas o aprobadas por la Iglesia. Miremos muy bien para advertir la Gracia de Dios sobre ellas, y no demos las espaldas simplemente porque aún no tienen aprobación oficial, ni siquiera porque presentan controversia. Recordemos que todo lo que es de Dios debe resistir grandes pruebas antes de emerger victorioso. Pero Dios mismo espera tener esas almas valientes que lo ayuden, y comprometan su nombre, tiempo y esfuerzo, para que la Luz del Señor brille y alumbre una nueva Viña, para regocijo del Cielo todo.


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El crimen del siglo https://www.reinadelcielo.org/el-crimen-del-siglo/ Fri, 30 Aug 2024 17:09:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=447 ]]> Extrañas épocas nos toca vivir, donde el hombre flota sobre nubes de confusión y crueldad. Vemos cómo, con gran despliegue mediático, el hombre del siglo veintiuno grita ¡salven a la ballena!, mientras con la misma voz reclama ¡maten a los bebés nonatos! Se preocupa y reclama por la lucha contra la contaminación de ríos, mares y aire, cuando al mismo tiempo y en nombre de la no contaminación de los derechos de las madres, proclama el exterminio de las pequeñas almas que puras e inocentes habitan los vientres sembrados con la semilla de la vida.

Muchas veces vemos como se defiende el derecho de las madres y la obligación social de atender circunstancias dolorosas, las que se propone resolver con el homicidio de los más débiles e inocentes, mientras se reclama el no carácter criminal de semejante actitud. ¿En que momento se produce el chispazo que da origen a la vida? ¿Al mes de la concepción, a los dos meses, en el propio instante de unirse la semilla paterno-materna? Todos tenemos acceso a documentos visuales tremendos, que no podemos mirar porque el alma estalla en nuestras retinas. Imágenes de fetos destrozados, pequeños cuerpecitos arrancados o succionados, lanzados al cesto de basura como si fueran un despojo sin valor alguno. Me pregunto, ¿quien puede ver semejantes imágenes y seguir defendiendo el homicidio de estas almitas? ¿Qué diferencia hay entre destrozar el cráneo de un bebé de uno o dos meses de concebido, o arrancar un bebé de un mes de nacido de los brazos de su madre en plena calle, y arrojarlo debajo de los automóviles que pasan? En ningún caso se pueden defender estos hijos de nuestra era, son almas inocentes, victimas de nuestro mundo.

Maternidad 4

El hombre ha tenido crímenes horribles en su conciencia, el peor de todos fue el Deicidio cometido contra Jesús, Hijo del Padre, Verbo Encarnado, dos mil años atrás. Pero este siglo sin dudas lleva sobre la conciencia del hombre el más horrible eco de la Crucifixión del Señor, que es la proliferación del asesinato de millones y millones de inocentes bebés en los vientres de sus madres. Este mundo confunde y arrastra a mujeres jóvenes a cometer el más horrible de los pecados, el asesinato de la carne de la propia carne. La culpa cae y se encarna en aquellos que tienen responsabilidad de conducción, de legislación, de ejecución de los abortos que proliferan entre las naciones. Pero también posa su mirada en todos aquellos que tienen la obligación moral de elevar su voz de reclamo, grito de vida.

¡Detengan este crimen, el mayor crimen de la humanidad en estos tiempos!

Jesús perdona, siempre perdona a aquellos que vuelven a Él con verdadero arrepentimiento, con ánimo de volver a Su rebaño. Aquellos que somos pecadores y hemos caído lo sabemos bien, Jesús no solo perdona, sino que también olvida. Pero el alma tarda mucho tiempo en sanar aquellas heridas que son más profundas. El pecado más difícil de sanar y olvidar es aquel que aquí llamamos el crimen del siglo, esto lo saben muy bien los sacerdotes, directores espirituales que ayudan a sanar heridas profundas. Pero ellos también saben que el mayor agradecimiento de un alma a su director espiritual es el de haber sido convencida de seguir adelante en un proyecto de vida, y ceder a la tentación de abortar.

Los silencios son complicidad, cuando Dios nos pone en lugares desde los que algo podemos hacer, sea poco o mucho. Lugares que nos obligan a ser valientes y comprometidos hijos de María, fieles a Ella, Madre Divina. Cada niño arrancado de un vientre materno es una espada que atraviesa su Inmaculado Corazón, y cada silencio de uno de sus hijos, cada acto de cobardía, es también una lágrima en su rostro atribulado.

No tenemos forma de detener con nuestros esfuerzos individuales este crimen que se multiplica y avanza como una marea sangrienta, salvo nuestra oración permanente y reparación por los pecados del mundo. Sin embargo, sí podemos hacer muchas cosas con nuestro esfuerzo colectivo, con humildad y coraje siguiendo a nuestros pastores que son quienes llevan la lámpara en alto para iluminar el camino. No callemos a nuestra conciencia, que a cuatro vientos grita:

¡No maten a los bebés!

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El orden y el desorden https://www.reinadelcielo.org/el-orden-y-el-desorden/ Fri, 08 Mar 2024 11:19:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=564 Orden y desorden, obediencia y transgresión, poder instalado y revolución, un péndulo que ha acompañado a la historia de la humanidad, y la sigue acompañando.

Y si bien es cierto que el orden está indisolublemente asociado a Dios, no lo está del modo que lo plantean los hombres. Muchos hombres se identifican a viva voz con Dios y con el concepto de orden y obediencia, y sin embargo lo hacen de mala manera. Se podría decir que piden, predican y exigen un mal orden y una mala obediencia. De éste modo, existe el buen y el mal orden, y la buena y la mala obediencia, en el mundo de los hombres. El buen orden y la buena obediencia son de Dios, el mal orden y la mala obediencia son de los hombres, inspirados por su propio egoísmo y por el tentador.

Veamos: de manera absolutamente consistente y a lo largo de la historia, se han asociado con el concepto de orden, disciplina y obediencia aquellos que de un modo u otro han alcanzado el poder sobre otros. Poder que es jerarquía, dominación, bienestar y capacidad de juzgar y condenar. El hombre, cuando alcanza el poder sobre sus hermanos, se vuelve conservador, en las palabras del mundo. Y ese conservadorismo está dominado por el no cambio, el apego a las tradiciones y a lo conocido. En resumidas cuentas, estos hombres se apegan al concepto de orden y obediencia como un modo de asegurarse que nada cambie para ellos, que todo siga como está, porque están muy cómodos en la situación predominante.

En cambio, y de manera consistente a lo largo de la historia también, aquellos que no tienen el poder pero lo quieren alcanzar, se han asociado con el concepto de ruptura, cambio, libertad, igualdad, independencia y modernismo. En definitiva, adoptan el concepto de desorden y transgresión como modo de desplazar a aquellos que tienen el poder, y de tal modo quebrar la quietud de la situación actual para alcanzarlo. Ellos quieren, simplemente, romper el status quo. Es curioso, pero esos mismos personajes, alcanzado el poder se van volviendo lentamente mas conservadores y tradicionalistas en esos conceptos “modernos” que ellos introdujeron como “revolución”. Es que ahora son ellos los que tienen el poder, el confort y la dominación de los demás. ¡Ahora no quieren que nada cambie!. Todo esto, usualmente, no es más que producto del egoísmo humano, escondido bajos figuras supuestamente justas, modernas y atractivas.

Sacerdote rezando

Detrás de estos dos conceptos extremos están representadas las ideologías políticas de todo movimiento humano: cuando se quiere seguir como se está, se apela a la tradición y al orden establecido, a defenderlo a muerte, a que nada cambie. Y cuando se quiere acceder a un lugar mejor, a nivel humano, se visten los hombres de rebeldes y revolucionarios, de transgresores y liberales, de defensores de los derechos de aquellos a quienes necesitan para agredir a los que están en el poder. ¡Necesitan tropa para romper el equilibrio instalado!.

Control y Kaos, tal como graciosamente lo ridiculizara Mel Brooks, autor de aquella parodia de poder y espionaje llamada Maxwell Smart. ¿La recuerdan?.

La pregunta entonces es: si de un lado está el orden y la disciplina, y del otro el desorden y la transgresión, ¿de qué lado está Dios?.

La respuesta es, de ambos lados, y de ninguno a la vez. Es que Dios está en los corazones de los hombres y mujeres que actúan sinceramente, con intención de ayudar a sus hermanos, sin ánimo de dominación ni explotación, buscando lo mejor para los demás. Y hay hombres y mujeres buenas en todas partes, muchas veces engañados por sus lideres, que los utilizan para sus fines personales. Y también hay hombres y mujeres de mala intención, de mal corazón, en todas partes. No se puede generalizar, nunca, porque sólo Dios ve los corazones y puede saber quien actúa bien y quien mal. En todos los ordenes está presente el Espíritu Santo, tratando de romper los diques de nuestras almas y desbordarnos de amor. Y también está el tentador luchando para perdernos, para llevarnos al egoísmo y el odio.

Nuestro Dios, mientras tanto, es un Ser de infinito Orden. Un Orden basado en el Amor, en la Paz y en la Justicia. El orden que el Espíritu Santo nos inspira es el del equilibrio interior y exterior, que nos da paz, calma, paciencia y prudencia. Pero cuando las cosas están mal, también es un Dios de escándalo, de guerra, de ruptura, como lo dicen las Sagradas Escrituras. No puede perdurar el orden cuando es el demonio el que establece las reglas: Dios provoca allí la ruptura de ese mal orden. El Espíritu Santo nos inspira entonces fortaleza, perseverancia, y un santo deseo de luchar por la causa de nuestro Rey, de nuestra Casa Celestial.

El falso orden y el falso reclamo de obediencia luchan por infiltrarse de un modo u otro en todas las instituciones humanas, en su intento de conservar el poder. Así ocurre en gobiernos, empresas, escuelas, familias y también tristemente hasta en las estructuras jerárquicas de la iglesia. Y la falsa lucha por la liberación, por los derechos del individuo, por un supuesto mundo mejor, también se infiltra en las mismas instituciones, tratando de tomar el poder. Sin embargo, de un lado y del otro también hay gente que obra de corazón, con intenciones rectas en el alma.

¿Quieres ser tradicionalista, conservador?. Lucha entonces por conservar todo lo que nos piden las Escrituras, por mantener vivo aquello que Jesús nos legó como producto de Su Sacrificio. ¿Quieres ser moderno y revolucionario?. Pues lucha para erradicar el egoísmo de este mundo, para incendiar los corazones con el amor a Jesús, nuestro Rey. ¡Y de ser posible, haz ambas cosas a la vez!

No juzguemos a las personas por sus ideologías o por sus pertenencias a tal o cual agrupación, raza, sexo, movimiento, nación, religión o vecindario. Miremos el corazón del hombre, y obremos en ayuda de nuestro Dios, que nos quiere salvar a todos.


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Los hechos místicos y su sentido en nuestra vida https://www.reinadelcielo.org/los-hechos-misticos-y-su-sentido-en-nuestra-vida/ Tue, 05 Mar 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=326 Jesús y María han manifestado Su Presencia en forma permanente, en el pasado y en nuestro tiempo también, en distintos lugares y de diversas maneras. Y si bien son revelaciones privadas que no forman parte de la Revelación (las Sagradas Escrituras), y en las que no estamos obligados a creer, la cantidad y diversidad con que se dan nos mueven a dedicarle nuestra más profunda atención.

¿Porqué Dios, insistentemente y a lo largo de los siglos, vuelca Sus Gracias sobre el mundo en forma de santos plenos de carismas, mensajes y apariciones?. El Señor sabe muy bien de nuestra naturaleza débil, de nuestra tendencia a ver solo lo material y terrenal, olvidándonos de Su Presencia sobrenatural y permanente en nuestras vidas. Por eso nos regala milagros y manifestaciones de Su Omnipotencia, como forma de llamarnos, de provocar a nuestros sentidos y a nuestro débil intelecto. Por estos días tenemos, por ejemplo, la gracia de descubrir el cuerpo incorrupto del Papa Juan XXIII, fallecido hace décadas. ¡Es un milagro, un testimonio sensible de la Presencia de Dios frente a nosotros, en nuestros tiempos!. También tenemos apariciones de la Virgen María aquí y allá, a lo largo de las décadas, con mensajes de amor, pedidos de oración y llamados a la conversión. Algunas personas han tenido oportunidad de testimoniar el contacto del Cielo en forma directa, mientras muchos otros recibimos referencias diversas de la Presencia de Dios acá.

¿Cómo debemos actuar frente a estos portentos Celestiales?.

Adoración a Jesús

Hay gente que busca testimonios de Presencia Mística aquí y allá. Son capaces de dar la vuelta al mundo para llegar a un lugar con Presencia de milagros, una y otra vez. Hacer de esta actitud una forma de vida es un error, porque una vez que uno ha sido tocado por la Presencia del Señor, es suficiente. De allí en mas sólo cabe comprometerse en la obra del Cielo, y empezar a trabajar buscando la unión con la Voluntad de Dios.

Estar buscando permanente y repetitivamente la caricia del Cielo, en la forma de manifestaciones místicas, es un error. Dios utiliza su Omnipotencia para despertar nuestra fe, pero una vez que lo ha hecho es hora de devolver lo recibido, en forma de trabajo para la obra de Dios. En cualquier caso, si Dios quiere regalarnos de Su Presencia, lo hará del modo en que El quiera y donde El quiera.

De este modo, es importante utilizar los portentos que el Cielo realiza como ingrediente fundamental de nuestro trabajo para la obra de Dios. ¡Para eso están!. ¿Jesús se manifiesta aquí, María allá?. Pues demos testimonio de ello para acercar más obreros a la obra, como medio de reforzar la fe, de sacudir los corazones fríos y cerrados. ¿El Cielo pide oración, confesión, Eucaristía, ayuno?. Entonces usemos el testimonio de la Presencia Celestial, para reforzar la difusión del mensaje que de ella se deriva, y mover a las almas a la conversión profunda, como actitud cotidiana y viva.

Nuestra obligación cristiana es tomar las manifestaciones místicas de Dios como ayuda del Cielo a la realización de nuestra misión aquí: trabajar para el Señor, ser obreros de Su Viña. Pero no debemos quedarnos empantanados en el esfuerzo de buscar el testimonio místico por el testimonio místico en si, ya que la verdadera sustancia de la Conversión es la limpieza del alma, el crecimiento espiritual. Visitar distintos lugares, buscar videntes aquí y allá, no son trabajo para la obra de Dios si se transforman en una forma de vida, sino que son simple turismo espiritual.

Encontremos a Dios, donde sea que Él nos llame, y luego trabajemos activamente para Su obra, para Su Viña. Devolvamos todo lo que Él nos da, moviendo a otros a descubrir lo que nosotros, por Gracia de Dios, hemos descubierto.


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Un Dios agradecido https://www.reinadelcielo.org/un-dios-agradecido/ Fri, 12 Jan 2024 12:43:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=502 Millones de personas viven absolutamente alejadas de Dios, sin estar siquiera dispuestas a plantearse seriamente las verdades espirituales que el hombre ha venido teniendo como centro de su vida desde hace miles de años. Nuestra alma grita la presencia del espíritu, invitándonos a aprender a valorar esa parte invisible de nuestro ser, lugar donde habitan nuestros sueños más maravillosos. Nosotros no estuvimos en el paraíso, y sin embargo tenemos como un recuerdo, o un anhelo de estar allí.

Sí, Dios nos llama desde ese lugar solitario y penumbroso, rincón distante pero cercano, puerta que se entreabre por momentos para dejar filtrar la Luz de Su Presencia. Y El, en Su lenguaje sin palabras, nos transmite Sus deseos, Sus sueños, Su plan para nuestra vida. Sin dudas que nunca son fáciles de comprender las silenciosas Palabras de nuestro Dios, porque El habla con un lenguaje sugerido, invisible, desafiante para nuestra fe. Pero cuando empezamos a aceptar jugar Su juego, juego de dialogo silencioso, juego de sentimientos inacabados, es que se deja ver la maravillosa respuesta de nuestro Dios.

Orar

Tenemos un Dios agradecido, eso se puede advertir rápidamente si uno está dispuesto a prestar atención a Sus sutiles marcas en nuestro camino. Cuando hacemos algo por El, aunque sea pequeño, la respuesta viene de inmediato. Su agradecimiento tiene formas tan sutiles, que solo el alma beneficiada lo puede comprender. Son pequeños signos que trascienden lo que de modo regular ocurre en nuestra vida, un mojón que deja un mensaje muy claro: ?tu Señor ha estado aquí?. Y nosotros cruzamos ese hito, lo miramos admirados y nos decimos a nosotros mismos: ¡El se ha dignado mirarme! ¡El ha hecho esto porque yo le di un pequeño, un pequeñísimo trozo de mi vida!

Quizás sea esto lo que más nos enamora de nuestro Dios: esas sutiles muestras de agradecimiento nos sorprenden porque quizás pensamos que El, estaba distraído. Pensamos que somos tan pequeños, que El en realidad no presta demasiada atención a nuestros pasos. Sin embargo, de repente, el Dios de la Creación, el que se encarnó en Maria en aquella habitación solitaria, nos mira con atención. A mí, que nada valgo. A mí, que poco, muy poco, hago por El. Ese sentimiento de estar siendo no solo observados, sino mucho mas importante, amados por nuestro Dios, nos derrumba desde los cimientos. ¡Es que no lo esperábamos!

Y llenos del asombro del amor recién reconocido, empezamos a buscar que el dialogo sea más frecuente, invitando a nuestro comensal a sentarse más frecuentemente a la mesa donde tan sabrosos manjares se sirven sin medida. Nos llenamos, de gusto, de sentimientos compartidos con Aquel que puso Su tiempo, todo Su tiempo, a nuestra entera disposición. Le hacemos preguntas indiscretas, con palabras no dichas, y obtenemos como respuesta una sonrisa, una mirada silenciosa, un abrazo que enjuaga las lágrimas. El, conocedor de nuestras debilidades, da muestras de ser un verdadero Caballero, el Caballero más considerado que ningún escritor de historias de hidalgos personajes pueda jamás haber imaginado.

Gracia de Dios

El, es infinitamente agradecido, y premia el amor, con más amor. Cuando el alma plena de fe se recoge en diálogos sutiles, que crecen y se hacen oración, devuelve el mil por uno. No hay medida, para nuestro Dios. El es, verdaderamente, exagerado. Si, no me tomen a mal con lo que digo, tenemos un Dios exagerado. Cuando nuestro enamoramiento se desborda de sus cauces naturales y nos abrimos a dejar que El fluya por nuestros ríos interiores, allí, es que se puede ver que Su Amor no tiene medida. El nos colma de Gracias, de signos interiores, de consuelos, de sentimientos que nos hacen brotar lágrimas de origen inexplicable, de ganas de gritar, de correr. El lugar donde todo esto se manifiesta, es en nuestro pecho. Parece que nuestro corazón va a estallar de alegría, de felicidad por haber descubierto a mi Dios, El que está Todo para mí, a tiempo completo.

Y luego, como en un final de fiesta esperado, pero no deseado, todo vuelve a la normalidad. Tenemos que seguir viviendo, remontando las cuestas de nuestro camino. Sabemos lo difícil que será todo, porque nuestro Dios es un Dios de sacrificio, trabajo y dolor. Pero qué importa ahora, que sabemos que tenemos al Señor dispuesto a escucharnos. Un Dios agradecido, un Dios que espera nuestro gesto, nuestra mirada, para volver a encontrarnos, cuando menos lo esperemos, en ese distante rincón de nuestra alma.


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Confía tu familia a los ángeles https://www.reinadelcielo.org/confia-tu-familia-a-los-angeles/ Thu, 28 Sep 2023 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8826 El Papa Francisco en su exhortación apostólica “Amoris Laetitia” al hablar de la espiritualidad sobrenatural que acompaña a las familias menciona que:

“La presencia del Señor habita en la familia real y concreta, con todos sus sufrimientos, luchas, alegrías e intentos cotidianos. Cuando se vive en familia, allí es difícil fingir y mentir, no podemos mostrar una máscara. Si el amor anima esa autenticidad, el Señor reina allí con su gozo y su paz. La espiritualidad del amor familiar está hecha de miles de gestos reales y concretos. En esa variedad de dones y de encuentros que maduran la comunión, Dios tiene su morada. Esa entrega asocia “a la vez lo humano y lo divino”, porque está llena del amor de Dios” (Amoris laetitia, n 315).

Lo anterior nos permite descubrir la presencia, la acción y la ayuda que brindan los Santos Ángeles a todas las familias. Precisamente por esta presencia del Señor los Ángeles se alegran al poder servir a la familia y, al mismo tiempo, la contemplan como un espacio donde el amor de Dios se manifiesta.

ángel de la guarda (ft img)

Los Santos Ángeles se alegran con toda familia, pues la familia es el primer y el gran amor de Dios. En este sentido “Amoris Laetitia” enseña que “la fecundidad de la pareja humana es “imagen” viva y eficaz, signo visible del acto creador. La pareja que ama y genera la vida es la verdadera “escultura” viviente —no aquella de piedra u oro que el Decálogo prohíbe—, capaz de manifestar al Dios creador y salvador.

Por eso el amor fecundo llega a ser el símbolo de las realidades íntimas de Dios… la relación fecunda de la pareja se vuelve una imagen para descubrir y describir el misterio de Dios, fundamental en la visión cristiana de la Trinidad que contempla en Dios al Padre, al Hijo y al Espíritu de amor. El Dios Trinidad es comunión de amor, y la familia es su reflejo viviente…La familia no es pues algo ajeno a la misma esencia divina” (nn. 10-11).

Y es que la Santísima Trinidad es familia: “Nuestro Dios, en su misterio más íntimo, no es una soledad, sino una familia, puesto que lleva en sí mismo paternidad, filiación y la esencia de la familia que es el amor. Este amor, en la familia divina, es el Espíritu Santo” (n. 11).

Esto hace que los Santos Ángeles se admiren y asombren, pues ellos por su naturaleza no pueden conocer lo que es tener un Padre, lo que significa ser Hijo. Así en cada miembro de la familia los Ángeles ven un reflejo de la Santísima Trinidad, y por ello tienen un gran respeto y reverencia por cada uno de los miembros de la familia.

Cabe anotar que asi como los Ángeles contemplan esta realidad sobrenatural presente en cada familia, también los demonios desean destruir esta imagen de la Santísima Trinidad poniendo falsas visiones de lo que constituye una familia dentro del plan de Dios.

En este sentido, el Papa Francisco en el Capítulo Segundo de “Amoris Laetitia” presenta algunos desafíos para las familias, ante los cuales desafíos surge una pregunta: ¿cómo ayudan los ángeles a las familias?, ¿cuál es la asistencia que prestan?.

  • Los Ángeles traen a la familia la alegría del amor; y esto porque la mayor alegría posible es la unión con Dios, es hacer parte de la familia de Dios. Así mismo los Ángeles nos ayudan para ver y alegrarnos por el gran bien que es la familia, tú familia, la de cada uno es un bien. Alégrate por ella, alégrate por los miembros de tu familia y esto nos lleva a la gratitud interior, no encerrarnos en nosotros mismo o en mantener relaciones por conveniencia. Alegrarnos simplemente por el hecho de estar juntos, de compartir.
  • Los Santos Ángeles son portadores de la luz de Dios para toda familia. Ellos al contemplar es rostro de Dios (Mt.18,10) están llenos de la luz divina y quieren irradiarla, iluminar nuestro hogar, nuestra familia con esa luz. Para ello los Ángeles nos invitan a orar, la oración en familia trae, alumbra, calienta el hogar. Con esta luz se vence toda oscuridad, toda desesperanza y tristeza, esta luz impide que las tinieblas se ciernan sobre el hogar, por ello esta luz nos trae la esperanza, el optimismo y el valor ante dificultades o situaciones de dolor y tristeza.
  • Nos comunican la voluntad de Dios y esto lleva a que el Ángel de la Guarda de cada miembro de la familia le inspire la vocación, este es el mensaje más importante, pues en la vocación, en responder a este llamado se encuentra el plan de Dios para nuestra felicidad y santificación. En este sentido es necesario respetar y acoger con agradecimiento cada vocación que surge en la familia.
  • Los Ángeles, como el hermano mayor de la parábola del hijo pródigo, son invitados a entrar en la fiesta de la misericordia de Dios y ellos, a diferencia del hermano mayor en la parábola mencionada, entran y se alegran de la reconciliación ofrecida por Dios a cada uno. En este sentido, los Santos Ángeles nos invitan a la reconciliación con Dios y con los demás miembros de la familia.
  • Así como el profeta Isaías tuvo que ser purificado por los Ángeles (Is. 6,6), de igual manera el Ángel de la Guarda nos lleva a purificar nuestro amor, un amor desinteresado, donde no se haga cuentas de cobro, sino un amor que se entregue, incondicional.
  • Los Santos Ángeles buscan que las familias se comprometan en la lucha contra el demonio y el pecado, que solo more el amor y la santidad de Dios. Precisamente esto nos enseña el libro de Tobias donde el arcángel San Rafael presta su ayuda y presenta sus oraciones. El hogar de Tobias es un hogar donde hay el temor de Dios y un celo por el cumplimiento de la ley de Dios, asi como la obediencia de los hijos hacia los padres.
  • La fidelidad entre los miembros de la familia. No hablar mal de mi familia con otros, no criticar con otros a los que son de mi familia y en esto San Miguel Arcángel nos presta una gran ayuda pues es el Arcángel que se mantuvo fiel.
  • Todas estas ayudas nos prestan los Ángeles para que nuestra familia viva esa alegría del amor, esa alegría de la presencia del Señor en medio de nosotros.

Oración de una mamá al Ángel de su hijo

A vosotros, Santos Ángeles de la Guarda, amigos fieles enviados por Dios a mis hijos, me dirijo con confianza. Alcanzadme, ante todo, la gracia de poder educarlos a todos para Dios y para el cielo. Protegedlos donde mis ojos no les pueden ver. Acompañadlos donde mis pies no les pueden seguir. Exhortadlos donde ya no les alcanza mi voz. Guiadlos y salvadlos para el cielo. Dios os recompense vuestro amor. Amén.

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Fuente: Aleteia.org


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La oración, voz del alma https://www.reinadelcielo.org/la-oracion-voz-del-alma/ Fri, 01 Sep 2023 09:14:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=477 ]]> Una voz se abre paso en mi interior como un susurro que me acompaña y me consuela, me comprende y me fortalece ¡Es que es mi Señor el que se hace Amigo, Hermano y Maestro cuando con humildad elevo mis palabras al Cielo! Ya no hay paredes a mi alrededor, todo es silencio y escucha, el mundo se congela por un instante, donde hasta el canto de los pájaros se ha suspendido para dar paso al dialogo santo. Los Ángeles escuchan atentos, sonríen y envuelven la escena. Son momentos donde la Divinidad se acerca a la humanidad, porque la voluntad del hombre conmueve el corazón de Dios y lo invita a alegrarse de Su creación.

Sí, es el alma la que expresa su voz cuando con sinceridad nos abrimos a hablar con Dios ¡Oh, la oración, si supiera el hombre sobre los maravillosos efectos y giros que se producen en el cielo cuando un alma ora con devoción! La oración abre las puertas del Corazón de Dios, y derrama ríos de Gracia que bañan nuestra alma, la que canta, sonríe y se alegra. Pero nuestra humanidad, poco dócil y dada a la pereza espiritual, suele darnos las espaldas al deseo de orar, y así sentimos que el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil. Señor, ¿cómo llegar a hablar contigo si es que no tengo la fe, la fortaleza y la perseverancia necesarias?

Jesús, nuestro Amigo, está siempre allí, del otro lado de ese desierto que debemos atravesar para llegar a Su Corazón. El desierto es nuestra humanidad que se resiste porque prefiere la comodidad a la entrega, la vanidad a la negación del ser, el mundo al Cielo. Cuando pisamos la arena caliente nos sentimos invadidos por la sequedad espiritual, pero si mantenemos la vista firme puesta en las verdes praderas que se dibujan en el horizonte, seremos capaces de caminar, y llegar. Jesús, mi Señor, Tú me esperas allí, porque sabes que en la oración descubro el diálogo contigo. Palabras que me llevan a Ti, al abrazo fraterno que como Dios Amigo me das cuando Te busco y llamo.

Oración del afligido (Ft Img)

El orar es una experiencia única, un nuevo descubrimiento cada vez. Si, porque la oración es siempre distinta, se nos presenta como un mar de distintas tonalidades, oleajes y hasta de diversidad en la intensidad de las mareas. Muchas veces el diálogo con Dios fluye fácil y directo, en otras oportunidades el orar se presenta como una tarea pesada y difícil como el avanzar en un océano turbulento y ventoso, mientras que en otros casos se ilumina nuestra alma con el fluir del rezo, produciendo un gozo que es difícil de explicar ¿Por qué es así?

Es Dios quien nos da la Gracia de encontrar distintos efectos en la oración. No se supone que el dialogo con Dios tenga una respuesta predecible, porque es siempre una propuesta de nuestra alma en espera de la respuesta del Señor. Así, Jesús juega muchas veces con nosotros, se oculta, o se manifiesta, nos hace ver Su sutil pero maravilloso sentido del humor, o nos insufla sentimientos profundos que nos hacen llorar sin saber por qué, o simplemente nos escucha con atención, como un verdadero Buen Amigo.

La oración despierta sentimientos que crecen sin siquiera saber nosotros de donde provienen. Es un misterio que se esconde en nuestro interior, caprichoso y ávido de sorprendernos cuando menos lo esperamos. Si, es la voz del alma. Esas emociones inexplicables son la manifestación de una vida que trasciende lo racional, porque son la expresión de nuestra vida espiritual, creada por Dios. Al orar, nuestra alma pide a gritos que reconozcamos su existencia, que comprendamos que debajo de esa maraña de pensamientos, miedos y seguridades, hay algo más, hay un puente que nos acerca a la Divinidad, a Dios.

Con los años he meditado mucho sobre esos intrincados espacios escondidos muy dentro de nuestro ser, y particularmente he descubierto en la oración y la meditación a la puerta que abre esos sentimientos. Las emociones se explican por el sentido de unidad en la Divinidad de El que me escucha, de Aquel que aguarda pacientemente el derramamiento de mis palabras, de mis pensamientos, de mis sentimientos. Esas emociones han adquirido un sentido inmenso, se manifiestan como la alegría de ser amigo de Dios, El que todo lo puede, El que todo lo da

Señor, yo te hablo, Tu me escuchas, mírame aquí, no tengo palabras para decirte lo que siento, pero Tu, Tu lo sabes todo.


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Enfrentar la enfermedad https://www.reinadelcielo.org/enfrentar-la-enfermedad/ Fri, 10 Mar 2023 16:23:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=334 Conocemos mucha gente que sufre enfermedades a nuestro alrededor, y casi todos hemos enfrentado en un punto de la vida un momento de preocupación por la salud física. ¿Cómo reaccionamos cuando llegan estas épocas de prueba?

Dios en su infinito amor quiere nuestro bien, y en ese plan permite que nos acose la enfermedad. ¿Por qué?

Vidas

El Señor sabe muy bien que cuando nos regala prosperidad, gracias y progreso personal y familiar, solemos alejarnos de El. En esos momentos nos llenamos de soberbia y vanidad, creemos que el mérito de lo obtenido es nuestro y no de Dios. No agradecemos, no nos volvemos a El. En resumen: no aprovechamos la oportunidad para cimentar un camino de conversión basado en el agradecimiento y reconocimiento de que fue Dios el artífice de lo logrado. ¡Pero qué ciegos somos!. Nada bueno en este mundo proviene de alguien que no sea el propio Dios. Nuestras virtudes, nuestras aptitudes, lo aprendido, los bienes recibidos, todo proviene de Dios. Y si usamos para el bien esas habilidades naturales o adquiridas, si se transforman en buenas obras: también esas obras provienen de Dios, porque son el resultado de dones recibidos conjugados con el amor por los demás. ¡Reconozcamos de este modo que Jesús está vivo y actúa entre nosotros a través de todo lo bueno que acontece en nuestro día!.

En cambio, cuando Dios permite que la enfermedad u otras tribulaciones se ciernan sobre nuestra vida, pone grandes esperanzas en que eso sirva para nuestra conversión. Y la verdad es que es mucho más frecuente encontrar conversiones profundas originadas en la enfermedad, que en la prosperidad. Es que el reconocerse enfermo obliga a darse cuenta que no somos nada, es un camino a la humildad. Y de este modo, por el sendero de la pequeñez, se nos abre el corazón para poder pedir ayuda al Señor. También es cierto que la enfermedad suele provocar el efecto contrario: que la persona se enoje con Dios, y se aleje aún más de lo que estaba. Pero este es un riesgo que Dios toma, porque siempre es nuestra la opción, nuestro el libre albedrío. El pone las llamadas y los signos en nuestra vida, somos nosotros los que debemos reconocerlos y torcer el rumbo de nuestro destino.

Cruz

De este modo, quienes sufren enfermedad tienen en el sufrimiento un camino de purificar no sólo las propias faltas, sino las de muchas otras almas también. Son Cruces que, si se llevan con entrega al Señor y no con enojo hacia El, son tomadas por Dios como un regalo que agrada a Su Corazón amante. El Beato Don Orione solía rezar de este modo: “Señor, envíame más Cruces, quiero sufrir más en expiación de la poca disposición de los hombres a llevar Tu Cruz”. En realidad todos los grandes santos tuvieron esta actitud de entrega al sufrimiento, a las tribulaciones que Dios permitía en sus vidas.

El entendimiento humano sobre lo que es bueno o malo para nuestra vida es bien distinto del pensamiento de Dios: El sabe perfectamente qué es bueno para nosotros. Entreguemos, entonces, mansamente nuestra voluntad a la Divina Providencia. Quien encuentra en la enfermedad una vía de llegar a la salvación del alma, no podrá negar luego que Dios le ha hecho un gran bien, cuando se encuentre con El en el Reino. Viviendo aún en este mundo, en esta vida, ¿cómo podemos tratar de entender lo que es bueno o malo para nosotros?.

Veamos en la enfermedad propia o en la de quienes amamos un llamado a la conversión o a la profundización de la conversión. ¡O lisa y llanamente un llamado a la santidad!.

Oremos así:

“Señor, me entrego a Tu Voluntad. Tú sabes lo que es mejor para mi, yo no entiendo, ni pretendo entender. Sé que mi enfermedad es para mi bien, porque sana mi alma, y quizás, sólo quizás, tu querrás sanar mi cuerpo también. Pero eso lo dejo en Ti, Señor, con humildad y entrega. Y te agradezco también todo lo que haces por mi, para que finalmente mi corazón se empequeñezca y se abra, y deje paso a que sea Tu Divina Voluntad la que haga mi día”.


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Darle valor al dolor https://www.reinadelcielo.org/darle-valor-al-dolor/ Fri, 24 Feb 2023 12:34:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=575 ]]> Es notable como la misma circunstancia en la vida de la misma persona, puesta en distintos planos espirituales, pueda tener significados tan diametralmente distintos. Déjenme explicarles qué es lo que trato de decir: mi cuadro se refiere a esos momentos en que el dolor oprime nuestro cuerpo o nuestra alma, bajo la forma de enfermedad, o angustia, o tantas otros modos de poner bajo una tonelada de concreto nuestra confianza en un futuro pleno de felicidad. Momentos de oscuridad, donde nos parece imposible que fuéramos felices en el pasado, o que tuviéramos la capacidad de tener una visión positiva encumbrada en nuestra alma.

En el Cielo, en ese momento, se produce un profundo silencio. Dios nos está mirando, a la expectativa de nuestra reacción. Y con El, todos los Ángeles y los santos miran extasiados el conmovedor momento que se puede contemplar: el Dios Creador y Omnipotente tiene puesta Su Mirada en una pequeña criatura allá abajo, con la esperanza de que ocurra algo maravilloso. La situación se transmite de corazón a corazón, todos esperan que esa alma tome el camino que Dios espera, que responda gloriosamente al momento de prueba.

Petición al cielo (ft img)

Pero, tristemente, en la mayor parte de las oportunidades fallamos y dejamos al Cielo todo con un rostro triste, empezando por nuestro amado Jesús. Sin comprender cual es el camino del amor, nos enojamos con Dios, o nos dejamos abrumar por la falta de esperanza, o buscamos soluciones humanas confiando en nuestras fortalezas personales, ignorando al que es el Único dueño de nuestras verdaderas fortalezas. Si simplemente fuéramos capaces de levantar la mirada al cielo y pedir ayuda a Dios, o elevar una oración. Dios, ante nuestro olvido de El, se vuelve triste a los suyos y encuentra consuelo en quienes están unidos a Su infinito Amor. El silencio envuelve ese instante, en que una oportunidad fue derrochada por un alma que no logra encontrar el camino correcto.

Pero, qué distinto es lo que ocurre cuando esa misma alma se despierta de su letargo, y envuelta en la humana oscuridad del miedo o el dolor, levanta la mirada y busca consuelo en Su Único Amor, nuestro Salvador. En ese instante una luz intensa ilumina el rostro de Jesús, que emocionado mira a Su Madre y la abraza. Ángeles y santos estallan en un único grito de alabanza a las glorias del Salvador, que tiene en ese instante una gota de la Sangre derramada en la Cruz, devuelta a Su Trono en forma del amor de Sus criaturas.

Pero una mayor alegría aún estalla en el Reino si esa misma alma sufriente entrega en ese instante su dolor a Dios en beneficio de las almas pecadoras, de las almas del purgatorio, de todos aquellos que necesitan de reparación y penitencia. Ese corazón, en lugar de orar para que el dolor se detenga, ofrece todo en ayuda de la obra de la Salvación, y así se transforma en alma corredentora.

Sin embardo, es el éxtasis supremo el que brota en el Cielo cuando esa alma agradece el dolor del Señor, y pide aún más dolor, porque sabe que se trata de un honor inmerecido el de compartir la Cruz de Jesús aunque más no sea un instante. Esas almas agradecen el dolor, y piden más, piden llevar la cruz con humildad y silencio. Se puede decir que han llegado a la esencia de la santidad, al punto en que el alma ha comprendido la misión de vida en el paso por la tierra.

El Cielo canta y se pone de fiesta cuando un alma pasa la prueba, la alegría se contagia de uno a otro, porque una oveja perdida del rebaño ha vuelto a casa, ha entrado en las verdes praderas que el Buen Pastor nos ha preparado. Esa alma tiene que conservar ahora ese tesoro, y multiplicarlo, para lograr llegar al término de la vida terrenal con la llave de entrada al lugar de las eternas delicias.

Cuanta sencillez forma el pensamiento de Dios, tan distinto a nuestras complejas madejas intelectuales, a nuestros modos tan humanos de justificar nuestra falta de amor. ¡Si es tan sencillo! Para amar, sólo hace falta estar dispuesto a dejar de lado todas las necesidades terrenales, humanas, cuando el Señor quiere hacernos socios de Su Dolor. Darle valor al dolor, a nuestros miedos y angustias, y hacer sonreír a Dios, es fundamentalmente hacerle un favor a nuestra alma, que purificada avanzará por esta vida con mayor sabiduría, por medio de la gracia que nos concede el Espíritu Santo.


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