desconocido – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 13 Jan 2023 19:48:00 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 El misterio que rodea a la Virgen más difundida del mundo https://www.reinadelcielo.org/el-misterio-que-rodea-a-la-virgen-mas-difundida-del-mundo/ Fri, 13 Jan 2023 11:55:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=20830

La Virgen con el niño del pintor italiano Roberto Ferruzzi es una de las más conocidas del mundo y se cree que la más reproducida. Todo ello a pesar de no haber sido pintada por uno de los grandes artistas de la historia y que en estos momentos se desconoce donde se encuentra la pintura original, si es que sigue existiendo.

Sin embargo, detrás de esta imagen de la Virgen, que originariamente no fue pintada como tal, hay una historia muy llamativa y eso que apenas tiene poco más de un siglo. El conocido periodista Antonio Socci la recoge de manera pormenorizada en este artículo en su página web:

El misterio de la Virgen más famosa del mundo, una maraña de vidas

Es extraño: la Virgen con niño más popular y difundida en el mundo en el siglo XX, fue pintada por un italiano. No uno de los grandes de nuestra pintura, como Botticelli, Rafael, Leonardo, Caravaggio o Bellini, sino por un pintor nacido en 1853 y que muy pocos conocen: Roberto Ferruzzi.

Estampilla Virgen María

Se dice que es la imagen sagrada más reproducida en el mundo (incluso en un sello de Dubai), pero no se sabe dónde está el cuadro original. Precisamente, para encontrarlo, hace unos días se hizo un insólito llamamiento en el programa de Rai3, Chi l’ha visto? (¿Quién lo ha visto?”).

En espera de que se resuelva el misterio, detrás hay una historia que hay que contar y que, desde Venecia, llega hasta las dos Américas. Una conmovedora maraña de vidas.

Roberto Ferruzzi nació en Sebenico, en Dalmacia, territorio que antiguamente formaba parte de la república de Venecia y que, en el siglo XIX, estaba bajo dominio del imperio de los Hagsburgo. Su padre, rico abogado, fue administrador público de la ciudad. Roberto estudió humanidades y después Derecho en la correspondiente facultad, en Padua.

Sin embargo, su verdadera pasión era la pintura. Así que en 1879 decidió mudarse a vivir a las Colinas Euganeas, en Luvigliano, donde se dedicó a pintar, reuniendo a su alrededor un cenáculo de amigos y artistas.

El pintor no tenía la intención de pintar una Virgen con niño, sino sólo una imagen de ternura materna; de hecho, lo tituló Maternidad.

Se cuenta que un día le pidió a una muchacha del lugar, Angelina Cian, que posara para él mientras sostenía en sus brazos a su hermanito de pocos meses. Ella era la segunda de quince hijos. El Véneto del siglo XIX era una tierra pobre y en las familias de campesinos, las hijas mayores hacían de madres a sus hermanos más pequeños.

El cuadro ganó en 1897 la segunda Bienal de Venecia y se hizo famoso, por lo que fue vendido en varias ocasiones, a un precio muy alto, hasta que fue adquirido por los hermanos Alinari, los célebres fotógrafos de Florencia, que a su vez lo vendieron, pero no se sabe a quién (no hay constancia del nombre en los archivos).

Parece ser que acabó en manos de un embajador americano que lo envío a Estados Unidos en una nave que, durante la Segunda Guerra Mundial, fue hundida por los alemanes, por lo que el cuadro se perdió. Sin embargo, hay quien afirma que el cuadro en realidad llegó a destino y que forma parte, aún hoy, de una colección privada en Pensilvania.

Hay que decir que los Alinari, al venderlo, se reservaron todos los derechos de reproducción de la obra al intuir su potencialidad.

Fue precisamente a causa de sus reproducciones fotográficas que esta obra se difundió de manera tan extraordinaria, convirtiéndose rápidamente en un icono sagrado, una Virgen con niño, porque la Italia de esa época era católica y vio enseguida, en esa joven con el niño, a la Madre de Jesús.

Mientras tanto, Angelina, ya adulta, se había casado con el veneciano Antonio Bovo, con el que se había trasladado a California en 1906. El matrimonio tuvo diez hijos, pero la prematura muerte de su esposo dejó a la joven viuda en una situación durísima.

No se sabe qué ocurrió: tal vez un derrumbe psicológico, un agotamiento nervioso, la cuestión es que Angelina acabó en un manicomio, donde murió en 1972.

Los hijos crecieron en un orfanato. La segunda hija, que llevaba el nombre de la Virgen, María, al crecer eligió la vocación religiosa y se hizo monja con el nombre de Ángela María Bovo (quiso el nombre de Ángela en honor a su madre).

Fue en 1984, durante un viaje que hizo a Italia, a Venecia, para conocer a los familiares de sus padres, cuando la religiosa descubrió, gracias a sus ancianas tías, que su madre había sido la modelo de la imagen de la Virgen más famosa del mundo.

Hay otro lado de la historia. El pintor Roberto Ferruzzi murió en 1934 en Luvigliano, donde aún lo consideran una gloria local y donde cultivan la esperanza de encontrar el cuadro original de la Virgen (ha sido esta ciudad la que ha lanzado el llamamiento en ¿Quién lo ha visto?).

Roberto Ferruzzi
Roberto Ferruzzi

En Venecia vive y trabaja un bisnieto del pintor, que lleva su mismo nombre. Roberto Ferruzzi jr., galerista y experto en arte, me cuenta la historia de su familia: “Mi abuelo Ferruccio, hijo del pintor de la Virgen, era anticuario. Al ser un irredentista (del término italiano irredentismo, de ‘irredento’, “no liberado”; hace referencia, en sentido estricto, al irredentismo italiano, un movimiento político italiano posterior a 1870 que reivindicaba para el Reino de Italia las tierras “no rescatadas” del Imperio austrohúngaro -Dalmacia, Istria, Trentino- y más tarde, por extensión, de todos los territorios que se consideraban italianos), vendió todas las propiedades que tenía en Sebenico y combatió contra Austria, como voluntario, en la Primera Guerra Mundial”.

Al hijo de Ferruccio, nacido en Venecia en 1927, se le impondrá el nombre de Roberto, como su abuelo, y como él pondrá, después, a su hijo (el galerista veneciano).

También el segundo Roberto Ferruzzi (Bobo para los amigos) fue pintor. Hizo distintos viajes a diferentes países y continentes y se especializó en grandes mosaicos murales. En 1957 fue a América Latina, trabajando sobre todo en Chile donde representó en sus cuadros la vida cotidiana de la gente pobre que, en esos años, veía en todas las esquinas de las calles. Los últimos, los abandonados.

Fue debido a esto por lo que conoció y entabló amistad con el más grande de los poetas chilenos, Pablo Neruda, que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1971.

Roberti Ferruzzi jr, que nació precisamente en Santiago de Chile, recuerda: “Sí, Neruda era amigo de mi padre. Recuerdo que, cuando era embajador en París, venía a casa a vernos. Ambos compartían una especial sensibilidad hacia los más pobres”.

En 1966 Neruda, con ocasión de una exposición en Santiago de su amigo Bobo Ferruzzi, escribió:

“Bobo Ferruzzi, veneciano, descubrió esta América dolorosa, la sintió, la vivió y la expresó con energía y ternura. Porque hay amor en la visión de este veneciano amargado. Ha pintado con colores clásicos, los mismos que lucían en las túnicas los ángeles, la tristeza de los recovecos remotos, de los hombres maltratados y olvidados. Que el intenso mensaje de Bobo Ferruzzi narre y cante en el mundo, porque la verdad de su pintura nos descubre la trágica belleza que los dioses transitorios desearían esconder. Y no para que los pueblos no sufran, sino para que no se sepa. La pintura de Bobo Ferruzzi ha roto los candados y ha iluminado los rincones con una luz azul”.

En el fondo, también el abuelo -pintando a Angelina y su hermanito- había inmortalizado la pobre gente del Veneto del siglo XIX con la luz del cielo.

Esa imagen es el icono de una pobre muchacha judía que en Nazaret, hace dos mil años, se convirtió en la Madre de Dios: era a ella a la que rezaban, y a la que amaban, los pobres del Véneto del siglo XIX y los del Chile del siglo XX.

La Madre de los pobres y de los olvidados había cantado

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

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Fuente: Cari Filii
(Traducción de Elena Faccia Serrano)


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El desconocido https://www.reinadelcielo.org/el-desconocido/ Fri, 11 May 2018 18:12:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=496 ]]> ¿Quién soy? Me miro al espejo, y veo a ese desconocido que me mira como sorprendido y provocador. Su mirada me escruta como tratando de encontrar algo en las profundidades de mis retinas, como queriendo ver más allá, en ese rincón lejano que algunos sabios llaman alma. ¿Quién eres? ¿Cómo puede ser que no nos conozcamos después de tantos años, tantos tiempos galopados en un sinfín de tormentosos esfuerzos por insistir en el error?

¿Por qué me miras sorprendido? ¿Acaso no eres el mismo que ayer encontró esta misma mirada devuelta por el caprichoso juego del espejo? Definidamente, no te conozco. He pretendido conocerte, he dicho que puedo anticipar hasta la última de tus respuestas, y he vivido seguro de saber hasta donde puedes, hasta donde quieres, hasta donde debes. Pero ahora, nada parece ser igual. Me he derrumbado como un roble al que le fallan las escondidas raíces.

En el profundo entendimiento de que nadie me puede comprender en este mundo, nadie me puede conocer, ni siquiera yo mismo, es que me derrumbé ante la mirada sorprendida de quienes me veían sólido y seguro de mi mismo. Creí conocerme, me sentí muy seguro de mis capacidades, y de mis secretos defectos también. Pretendí fortaleza ante el mundo, hice de mi vida un permanente ejercitar la autoestima, el amor propio, la vanidad. Y ahora, me encuentro frente a este desconocido que no sabe nada de si mismo, al que miro con desconfianza y temor.

Cristo ProvidenciaSeñor, ¿donde encontraré la fortaleza, donde podré descubrir el bastón donde asirme para poder volver a caminar por este mundo que me resulta tan hostil y sombrío? Sé que estás ahí, que me miras con ojos de eternidad, con esa paciencia y comprensión que ningún otro puede tener. Si Tú me dices una y otra vez que ?me niegue a mi mismo, si es que quiero encontrarte?, ¿cómo es que he caído en este pozo sin final, en esta noche sin alma? Ese desconocido que soy ante mi mismo, no sabe ni siquiera por donde empezar a reconstruir lo derruido.

Pero no, Tú no quieres que reconstruya nada dentro mío, sino todo lo contrario. Tú deseas que este abatimiento sea la roca en la cual construiré mi casa, porque en este sendero oscuro estás Tú, extendiéndome la Mano Salvadora. Es en Ti que tengo que confiar, es en Ti que debo apoyarme. Si me miro en este espejo y comprendo que nada soy, descubro que en Ti solo seré. Si me miro en este espejo y comprendo que nada doy, descubro que nada tengo, todo lo he recibido de Ti, y por Ti lo doy.

Y si bien me veo como un desconocido, comprendo que haciéndome como Tú quieres, como Tú lo tienes pensado, es que encuentro nuevamente la fortaleza interior. Fortaleza que no es autoestima, sino entrega a Ti. Fortaleza que no es confianza en mi mismo, sino fe en Tu Divina Providencia. Orgullo que no es vanidad de mis méritos, sino agradecimiento de cuanto Tú haces por mí. Mis miserias se vuelven como diamantes cuando brillan al ser entregadas a Tu perdón. Mis errores se vuelven Gracia, cuando te miro y extiendo mi mano para que me vuelvas a recoger del fango.

Ahora miro en el espejo y me reconozco, porque en mi mirada te veo a Ti, en mis pensamientos te siento a Ti, en mis tristezas me uno a Ti, en el dolor sostengo Tu Cruz, en el llanto enjuago Tus lágrimas. Quiero ser, mi Señor, refugio de Tu peregrinar. Cuando estés cansado, ven a mi casa, ven a mi alma. Allí no hay nada, porque lo he sacado todo fuera. He dejado un infinito espacio para que me llenes de Tu Gracia, para que sientas que dentro de mí puedes alegrarte y comprender una vez más que, por los siglos de los siglos, Tu plan ha sido realizado en aquellos que te aman sin condicionamientos.

Dame la Gracia de ser siempre así, como me siento en este momento. Un enamorado de Tu Alma, un ser entregado a Tu Voluntad, un pedazo de eternidad que ha florecido en el jardín del mundo, para que los frutos de Tu Amor se derramen sobre la fértil tierra que me rodea. No me dejes caer, mi Señor, en las tormentosas noches que han inundado mi pasado. Déjame ser nada, como hoy lo soy, para ser todo, en Ti.


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