dar – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Sun, 30 Jul 2023 19:56:08 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Si ser pobre o ser rico https://www.reinadelcielo.org/si-ser-pobre-o-ser-rico/ Fri, 28 Jul 2023 12:24:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=469 ]]> Un tema delicado, sin dudas. Contradictorio al menos en apariencia, difícil de poner en palabras que conformen a todo el mundo. Para algunos, vale aquello de que “más fácil es que pase un camello por el ojo de una cerradura, de que entre un rico al Reino de los Cielos”. Para otros vale aquello de que “la riqueza o pobreza de un alma está en el aspecto espiritual del término, no en el material”. De una forma u otra las Sagradas Escrituras dan referencias que podrían alimentar variadas interpretaciones, especialmente cuando el interesado tiene algún particular ángulo que desea priorizar.

De tal modo, los que se consideran a si mismos como “ricos” tratarán de encontrar en este escrito justificación a su riqueza. Y los que se consideran “pobres” buscarán encontrar aquí consuelo y promesa de “salvación automática”. Ni lo uno, ni lo otro. No es ese el espíritu de las diversas palabras que Jesús nos ha dejado sobre este delicado tema en los Evangelios.

El primer paso es comprender si riqueza material es sinónimo de casi segura condenación del alma. Recordamos el caso del joven rico que quiere seguir al Señor, y Jesús le pone como requisito el dejar atrás bienes y honores, y él tristemente deja alejarse al Salvador, mientras se queda atado a su riquea. También el caso del rico que no da ni los restos de su comida al pobre que pide en la puerta de su casa. En muchas oportunidades Jesús nos ha marcado el peligro espiritual que acarrean los bienes materiales. Si, pareciera que es un hueco muy estrecho como para que pase el camello famoso.

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Pero meditando sobre este asunto recordé a aquellos que fueron los mejores amigos de Jesús en la tierra. Ellos fueron muy probablemente tres hermanos: María Magdalena, Marta y Lázaro, hijos de Teofilo. Quizás la familia más rica de la Palestina de aquella época, en propiedades en Jerusalén, en Betania, y en muchos otros lugares. La casa de Betania era el lugar de descanso preferido de Jesús cuando subía a Jerusalén. A Lázaro y sus hermanas pedía Jesús muchos favores materiales cuando llegaban a El casos desesperantes de gente que necesitaba ayuda. Y los hermanos siempre respondían, fieles al Mesías que ellos habían reconocido en aquel Hombre de Galilea.

Si, los hijos de Teofilo eran ricos, riquísimos, pero supieron merecer la amistad del Señor. Jesús lloró cuando vio la tumba de Lázaro, y de hecho hizo de su resurrección el más impresionante milagro, en fecha ya cercana al Gólgota. Su hermana, María Magdalena, tuvo el honor de ser la primera persona que lo viera Resucitado. Vaya honor, ¿verdad? Nada está narrado por casualidad en los Evangelios, de tal modo que tan particular amistad entre la familia más rica del lugar, y Jesús, tiene que tener un significado profundo.

Leyendo un hermoso libro titulado “La Palabra continúa” encontré esta frase: “El rico que da con amor y caridad verdadera, es el que se hace amar y no envidiar del pobre”. De este modo, aceptar la propia riqueza proveniente de un trabajo honesto de los padres, o del propio digno esfuerzo, no es pecado si se la acepta para hacer buen uso de ella. Por supuesto que la riqueza basada en dinero logrado por malas artes no tiene mucha cabida frente a Dios. Pero la riqueza heredada o lograda con trabajo digno, es una manifestación de la Voluntad de Dios sobre nosotros. El asunto es qué espera Dios que hagamos con esos dones, porque sin dudas que es mucho el bien que, como Lázaro y sus hermanas, se puede hacer desde una buena posición económica y social, adquirida legítimamente.

Vistas así las cosas, el camello puede pasar por el ojo de la cerradura, pero con una responsabilidad y un esfuerzo que hacen la tarea muy difícil. La riqueza parece de esta forma asimilarse a una prueba ciclópea para el alma, más allá de que configura un gran don, una gracia que Dios concede. La gran pregunta de vida que las personas ricas deben hacerse es qué hacer con los bienes que Dios ha puesto en sus manos.

Dar todo (ft img)

Si la riqueza nos enfrenta a semejantes pruebas espirituales, ¿es acaso la pobreza un don de Dios? Realmente lo es, es una ayuda muy grande que Dios da para encontrar verdadera humildad y sencillez en el corazón, puertas fundamentales para el camino a la santidad. ¿Es entonces pobreza sinónimo de salvación? Sin dudas que no. Un sacerdote amigo me decía que si bien es notable la soberbia de los ricos, es también impactante la soberbia de los pobres.

Me quedé mucho tiempo pensando en sus palabras, hasta que comprendí que se refería al resentimiento y desprecio por aquellos que tienen algo que uno no tiene, sea un bien material, cultural, o incluso espiritual. Ser pobre y vivir amargado por ello, es tan malo espiritualmente como ser rico y no hacer uso de lo recibido para el bien de los demás. En ambos casos se cae en una vida alejada del amor que Dios espera de nosotros.

La pobreza debe ser llevada con humildad también, al igual que la riqueza, haciendo de las carencias un agradecimiento a que Dios no nos somete a la prueba de la abundancia. Difícil tarea, ¿verdad? Suena más difícil que la tarea del rico, de hacer buen uso de lo recibido. Sin embargo, creo yo que, espiritualmente hablando, la tiene más difícil el rico que el pobre. Pero en cualquier caso queda en cada alma el saber como hacer de la situación que nos toca vivir, una oportunidad única de honrar a Dios con amor y verdadera humildad de corazón.

Si ser pobre o si ser rico, son cuestiones de este mundo material en que vivimos, cuestiones muy alejadas del destino de verdadera realeza que nos espera. Riquezas en este mundo, caminos que nos alejan de la genuina riqueza, si no sabemos utilizarlas para beneficio de los demás. Pobrezas y miserias en este mundo, un sufrimiento que puede ayudarnos a encontrar la estrecha senda al Reino, si las aceptamos con alegría de corazón y hacemos de ello un motivo de unión a la Pobreza del Resucitado.

Jesús tuvo una unión muy intensa con pobres, enfermos e indefensos, y una amistad profunda con algunos ricos pero bondadosos. Pero, por sobre todas las cosas, no olvidemos que los que lo enviaron a la Cruz fueron los ricos del lugar que no aceptaron que el Señor viniera a alterar su poder y comodidad, sus riquezas materiales, su dominio sobre los pobres. Y tú, rico o pobre, ¿qué haces con ello?


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¡Piedad, Hijo de David! https://www.reinadelcielo.org/piedad-hijo-de-david/ Fri, 23 Aug 2019 08:02:08 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=4483 ]]> Estoy tirado al borde del camino, medio adormecido en el silencio de la calurosa hora de la siesta, y en mi ceguera me imagino el rio de migajas desparramadas frente a mí. Pienso en esos trozos de pan lastimeros que me arrojaron esos que pasaron hace ya unas horas. Comí lo que pude, arrojé el resto para que mis amigos pájaros se hagan un festín inesperado, aunque ellos ya saben que nada deben temer de mí. ¿Qué podría hacerles un ciego y lastimoso hombre arrumbado en este rincón perdido del mundo? Está tan oscuro allá afuera…

Hace ya tantos años que estoy así, abandonado al costado del camino, dejando pasar los días en mi oscuridad interior, adivinando los rostros de los que pasan frente a mí. Algunos pocos se detienen, lo sé con mi oído atento, y haciendo un gesto de pena me arrojan algo que les sobre. Yo inclino mi cabeza y les doy un gracias breve, acorde a lo poco que me dan.

Pero hace mucho tiempo que espero en este secreto guardado profundamente en mi corazón, porque se bien que un día caminará frente a mi Aquel que no me dará de lo que le sobre, sino que compartirá conmigo algo muy especial, la maravilla más valiosa que ojo humano pueda jamás haber visto. Mi corazón galopa loco dentro de mi pecho, ante la sola idea de lo que será ese día, pero qué tristeza que no pueda compartir este secreto con nadie, porque con nadie hablo yo. Y en definitiva, a quien le interesan los sueños de este pobre despojo de humanidad, tirado en este abandonado rincón de Palestina.

Cielo 2

El calor de esta hora parece envolver el lugar en un cono de silencio. Ya no se escucha nada, ni los pájaros buscando las migajas, ni los caminantes acelerando el paso frente a mí para no sentir la culpa del olvido. Y sin embargo yo sé que hay una mirada posada sobre mí. Él se detuvo, y me estudia con Su Presencia penetrante. Silencio, el mundo parece haberse detenido, nada se mueve alrededor. Nunca viví esto antes, es como si el universo entero aguardara algo, un gesto, la mirada atenta a cualquier cosa que pueda ocurrir. Yo, sin embargo, sumido en mi oscuridad absoluta, solo tengo mi oído para ayudarme.

De repente, los pasos nuevamente. Él se va, se aleja de mí. ¡No no no, no te vayas! No sé cómo detenerte, me desespero, porque no se decir Tu Nombre, la vida se me escapa en un instante, y yo ni siquiera se decir Tu Nombre. Es entonces cuando la desesperación saca fuerzas de quién sabe dónde y el grito surge de mi pecho, una y otra vez, como un torrente de esperanza que conmueve a la creación:

¡Piedad, Hijo de David, ten piedad de mí! Una y otra vez, el grito sacude a hombres, bestias, arboles y hasta a las rocas. ¡Piedad, Hijo de David, ten piedad de mí!

Aun no sé cómo, pero me arrastran o me arrastro hasta Su Presencia, que me quema, me envuelve, me ciega aún más a pesar de mi ceguera absoluta. Me dice “¿Qué quieres de Mi?”. La vista Señor, quiero verte aunque más no sea una vez. “Recibe la vista, tu fe te ha salvado”.

Fue en ese instante en que el telón negro que me envolvió toda mi vida, se corrió para dejarme frente a la majestuosa Presencia de mi Señor. Tendría que haberme quedado ciego nuevamente, porque Su mirada me volvió como de piedra, ninguna parte de mi cuerpo se movió, todo mi ser estaba puesto en mis ojos, que lloraron y mojaron esa imagen que se grabó allí para siempre.

¿Cuánto duró ese momento? Quién lo sabe, quizás horas, quizás siglos, a quien le importa. La visión habló a mi corazón Palabras que en ningún lugar fueron escritas, Palabras que solo Él y yo conocemos. Caricias para mi alma, perdón, olvido del dolor, sanación de mis heridas, esperanza, toda la esperanza que mi corazón podía albergar.

Luego Él siguió Su Camino, aunque me pareció cuando se marchaba que una gran sombra se apoyaba sobre Su espalda. Juro que creí ver allí un pesado Madero, un Madero que parecía una Cruz. Quizás fue simplemente porque mi vista era tan nueva, tan inesperada, que no sabía distinguir lo que veía realmente de aquello que mi oído me susurraba. Era como que mi alma veía, oía, sentía, tocaba.

Me quedé en silencio y solo, nuevamente, y mire ese lugar al costado del camino. Ese rincón donde estuve arrumbado tanto tiempo, me parecía ahora increíble que pudiera yo haber vivido allí. Pero sin embargo, fue en ese lugar miserable donde Él quiso encontrarme, donde pude gritar ese llamado que conmovió el universo. Miré una vez más el lugar, me puse el manto sobre los hombros, puse mis pies en el camino, y con un corazón nuevo te seguí, yo, el viejo ciego que ahora podía ver.

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Del Evangelio de Lucas 18, 35-43
Autor: Reina del Cielo


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¿Cuál es tu Viña? https://www.reinadelcielo.org/cual-es-tu-vina/ Fri, 02 Feb 2018 19:11:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=286 ]]> El Señor nos hace referencia en las Escrituras a Su Viña. ¿Pero a que se refiere El con este mensaje, puesto en términos de nuestros tiempos?

La viña del Señor es Su obra, el lugar donde se trabaja para la misión de la Salvación. ¿Cuál es tu actitud de vida frente a la Viña de Cristo?.

Tenemos en el mundo tres clases de actitudes frente al llamado del Cielo:

    • La de aquellos que se involucran en trabajar activamente, como obreros cotidianos, integrando el plantel de trabajadores de la obra de la Redención.
  • Viña del SeñorLa de aquellos que trabajan activamente también, pero en contra de la obra del Cielo. Y esto es muy peligroso, porque es un pecado contra el Espíritu Santo, el más grave que se puede cometer. Negar a Dios activamente, frenando Su obra, es la forma mas directa de condenarse.
  • Aquellos tibios que, sabiendo de un modo u otro del llamado de Dios, no se comprometen. ¡Y ya sabemos que dijo Jesús respecto de los tibios!

¿En qué categoría estás tú?. ¿Lo tienes claro, te animas a responder?.

Para aquellos que creen estar en la primer categoría, o al menos desean estar en ella: no nos equivoquemos. Nuestra vida no está dividida: no existe el trabajo, la familia y luego la Viña del Señor (como asistir a Misa el domingo, por ejemplo). Nuestra vida es una, integral e indivisible. La Viña debe ser nuestra vida, nuestra realidad cotidiana.

Trabajar como viñateros para Jesús es obrar para Su causa en forma permanente.

Pescadores de HombresEn términos prácticos, todos debemos tener una participación dentro de la inmensidad de Viñas que existen en el mundo, y debemos ser activos trabajadores en al menos una de ellas. La oración es una parte fundamental del trabajo del Viñatero, por eso los grupos de oración son tan importantes. También el dar testimonio, el difundir la necesidad de la conversión del alma, el volcar a las personas a la lectura diaria de las Escrituras. El ser evidencia viva de un cristiano comprometido con la obra de Dios es parte central de nuestro rol de obreros. El ayudar a los pobres y necesitados, haciéndolo en nombre de la caridad que Jesús nos enseñó.

Existen muchísimas formas de crear una Viña, de hacerla crecer, de mover al mundo en la dirección de los Corazones de Jesús y María. Nada te limita, nada te frena. www.reinadelcielo.org , por ejemplo, es la Viña en que participamos quienes escribimos esta meditación y mantenemos este sitio..

¿Tienes una Viña en la que trabajas para la obra de Dios?. ¿Crece tu Viña, aumenta el producido en ella, se incrementa tu gozo al ver los resultados concretos?

Comprométete en la obra del Cielo, enlístate en la gran Viña del Señor, súbete a la Obra de la Salvación, con tus errores y defectos.

¡No existe gozo mas inmenso que el de sentirse un obrero en esta empresa, con el mismo Jesús como Patrón!


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