convento – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Tue, 15 Oct 2024 10:36:27 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Santa Teresa de Jesús https://www.reinadelcielo.org/santa-teresa-de-jesus/ Tue, 15 Oct 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=5389 ]]>

“Nada te turbe, nada te espante.
Todo se pasa. Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene, nada le falta.
Sólo Dios basta”.

Santa Teresa de Jesús fue reformadora del Carmelo, Madre de las Carmelitas Descalzas y de los Carmelitas Descalzos; “mater spiritualium” (título debajo de su estatua en la basílica vaticana); patrona de los escritores católicos y Doctora de la Iglesia (1970): La primera mujer que, junto a Santa Catalina de Siena, recibe este título.

Vida de Santa Teresa

Santa Teresa de Jesús (Ft img)

Nació en Ávila, España, el 28 de marzo de 1515. Su nombre, Teresa de Cepeda y Ahumada, hija de Alonso Sánchez de Cepeda y Beatriz Dávila Ahumada. En su casa eran 12 hijos. Tres del primer matrimonio de Don Alonso y nueve del segundo, entre estos últimos, Teresa. Escribe en su autobiografía: “Por la gracia de Dios, todos mis hermanos y medios hermanos se asemejaban en la virtud a mis buenos padres, menos yo“.

De niños, ella y Rodrigo, su hermano, eran muy aficionados a leer vidas de santos, y se emocionaron al saber que los que ofrecen su vida por amor a Cristo reciben un gran premio en el cielo. Así que dispusieronse irse a tierras de mahometanos a declararse amigos de Jesús y así ser martirizados para conseguir un buen puesto en el cielo. Afortunadamente, por el camino se encontraron con un tío suyo que los regresó a su hogar. Entonces dispusieronse construir una celda en el solar de la casa e irse a rezar allá de vez en cuando, sin que nadie los molestara ni los distrajese.

La mamá de Teresa murió cuando la joven tenía apenas 14 años. Ella misma cuenta en su autobiografía: “Cuando empecé a caer en la cuenta de la pérdida tan grande que había tenido, comencé a entristecerme sobremanera. Entonces me arrodillé delante de una imagen de la Santísima Virgen y le rogué con muchas lágrimas que me aceptara como hija suya y que quisiera ser Ella mi madre en adelante. Y lo ha hecho maravillosamente bien”.

Sigue diciendo ella: “Por aquel tiempo me aficioné a leer novelas. Aquellas lecturas enfriaron mi fervor y me hicieron caer en otras faltas. Comencé a pintarme y a buscar a parecer y a ser coqueta. Ya no estaba contenta sino cuando tenía una novela entre mis manos. Pero esas lecturas me dejaban tristeza y desilusión”.

Afortunadamente el papá se dio cuenta del cambio de su hija y la llevó a los 15 años, a estudiar interna en el colegio de hermanas Agustinas de Ávila. Allí, después de año y medio de estudios enfermó y tuvo que volver a casa.

Providencialmente una persona piadosa puso en sus manos “Las Cartas de San Jerónimo”, y allí supo por boca de tan grande santo, cuán peligrosa es la vida del mundo y cuán provechoso es para la santidad el retirarse a la vida religiosa en un convento. Desde entonces se propuso que un día sería religiosa.

Comunicó a su padre el deseo que tenía de entrar en un convento

Él, que la quería muchísimo, le respondió: “Lo harás, pero cuando yo ya me haya muerto”. La joven sabía que el esperar mucho tiempo y quedarse en el mundo podría hacerla desistir de su propósito de hacerse religiosa. Y entonces se fugó de la casa. Dice en sus recuerdos: “Aquel día, al abandonar mi hogar sentía tan terrible angustia, que llegué a pensar que la agonía y la muerte no podían ser peores de lo que experimentaba yo en aquel momento. El amor de Dios no era suficientemente grande en mí para ahogar el amor que profesaba a mi padre y a mis amigos”.

La santa determinó quedarse de monja en el convento de Ávila. Su padre al verla tan resuelta a seguir su vocación, cesó de oponerse. Ella tenía 20 años. Un año más tarde hizo sus tres juramentos o votos de castidad, pobreza y obediencia y entró a pertenecer a la Comunidad de hermanas Carmelitas.

Poco después de empezar a pertenecer a la comunidad carmelitana, se agravó de un mal que la molestaba. Quizá una fiebre palúdica. Los médicos no lograban atajar el mal y éste se agravaba. Su padre la llevó a su casa y fue quedando casi paralizada. Pero esta enfermedad le consiguió un gran bien, y fue que tuvo oportunidad de leer un librito que iba a cambiar su vida. Se llamaba “El alfabeto espiritual”, por Osuna, y siguiendo las instrucciones de aquel librito empezó a practicar la oración mental y a meditar. Estas enseñanzas le van a ser de inmensa utilidad durante toda su vida. Ella decía después que si en este tiempo no hizo mayores progresos fue porque todavía no tenía un director espiritual, y sin esta ayuda no se puede llegar a verdaderas alturas en la oración.

A los tres años de estar enferma encomendó a San José que le consiguiera la gracia de la curación, y de la manera más inesperada recobró la salud. En adelante toda su vida será una gran propagadora de la devoción a San José, Y todos los conventos que fundará los consagrará a este gran santo.

Habitación de Santa Teresa en el Convento-Casa Natal de Santa Teresa, en Ávila

Teresa tenía un gran encanto personal, una simpatía impresionante, una alegría contagiosa, y una especie de instinto innato de agradecimiento que la llevaba a corresponder a todas las amabilidades. Con esto se ganaba la estima de todos los que la rodeaban. Empezar a tratar con ella y empezar a sentir una inmensa simpatía hacia su persona, eran una misma cosa.

En aquellos tiempos había en los conventos de España la dañosa costumbre de que las religiosas gastaban mucho tiempo en la sala recibiendo visitas y charlando en la sala con las muchas personas que iban a gozar de su conversación. Y esto le quitaba el fervor en la oración y no las dejaba concentrarse en la meditación y se llegó a convencer de que ella no podía dedicarse a tener verdadera oración con Dios porque era muy disipada. Y que debía dejar de orar tanto.

A ella le gustaban los Cristos bien chorreantes de sangre. Y un día al detenerse ante un crucifijo muy sangrante le preguntó: “Señor, ¿quién te puso así?”, y le pareció que una voz le decía: “Tus charlas en la sala de visitas, esas fueron las que me pusieron así, Teresa”. Ella se echó a llorar y quedó terriblemente impresionada. Pero desde ese día ya no vuelve a perder tiempo en charlas inútiles y en amistades que no llevan a la santidad. Y Dios en cambio le concederá enormes progresos en la oración y unas amistades formidables que le ayudarán a llegar a la santidad.

Teresa tuvo dos ayudas formidables para crecer en santidad: su gran inclinación a escuchar sermones, aunque fueran largos y cansones y su devoción por grandes personajes celestiales. Además de su inmensa devoción por la Santísima Virgen y su fe total en el poder de intercesión de san José, ella rezaba frecuentemente a dos grandes convertidos: San Agustín y María Magdalena. Para imitar a esta santa que tanto amó a Jesús, se propuso meditar cada día en la Pasión y Muerte de Jesús, y esto la hizo crecer mucho en santidad. Y en honor de San Agustín leyó el libro más famoso del gran santo “las Confesiones”, y su lectura le hizo enorme bien.

Como las sequedades de espíritu le hacían repugnante la oración y el enemigo del alma le aconsejaba que dejara de rezar y de meditar porque todo eso le producía aburrimiento, su confesor le avisó que dejar de rezar y de meditar sería entregarse incondicionalmente al poder de Satanás y un padre jesuita le recomendó que para orar con más amor y fervor eligiera como “maestro de oración” al Espíritu Santo y que rezara cada día el Himno “Ven Creador Espíritu”. Ella dirá después: “El Espíritu Santo como fuerte huracán hace adelantar más en una hora la navecilla de nuestra alma hacia la santidad, que lo que nosotros habíamos conseguido en meses y años remando con nuestras solas fuerzas”.

Y el Divino Espíritu empezó a concederle Visiones Celestiales

Al principio se asustó porque había oído hablar de varias mujeres a las cuales el demonio engañó con visiones imaginarias. Pero hizo confesión general de toda su vida con un santo sacerdotes y le consultó el caso de sus visiones, y este le dijo que se trataba de gracias de Dios.

Nuestro Señor le aconsejó en una de sus visiones: “No te dediques tanto a hablar con gente de este mundo. Dedícate más bien a comunicarte con el mundo sobrenatural”. En algunos de sus éxtasis se elevaba hasta un metro por los aires (Éxtasis es un estado de contemplación y meditación tan profundo que se suspenden los sentidos y se tienen visiones sobrenaturales). Cada visión le dejaba un intenso deseo de ir al cielo. “Desde entonces – dice ella – dejé de tener medio a la muerte, cosa que antes me atormentaba mucho”. Después de una de aquellas visiones escribió la bella poesía que dice: “Tan alta vida espero que muero porque no muero”.

Santa Teresa corazón traspasado

Teresa quería que los favores que Dios le concedía permanecieran en secreto, pero varias personas de las que la rodeaban empezaron a contar todo esto a la gente y las noticias corrían por la ciudad. Unos la creían loca y otros la acusaban de hipócrita, de orgullo y presunción.

San Pedro Alcántara, uno de los santos más famosos de ese tiempo, después de charlar con la famosa carmelita, declaró que el Espíritu de Dios guiaba a Teresa.

La transverberación. Esta palabra significa: atravesarlo a uno con una gran herida. Dice ella: “Vi un ángel que venía del tronco de Dios, con una espada de oro que ardía al rojo vivo como una brasa encendida, y clavó esa espada en mi corazón. Desde ese momento sentí en mi alma el más grande amor a Dios”.

Desde entonces para Teresa ya no hay sino un solo motivo para vivir: demostrar a Dios con obras, palabras, sufrimientos y pensamientos que lo ama con todo su corazón. Y obtener que otros lo amen también.

Al hacer la autopsia del cadáver de la santa encontraron en su corazón una cicatriz larga y profunda.

Para corresponder a esta gracia la santa hizo el voto o juramento de hacer siempre lo que más perfecto le pareciera y lo que creyera que le era más agradable a Dios. Y lo cumplió a la perfección. Un juramento de estos no lo pueden hacer sino personas extraordinariamente santas.

En aquella época del 1500 las comunidades religiosas habían decaído de su antiguo fervor. Las comunidades eran demasiado numerosas lo cual ayudaba mucho a la relajación. Por ejemplo el convento de las carmelitas de Ávila tenía 140 religiosas. Santa Teresa exclamaba: “La experiencia me ha demostrado lo que es una casa llena de mujeres. Dios me libre de semejante calamidad”.

Un día una sobrina de la santa le dijo: “Lo mejor sería fundar una comunidad en que cada casa tuviera pocas hermanas”. Santa Teresa consideró esta idea como venida del cielo y se propuso fundar un nuevo convento, con pocas hermanas pero bien fervorosas. Ella llevaba ya 25 años en el convento. Una viuda rica le ofreció una pequeña casa para ello. San Pedro de Alcántara, San Luis Beltrán y el obispo de la ciudad apoyaron la idea. El Provincial de los Carmelitas concedió el permiso.

Sin embargo la noticia produjo el más terrible descontento general y el superior tuvo que retirar el permiso concedido. Pero Teresa no era mujer débil como para dejarse derrotar fácilmente. Se consiguió amigos en el palacio del emperador y obtuvo una entrevista con Felipe II y este quedó encantado de la personalidad de la santa y de las ideas tan luminosas que ella tenía y ordenó que no la persiguieran más. Y así fue llenando España de sus nuevos conventos de “Carmelitas Descalzas”, poquitas y muy pobres en cada casa, pero fervorosas y dedicadas a conseguir la santidad propia y la de los demás.

Se ganó para su causa a San Juan de la Cruz, y con él fundó los Carmelitas descalzos. Las carmelitas descalzas son ahora 14,000 en 835 conventos en el mundo. Y los carmelitas descalzos son 3,800 en 490 conventos.

Por orden expresa de sus superiores Santa Teresa escribió unas obras que se han hecho famosas. Su autobiografía titulada “El libro de la vida”; “El libro de las Moradas” o Castillo interior; texto importantísimo para poder llegar a la vida mística. Y “Las fundaciones: o historia de cómo fue creciendo su comunidad. Estas obras las escribió en medio de mareos y dolores de cabeza. Va narrando con claridad impresionante sus experiencias espirituales. Tenía pocos libros para consultar y no había hecho estudios especiales. Sin embrago sus escritos son considerados como textos clásicos en la literatura española y se han vuelto famosos en todo el mundo.

Santa Teresa murió el 4 de octubre de 1582 y la enterraron al día siguiente, el 15 de octubre. ¿Por qué esto? Porque en ese día entró en vigor la reforma gregoriana del calendario, que suprimió diez días, para corregir un error de cálculo en el mismo que llevaba arrastrándose ya por años.

Poesía de Santa Teresa

Muero porque no muero

Vivo sin vivir en mí
Y tan alta vida espero
Que muero porque no muero.

 

Vivo ya fuera de mí
Después que muero de amor,
Porque vivo en el Señor
Que me quiso para Sí.
Cuando el corazón le di
Puso en él este letrero:
Que muero porque no muero.

Esta divina prisión
Del amor con que yo vivo
Ha hecho a Dios mi cautivo
Y libre mi corazón;
Y causa en mí tal pasión
Ver a Dios mi prisionero,
Que muero porque no muero.

¡Ay, que larga es esta vida,
Qué duros estos destierros,
Esta cárcel y estos hierros
En que el alma esta metida!
Sólo esperar la salida
Me causa dolor tan fiero,
Que muero porque no muero.

iAy, que vida tan amarga
Do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
No lo es la esperanza larga:
Quíteme Dios esta carga
Más pesada que el acero,
Que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
Vivo de que he de morir,
Porque muriendo el vivir
Me asegura mi esperanza.
Muerte do el vivir se alcanza,
No te tardes, que te espero,
Que muero porque no muero.

 

Mira que el amor es fuerte;
Vida, no me seas molesta,
Mira que sólo te resta,
Para ganarte, perderte;
Venga ya la dulce muerte,
Venga el morir muy ligero,
Que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
Que es la vida verdadera,
Hasta que esta vida muera
No se goza estando viva.
Muerte, no seas esquiva;
Viva muriendo primero,
Que muero porque no muero.

Vida, ¿que puedo yo darle
A mi Dios que vive en mí,
Si no es perderte a ti
Para mejor a El gozarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
Pues a El solo es al que quiero.
Que muero porque no muero.

 

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Fuente: EWTN y Corazones.org


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Santa Teresa del Niño Jesús https://www.reinadelcielo.org/santa-teresa-del-nino-jesus/ Tue, 01 Oct 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=23237

Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia, que entró aún muy joven en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Lisieux, llegando a ser maestra de santidad en Cristo por su inocencia y simplicidad. Enseñó el camino de la perfección cristiana por medio de la infancia espiritual, demostrando una mística solicitud en bien de las almas y del incremento de la Iglesia, y terminó su vida a los veinticinco años de edad, el día treinta de septiembre ( 1897)

Fecha de canonización: 17 de mayo de 1925, por el Papa Pío XI

Santa Teresita del Niño Jesús o de Lisieux. Sencillez y perfección en las cosas pequeñas, la Iglesia le dedica este día para que la conozcamos y tratemos de imitar sus virtudes de delicadeza y pefección en las cosas pequeñas.

Hay dos santas con el mismo nombre: Santa Teresita del Niño Jesús o de Lisieux y Santa Teresa de Ávila (15 de Octubre). Ambas fueron monjas carmelitas, nos dejaron una autobiografía y son santas doctoras de la Iglesia.
María Francisca Teresa, Santa Teresita del Niño Jesús o de Lisieux, nació el 2 de Enero de 1873 en Francia. Hija de un relojero y una costurera de Alençon. Tuvo una infancia feliz y ordinaria, llena de buenos ejemplos. Teresita era viva e impresionable, pero no particularmente devota.

En 1877, cuando Teresita tenía cuatro años, murió su madre. Su padre vendió su relojería y se fue a vivir a Lisieux donde sus hijas estarían bajo el ciudado de su tía, la Sra. Guerin, que era una mujer excelente. Santa Teresita era la preferida de su padre. Sus hermanas eran María, Paulina y Celina. La que dirigía la casa era María y Paulina que era la mayor se encargaba de la educación religiosa de sus hermanas. Les leía mucho en el invierno.

Cuando Teresita tenía 9 años, Paulina ingresó al convento de las carmelitas. Desde entonces, Teresita se sintió inclinada a seguirla por ese camino. Era una niña afable y sensible y la religión ocupaba una parte muy importante de su vida.

Cuando Teresita tenía catorce años, su hermana María se fue al convento de las carmelitas igual que Paulina. La Navidad de ese año, tuvo la expeirencia que ella llamó su “conversión”. Dice ella que apenas a una hora de nacido el Niño Jesús, inundó la oscuridad de su alma con ríos de luz. Decía que Dios se había hecho débil y pequeño por amor a ella para hacerla fuerte y valiente.

Al año siguiente, Teresita le pidió permiso a su padre para entrar al convento de las carmelitas y él dijo que sí. Las monjas del convento y el obispo de Bayeux opinaron que era muy joven y que debía esperar.

Algunos meses más tarde fueron a Roma en una peregrinación por el jubileo sacerdotal del Papa León XIII. Al arrodillarse frenta al Papa para recibir su bendición, rompió el silencio y le pidió si podía entrar en el convento a los quince años. El Papa quedó impresionado por su aspecto y modales y le dijo que si era la voluntad de Dios así sería

Teresita rezó mucho en todos los santuarios de la peregrinación y con el apoyo del Papa, logró entrar en el Carmelo en Abril de 1888. Al entrar al convento, la maestra de novicias dijo; “ Desde su entrada en la orden, su porte tenía una dignidad poco común de su edad, que sorprendió a todas las religiosas.” Profesó como religiosa el 8 de Septiembre de 1890. Su deseo era llegar a la cumbre del monte del amor.

Teresita cumplió con las reglas y deberes de los carmelitas. Oraba con un inmenso fervor por los sacerdotes y los misioneros. Debido a esto, fue nombrada después de su muerte, con el título de patrona de las misiones, aunque nunca habia salido de su convento.

Se sometió a todas las austeridades de la orden, menos al ayuno, ya que era delicada de salud y sus superiores se lo impidieron. Entre las penitencias corporales, la más dura para ella era el frío del invierno en el convento. Pero ella decía “Quería Jesús concederme el martirio del corazón o el martirio de la carne; preferiría que me concediera ambos.” Y un día pudo exclamar “He llegado a un punto en el que me es imposible sufrir, porque todo sufrimiento es dulce.”

En 1893, a los veinte años, la hermana Teresa fue nombrada asistente de la maestra de novicias. Prácticamente ella era la maestra de novicias, aunque no tuviera el título. Con respecto a esta labor, decía ella que hacer el bien sin la ayuda de Dios era tan imposible como hacer que el sol brille a media noche.

Su padre enfermó perdiendo el uso de la razón a causa de dos ataques de parálisis. Celina, su hermana, se encargó de cuidarlo. Fueron unos año difíciles para las hijas. Al morir el padre, Celina ingresó al convento con sus hermanas.

En este mismo año, Teresita se enfermó de tuberculosis. Quería ir a una misión en Indochina pero su salud no se lo permitió. Sufrió mucho los últimos 18 meses de su vida. Fue un período de sufrimiento corporal y de pruebas espirituales. En junio de 1897 fue trasladada a la enfermería del convento de la que no volvió a salir. A partir de agosto ya no podía recibir la Comunión debido a su enfermedad y murió el 30 de Septiembre de ese año. Fue beatificada en 1923 y canonizada en 1925. Se le presenta como una monja carmelita con un crucifijo y rosas en los brazos. Ella decía que después de su muerte derramaría una lluvia de rosas.
El culto a esta santa comenzó a crecer con rapidez. Los milagros hechos gracias a su intercesión atrajeron a atención de los cristianos del mundo entero.

Escribió el libro “Historia de un alma” que es una autobiografía. Escribe frases preciosas como éstas en ese libro: “Para mí, orar consiste en elevar el corazón, en levantar los ojos al cielo, en manifestar mi graitud y mi amor lo mismo en el gozo que en la prueba.”; “Te ruego que poses tus divinos ojos sobre un gran número de almas pequeñas.” Teresita se contaba a sí misma entre las almas pequeñas, decía “Yo soy un alma minúscula, que sólo puede ofrecer pequeñeces a nuestro Señor.”

¿Qué nos enseña Santa Teresita?

Nos enseña un camino para llegar a Dios: la sencillez de alma. Hacer por amor a Dios nuestras labores de todos los días. Tener detalles de amor con los que nos rodean. Esta es la “grandeza” de Santa Teresita. Decía: “Quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra.”El secreto es reconocer nuestra pequeñez ante Dios, nuestro Padre. Tener una actitud de niño al amar a Dios, es decir, amarlo con simplicidad, con confianza absoltua, con humildad sirvendo a los demás. Esto es a lo que ella llama su “caminito”. Es el camino de la infancia espiritual, un camino de confianza y entrega absoluta a Dios.

Nos enseña a servir a los demás con amor y perfección viendo en ellos a Jesús. Toda su vida fue de servicio a los demás. Ser mejores cada día con los demás en los detalles de todos los días.

Nos enseña a tener paciencia ante las dificultades de la vida. Su enfermedad requi-rió de mucha paciencia y aceptación. Sólo estando cerca de Dios el sufrimiento se hace dulce.

Nos enseña a tener sentido del humor ante lo inevitable. Dicen que durante la meditación en el convento, una de las hermanas agitaba su rosario y esto irritaba a Santa Teresita. Decidió entonces en lugar de tratar de no oir nada, escuchar este ruido como si fuera una música preciosa. En nuestras vidas hay situaciones o acciones de los demás que nos molestan y que no podemos evitar. Debemos aprender a reirnos de éstas, a disfrutarlas por que nos dan la oportunidad de ofrecer algo a Dios.

Nos enseña que podemos vivir nuestro cielo en la tierra haciendo el bien a los que nos rodean. Actuar con bondad siempre, buscando lo mejor para los demás. Esta es una manera de alcanzar el cielo.

Nos enseña a ser sencillos como niños para llegar a Dios. Orar con confianza, con simplicidad. Sentirnos pequeños ante Dios nuestro Padre.

Oración

Virgen María y Santa Teresita, ayúdenme a tener más amor a Dios para servir mejor a los que me rodean.
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Fuente: Catholic.net


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Los milagros asombrosos de la Virgen del Rayo https://www.reinadelcielo.org/los-milagros-asombrosos-de-la-virgen-del-rayo/ Fri, 16 Aug 2024 08:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=26475 El 30 de mayo de 1722 -este año se celebran tres siglos- se fundó el monasterio de Jesús María de Guadalajara, Jalisco (México), de religiosas dominicas, que mantienen el carisma dominico de «alabar, bendecir y predicar». Está en el centro de la ciudad, a cinco minutos del zócalo y la catedral. En México han pasado muchas cosas en estos 3 siglos, con guerras, desastres y persecuciones anticlericales, pero las dominicas siguen allí.

Este monasterio es el lugar donde nació una peculiar advocación mariana que desde allí se extendió a otras regiones de México y de otros países: Nuestra Señora del Rayo.

Una terrible tormenta y un rayo en el dormitorio

En la madrugada del 13 de agosto de 1807 una terrible tormenta estalló sobre la ciudad. La lluvia golpeó las ventanas, un trueno hizo temblar el edificio y despertó a todas las religiosas y un rayo golpeó la imagen de la Virgen del Rosario con el Niño que estaba en el dormitorio.

Estalló un incendio y las religiosas se alejaron con rapidez. Cuando se controló el incendio, comprobaron que la imagen de la Virgen estaba ennegrecida, y también su rosario, aunque el Niño había quedado ileso, igual que los cuadros de Santo Domingo y de la Trinidad. Pese al rayo y el incendio, todas las religiosas estaban indemnes, dieron gracias a Dios y a la Virgen y llevaron la imagen ennegrecida a la capilla del convento.

Cinco días después, el 18 de agosto, dos obreros y algunas monjas se encontraban en la capilla a media tarde. De repente, se fue la luz del sol, tapada por unas nubes negras repentinas. Según se cuenta, la estatua de María comenzó a brillar con un intenso resplandor “sobrenatural”. Los testigos querían huir pero se encontraban como petrificados o hipnotizados mirando la estancia. En ese momento entraron el resto de religiosas para las Vísperas. Sonó un trueno, brilló un relámpago, un destello de luz golpeó la estatua ennegrecida y todos vieron cómo cambiaba de color.

La imagen cambió de color, a rosado, a blanco, y luego a su color original. Los ojos, que 5 días antes se habían roto, ahora se abrieron y brillaban como diamantes. Ahora la imagen era más hermosa que antes de la primera tormenta. El segundo destello «reparó» lo dañado por el primer rayo.

Como sucedía a menudo en todo el mundo hispano cuando se daba un milagro en el s.XVII y XVIII, enseguida llegaron escribanos, testigos y autoridades para levantar acta y dejar papeles al respecto. Hizo una investigación el capellán del convento, Manuel Cerviño, y también el canónigo de la catedral José María Gómez y Villaseñor (que llegaría a ser nombrado obispo de Michoacán, aunque murió antes de poder ejercer el cargo).

Los documentos originales en los que dejaban testimonio de este hecho milagroso se perdieron durante la Guerra civil de los Tres Años (de 1858 a 1861), pero los hechos y los textos se recordaron.

Curaciones documentadas

Con la aprobación de la Iglesia, nació la devoción a la Virgen del Rayo, apoyada por curaciones milagrosas que se documentaban.

Así, la religiosa del convento Cecilia de San Cayetano, de 22 años, enfermó de «una fiebre que le paralizó la columna». Los tratamientos de 8 años de buenos médicos no le ayudaron. Ya no podía caminar y sufría constante dolor.

El 17 de diciembre de 1850 sintió un impulso irresistible de visitar a la Virgen del Rayo en la capilla. La subpriora la ayudó a acercarse. Se desplomó a sus pies casi inconsciente. Se sentía abatida también espiritualmente. Rezó así: “Oh, devuélveme la salud, Madre Buena, que si sigo así temo por mi salvación”. El milagro fue inmediato: volvió caminando sin ayuda a su habitación por primera vez en 8 años y vivió otros 20 años con buena salud.

Otra curación registrada fue la de doña Micaela Contreras, quien se curó instantáneamente el 17 de septiembre de 1856, después de sufrir una parálisis por 32 años.

En 1940 la imagen recibió la coronación pontificia concedida por Pío XII, con una ceremonia en la catedral. En la ciudad le dan dos títulos más: defensora de los que no tienen trabajo y de los que tienen necesidades urgentes. Otras ciudades han creado parroquias dedicadas a esta advocación.

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Fuente: Cari Filii


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Huía de su vocación, pero la pandemia hizo que se reencontrara con Jesús https://www.reinadelcielo.org/huia-de-su-vocacion-pero-la-pandemia-hizo-que-se-reencontrara-con-jesus/ Fri, 07 May 2021 19:11:52 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25639 La pandemia que está asolando todos los rincones del mundo también afecta al terreno religioso, y son abundantes los casos de jóvenes de la “Generación Covid” que han encontrado su vocación a lo largo de los últimos meses.

Es el caso de Genevieve Gignoux, una joven de Phoenix (Arizona) que con 18 años se preparaba para comenzar sus estudios en la universidad cuando supo que “Dios tenía otros planes”. “No sé donde estaría ahora de no ser por el Covid”, cuenta a Clarifying Catholicism mientras se prepara para ingresar en las Hermanas Dominicas de María Madre de la Eucaristía.

Una infancia cerca de la fe

Genevieve creció en una familia profundamente católica. “Ir a misa y rezar juntos me ayudó a abrazar personalmente la fe”. También influyeron “mis padres, que siempre han sido un ejemplo de amor y entrega, y nos enviaban a mis hermanas y a mí a eventos organizados por religiosas” desde la infancia.

La joven valora como una bendición haber recibido una educación católica. “Tuve la suerte de asistir a Sant Mary´s Catholic High School, donde encontré amigos católicos y profundicé en la fe con los sacramentos y la doctrina que nos enseñaban”, cuenta.

Unas monjas “nos daban clase de teología y nos contaban sus historias de vocación”. Esto impactó a Genevieve, que sintió “una profunda convicción de que necesitaba encontrar” la suya, “y comencé a rezar para conocer la voluntad de Dios”.

“Nunca más feliz” que rezando en Lourdes

Ver a su hermana mayor encontrarse con el Señor y discernir su vocación motivó aún más la inquietud de la estudiante. “Su sí a Jesús profundizó mi deseo de encontrar el mismo gozo que ella en la vida religiosa”, pero a medida que avanzaba en sus estudios, desechó la idea pensando lo extraño que sería que Dios llamase a dos hermanas a la vez.

Sin embargo, durante su último año en la escuela, un viaje a Lourdes “tuvo un gran impacto en mi fe”. Cuenta que “una noche, las hermanas nos llevaron a la gruta a rezar, me arrodillé, y supe que nunca había sido más feliz que en aquel momento. Lourdes aumentó mi vocación, pero no me di cuenta en ese momento”.

No podía ignorar la llamada

Genevieve quería ir a una prestigiosa universidad católica. Estaba emocionada cuando visitaba el centro, pero sentía que “algo no estaba bien. Estudiantes católicos, buenos programas, amigos que estudiarían allí…faltaba algo”.

“Comencé a asistir a misa diaria y aumenté mi oración, pidiendo a Dios para hacer lo correcto. `Solo quiero hacer Tu voluntad, renunciaré a esta vida si me lo pides, pero necesito que me lo muestres´”, rezaba.

“El día de la Virgen de Lourdes, pedí ayuda a María. Al acostarme, sentí un presentimiento y pensé: `¿Qué pasaría si yo debiese ser monja y lo hubiese ignorado todo este tiempo?´. Desde ese momento, decidí que discerniría mi vocación”.

“Dios tenía otros planes”

“Al día siguiente, escuchamos las historias de vocación de algunas hermanas que estaban en la escuela, y cuando nos íbamos, me dijeron que la hermana Mercedes quería hablar conmigo”.

“Fui a su despacho y me invitó a ir al retiro de discernimiento en marzo de 2020”, recuerda. “Tenía una imagen perfecta en mi cabeza de cómo sería todo. Iba a misa diaria, tenía más vida de oración, me preparaba para ir a un retiro… Estaba convencida de que, con todo eso, Dios me daría la gracia de conocer Su voluntad”. Pero una vez más, “Dios tenía otros planes”.

Genevieve habla en su canal sobre las virtudes del liderazgo católico.

Y llegó la pandemia

Era marzo, y “con la llegada del Covid, se canceló el retiro. Me sentía perdida, no sabía a qué me llamaba Dios, y se cancelaron la misa y la escuela”, cuenta. “Decidí frecuentar la adoración, y acabé yendo casi todos los días. Era el momento más incierto de mi vida, y a la vez fue una de las mayores bendiciones que jamás he recibido”.

“Mi alma se refugió en la tranquilidad de la capilla, y me enamoré de Jesús. Una noche, me di cuenta de que Dios me estaba ofreciendo todo lo que siempre había soñado en la vida religiosa y experimenté a Jesús invitándome: `ven y sígueme´”.

“Me entregué por completo a Su plan”, explica, “incluso si eso significaba renunciar a cosas por Él. Solo quería estar con Jesús, y supe que si me llamaba a la vida religiosa, sería con las Hermanas Dominicas de María”, donde también está su hermana mayor.

El miedo se convirtió en algo pequeño

Hablando con la hermana Mercedes, “le conté todos los miedos que hacían que elegir la universidad pareciese más fácil, pero me dijo que no podía dejar que el miedo controlara mi decisión, y me habló de la paz y el gozo que sigue a actuar según el llamado de Dios”.

Genevieve sabía que “no tenía excusa para decir que no, y si lo hacía, me arrepentiría para siempre”. A la mañana siguiente, llamó a la hermana Joseph Andrew y pidió hacer la solicitud. “El miedo no desapareció, pero se convirtió en algo pequeño e insignificante”, confesó.

Todas las piezas encajaban

Entonces “me di cuenta de cómo cada gracia que Dios me ha dado era una preparación para el momento en que conocí cuál era mi vocación, que era la pieza que faltaba para completar el rompecabezas de mi vida”.

Genevieve fue aceptada para ingresar en las Hermanas Dominicas el 22 de agosto, después de la eucaristía.

“Experimenté una plenitud de gozo que solo Dios puede dar cuando hacemos su voluntad. Sin el Covid, no sé dónde estaría en este momento. Aunque todo parezca incierto y haya motivos para temer, si le entregamos ese miedo a Dios, Él traerá algo mejor de lo que jamás podríamos imaginar” concluye Genevieve, ya formando parte de las Hermanas junto con otras 17 jóvenes postulantes.

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Fuente: Religión en Libertad


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La alegría de ser monja https://www.reinadelcielo.org/la-alegria-de-ser-monja/ Thu, 01 Mar 2018 18:08:36 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=11440 ]]>

Descubrir el camino, encontrar la propia vocación, escuchar la llamada y responder, supone una alegría y profundo sentimiento de paz y de haber encontrado sentido a la vida.

Esta es la historia de la hermana María  que quiso ingresar en el convento de carmelitas de Valladolid nada más cumplir la mayoría de edad. ¿Razón? La felicidad que ha encontrado en su actual casa y que le faltaba durante su vida tópica de «joven de su tiempo».

¡Disfruta de este esta entrevista!

 


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De ejecutiva a monja en Medjugorje https://www.reinadelcielo.org/de-ejecutiva-a-monja-en-medjugorje/ Fri, 23 Jun 2017 09:37:44 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9712 En el impresionante lago alpino de Orta, en el norte de Italia, se encuentra la pequeña isla de San Julio, que en sus apenas 270 metros de largo y 140 de ancho alberga la Abadía benedictina Mater Ecclesiae. En este bello y tranquilo lugar vive ahora Nicoletta Falzoni, cuyo nombre actual es sor María Fides, tras haber hecho los votos perpetuos.

Esta joven italiana cambió el éxito empresarial, el alboroto de Milán y su ajetreada vida como alto cargo de una multinacional, era ‘brand manager’ en una tabacalera, por una vida de oración y contemplación en un monasterio en una isla diminuta situada en el interior de un lago.

El pasado 6 de mayo realizó la profesión perpetua de sus votos abriendo una etapa y cerrando otra que empezó el día que se encontró a Jesús a través de la Virgen María. En una entrevista en L´Azione, semanario de la Diócesis de Vittorio Veneto, habla de su vocación.

Una vocación “rayo”

“Creo que puedo definir mi llamada como una ‘vocación rayo’”, afirma. Y es que su conversión y su llamada a la vida religiosa fueron muy seguidas. Prácticamente un año después de encontrar la fe pidió su entrada en la abadía. Por ello, estos cinco años de noviciado ha servido para asentar su fe.

Todo comenzó en 2011 cuando siendo un alto cargo de una gran empresa decidió acudir a Medjugorje. Allí tuvo un encuentro tan grande con el Señor y con la Virgen que su vida dio un vuelco completo. Nada era igual para ella ya. Ni el éxito, ni el dinero, ni nada parecido.

La comunión, la oración eran parte fundamental de su vida y no considera “casualidad” que conociese también esta abadía. Vio que era el lugar que había elegido Dios para ella. Este proceso duró meses.

El Señor le ofreció un tesoro que no pudo rechazar

Abadía¿Cómo explicó todo esto a su entorno? “La explicación más básica y simple que puedo dar es que confío en Jesús. Me di cuenta de que a través de esta llamada, el Señor me dio el tesoro oculto por el que vale la pena dejar todo lo demás, la perla antes de la cual cualquier propiedad pierde valor”.

La abadía se encuentra en una pequeña isla del lago Orta, en el norte de Italia

La hermana María Fides, antes Nicoletta, explica que “estamos acostumbrados a planificar, organizar y queremos tener todo bajo control. Sin embargo, el Señor nos pide seguir el camino sin chaleco salvavidas o paracaídas. El mundo nos ofrece tanto: carrera, éxito, riqueza, reconocimiento, autoafirmación y esto es ciertamente muy atractivo. Pero la llamada de Dios va en dirección opuesta porque (Jesús) nos tranquiliza: ‘no temas’ y su fidelidad dura por siempre”.

La importancia de rezar, y de hacerlo en familia

Durante estos años en el noviciado afirma que “me he dado cuenta de que el Señor no nos llama a hacer o no hacer algo sino a ‘hagamos’, a hacer su voluntad, tal y como hacía Santa Teresa de Calcuta cuando se definía a sí misma como un simple lápiz en las manos de un artista divino. Es él a través de nosotros”.

Sor María Fides habla también de la importante misión que tiene desde la clausura más allá de la oración y es mostrar al mundo de hoy el camino que se debe seguir. Y ella sabe muy bien de lo que habla debido a su anterior vida profesional. “Hay tanta necesidad de vida interior y de silencio. Me parece importante recordar la importancia de la oración y del rezo del Rosario especialmente en familia”.

La alienación de los teléfonos móviles

Y en este punto da la clave a uno de los grandes problemas de hoy: “nada une más que rezar juntos, y esto también puede ser una valiosa ayuda para contrarrestar la alienación que hay debido al uso de los teléfonos móviles, que están siempre en la mano, incluso en misa”.

“La tecnología permite ahora rebotar noticias a tiempo real desde un extremo de la tierra a otro pero muestra una realidad dramática: cuanto más se acortan las distancia y los tiempos en el mundo, más se cava un abismo de soledad insondable. Es fácil conocer lo que se sucede en el extremo opuesto del globo, pero paradójicamente es cada vez más difícil establecer un diálogo real con el vecino o incluso con miembros de la misma familia”, cuenta esta monja benedictina.

Por ello, cree que puede ser de gran ayuda pues considera que “su testimonio ante el mundo será mostrar por su propia existencia la dirección en la que hay que mirar”.

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Fuente: Religión en Libertad


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«Un pedacito de Cielo» junto a las Hermanas Clarisas https://www.reinadelcielo.org/un-pedacito-de-cielo-junto-a-las-hermanas-clarisas/ Fri, 02 Jun 2017 16:01:41 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9546 Tras una sequía vocacional que ha llevado a muchos conventos a ser cerrados, se ha producido en España un florecimiento de la vida religiosa. Chicas jóvenes, muchas de ellas con prometedores carreras profesionales dejaban todo para seguir a Jesucristo y dedicar su vida a la oración y a la contemplación. Conventos como el de Iesu Comunio en La Aguilera o el de las dominicas de Lerma son un ejemplo que ha interrogado a muchos sobre el misterio que ha llevado a cientos de chicas a abrazar una vida dura pero que, sin embargo, las llena de felicidad.

Entre estos conventos florecientes hay uno que ha escapado a los focos pero que destaca por su vitalidad y su juventud. Son las clarisas de Soria, cuyo convento se sitúa en la iglesia de Santo Domingo, uno de los grandes monumentos del románico español.

Estas humildes religiosas consiguen evangelizar a diario desde la clausura. Como ya ha dicho el Papa Francisco en varias ocasiones la Iglesia crecerá por “atracción”. Y es lo que ocurre en este convento soriano.

Un ejército de jóvenes al servicio del Señor

La gente acude atraída por la paz que transmiten estas religiosas, por la alegría que contagian y por esta evangelización que sólo unas monjas pueden hacer desde el otro lado de las rejas. Es la Palabra que se va colando en el interior del que acude sin que lo perciba. Y cuando se quieren dar cuenta las monjas han conseguido inocular en sus visitantes esa semilla.

La comunidad religiosa es una de las más vitales de España. Actualmente supera las sesenta hermanas. En su gran mayoría jóvenes, muy jóvenes. El que acude a rezar con ellas puede observar numerosos velos blancos de las todavía postulantes e incluso varias con la cabeza aún descubierta. Las clarisas de Soria se han convertido sin duda en un foco de atracción evangelizadora.

Todas las tardes una hora antes de que dé comienzo la Eucaristía, todas las hermanas rezan vísperas ante el Santísimo Sacramento, expuesto permanentemente en el templo. En ese momento se produce la interacción con la gente. Muchos acuden sabiendo que las religiosas rezan en ese momento pero numerosos turistas reciben un inesperado regalo.

El gran regalo a turistas y vecinos

Es el caso de Isabel, una madrileña que acudió junto a su marido a la iglesia de Santo Domingo a contemplar la belleza de su fachada y al entrar al templo vio un espectáculo maravilloso. En ese momento decenas de monjas cantaban los salmos de las vísperas con una melodía que nunca podrá olvidar.

“Fue como entrar en el Cielo”, asegura esta joven. De hecho, durante los días que permanecieron en Soria, Isabel y su marido no dejaron de acudir puntualmente al convento a rezar con las monjas. Junto a ellos, muchos turistas se quedaban boquiabiertos con la acción del Espíritu Santo.

Esta joven cuenta a ReL que “fuimos a Soria a descansar y a desconectar del estrés de Madrid pero nunca esperábamos encontrar algo así. No sabíamos que existían estas monjas y fue el mejor regalo que Dios nos pudo hacer”.

Las monjas dieron a este matrimonio paz y fuerza para seguir la lucha diaria contra el mundo y sus apetencias. Las religiosas actuaron como lo que son, un pilar de la Iglesia, que con su oración mantienen los cimientos.

Esta comunidad religiosa sigue recibiendo vocaciones pero además está siendo el auxilio de otros conventos necesitados de religiosas. Se están convirtiendo en un importante pulmón de la orden.

¿Cuál es el éxito de este convento?

Una de las preguntas que mucha gente, dentro y fuera de la Iglesia, se hace es el motivo por el cual un convento tiene tantísimas vocaciones y atrae a tantas jóvenes y otros estén echando el cerrojo ante la falta de religiosas.

Para conocer el secreto de Soria hay que remontarse décadas atrás, pues ahora se está recogiendo lo que entonces se sembró. Y en todo ello tuvo mucho que ver la madre Clara de la Concepción, la que fue durante mucho tiempo madre superiora, y que está en proceso de beatificación tras haber sido declarada venerable por parte del Papa Francisco.

Sor Clara de la Concepción, que falleció en 1973, fue una adelantada a su tiempo, lo que produjo también para ella muchos sufrimientos e incomprensiones. Sin embargo, los frutos hoy son muy visibles.

Sor Clara de la Concepción, una adelantada a su tiempo

Esta religiosa quiso llevar al convento de Santo Domingo a la regla primitiva de Santa Clara. Quiso que se viviese hasta el extremo el espíritu de la fundadora. Esto exigía muchos sacrificios como el vivir con mayor pobreza aún y con un abandono total a la providencia. Fue una especie de renovadora antes del Concilio. De hecho, en la cita vaticana se pidió que se volviera al carisma original de las órdenes. Ella ya lo había hecho mucho antes. Otras órdenes no quisieron seguir estas indicaciones y ahora agonizan.

Otro elemento del éxito del convento fue la lucha de esta madre superiora por el Santísimo Sacramento. Quería que estuviese expuesto de manera perpetua en la Iglesia. Para ella no había ningún faro mejor para guiar a la comunidad que Jesucristo Eucaristía. Finalmente consiguió, no sin esfuerzos ni sufrimientos, los permisos de las autoridades eclesiásticas. Todo ello, unido al gran amor y personalidad de Clara de la Concepción ha conseguido que cuarenta años después de su muerte los frutos sean cada vez mayores en el convento.

La fidelidad al carisma y la vivencia radical del Evangelio es el principal foco de atracción de una juventud que quiere y necesita esta radicalidad. Por ello, los conventos, movimientos y parroquias que apuestan por esta verdad florecen frente a aquellos que edulcoran la Iglesia introduciendo en ella la ideología del mundo.

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Fuente: Religión en Libertad


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Dolores Hart, de Hollywood al Convento https://www.reinadelcielo.org/dolores-hart-de-hollywood-al-convento/ Fri, 01 May 2015 08:11:21 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=4007

Dolores Hart comenzó su carrera de actriz cuando tenía 19 años, haciendo su debut en pantalla en 1957 como la novia de Elvis en “Loving You”.  Pero en el apogeo de su carrera en Hollywood Dolores sorprendió al mundo cuando decidió convertirse en monja de clausura entrando a la Abadía de Regina Laudis, en Connecticut, al norte de la ciudad de Nueva York.

Tenemos el honor de conocer personalmente a la Madre Dolores Hart, y a las demás hermanas benedictinas que hacen Regina Laudis. Entendemos porque ella se aparto del mundo y se unio a ese pequeño cielo que es este convento en medio del bosque y las colinas. Hay mucho para decir de ellas, pero comencemos con la extraordinaria historia de esta exitosa actriz de Hollywood que se volvió esposa del Señor.

Mira la entrevista a la Madre Dolores

Dolores Hart, comenzó su carrera de actriz cuando tenía 19 años, haciendo su debut en pantalla en 1957 como la novia de Elvis en “Loving You”. Dolores se convirtió, de la noche a la mañana, en una historia de éxito y protagonizó al año siguiente (1958) “king Creole”, otra vez con Elvis. Después interpretó, en Broadway, “The Pleasure of His Company” en 1959, por lo que ganó una nominación al Premio Tony, como “mejor actriz de reparto”. A esto siguieron otras películas exitosas, incluidas las tan populares “Where the Boys Are” y “Lisa”, la historia de una joven sobreviviente del Holocausto, lo cual le hizo ganar una nominación al Globo de Oro como “mejor película dramática”. Para entonces, siendo ella una de las estrella en alza de Hollywood, continuó haciendo seis películas más, entre ellas “San Francisco de Asís”, donde ella protagonizó a Clara, una mujer que renuncia a todo para seguir a San Francisco y funda la Orden de las Clarisas. El último papel cinematográfico de Dolores fue junto a Hugh O’Brien en 1963 en “Come Fly With Me”.

Dolores Hart y Elvis PresleyEn el apogeo de su carrera, Dolores sorprendió al mundo cuando decidió convertirse en monja de clausura y entrando a la Abadía de Regina Laudis. “Sabía que eso era lo que Dios quería de mi”, dijo años después. La misión de Madre Dolores como actriz no finalizó, sino que dio un giro contemplativo. “Nunca sentí que estaba “caminando lejos de Hollywood” —dijo ella recientemente. “Sentí que estaba caminando en algo más significativo y por eso llevé a Hollywood conmigo”. En 1986, en colaboración con su querida amiga difunta, Patricia Neal, Madre Dolores Madre fundó “The Gary-The Olivia Theater”, un teatro al aire libre en la abadía que hace representaciones cada año.

No fue hasta que comenzamos un teatro en la misma abadía cuando realmente pude ver cómo ayudar a los jóvenes a encontrar su vocación en Cristo, por medio del teatro.

Madre Dolores nos ha mostrado cómo la filmación puede ser un medio artístico para un crecimiento espiritual y relacional, y por el rodaje de las actividades de la comunidad, a lo largo de los años, ella creó una documentación invaluable de la vida monástica contemplativa. Ella continúa como miembro votante de la “Academy of Motion Picture Arts & Sciences”. Ella recibió dos Doctorados Honoris Causa: En Jurisprudencia de la Universidad de Fairfield y en Bellas Artes por la Universidad de Loyola Marymount en Los Ángeles.

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Fuente: http://abbeyofreginalaudis.org

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