Cielo – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Mon, 12 Aug 2024 16:20:00 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Novena a la Asunción de la Virgen María https://www.reinadelcielo.org/novena-a-la-asuncion-de-la-virgen-maria/ Mon, 12 Aug 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=156 Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María
15 de agosto

El dogma de la Asunción

Solemnidad de la Asunción de la bienaventurada Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo, que, acabado el curso de su vida en la tierra, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria de los cielos. Esta verdad de fe, recibida de la tradición de la Iglesia, fue definida solemnemente por el papa Pío XII en 1950.

Día primero

Oh, María sin pecado concebida!
la más Preciosa Niña,
Reina de las Maravillas.
Regálame en este día,
hacerme pequeñito,
y siempre ser tu verdadero hijo,
para llegar algún día al Dios de la Vida.
Amén.

En cada día se puede rezar un
Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Día segundo

Regina Coeli (ft img)

María, princesa desde niña,
sobre la tierra sería ya nuestra guía
y en Tí resplandecería
el cumplimiento de las profecías.
Oh! mi dulce compañía,
guía a este siervo pequeñito,
que nada sería si en él no estaría
la Luz Divina.
Amén.

Día tercero

Vaso purísimo!, Estrella mía!
que hilabas en tu Seno, como Virgen Inmaculada,
al Dios que amabas,
que por Él suspirabas
y que brillaba, en una Niña Casta
que se esposaba como Inmaculada.
Haz que la pureza en mí resplandezca
y que inunde toda la tierra que parece desierta.
Amén.

Día cuarto

Oh, María! del mismo Dios alegría.
Oh, María! a la que el ángel saludaría
y le confiaría la más hermosa noticia,
que en Tí viviría el Dios de la Vida,
el Mesías esperado,
ya anunciado y por los corazones anhelado.
Oh, Lirio Perfumado! por el Señor siempre Santo!
haced que digamos siempre “Sí” y vivamos para Tí,
pues el Buen Dios a Tí nos dió
y desde la Encarnación te señaló
como Corredentora para nos.
Amén.

Día quinto

Madre mía, bella María!
que en tus brazos acunarías,
al Sol que iluminaría nuestras pobres vidas.
Oh, María! cuyos ojos mirarían
con dulzura infinita al Niño que padecería
y nos redimiría en la Cruz un día.
Haz que seamos mansos y humildes de corazón
como lo fue siempre Nuestro Señor.
Amén.

Día sexto

Madre de Redención

Oh, Madre de Redención!
cáliz de amor!
llévanos al Salvador,
misterio de alegría en el corazón
y en el que palpita la alabanza al Padre Creador.
Haz que la esperanza inunde nuestra alma,
pues es nuestro Dios, escudo de Salvación,
quien es nuestra protección
ya que con Su Sangre nos cubrió
y nos enseñó lo que es el verdadero amor.
Amén.

Día séptimo

Oh, María!, Señora mía!
enséñame en este día,
lo que la caridad sería,
para llegar algún día
a la Tierra Prometida!.
Oh, María!, Rosa Castísima!
muéstrame el camino de la verdad
para que llegue a la santidad
Amén.

Día octavo

Oh, María!, Auxiliadora mia!
haced que el Espíritu Santo,
sea derramado
en esta pobre vasija de barro
y que sea por Él llenada
para purificarla y habitarla,
labrándola a tu semejanza.
Amén.

Día noveno

Oh, Amadísima! oh, Madre mía!
oh, Virgen María!
a la que los ángeles subirían
al Cielo con singular alegría.
Oh María, pináculo de amor!.
Oh, María!
reina hoy en cada corazón,
dándonos tu Inmaculado Corazón,
como Reina del Cielo y la tierra que sos!.
Oh, María, postrado ante Vos,
sólo tuyo soy, como esclavo de amor.
Amén.


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¿Quién puede comprender? https://www.reinadelcielo.org/quien-puede-comprender/ Mon, 22 Jul 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=451 ]]> ¿Quién puede comprender lo que se siente? ¿Cómo explicar lo que vibra en nuestro interior, cuando amamos a Jesús? Un abismo nos separa de la tierra, y con melancolía pensamos en la Casa del Padre, ¡cómo quisiéramos estar allí! No hay palabras que puedan describir lo distantes que nos sentimos del mundo y sus vanidades, como rechazamos aquello por lo que se desviven las multitudes. Son estados de ánimo en que Jesús nos pasa el arado de ida y de vuelta, por encima y por revés, para que estemos más preparados que nunca para lo que viene, para la siembra. ¡Es que Él quiere asegurarse una gran cosecha!

Extasiados y enredados en Sus lazos silenciosos, sentimos que nuestra alma sabe bien que detrás del arado viene la Palabra y luego la lluvia de Gracias. Nuestro espíritu se fortalece porque sabe que ya viene la época linda, del brote verde y tierno de la obra nueva, de los campos espigados y mansamente oscilantes y sujetos a los jugueteos de las ondas del viento. De la satisfacción infinita, que a nada se puede comparar, de ver que algo podemos hacer que alegra y hace sonreír a nuestro Señor.

Reino de Dios

De sonrisas, de sonrisas del Señor, ¡de Gloria! En definitiva, de un domingo de Pascuas en que temprano por la mañana tu alma va de la mano de Magdalena, entran al huerto y le gritan a una voz, ¡Raboni! Y El las mira sonrientes, Eterna mirada que atrapa, y abrazo que endulza y da vida. Es como si lo viera al Padre en este momento observando como tú y Magdalena, de la mano, hablan sobre nuestro Buen Jesús, y ríen y lloran de alegría ¡Está Vivo!

Quien puede comprender estos inefables sentimientos, estas explosiones del alma que nos muestran recuerdos que nunca existieron, pero que están ahí, vívidos, esperando salir de nuestro interior. Quien puede escucharnos y comprender, saber que esto es la verdadera felicidad. Que somos así, madera de otro Reino, frutos de un árbol de amor, quijada que muerde una causa y no la suelta, porque es amarrados a ella que queremos vivir, dulcemente esperando que llegue nuestra hora de ser actores de Su guión, de Su historia.

Por un minuto de Su sonrisa, damos una vida, entregamos el dolor. Por un minuto de Su Voz, damos el Reino, para que El lo tome y lo abra a quien sabe que otros, que necesitan de nuestra amistad con el Señor para ser aceptados. Reino que viene, que crece y se va, pero que se construye aquí, con estas pequeñas muestras de amor entre hermanos. Como ahora, querida alma, como ahora. Un mimo del Señor, una caricia, un rato para estar con El. Un abrazo sutil que nadie comprende, que nadie ve, sólo tú y El. A nadie lo dices, a nadie puedes explicar lo que se siente. Pero tú bien sabes que es El el que ha hecho nido en tu corazón, ahora que has sabido encontrarlo.

¡Señor, haz de mi vida una oración! ¡Haz de mi pensamiento un haz de luz que suba hasta Tus Pies! Una palabra de amor, una mirada de agradecimiento, una sonrisa cómplice, una voz que se eleva en mi interior y me dice que si, que somos dos amigos que se confían cada pequeño paso de mi vida. Ahora eres Tu el que sugiere, ahora soy yo el que habla. Ahora es un tiempo de Gracia porque sencillamente, Señor, estás caminando sobre el mundo. El Cielo se ha abajado a la tierra, y las piedras se abren a Su paso, para mayor Gloria de Dios.


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¿Qué es el purgatorio? https://www.reinadelcielo.org/que-es-el-purgatorio/ Wed, 13 Sep 2023 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8040 ]]> Cuando nos morimos, puede ocurrir una de las siguientes tres cosas: Vamos al Cielo directamente, vamos al Infierno, o bien vamos al Purgatorio. El Purgatorio es un estado en el que se encuentra la persona que ha muerto en gracia de Dios pero que no está plenamente purificada, y donde se es purificado para disfrutar plenamente de la presencia de Dios. Se trata de una persona salvada que vive en el amor de Dios y la salvación pero no de una manera plena, ya que ha de esperar,a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.

La Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura (por ejemplo 1 Co 3, 15; 1 P 1, 7) habla de un fuego purificador:

«Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquel que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12, 31). En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro (San Gregorio Magno, Dialogi 4, 41, 3).

Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: “Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado” (2 M 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico (cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos:

«Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de su padre (cf. Jb 1, 5), ¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? […] No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos» (San Juan Crisóstomo, In epistulam I ad Corinthios homilia 41, 5).

El escapulario

Escapulario de la Virgen del Carmen

¿Qué hacer hacer para minimizar la estancia en el Purgatorio? Además de ser buenos hijos de Dios, tenemos una gracia especial con el Escapulario.

¿Qué es el Escapulario? Es un símbolo de la protección de la Madre de Dios a sus devotos y un signo de su consagración a María. Nos lo dio la Santísima Virgen. Se lo entregó al General de la Orden del Carmelo, San Simón Stock, el 16 de julio de 1251, con estas palabras: «Toma este hábito, el que muera con él no padecerá el fuego eterno».

Alude a este hecho el Papa Pío XII cuando dice: «No se trata de un asunto de poca importancia, sino de la consecución de la vida eterna en virtud de la promesa hecha, según la tradición, por la Santísima Virgen». El llamado “Privilegio sabatino”, reconocido por el Papa Pío XII, consiste en que la Virgen, a los que mueran con el Santo Escapulario y expíen en el Purgatorio sus culpas, con su intercesión hará que alcancen la patria celestial lo antes posible, o, a más tardar, el sábado siguiente a su muerte.

Oración por las almas del purgatorio

San Nicolás de Tolentino (ft img)

¿Necesitan nuestra oración las almas del Purgatorio? La respuesta es afirmativa. Hemos de pedir por ellas al Señor, a la Virgen María y a algunos Santos para que las benditas almas salgan pronto del Purgatorio. El abogado de las almas del Purgatorio es San Nicolás de Tolentino. Podemos rezarle con la siguiente oración:

¡Oh glorioso Taumaturgo y Protector de las almas del purgatorio, San Nicolás de Tolentino! Con todo el afecto de mi alma te ruego que interpongas tu poderosa intercesión en favor de esas almas benditas, consiguiendo de la divina clemencia la condonación de todos sus delitos y sus penas, para que saliendo de aquella tenebrosa cárcel de dolores, vayan a gozar en el cielo de la visión beatífica de Dios. Y a mi, tu devoto siervo, alcánzame, ¡oh gran santo!, la más viva compasión y la más ardiente caridad hacia aquellas almas queridas. Amén.

También podemos dirigirnos al Señor de la siguiente forma en favor de las almas del Purgatorio:

Dios omnipotente, Padre de bondad y de misericordia, apiadaos de las benditas almas del Purgatorio y ayudad a mis queridos padres y antepasados.

A cada invocación se contesta: ¡Jesús mío, misericordia!

Ayudad a mis hermanos y parientes.
Ayudad a todos mis bienhechores espirituales y temporales.
Ayudad a los que han sido mis amigos y súbditos.
Ayudad a cuantos debo amor y oración.
Ayudad a cuantos he perjudicado y dañado.
Ayudad a los que han faltado contra mí.
Ayudad a aquellos a quienes profesáis predilección.
Ayudad a los que están más próximos a la unión con Vos.
Ayudad a los que os desean más ardientemente.
Ayudad a los que sufren más.
Ayudad a los que están más lejos de su liberación.
Ayudad a los que menos auxilio reciben.
Ayudad a los que más méritos tienen por la Iglesia.
Ayudad a los que fueron ricos aquí, y allí son los más pobres.
Ayudad a los poderosos, que ahora son como viles siervos.
Ayudad a los ciegos que ahora reconocen su ceguera.
Ayudad a los vanidosos que malgastaron su tiempo.
Ayudad a los pobres que no buscaron las riquezas divinas.
Ayudad a los tibios que muy poca oración han hecho.
Ayudad a los perezosos que han descuidado tantas obras buenas.
Ayudad a los de poca fe que descuidaron los santos Sacramentos.
Ayudad a los reincidentes que sólo por un milagro de la gracia se han salvado.
Ayudad a los padres que no vigilaron bien a sus hijos.
Ayudad a los superiores poco atentos a la salvación de sus súbditos.
Ayudad a los pobres hombres, que casi sólo se preocuparon del dinero y del placer.
Ayudad a los de espíritu mundano que no aprovecharon sus riquezas o talentos para el cielo.
Ayudad a los necios, que vieron morir a tantos no acordándose de su propia muerte.
Ayudad a los que no dispusieron a tiempo de su casa, estando completamente desprevenidos para el viaje más importante.
Ayudad a los que juzgaréis tanto más severamente, cuánto más les fue confiado.
Ayudad a los pontífices, reyes y príncipes.
Ayudad a los obispos y sus consejeros. Ayudad a mis maestros y pastores de almas.
Ayudad a los finados sacerdotes de esta diócesis.
Ayudad a los sacerdotes y religiosos de la Iglesia católica.
Ayudad a los defensores de la santa fe.
Ayudad a los caídos en los campos de batalla.
Ayudad a los sepultados en los mares.
Ayudad a los muertos repentinamente.
Ayudad a los fallecidos sin recibir los santos sacramentos.

V. Dadles, Señor, a todas las almas el descanso eterno.
R. Y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz.
V. Que en paz descansen.
R. Amén.


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Cuando Miras a María https://www.reinadelcielo.org/cuando-miras-a-maria/ Mon, 14 Aug 2023 08:23:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=516 Imágenes de María en todas sus advocaciones, vestida de acuerdo al lugar y las costumbres del pueblo que rodeó cada una de sus manifestaciones, y con rasgos en su rostro que reflejan también quienes son los corazones que Ella quiere enamorar en cada caso. ¡María se adapta, como una Madre que busca de todas las formas posibles el educar y formar a sus hijos!

Virgen María 2

¡Las imágenes de María! Mirar a la Madre de Dios en los altares, esplendorosa y llena del amor que se derrama sobre nosotros, es mirar mucho más allá de la pequeña Mujer de Galilea que dos mil años atrás dio un humilde y escondido sí a un celestial visitante. Muchas veces nos ocurre a los enamorados de la Santa Madre de Dios que se nos pregunta u objeta tanto amor por la Virgen, como un posible olvido o error respecto del Dios Verdadero. ¿Y que decimos nosotros?.

Miren a la Virgen: ¿qué ven?. Se pueden observar muchos signos, porque Ella también manifiesta sus mensajes a través de la simbología de los pequeños detalles que rodean sus imágenes. Sin embargo, un dato en particular debe capturar nuestra atención: si observan bien, verán que la Virgen siempre tiene al Niño Jesús consigo. En muchas advocaciones el Niño está en sus brazos, mientras en otras se encuentra en su vientre: la cinta que María tiene sobre su vestido indica que está “encinta”, que tiene a su Niño consigo, para traerlo a este mundo,

De tal modo, cuando miramos a María podemos estar absolutamente seguros de que estamos mirando a Dios, al Niño Dios que está con Ella, siempre. Es que la misión de la Virgen es una y clara: ¡traernos a Jesús!. No se puede separar a ésta pequeña Mujer de Galilea de lo que es el motivo de su existencia: traernos al Niño Dios a nuestro mundo primero, y a nuestros corazones ahora, en nuestro tiempo. Y Jesús está muy contento de que sea Su Madre la que nos viene a buscar, a rescatarnos. El se siente feliz de estar en los brazos de Mamá o en su Seno Virginal cuando la envía a socorrernos.

Asunción de la Virgen

Jesucristo, el único Salvador, Dios Verdadero y Hombre Verdadero, ha elegido a la Criatura más perfecta para que sea Su Cuna, Su Tabernáculo, Su Cáliz. Las imágenes de la Virgen, de este modo, reflejan la unión indisoluble entre Dios y Criatura, entre Madre e Hijo, entre naturaleza Divina y humana, entre el Cielo y la tierra. No podemos mirar a la Virgen sin estar mirando a Dios al mismo tiempo, porque Ella es el Envase perfecto en el que Dios eligió venir a nosotros, Ella es la portadora de la Buena Nueva. María, la Esclava de Dios, es la primera en invitarnos a hacernos pequeños, hasta desaparecer, para que Cristo resplandezca a través nuestro. Ella nos enseña a negar nuestro ego, a negarnos a nosotros mismos, porque sólo El es, sólo Cristo es.

Cuando miras a la Madre, entonces, ves en realidad al Hijo. Porque el Hijo hizo a la Madre, para que la carne de la Madre forme la Carne del Hijo. Y si miras al Hijo, sin dudas también verás a la Madre, porque en Ella se resumen las virtudes que Dios, su Hijo, quiso infundirle a la Criatura más perfecta de la Creación, Su Madre.

¿Comprendes nuestro amor por la Madre, entonces, como un reflejo de nuestro amor por el Hijo, verdadero motivo de nuestra existencia y Dueño de nuestros corazones?


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El juicio particular https://www.reinadelcielo.org/el-juicio-particular/ Tue, 18 Jul 2023 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25197 ]]>

Según las visiones y revelaciones a Sor Natalia Magdolna. Al finalizar hacemos un comentario sobre “El gran Aviso” profetizado en Garabandal.

Dijo Sor Natalia

En varias ocasiones Jesús me llevó al lugar del juicio individual. La última vez que fui, oré por un alma pecadora. Mi confesor me dijo que le preguntara a Jesús si esa alma se había salvado. Entonces Jesús me permitió ver cómo esta alma había sido juzgada.

Yo pensaba que iba a ver algo aparatoso, mientras no vi nada de eso. Puedo describir esta experiencia sólo en imágenes.

Vi a esta alma mientras se acercaba al lugar del juicio. A un lado estaba el Ángel de su Guarda y al otro Satanás. Jesús, en su divina majestad los estaba esperando porque Él es el Juez.

El juicio fue rápido y en silencio. El alma pudo ver en un instante toda su vida, no con sus propios ojos, sino con los ojos de Jesús.

Vio las manchas negras, grandes y pequeñas. Si el alma va a la eterna condenación, no siente ningún remordimiento por lo que ha hecho. Jesús permanece callado y el alma se aparta de Él y entonces Satanás la arrebata y la arrastra al infierno.

Sin embargo, durante la mayor parte del tiempo, Jesús, con un amor indescriptible, extiende su mano y muestra el lugar al cual el alma debe ir. Jesús le dice: “¡Entra!”, y entonces el alma se pone un velo, similar al que he visto en el purgatorio, blanco o negro, y ella se dirige al purgatorio. La acompañan Nuestra Señora y su Ángel de la Guarda tratando de consolarla.

Estas almas son muy felices porque ya vieron su lugar en el Cielo donde les espera la felicidad eterna.

Nuestra Señora no está presente en todas las fases del juicio, pero antes de que se pronuncie la sentencia, Ella le suplica a su Hijo, como abogada defensora, exactamente como hace el abogado con su cliente, defendiendo en modo particular a las almas que durante su vida le fueron devotas. Pero cuando el juicio empieza, Ella desaparece, sólo su gracia está irradiando sobre el alma.

A la hora del juicio, el alma está completamente sola frente a Jesús.

Después del juicio, cuando el alma está cubierta con el velo del color apropiado, entonces la Virgen aparece otra vez, se pone al lado del alma y la acompaña por el camino del purgatorio.

La Virgen casi se pasa su tiempo en el purgatorio, irradiando sus gracias consoladoras y salvadoras.

El purgatorio es un lugar de purificación, pero también un lugar de felicidad. Las almas que esperan allí están aguardando felices el momento de entrar a la felicidad eterna. El énfasis es en la felicidad y no en el sufrimiento.

Olvidaba decir que el pecador que mencioné al principio, sí se salvó.


Comentario

El Aviso profetizado en Garabandal es también llamado “un juicio particular en pequeño”.

TODOS VAMOS HACIA UN ENCUENTRO PERSONAL CON JESÚS!

Dios nos va a conceder el gran favor de ver el estado de nuestra Alma y el destino que tendríamos en ese momento si nos muriésemos: Cielo, purgatorio o infierno.

Y quedando vivos acá, tendremos la gran oportunidad de enmienda, reparación y corrección y una conciencia muy profunda de la realidad del pecado en cada uno y en general.

También tendremos una experiencia muy viva del santo sacrificio de la Cruz y lo que Jesús padeció por cada uno de nosotros para redimirnos, razón por la que después del Aviso “lloraremos de lo que Dios nos Ama”, según dijo Conchita González, vidente de Garabandal.

El Aviso es una preparación para el gran Milagro donde habrá una experiencia sensible de la Gloria de Dios.

Luego, aquellos que no hayan enmendado y cambiado el rumbo después de estas dos grandes Gracias, pasarán por un gran castigo.

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Fuente: Pueblo de María


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Ascensión de Nuestro Señor https://www.reinadelcielo.org/ascension-de-nuestro-senor/ Fri, 19 May 2023 11:29:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=22187 ]]>

¡Es el momento en el que Jesús regresó al Cielo con su Padre, después de haber cumplido su misión en la tierra!

En el Evangelio de San Lucas 24, 50-53 se narra cómo, después de dar las últimas instrucciones a los Apóstoles, los llevó cerca de Betania y mientras los bendecía, alzando las manos, subió al Cielo. Los Apóstoles lo vieron alejarse hasta que desapareció en una nube.

Con su Ascensión al Cielo, Jesús nos abre las puertas para que podamos seguirle. La Ascensión es para todos los cristianos un símbolo de esperanza, pues sabemos que Cristo está sentado a la derecha del Padre, intercediendo por nosotros y que un día podremos llegar con Él a gozar de la felicidad eterna. Por esto, celebramos la fiesta con una Misa solemne. Durante la celebración de la Misa, puede haber una procesión solemne, con incienso. El crucifijo se adorna de blanco, se llevan luces y flores.

¿Qué nos enseña la Ascensión? 

Debemos luchar por ser perfectos y buenos para poder ir al Cielo con Jesús. Él vivió como todos nosotros su proyecto y lo fue perfeccionando día a día. Su proyecto no terminó con la Muerte, sino que siguió con su Resurrección y su Ascensión.

Con la Ascensión, Jesús alcanza la meta final y es exaltado; se hace Señor y primogénito de sus hermanos. La plenitud sólo se alcanza al final y es un don de Dios.

Jesús ha ascendido al Cielo y nos espera en la meta. Nosotros debemos trabajar para cumplir con nuestra misión en la tierra. Hay que vivir como Él, amar como Él, buscar el Reino de Dios.

Debemos anunciar el Evangelio con la palabra y con la vida.

El cielo es tuyo ¿Subes o te quedas?

¿Qué decir a los hombres sobre ella? ¿Qué te dirás a ti mismo? La Ascensión clava nuestra esperanza de forma inviolada en nuestra propia felicidad eterna. Así como Jesús, tu Hijo, el Hijo de José y María, ha subido con su cuerpo eternizado a la patria de los justos, así el mío y el de mis hermanos, el de todos los fieles que se esfuercen, subirá para nunca bajar, para quedarse para siempre allí.

La Ascensión, además, es un subir, es un superarse de continuo, un no resignarse al muladar. Subir, siempre subir; querer ser otro, distinto, mejor; mejor en lo humano, mejor en lo intelectual y en lo espiritual. Cuando uno se para, se enferma; cuando uno se para definitivamente, ha comenzado a morir. Se impone la lucha diaria, la tenaz conquista de una meta tras otra, hasta alcanzar la última, la añorada cima de ser santo. Esa es mi meta, esa es mi cima. ¿También la tuya?

Al ascender al cielo Jesús no pensaba sólo en su triunfo; quería que todos los hombres subieran con Él a la patria eterna. Había pagado el precio; había escrito el nombre de todos en el cielo, también el tuyo y el mío. El cielo es mío, el cielo es tuyo. ¿Subimos o nos quedamos? ¿Eterno muladar o eterna gloria? Voy a prepararos un lugar. ¡Con qué emoción se lo dijiste! Dios preparando un lugar, tu lugar, en el cielo.

Dios creó al hombre, a ti y a mí, para que, al final, viviéramos eternamente felices en la gloria. Si te salvas, Dios consigue su plan, y tú logras tu sueño. Entonces habrá valido la pena vivir…

¡Con cuanta ilusión Jesús hubiera llevado a la gloria consigo a sus dos compañeros de suplicio! Pero sólo pudo llevarse a uno. Porque el otro no quiso…

Si Cristo pudiese ser infeliz, lloraría eternamente por aquellos que, como a Gestas, no pudo salvar. Jesús lloró sobre Jerusalén, Jesús ha llorado por ti, cuando le has cerrado la puerta de tu alma. Ojalá que esas lágrimas, sumadas a su sangre, logren llevarte al cielo.

Si tú le pides con idéntica sinceridad que el buen ladrón: “Acuérdate de mí, Señor, cuando estés en tu Reino”, de seguro escucharás también: “Estarás conmigo en el Paraíso”. Y así, el que escribió tu nombre en el cielo podrá, por fin, decir: “Misión cumplida”.

Dios es amor. El cielo lo grita.

Lo ha demostrado mil veces y de mil formas. Te lo ha demostrado a ti; se lo ha demostrado a todos los hombres. Se lo ha probado amándoles sin medida, perdonándoles todo y siempre; regalándoles el cielo, dándoles a su Madre. Si no hemos sabido hacerlo, ya es hora de corresponder al amor. No podemos vivir sin amor. La vida sin Él es un penar continuo, una madeja de infelicidad y amarguras. Amar es la respuesta, es el sentido, amar eternamente al que infinitamente nos ha amado.

La ascensión nuestra al cielo será el último peldaño de la escalera; será la etapa final y feliz, sin retorno ni vuelta atrás. Debemos pensar en ella, soñar con ella y poner todos los medios para obtenerla. Todo será muy poco para conquistarla. Después del cielo sólo sigue el cielo. Después del Paraíso ya no hay nada que anhelar o esperar. Todos nuestros anhelos más profundos y entrañables, estarán, por fin, definitivamente cumplidos. Entonces, ¿te interesa el cielo?

¿A quién debo una felicidad tan grande? ¿A qué precio me lo ha conseguido. ¿Qué he hecho hasta ahora por el cielo? ¿Qué hago actualmente para asegurarlo? Y, en adelante, ¿qué pienso hacer?

Al final de la vida lo único que cuenta es lo hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos. “Yo sé que toda la vida humana se gasta y se consume bien o mal, y no hay posible ahorro. Los años son ésos y no más, y la eternidad es lo que sigue a esta vida. Gastarnos por Dios y por nuestros hermanos en Dios es lo razonable y seguro”.

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Fuente: Catholic.net


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El Credo, reloj del mundo https://www.reinadelcielo.org/el-credo-reloj-del-mundo/ Fri, 20 Jan 2023 08:53:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=571 Una oración que es un compendio de la historia del mundo, que en pocas palabras pone en secuencia perfecta los hechos más relevantes de ésta maravillosa historia de amor, del amor de un Dios por Su criatura. Palabra por palabra va desandando los pasos que marcan desde el origen de los tiempos, hasta el retorno del hombre al paraíso que nunca debió perder.

Porque yo creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, desde el Génesis, el origen de todo. Nuestro Papá Bueno puso en el pueblo Judío la semilla de Su Amor, para que fructifique y nos lleve a la Jerusalén Gloriosa. La Jerusalén que fue Su Casa, Su Morada, lugar al que El iba a venir a nosotros hecho Hombre, hecho Hermano nuestro.

Así es que yo creo en Jesucristo, Su Único Hijo, nuestro Señor, porque como dice Juan en el inicio de su Evangelio, el Verbo existió desde el inicio. Cristo estaba presente desde antes de la misma creación, porque es parte del Padre, es Dios como El y en El. Pero el Verbo quiso encarnarse y venir a nosotros, por eso fue Concebido por Obra y Gracia del Espíritu Santo, de El mismo, el mismo Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Divino.

Dios quiso vivir nuestra misma aventura terrenal, quiso vivir una vida como la nuestra. Y así nació de Santa María Virgen, la Criatura más perfecta que Dios jamás creó. Ella se transformó en el Nuevo Templo, la Nueva Casa de Dios en medio de Su pueblo. Pero Su pueblo no lo reconoció, y El padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, siendo humillado y despreciado, hasta el extremo de que fue Crucificado, Muerto y Sepultado.

Pero nuestro Dios hecho Hermano, hecho Hombre, no vino en vano. Su Cruz fue triunfo, Su sacrificio debía abrir los Cielos de la Salvación para nosotros. Por eso es que descendió a los infiernos, y al tercer día Resucitó entre los muertos. De éste modo completó la obra de la Redención, y reconcilió al hombre con Su Padre, lavando las culpas de Adán, y transformándose en el nuevo Adán, el Hombre Perfecto en el Amor que Dios siempre esperó de Su Criatura.

Parusía

Habiendo culminado Su tiempo en ésta tierra, El subió a los Cielos, y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Jesús volvió a Su Casa después de habernos mostrado con Su ejemplo el Camino a nuestro Hogar, la Verdad de Su Palabra, y la Vida Eterna, la Vida en el Reino de Su Padre. Y desde allí vendrá a juzgar a vivos y muertos, como el Justo Juez. Porque El se ha ganado todos los méritos para juzgarnos, habiendo comprado Su Trono, que es la Cruz, al precio de Su Sangre.

Sin embargo, Jesús no quiso dejar Su Obra incompleta. El fundó Su nuevo Pueblo, que lleva Su Nombre, derramando el Pentecostés en el Cenáculo para dar vida eterna a Su nueva y naciente Iglesia. Por eso es que yo creo en el Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida, fuerza vital que nos anima como Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo. Y también creo en la Santa Iglesia Católica, construida sobre la sangre de los mártires en aquellos primeros siglos después de la Ascensión del Señor a Su Reino. Y cómo no creer en la Comunión de los Santos, en la unión de las almas santas, las que llegaron al Reino, con las que aún están en el lugar de la purificación, unidas a las de aquellos que todavía estamos militando aquí. Los santos han dado vida a la iglesia a lo largo de los siglos, porque han sido el vehículo, el canal a través del cual Dios ha formado y hecho crecer a Su Cuerpo Místico hasta llevarlo a la edad madura.

Por eso, porque nuestra Iglesia ha llegado a la edad madura, creo en el perdón de los pecados. No sólo porque es un Sacramento que Jesús mismo nos ha legado, sino porque es evidente que vivimos los tiempos de la Misericordia, como Jesús mismo se lo anunció a Santa Faustina. Este es un tiempo de Gracia, como nos dice la Virgen en Medjugorje. Es un tiempo de espera, de perdón frente a tantos pecados de negación de Dios que comete el mundo actual.

Y si ya hemos llegado al perdón de los pecados, a los tiempos de la Misericordia, ¿qué falta, según el Credo, para que culmine ésta historia? Sólo resta que el Credo me recuerde que creo en la resurrección de la carne, y la Vida Eterna. O sea, que estamos en la última estación antes de que se lleve a cabo la promesa de Jesús, la promesa del Reino.

El Credo es la suprema expresión de fe que rezamos en cada Eucaristía. Con nuestros ojos elevados al Cielo le mostramos a Dios nuestra confianza en Su Palabra, en Su Anuncio. Y si bien no sabemos cuanto tiempo queda para que se cumpla lo anunciado, también está claro que estamos en el bloque final de ésta historia, ya sea que este último capítulo dure mil años o un día. ¡Que así sea!


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Relatos sobre Almas del Purgatorio que visitaron la tierra https://www.reinadelcielo.org/relatos-sobre-almas-del-purgatorio-que-visitaron-la-tierra/ Fri, 13 May 2022 18:11:45 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9869 FENÓMENO RECONOCIDO POR RELIGIOSOS

“No es raro”, escribió un eminente sacerdote francés del siglo XIX, el padre Charles Arminjon, “que las almas de los difuntos aparezcan en la vida. Una y otra vez, Dios ha permitido estas manifestaciones, ya sea para despertar a los vivos de sus omisiones y torpezas, o con el fin de que las almas abandonadas pueden obtener un alivio más rápido“.

Uno de los casos más destacados, nota el Padre Arminjon (autor de El Fin del Mundo Presente, que se centra en el más allá), fue el de Benedicto VII, quien durante mucho tiempo después de su muerte, supuestamente apareció al obispo de Lapree.

Se dice que Santo Tomás de Aquino vio a su hermana fallecida. Y que San Padre Pio encontró más almas de difuntos que de vivos.

En Francia, una monja difunta apareció a la vida y dio revelaciones que formaron un libro asombroso llamado Manuscrito inédito del purgatorio (que lleva el imprimatur de un cardenal, lo que indica que no es contra doctrina).

¿QUÉ SON Y QUÉ QUIEREN?

Los casos son demasiado numerosos para contar. Muchos son los que tienen sus propios ejemplos.
Escuchamos informes constantes de “fantasmas”. Algunos creen que son espíritus “terrenales” – almas que no han entrado en la Luz de Dios, ya que permanecen unidos a algún objeto, persona o evento de este mundo. Hay incluso un show muy popular de la televisión estadounidense, “The Ghost Whisperer”, que se basa en las consultas a una mujer católica, Mary Ann Winkowski, que afirma ver tales espíritus.

En opinión de Winkowski que los espíritus que se quedan es porque tuvieron enormes egos, o tienen miedo del juicio, o murieron inesperadamente y especialmente de forma violenta, o estaban llenos de ira, o estaban excesivamente apegados a sus hogares.

Afirma que a menudo provocan cambios bruscos del estado de ánimo y lo hacen para alimentarse de la energía de las emociones (miedo o ira) de los vivos. Otros santos encontraron espíritus de la tierra, pero la recomendación es que no debemos iniciar el contacto con ellos, por el pecado de la nigromancia.

¿Hay una alteración en tu casa? ¿Hay una sensación repentina en determinadas zonas Podría ser tu imaginación, o podría ser demoníaco, por supuesto, o podría ser un alma atrapada. En el caso de que parezca esta la última, deberías orar por el alma para dirigirla a la luz.

Fascinantes son los casos espontáneos en los que parece (como el Padre Arminjon indica) que el difunto viene a despertar o consolar o a buscar oraciones. Escuchamos las historias de mucha gente común. Además de pequeñas coincidencias, o la sensación de la presencia de un ser querido, hay sueños.

PRIMER TESTIMONIO: UN ALMA QUE VINO A DECIR ADIÓS

alma del purgatorio

Destaca una mujer llamada Sheila: “Mi primer marido murió cuando él aún no tenía 38 años estaba enojado y yo no estaba segura de si había hecho una buena confesión, cuando tuvo la extremaunción. Más tarde, me volví a casar. Ocasionalmente, yo podía ver una figura en movimiento como en una niebla, desde el dormitorio de mis hijos al nuestro, y me engañaba pensando que se trataba de de Dave para ver como estaba. Entonces, dieciséis años después de su muerte, tuve un sueño y vi la figura cruzando el pasillo otra vez lo llamé y le regañé diciendo que esto había ido demasiado lejos… Ven a revelarte tu mismo”.

“La niebla se aclaró y era David. Dijo que sólo había venido a decir adiós. Yo le dije que lo amaba y él me dijo lo mismo a mí….” “Entonces él se había ido. Nunca más vi la ‘niebla’ de nuevo. Creo que no estaba preparado para estar con Dios debido a su ira, pero por fin había pasado más allá de ella“

SEGUNDO TESTIMONIO: SU MADRE MUERTA LLAMA POR TELÉFONO

“Esta experiencia es personal y no he dicho a los miembros de mi familia (hermanos y hermanas) al respecto”. “Mi madre murió hace cuarenta años, y poco después de su muerte, tuve un sueño muy vívido y realista acerca de ella. No suelo recordar ninguno de mis sueños durante mucho tiempo. De éste me acuerdo como si fuera ayer”.

“En mi sueño, oí el timbre del teléfono me levanté y bajé, todo era realista, bajé las escaleras a la cocina donde estaba el teléfono”. “Agarré el teléfono, le dije hola, y era mi madre, que sonaba feliz (no estaba en los últimos años de su vida). Ella me preguntó si yo sabía quién era, y le dije que sí. Me dijo que ella me había llamado porque sabía que estaba preocupado por ella (ella había muerto por alcohólica).

Ella dijo que se sentía mucho mejor y dijo que sabía que su comportamiento en la tierra estuvo equivocado”. “Me pareció oír voces en el fondo, y me dijo: ¿Oyes eso? Estamos todos ocupados aquí. Luego me dijo que se le dio sólo un poco de tiempo para hablar conmigo. Quería hablar más, y ella respondió con cierta solidez que no podía.

Le pregunté si me volvería a llamar y me dijo ‘no’ – que yo iba a volver a verla algún día, pero no durante mucho tiempo me dijo: Tú tienes que criar a tus hijos“.

TERCER TESTIMONIO: EL ESPOSO MUERTO VINO A LLEVARSE A LA ESPOSA MORIBUNDA

Recordó Jayni Flories de Las Vegas: “La semana en que mi madre se estaba muriendo, mi hermana y yo nos turnábamos para permanecer despiertas por las noches con ella”. “Una noche, me pareció oír su especie de asfixia, así que fui a su lado para ver. Ella estaba durmiendo pacíficamente.
La puerta del dormitorio estaba abierta y por el rabillo del ojo pude ver una especie de figura de pie en el pasillo.

No pude ver la cara, sólo el torso y las manos cruzadas. Me pareció que las manos eran las de un hombre. Cuando me volví para mirar no pude ver nada, pero cuando me di la vuelta mirar a mi madre volví a ver la figura con el rabillo de mi ojo”. “Al día siguiente, cuando le dije a mi hermano y a mi hermana, ambos muy tranquilamente dijeron, Oh, es papá que viene por mamá. Nuestro padre murió en 1966 y esto fue en 1992. Pocos días después murió mi madre”.

¿Alguna vez sentiste la presencia de un ser fallecido con tanta fuerza que casi se dio la vuelta para mirar? ¿Crees que se puede manifestar de diversas maneras?

CUARTO TESTIMONIO: EN UN ENTIERRO EN EL CEMENTERIO

almas del purgatorio en pena

“Mi cuñada fue encontrada muerta en su apartamento”, escribió una mujer llamada Carolina. “Vivía sola y a varias horas de distancia de nosotros. Ella siempre nos dijo que le encantaría ser enterrada en la parte vieja del cementerio donde estaban sus padres, pero siempre pensó que tendría que ir a la parte nueva ya que no había más espacio”.

“Cuando mi marido y yo luchábamos para organizar su funeral, nos encontramos con pequeñas pistas entre sus cosas y tratamos de satisfacer sus deseos en la medida de nuestras posibilidades. Como había estado muerta un par de días antes de ser encontrada, fue necesario incinerarla de inmediato“. “Cuando nos acercamos al cementerio para arreglar su enterramiento, nos aconsejaron que podríamos enterrar sus restos con sus padres.

Nos alegró muchísimo y sabíamos que esto era exactamente lo que ella hubiera querido. Nosotros habíamos comprado un gran arreglo de rosas con una estatua de Nuestra Señora de Gracia, en el centro del mismo”. “A medida que el director de la funeraria llevaba las rosas a la tumba, una de las rosas pareció saltar del ramo y cayó a tierra a mis pies. Iba a colocarlo de nuevo en el arreglo, pero el director y mi nuera me dijeron que no, esto es para ti.
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Hubo una abrumadora sensación de paz. Traje a casa la rosa y la puse a los pies de nuestra estatua del Sagrado Corazón, y parecía que nunca se secaba”. Fue Santa Teresa, la pequeña flor, que quería pasar su eternidad haciendo el bien en la tierra y cuyos signos son a menudo encontrar en el camino de rosas.

Nos preguntamos si ella no está interviniendo de manera especial en este momento.

QUINTO TESTIMONIO: UN ALMA VIENE A CONSOLAR

“Cuando tenía 16 años me caí de la parte trasera de una camioneta en Griffin, Georgia”, recuerda Judy Duncan de Ann Arbor, Michigan. “Allí las carreteras son muy difíciles. Digamos que yo estaba en muy mal estado” “Mientras yacía allí en el pavimento caliente con poca ropa, recuerdo esa sensación de paz que es muy difícil de describir.

También recuerdo que había gente que había pasado en mi vida, era como si estuvieran de pie en un grupo y yo podía oír: No es tiempo todavía.“ “Miré a los árboles a mi alrededor y todo lo que vi fue una luz muy brillante, como para decir que tengo vida en mí. ¡Fue increíble!

En la ambulancia estuve hablando con una chica joven (quien yo supuse era el paramédico) y recuerdo que ella es tan hermosa que no podía apartar mis ojos de ella. Cuando llegué al hospital, le pregunté a mi mamá si ella vio lo bonita que era, y mi mamá dijo que ella no era bonita para nada“. “Cuando yo estaba durmiendo en mi cuarto de hospital sentí a alguien, al pie de mi cama. No sé si era un hombre o una mujer, sino que él o ella estaba brillando, tan brillante que toda la habitación se iluminó.

Esta persona me dijo específicamente a mi tan claro como el día, Judy, ¿sabes que Dios te ama? Yo dije ‘sí, y caí de nuevo a dormir. Por supuesto, mamá insiste hasta hoy que nadie estaba en esa habitación esa noche. Pero nunca olvidaré esta experiencia en toda mi vida”.

¿Un difunto, o un ángel?

Vamos a ser capaces de responder a estas preguntas sólo cuando lleguemos al otro lado y miremos hacia atrás los misterios de este lugar llamado Tierra. Donde un buen Dios nos da buenas pruebas y donde su misericordia se extiende hasta la eternidad.

SEXTO TESTIMONIO: EL DINERO PARA PAGAR UNA MISA

Purgatorio 3

El siguiente es un testimonio de una persona que experimentó varias visitas de un alma en el purgatorio, y por lo tanto ella provee un detallado y franco testimonio ocular con respecto a los hechos que cuenta.

El 13 de octubre de 1849, murió a la edad de cincuenta y dos años, en la parroquia de Ardoye, en Flandes, una mujer llamada Eugenie Van de Kerckove, cuyo esposo, John Wybo, era un agricultor. Ella era una mujer piadosa y caritativa que generosamente le daba la caridad en proporción a sus medios. Tenía, al final de su vida, una gran devoción a la Santísima Virgen María, y se abstenía de comer carne en su honor el viernes y sábado de cada semana.

Aunque su conducta no estuvo exenta de ciertas fallas, en otras cosas ella llevó una vida ejemplar y edificante. Eugenia tenía una sirvienta llamada Bárbara Vennecke, de veintiocho años, que era conocida como una joven virtuosa y devota, y que había ayudado a su ama en su última enfermedad. Y después de la muerte de Eugenia, ella continuó sirviendo a su amo, John Wybo, el viudo de Eugenia.

Unas tres semanas después de su muerte, la fallecida apareció a su sirvienta en circunstancias que ahora se relatan. Fue en medio de la noche, Bárbara dormía profundamente, cuando oyó llamarla tres veces por su nombre.

Ella se despertó sobresaltada, y vio a Eugenia frente a ella, sentada al lado de su cama, vestida con un traje de trabajo, que consiste en una falda y una chaqueta corta. Bárbara quedó asombrada por este espectáculo notable. La aparición le habló:

—“Bárbara”, dijo, simplemente pronunciando su nombre

—“¿Qué deseas, Eugenia?” -respondió la criada.

—“Por favor, toma “ —dijo la señora— “el pequeño rastrillo que he dicho muchas veces se ponga en su lugar. Revuelve el montículo de arena en la pequeña habitación, ya sabes a que me refiero. Úsalos para que tenga misas, dos francos por cada misa, por mi intención, porque yo todavía estoy sufriendo“.

—“Así lo haré, Eugenia“, respondió Bárbara,

Y en el mismo momento desapareció la aparición. Después de un rato se quedó dormida de nuevo, y reposó en silencio hasta la mañana. Al despertar, Bárbara pensó que tal vez fue sólo un sueño, pero sin embargo ella se había sentido tan profundamente impresionada.

Tan despierta, había visto a su antigua ama de una forma tan distinta, tan llena de vida y había recibido de sus labios tales instrucciones precisas, que no pudo evitar decir: “Esto no puede haber sido un sueño. Vi a mi señora en persona, ella se presentó a mis ojos, y ella seguramente me habló. No es un sueño, sino una realidad.”

Por lo tanto, de inmediato fue y tomó el rastrillo como le indicó, agitó la arena, y sacó una bolsa que contenía la suma de quinientos francos. En tales circunstancias extrañas y extraordinarias la buena chica pensó que su deber era buscar el consejo de su pastor antes de usar los 500 francos en tener misas, y se fue a contarle a él todo lo que había sucedido.

El venerable abad R., entonces párroco de Ardoye, respondió que las misas planteadas por el alma del muerto eran absolutamente necesario que sean celebradas. Pero, para disponer de la suma de dinero, era necesario el consentimiento del marido, John Wybo, ya que el dinero fue encontrado en su casa.

La última voluntad de que el dinero se empleara para tan santo fin se consintió, y las misas se celebraron, dándose dos francos por cada misa. Llamamos la atención sobre la circunstancia de las donaciones para la misa, ya que se correspondía con la piadosa costumbre de la persona fallecida.

El costo de una misa fijada por la diócesis en aquel momento era un franco y medio, pero durante su vida Eugenia -a través de la consideración y la caridad para el clero, muchos de los cuales eran muy pobres-, siempre dio dos francos por cada misa.

Así, el extra de medio franco de ofrenda para una Misa ella lo hacía normalmente como un acto de caridad y apoyo financiero adicional para los sacerdotes que las celebraban.

Dos meses después de la primera aparición, mientras que las misas se seguían dando por las intenciones de Eugenia, Bárbara se despertó de nuevo durante la noche. Esta vez su cámara se ilumina con una luz brillante, y su señora se presentó ante ella con una sonrisa radiante, hermosa y de aspecto fresco como en los días de su juventud, y estaba vestida con una túnica de deslumbrante blancura.

—“Bárbara”, —ella dijo con una voz clara—. “Te doy gracias, porque yo ahora estoy liberada del el lugar de purificación”.

Al decir estas palabras, desapareció, y la cámara se convirtió en oscura como antes. La sirvienta, se sorprendido por lo que acababa de ver, quedó lleno de alegría, y ella pronto extendió la extraordinaria historia en la ciudad. Esta es sólo una de las muchas historias en cuanto a la potencia y la eficacia de la Santa Misa en a favor de las almas del purgatorio.

No hay nada más poderoso y valioso que el ofrecimiento de la inmolación de nuestro Divino Salvador en el altar. Además de ser la doctrina expresa de la Iglesia tal como se manifiesta en sus Concilios, hay muchos hechos milagrosos, debidamente autenticados, que no dejan lugar a dudas en lo que respecta a este punto.

SÉPTIMO TESTIMONIO: RELATO DE UN HISTORIADOR

Podemos ofrecer otro incidente, relatado por el historiador Fernando de Castilla. Entre 1324-1327 había en Colonia dos religiosos Dominicanos de talento distinguido, uno de los cuales fue el beato Enrique Suso (1295-1366).

Compartían los mismos estudios, la misma clase de vida, y sobre todo el mismo deseo de santidad, que les había hecho formar una estrecha amistad. Cuando terminaron sus estudios, al ver que estaban a punto de separarse para volver cada uno a su propio convento, estuvieron de acuerdo. Y prometieron uno al otro que el primero de los dos que muriera debía asistir al otro durante todo un año con la celebración de dos misas cada semana.
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El lunes una misa de Réquiem, como era costumbre, y el viernes la de la Pasión, en la medida en que las Rúbricas se lo permitieran. Prometieron entre ellos que iban a hacer esto, se dieron el beso de la paz, y salieron de Colonia. Durante varios años, ambos continuaron sirviendo a Dios con el fervor más edificante.

El sacerdote religioso, cuyo nombre no se menciona fue el primero en ser llamado, y el Padre Suso recibió la noticia con sentimientos de resignación a la voluntad divina.En cuanto al contrato que habían hecho, el tiempo le había hecho olvidar. Sin embargo, él oró mucho por su amigo, imponiendo penitencias nuevas sobre sí mismo y muchas otras buenas obras. Pero él no pensaba en ofrecer las Misas que se había comprometido una serie de años antes.

Una mañana, mientras estaba meditando en su retiro en la capilla, de repente vio aparecer ante él el alma de su difunto amigo. Que mirándolo con ternura, le reprochó el haber sido infiel a su palabra en la que él había hecho confianza. El Bendito Suso, sorprendido, se disculpó por su olvido diciendo de las muchas oraciones y mortificaciones que había ofrecido, y aún así siguió ofreciendo, a su amigo, cuya salvación era tan querida para él como la suya.

“¿Es posible, mi querido hermano las tantas oraciones y buenas obras que ofrecí a Dios no fueron suficientes para ti?”

—“Oh, no, querido hermano”, respondió el alma sufriente “esas no son todavía suficientes. Es la Sangre de Jesucristo la que se necesita para extinguir las llamas que me abrasan. Es el Santo Sacrificio, que también me librará de estos tormentos espantosos. Te suplico que mantengas tu palabra, y no me niegues, lo que en justicia que me debes”.

El Bendito Suso se apresuró a responder al llamamiento del alma sufriente. Se puso en contacto como muchos sacerdotes como le fue posible y les instó a decir misas por las intenciones de su amigo, para reparar su falta; el celebró, e hizo que se celebraran, un gran número de Misas.

Al día siguiente varios sacerdotes, a petición del padre Suso, se unieron con él en ofrecer el Santo Sacrificio por la persona fallecida, y él continuó su acto de caridad por varios días. Después de un breve periodo el cura amigo de Suso apareció de nuevo a él, pero ahora en una condición muy diferente, su rostro era alegre, y se vio rodeado de una hermosa luz.

—“Gracias a usted, mi querido amigo”, dijo “he aquí, por la sangre de mi Salvador yo fui liberado de todos mis sufrimientos. Ahora voy al cielo para contemplar lo que hemos adorado juntos tan a menudo bajo el velo eucarístico”.

Posteriormente, el beato Suso se postró a “dar las gracias al Dios de infinita misericordia, porque ahora entendió más que nunca el valor inestimable de la Misa”

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Fuente: Foros de la Virgen


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En Medjugorje la Virgen rescató a estos padres que perdieron a su único hijo https://www.reinadelcielo.org/en-medjugorje-la-virgen-rescato-a-estos-padres-que-perdieron-a-su-unico-hijo/ Fri, 16 Oct 2020 18:43:14 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25124 ]]>

La trágica muerte del hijo de Romano y Silvana les sumió en un abatimiento que hizo pensar a su padre en el suicidio.

En Medjugorje encontraron el consuelo de la Santísima Virgen y una nueva luz para sus vidas.

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Fuentes:
Cari Filii
Testimonio original en Fruits of Medjugorje: https://youtu.be/n-5z74YbzDE


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Más cerca, oh Dios, de ti https://www.reinadelcielo.org/mas-cerca-oh-dios-de-ti/ Fri, 15 May 2020 11:27:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=437 Estoy a diez mil metros de altura, mientras cruzo los Andes por el norte de Argentina y Chile. No puedo contener una emoción en mi interior, porque ocres, verdes, amarillos, rojos intensos y toda la gama de colores que Dios creó se sucede ante mi vista tiñendo los valles de tal modo que los ojos no saben donde detenerse. Se me llena de lágrimas la mirada, el pecho se inflama queriendo salir de su lugar, no puedo contener esa explosión de júbilo que me arrastra a gritar en mi interior: ¡vos estás aquí, mi Señor.

El hombre, nosotros, flamígera muestra de la Potencia Creadora, llama que envuelve este paraíso contaminado que recibimos como herencia. Y aquí arriba, si que hay un pedazo de cielo, un trozo de aquel lugar de las eternas delicias que Dios nos hizo, nido del hombre puro. Lugar donde Dios posa Su Mirada sin miedo de ver la falta de amor de Sus hijos. Rincón perfecto donde se recuerda que somos testigos de Su realeza, una chispa de la Divinidad que creó el universo.

El Verbo, Eterno y Silencioso, flota sobre estas montañas como lo hizo sobre las aguas de Juan, el joven y espiritual Apóstol que volaba como el cóndor sobre las más altas cimas espirituales de la Creación. Sólo que ahora no es sólo el Verbo el que vuela suspendido, es nuestro Jesús Resucitado que mira con ojos de añoranza Su paso por las montañas de Galilea. Jesús, enamorado de Su tierra, veía los valles y los picos creados por Su Padre, y en Su Naturaleza Humana soñaba con una nación enamorada de El. Hoy sigue mirando estos picos, estos valles, y sueña con una Jerusalén Celestial, con una tierra renovada. Con un mundo centrado en el Reinado Eucarístico al que el amor de Dios nos invita.

El Mundo

Sabemos bien qué es lo que nos espera, cuando la Voluntad del Padre así lo disponga. El mundo se transformará, será Reino, será Paraíso. El león descansará junto a la gacela. El hombre vivirá esta promesa, porque Dios nos devolverá el paraíso de Adán y Eva, el que nunca debimos perder. Seremos ricos en bienes espirituales, en amor. Cuando llegue ese día, día de resurrección del hombre, esta mirada que hoy puedo tender sobre los montes puros y cubiertos de un manto níveo, será la misma mirada que podremos tener del mundo entero. Nuestro hogar será reconstruido por Dios; como al pasar frente a un espejo atravesaremos el cristal y nos encontraremos en un mundo glorificado, con nuestros cuerpos glorificados también.

Jesús nos ha indicado claramente el camino de la Resurrección: El, el primero, el que ha dado inicio a la era mesiánica que vivimos. Y todos, detrás de El. La promesa es clara e indiscutible, nos espera un mundo de felicitad perpetua. Viviremos en el Reino del Amor, de la felicidad incontenible. Adoraremos a nuestro Dios a toda hora, a El que vivirá entre nosotros. Ya no habrá dolor ni sufrimiento, ni contaminación ni impurezas. Dios recreará nuestro mundo, incluidos nosotros mismos, para gloria del Redentor que todo lo ha logrado, abriendo las puertas de la civilización del amor.

¿Podemos acaso imaginar este mundo que nos espera, cuanta felicidad viviremos aquí? Cuando pensamos en las cruces que nos envuelven cada día, no solemos poner delante nuestro el camino que nos lleva a la tierra recreada, a la promesa del Padre. El dolor se hará dulce manjar cuando pongamos en nuestro corazón el premio que Jesús nos ofrece a cambio, cuando llegue la resurrección de las almas, de todos nosotros. Por supuesto que nuestro mayor mérito surgirá si somos capaces de dar todo por amor, y no por interés frente al maravilloso trofeo que el Señor nos presenta. Sin embargo, el premio existe, y Dios nos lo muestra para nuestro consuelo y fortaleza.

Hoy, a diez mil metros de altura, veo una pequeña muestra de las maravillas que Dios nos tiene preparadas. Estos imponentes montes, cubiertos de nieves eternas, surcados por ríos como venas que arrancan del latido del Creador el agua que purifica y desciende alegre hacia el hombre que la espera en el valle. Estos imponentes montes, que se elevan majestuosos buscando arañar la base del Trono de quien los puso aquí. Estos imponentes montes que son la imagen del mundo que Dios nos dará, mundo renovado y glorificado, cuando llegue la resurrección del hombre y su vuelta al paraíso terrenal.¿Cuándo será esto? ¿Cómo será? ¿Lo veremos nosotros, o nuestros hijos? No lo sabemos, pero si conocemos que será cuando El así lo desee, cuando Su Voluntad marque las doce en el reloj del mundo. Ese día debemos estar limpios para poder presentarnos ante el Juez, ante Jesús Bueno y Misericordioso, que verá en nuestros corazones el amor que derramamos durante nuestra vida. Este debe ser el motivo de nuestro vivir, y no otro. Vivamos la promesa del Reino, a todo momento, como verdadero motor de nuestro existir.


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