Solemnidad de la Asunción de la bienaventurada la Virgen María, Madre de nuestro Señor Jesucristo: Acabado el curso de su vida en la tierra, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria de los cielos. (ver artículo)
Nuestro espíritu se fortalece porque sabe que ya viene la época linda, del brote verde y tierno de la obra nueva, de la satisfacción infinita, que a nada se puede comparar. (ver artículo)
Cuando miras a la Madre, entonces, ves en realidad al Hijo. Porque el Hijo hizo a la Madre, para que la carne de la Madre forme la Carne del Hijo. (ver artículo)
Nuestra Señora no está presente en todas las fases del juicio, pero antes de que se pronuncie la sentencia, Ella le suplica a su Hijo, como abogada defensora. (ver artículo)
Una oración que es un compendio de la historia del mundo, que en pocas palabras pone en secuencia perfecta los hechos más relevantes de ésta maravillosa historia de amor de Dios con la humanidad. (ver artículo)
¿Un difunto, o un ángel? Seremos capaces de responder sólo cuando lleguemos al otro lado y miremos hacia atrás los misterios de este lugar llamado Tierra. (ver artículo)
Cuando llegue ese día, día de resurrección del hombre, esta mirada que hoy tengo sobre los montes puros y cubiertos de un manto níveo, será la misma mirada que tendremos del mundo entero. (ver artículo)