campo de concentración – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Mon, 14 Aug 2023 10:29:28 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Película de San Maximiliano Kolbe https://www.reinadelcielo.org/pelicula-de-san-maximiliano-kolbe/ Mon, 14 Aug 2023 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=2494 “Tenemos que ganar el mundo entero y cada alma, ahora y en el futuro hasta el final de los tiempos, para la Inmaculada y a través de ella, para el Corazón Eucarístico de Jesús”.

¡Son palabras de este gran santo!

En septiembre de 1939 estalla la Segunda Guerra mundial. El P. Maximiliano Kolbe, fraile franciscano, dedicó su vida a promover la veneración a la Virgen y en especial a su Inmaculado Corazón.

En 1927 fundó en Polonia a 40 km de Varsovia, la Ciudad de la Inmaculada (Niepokalanów), lugar de mucho trabajo y profunda vida espiritual.

Siendo superior de la Ciudad Inmaculadad, un día de febrero del 1941 por la mañana, dos autos negros de la Gestapo se paran ante Niepokalanow. Los policías piden hablar con el P. Kolbe, quien al saber su llegada contesta con temblor al hermano portero: “¡Bien, bien, hijo mío!¡María!”. Reúnen a todos los frailes en el patio, mientras tanto ellos inspeccionan bruscamente todo el convento. Hacia mediodía, el Padre Maximiliano y otros cinco padres son obligados a introducirse en los autos. Parten para un viaje sin retorno. El P. Maximiliano inicia su vía crucis sereno y tranquilo, como siempre. Dejó su querida Niepokalanow, su predilecta ciudad mariana, para no volver mas.

Te invitamos a ver esta increíble historia que, desde un campo de concentración en Auschwitz, nos enseña cómo San Maximiliano Kolbe entrega su vida…


]]>
El Papa y el Rabino https://www.reinadelcielo.org/el-papa-y-el-rabino/ Fri, 13 Mar 2015 13:19:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=264 Los testimonios publicados en esta sección son responsabilidad de quien los firma. Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de los dichos, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no contienen nada que atente contra las verdades de la fe y la moral y sí entiende que pueden ser favorables para el crecimiento espiritual de nuestros lectores. El juicio final sobre los hechos publicados corresponde a la Iglesia, a la que nos sometemos.

La redacción de Reina del Cielo

 

Nosotros amamos a Juan Pablo II el Grande, porque ha sido el Papa de nuestra generación, así como Su Santidad Benedicto XVI es el continuador de su obra al comando de la Nave de la Iglesia. Un lector del que ni siquiera sabemos su nombre (así son las cosas de Dios) nos ha enviado este testimonio, que grafica el proceso de contrucción de un santo, porque en el corazón asi consideramos a Juan Pablo, a la espera de que la Iglesia lo eleve un día a los altares.

 

Testimonio de un lector

Meir Lau y Juan Pablo IILa primera vez que escuché esta historia fue hace varios años contada por el padre Angel Rossi. Hoy la comporto junto con una presentación que he recibido con este tema.

Los signos del Señor son asombrosos: El Papa Juan Pablo II, en una solemne sala del Vaticano, recibe a una de las más altas autoridades religiosas del judaísmo, el gran Rabino del Estado de Israel, Meir Lau.

La formal entrevista se llevó a cabo en fraternal marco y quedó espacio para el relato anecdótico. Entonces, el religioso judío narró al Sumo Pontífice un hecho acaecido hace largas décadas en una ciudad europea.

Le contó que terminada la Segunda Guerra Mundial, una mujer católica se dirigió al párroco de su pueblo, para hacerle una consulta. Ella y su esposo, tenían a su cuidado, desde los días de la guerra, a un pequeño niño judío que le habían encomendado sus padres poco antes de haber sido enviados a un campo de concentración.

Los padres del niño, desaparecidos en el trágico infierno de la masacre nazi, habían previsto para él un futuro en la tierra de Israel, soñaban con ello. La mujer se encontraba ante una encrucijada y pedía al sacerdote católico un consejo, ya que su intención era bautizar al niño en agradecimiento por haber sobrevivido a la masacre. El párroco tuvo una pronta y comprensiva respuesta: Se debe respetar la voluntad de los padres?.

El citado niño judío fue enviado al entonces naciente Estado de Israel, donde se criaría y educaría. La anécdota resultó muy interesante para Karol Wojtyla, y pasó a ser más conmovedora aún, cuando el gran rabino le aclaró la identidad de aquellas personas:

Ese párroco católico era Usted, Eminencia . Y ese niño huérfano? era yo.

]]>