bebé – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 04 Nov 2022 19:45:03 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Monseñor Munilla explica por qué quiso rezar ante un abortorio [video] https://www.reinadelcielo.org/monsenor-munilla-explica-por-que-quiso-rezar-ante-un-abortorio-video/ Fri, 04 Nov 2022 19:43:21 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=26883 Con un conmovedor video publicado en sus redes sociales, el Obispo de Orihuela-Alicante (España), Mons. José Ignacio Munilla, explicó por qué se decidió a rezar frente a un centro donde se realizan abortos.

Mons. Munilla se sumó el 2 de noviembre, en el Día de los Fieles Difuntos o Día de los Muertos, a la campaña 40 Días por la Vida, que reza por el fin del aborto frente a abortorios en todo el mundo.

Este 3 de noviembre, el obispo español dijo que “algunos me preguntan el motivo por el que ayer me puse a rezar ante un abortorio”.

“¡¡La respuesta está en el video que adjunto!!”, expresó.

El video que compartió el obispo español fue grabado por el médico argentino Ignacio Pérez Tomasone, jefe de unidad en el Servicio de Obstetricia del Hospital General de Agudos Parmenio T. Piñero, de Buenos Aires.

La grabación presenta un parto “en caul” o “enmantillado”, en el que el bebé nace con el saco amniótico completo.

40 Días por la Vida es una campaña de oración y ayuno que surgió en Estados Unidos en 2004, y que actualmente se realiza en diversos países del mundo.

Cada año, en dos periodos de 40 días, voluntarios de la campaña toman turnos para rezar frente a centros de abortos o lugares significativos.

En España, los provida se enfrentan a una ley que desde abril de este año puede llevar a que sean encarcelados por rezar frente a centros de aborto, al considerarse que acosan a las mujeres.

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Fuente: ACI PrensaTwitter


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8 testimonios de mujeres embarazadas tras una violación https://www.reinadelcielo.org/8-testimonios-de-mujeres-embarazadas-tras-una-violacion/ Sat, 30 Jun 2018 15:30:47 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=14979 Argentina vive un momento crucial en su historia. El Congreso vota legalizar el aborto, que de aprobarse impediría el nacimiento de miles de niños. Hijos como las protagonistas que dan su testimonio a continuación. Estas ocho mujeres, o fueron concebidas en una violación, o se quedaron embarazadas en una agresión sexual. Son felices con sus hijos. Precisamente, la violación es la puerta abierta que los abortistas utilizan para justificar una ley promuerte.

Salvar el 1, organización que recoge el testimonio de mujeres como ellas, ha trabajado intensamente para ofrecer a los diputados, estos potentes argumentos a favor de la vida. Y su presidenta, Rebecca Kiessling, ha escrito esta carta a los legisladores para hacerles llegar estas historias y pedirles que tengan en cuenta al más débil: el hijo:

Estimado/a Diputado/a:

rebeca kieslingMe llamo Rebecca Kiessling, soy americana, esposa y madre de cinco hijos, dos de ellos adoptados. Soy la presidenta de SaveThe1 (SalvarEl1), asociación internacional que lucha por la defensa del derecho a la vida de todos los seres humanos, especialmente los más desprotegidos.

Un buen número de personas de nuestra organización son de Argentina y me han animado a escribirle esta carta.

Estos últimos meses he quedado consternada viendo el incremento de ciudadanos que reclaman la despenalización del aborto en Argentina. Para alguien como yo que ha sido concebida en una violación ya es duro saber que en la actualidad se permiten las “excepciones” cuando una mujer dice que su hijo ha sido concebido en una violación, si un médico diagnostica que el bebé tiene malformaciones incompatibles con la vida o si afirma que la madre corre peligro de morir. Estas tres alegaciones pueden ser o no ciertas, pero las tres están discriminando a las personas más vulnerables de la sociedad que son los que requerirían una protección más efectiva. Además, esta semana, el Congreso votará si el aborto será legal en el país en cualquier supuesto con lo que, de salir la votación favorable, Argentina sería el quinto país latinoamericano en despenalizarlo sin esas restricciones, después de Cuba, Uruguay, Guayana, Chile y algunas partes de México y el asesinato de niños por nacer estará permitido. Ninguna ley los amparará.

Argentina, el campo de batalla

Ya, anteriormente, había escrito sobre la legislación del aborto que se quería establecer en Argentina y, ahora, quisiera añadir más argumentos. SaveThe1 es una organización de unas 450 personas que fueron concebidas en una violación como yo, madres que concibieron un hijo tras ser violada y que lo están criando, madres que tras dar a luz lo dieron en adopción y otras, que incluso lo abortaron y hoy lo lamentan. Además, tenemos centenares de madres a las que se les aconsejó abortar porque el diagnóstico del hijo que esperaban era de incompatible con la vida. Valoramos la vida y deseamos que el Senado de Argentina continúe protegiéndola sin discriminación.

Nuestra filial en lengua castellana es Salvar El 1, ese 1% que está orillado por esta legislación y que en USA representa tan solo el 1% de los abortos que se realizan. Defendemos los llamados “casos duros” en el debate del aborto. Ahora mismo tenemos casi 40.000 seguidores en nuestra página de Facebook de Salvar El 1. Desde la rompedora noticia de que en Argentina se busca legalizar el aborto, hemos recibido un aluvión de historias de argentinas que desean compartir con nosotros sus testimonios. Ellas se animan a dar la cara al leer mi historia y las de otras muchas personas de nuestra organización. Muchas voces se están alzando en Argentina, pero, lo más importante, las voces de los más inocentes se van a escuchar y se alzará la voz en defensa de aquellos niños argentinos por nacer que todavía no la pueden alzar y que están en riesgo.

“¿Por qué al bebé inocente se le sentencia a muerte?”

Así, por ejemplo, Karina Estrella Etchepare, argentina, concebida en una violación. Su madre fue violada por su padrastro a los 14 años. La dio en adopción. Testificó recientemente en el Congreso cuando se debatió el nuevo proyecto de ley que se quiere votar y ella se pregunta: “¿Alguien se atreve a decirme que su vida vale más que la mía porque soy fruto de una violación? Argumenta que “la madre y el hijo son víctimas del violador, por eso hay que protegerlos. Nadie tiene derecho a decir que una vida vale menos que la otra, y mucho menos la del fruto de una violación, porque ese bebé desconoce cómo fue engendrado. Si al violador, con suerte, se le sentencia a 15 años de cárcel, ¿Por qué al bebé inocente se le sentencia a muerte?”.

Como yo, Margarita Juncos, de Argentina, fue concebida tras una violación. Su madre tenía 17 años cuando fue violada y dio a luz a su hija sola en un centro de ayuda a la mujer. Tristemente, falleció a los dos meses de algún problema de corazón y ella fue criada por su abuelo materno. Ya adulta, esposa y madre, conoció por azar la verdad de su concepción y nacimiento. Valora el regalo de la vida que le dio su madre en las peores circunstancias y no guarda rencor a su padre biológico.

“El hijo no tiene la culpa”

Anahi y su Bebe (ft img)Por otra parte, Anahí Retsar, también de Argentina, quedó embarazada tras una violación a la temprana edad de 14 años. Ella contactó con Salvar el 1 para contarnos su historia de la que se puede extraer una gran enseñanza. En sus palabras: “Nunca se me hubiera pasado por la cabeza matar a ese niño porque ser violada y ser una asesina y encima echarle la culpa a alguien que no la tiene, son cosas diferentes. El hijo no tiene la culpa de la mala acción de su progenitor y no tiene que pagar por su crimen”.

Hoy Anahí está casada, es madre de varios hijos, algunos adoptados y su hijo mayor, Catrial, ya la ha hecho abuela.

Adriana Shinki, de Argentina, fue concebida en una violación cuando su madre tenía sólo 11 años. Al no poder hacerse cargo de ella, la dejó en un orfanato donde sabía que iban a criarla y a procurarle cariño. Con los años tuvo la dicha de conocer a su madre y relata en el blog de Salvar el 1: “¿Cómo voy a estar enojada con la mujer que me dio la vida?”.

Desde el sentir de quien se sabe concebido en violencia, pero criado en el amor, Adriana aconseja a todos aquellos que de cuestionan las excepciones: “Si hay alguna mujer que ha sido violada y que espera un hijo fruto de ese acto y que está leyendo mi historia, le diría que al tener a ese hijo va a darse cuenta que todo lo malo pasa por algo y que un hijo es lo más hermoso del mundo y jamás se van a arrepentir por no matarlo. Él es su hijo, da igual cómo llegara, y es el único que las va a amar por la simple razón de que es su mamá. A las personas que son fruto de una violación les diría que, obviamente; ellos no tienen la culpa de cómo fueron concebidos y que su vida no vale ni más ni menos que otras. Valen los mismo porque todos somos humanos y tenemos derecho a vivir nuestras vidas”.

“Ese bebé se convirtió en mi motivo de vida”

Sofía, también de Argentina, fue violada hace cinco años. A los seis meses de su violación y en una situación de depresión y abatimiento por lo sucedido, supo en una revisión médica rutinaria que estaba esperando un hijo de su violador. Contra todo lo que se podía esperar, “Ese bebé se convirtió en mi motivo de vida, en el amor de mi vida y en mi vida. Mi hijo ahora tiene 4 años y se llama Ian que quiere decir “enviado del cielo”. Él es el milagro que Dios me regaló después de una desgracia y mi fortaleza para seguir adelante. Aún estoy en tratamiento para superar lo qué pasó, pero con él mi vida pasó de ser una pesadilla a ser un sueño”.

Como en el caso de Sofía, muchas madres por violación relatan como ese hijo inesperado y no deseado ni buscado, fruto de la barbarie, fue su motivo para seguir adelante y lo único bueno que salió de ese acto horrendo. El bebé concebido, es el triunfo del bien contra el mal.

“No hay nada como dar a luz y ser madre”

Claudelina Sanabria, residente en Argentina, fue violada a los 11 años y quedó embarazada. Sin saber apenas qué había ocurrido, se encontró delante del juez tutelar de menores que la animó a abortar. Pero cuando éste le explicó qué era un aborto supo que significaba asesinar al hijo que llevaba en su vientre. Con palabras entrecortadas de niña asustada pero la sabiduría de una anciana, rechazó el aborto y dio a luz a su bebé. “Si tuviese que aconsejar a una muchacha que espera un hijo tras una violación, le diría que fuera fuerte y que opte por la vida. No se arrepentirá. Yo lo pasé y no hay nada como dar a luz y ser madre. Ojalá pueda hacer entender a todas esas personas que nadie tiene derecho de sacar la vida de un inocente”.

Viviana Victoria, también de Argentina, sufrió abusos sexuales desde sus doce años por parte de un amigo de la familia mucho mayor que ella y quedó, finalmente, embarazada a los catorce años. Pero lejos de ser defendida por su familia o las autoridades, se vio obligada a casarse con su violador. El matrimonio forzado y la situación de maltrato que sufría acabo casi con su salud física y psíquica, pero, nuevamente, el hijo engendrado fruto de la violencia fue su salvador. Así relata a Salvar el 1: “El hijo que di a luz vino a quitarme esos deseos de suicidarme que tenía y toda mi infelicidad. Me salvó la vida y me dio esperanza a pesar de la manera en la que llegó a este mundo”.

Akli Ahlet de Argentina, quedó embarazada tras ser violada en un automóvil, y tuvo que superar, no sólo las secuelas de una violación y su recuerdo, sino el desprecio de la sociedad hacia su hijo concebido en violencia y estigmatizado incluso por los propios médicos que la trataban. Como relata e Salvar el 1 en el blog: “La doctora me dijo que mi hijo era un asco y todo por un crimen que no cometió. Decía que no iba a sobrevivir si ya tenía esos bajos de glucemia. Yo me puse a llorar y a decir que no entendía por qué se ponía en contra de mi hijo si él no había hecho nada malo”.

“Es mejor adoptar que abortar”

María de la Paz Rodríguez, también argentina, fue concebida en una violación y entregada en adopción.

Hoy está felizmente casada y es madre de dos niñas. Ella misma explica al mundo, orgullosa: “Mis hijas son pro vida. Nietas de una abuela violada, quien eligió no abortar y dar en adopción su madre (yo), por lo tanto, una mujer valiente. ¡De lo contrario mis hijas no existirían!

¡Felizmente adoptada! Soy una privilegiada de la vida… porque tuve dos madres: Una que me dio LA vida y otra que me dio SU vida “¿Quién se atreve a decirme que no debía nacer por ser bebé no deseado gestado durante una violación? Puedo amar. No soy una abominación de la naturaleza por no ser engendrada con amor”. ¡Es mejor ADOPTAR que ABORTAR! porque cada vida vale”.

Tristemente, la mujer víctima de la violación es señalada por proteger y amar a su estirpe y no se comprende que ese bebé pueda ser amado por ella a pesar de haber sido concebido en una violación.

Por favor, entiendan que legalizar el aborto para casos de violación y otras excepciones sólo muestra que hay vidas que valen más que otras. ¿Se imaginan creando “excepciones” para bebés asiáticos o africanos o judíos? El mensaje es que ellos no merecen la pena y no hay que proteger sus vidas. Habría una hecatombe internacional si, algún día, se propusiera esto. Sí, es lo mismo en nuestro caso. Y sentimos que existe una gran apatía cuando se trata de valorar nuestra vida. Las madres que tienen hijos concebidos en una violación afirman que ellos son señalados con el dedo y despreciados y a ellas se las pone en entredicho por no haber abortado y porque aman a ese niño.

Que no corra la sangre de niños argentinos

Agradecemos la empatía con las víctimas de una violación, pero ellos tienen cuatro veces más posibilidades de morir en un aborto el año que viene que de ver la luz. En el libro del Dr. David Reardon, Víctimas y Vencedores: Aprendiendo más acerca de sus embarazos, abortos y de los niños concebidos en violación, él cita los estudios realizados al respecto. Tras un aborto, las víctimas de violación tienen un índice más alto de suicidios y adicción a drogas. Los violadores, pederastas y proxenetas adoran el aborto ya que destruye la evidencia del delito y los faculta para seguir. Con frecuencia, la propia madre de una muchacha también ha permitido que trafiquen con su cuerpo o la ha dejado desprotegida. Es el bebé en estas situaciones quién ofrece evidencia de la violación. Si de verdad queremos proteger a la víctima de un abuso, debemos defenderla de su violador y no de su hijo.

Argentina, eres una gran nación, mucho mejor que otras, porque has establecido una cultura dónde la gente es amada y valorada. Las argentinas que han dado su testimonio más arriba han sabido compartir sus historias de amor por la vida porque todas ellas aman a sus hijos sin importar cómo fueron concebidos. Por favor, no acepten la cultura de muerte y discriminación de nuevo. Nos urge decir a sus senadores, a usted en particular, que NO voten a favor de la despenalización del aborto. Voten NO a la legalización de la muerte de un inocente. No permitan que la sangre de inocentes bebés argentinos salpique su suelo.

Afectuosamente, Rebecca Kiessling
Presidenta de Salvar El 1

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Fuente: Religión en Libertad


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Bebé milagro en Bucaramanga, Colombia https://www.reinadelcielo.org/bebe-milagro-en-bucaramanga-colombia/ Fri, 15 Dec 2017 22:23:47 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10854 ]]>

José Alejandro acaba de nacer en la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga y está considerado ya un “bebé milagro”, tal como lo definió una periodista de Caracol TV. Dios no nos abandona en ningún momento.

La mamá de la criatura, por desgracia, sufrió una infección pulmonar hace un mes y medio y ello le causó la muerte cerebral. Ante esa situación, el equipo médico consideró que existía la posibilidad de rescatar al bebé del que estaba embarazada si se le facilitaba el crecimiento.

bebé milagroJosé Alejandro ha vivido durante las últimas 6 semanas en el vientre de su madre a la que se le mantenía las constantes vitales artificialmente: tensión arterial, pulso cardíaco… Según explicaron los médicos, de este modo el bebé recibía lo necesario para poder desarrollarse en el útero y finalmente salir al exterior con vida.

“Tengo muchos anhelos de poder ofrecerle lo mejor”

El bebé nació de una cesárea programada y ahora es Mario, el papá, quien se vuelca al cien por cien con su hijo. “Tengo muchos anhelos de estar con él, de poder ofrecerle lo mejor, de poder ser el mejor papá de José Alejandro… Eso es lo que quiero ser”, afirma, con el corazón todavía bajo el impacto de saber que ni él ni el bebé contarán con las caricias y la sonrisa de la mamá de una manera física.

Con todo, Mario se aferra a la realidad de un hijo recién llegado: “Es cumplido el sueño”. Y en eso se encuentra apoyado por el equipo médico, de más de 50 personas, que desde Bucaramanga han dado un maravilloso ejemplo de avance de la Medicina en favor de la vida de cada ser humano, más cuando está en absoluta vulnerabilidad como era el caso de esté bebé en proceso de gestación.

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Fuente: Aleteia.org


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Acompañar a un hijo al Cielo https://www.reinadelcielo.org/acompanar-a-un-hijo-al-cielo/ Fri, 23 Dec 2016 13:19:42 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8445 ]]> Compartir esta historia y testimonio de vida que, Robert y María Victoria, nos dejan después de la experiencia de dolor, amor y presencia de Dios infinita, nos llena el alma de esperanza y valor, para vivir sin miedo.
Originalmente publicado en “Mi mundo entre líneas


Secreto sencillo a la vez que asombroso: la muerte tiene un antagonista, y no se trata simplemente de la vida. Tampoco se trata del coraje, ni de la ciencia, ni de la medicina, ni de la voluntad humana… sino de lo contrario a la muerte: el Amor. Y no el amor físico, que solo atrae, sino un amor verdadero, de esos sin condiciones, de esos de para siempre. ¿Cómo había podido pasarlo por alto? ¿Cómo podía alguien obviarlo? El amor es nuestra única arma. Solo el amor puede convertir una simple vida en un milagro y a la vez, extraer un valioso significado del sufrimiento, del miedo y de las contradicciones.

¿Quieres libertad? Ama
¿Quieres felicidad? Ama
¿Quieres algo? Ama
¿Quieres todo? Ama
¿Qué quieres? Primero, ama

Y es que no nacimos por casualidad: por Amor vinimos, por Amor nos vamos.

Busca el Amor. Cuando lo encuentres no te separarás, te lo prometo.

¿Y por qué digo esto? Pues porque hace unos días me enteré de la historia de Mª Victoria, una niña que ha vivido 30 minutos. ¿30 minutos? Si, y no os imagináis lo que puede pasar y lo que somos capaces de hacer en 30 minutos. Y si, 30 minutos son suficientes para amar y ser amado. Quería contaros esto primero antes de dejaros con la carta de los padres, carta que dice así…

Imagen Maria VictoriaOs escribo estas líneas llena de vergüenza y rodeada de respetos humanos, sé que es políticamente incorrecto lo que estoy haciendo y que hoy en día no está bien visto demostrar los sentimientos. Sin embargo, siento la necesidad de contaros lo que hemos vivido estos días, pues en aquella habitación del hospital, no estábamos Robert y yo solos. Estabais todos allí con nosotros acompañándoos. Mi ejército de oración.
No os podéis imaginar la cantidad de mensajes y cariño que hemos recibido en estas horas. Noche y día. En plena madrugada, sonaba el móvil y miraba el mensaje: “No te creas que nos hemos dormido, seguimos a tu lado”. Tantas otras que no han mandado mensajes pero que sé han estado acompañándonos con su oración constante. Gente a la que ni siquiera conocemos a la que se les ha dicho tengo una amiga en esta situación, encomiéndala.

Pues bien, la gracia que Dios nos ha hecho vivir estos días también debe ser compartida, pues no es solo nuestra, es también vuestra y ese es el motivo por el que al final me atrevo a escribir.

Cuando nos dijeron que Mª Victoria venía malita, puse en mi perfil. “No tengáis miedo”. No penséis que porque soy una heroína, más bien lo contrario, porque estaba aterrorizada ante lo que se nos venía encima y era una manera de recordarme a mí misma que no hay que tener miedo ante la gracia de Dios. Él nos pedía mucho, pero como me recordaba una amiga constantemente: “Dios no se deja ganar en generosidad, y te devolverá mucho más de lo que te pide.”

Una monjita, íntima amiga de la familia, me decía, “Totoya, ¿te das cuenta de que has dado a luz a cuatro hijos a este mundo, pero que esta vez vas a dar a luz a un hijo al Cielo? Estas palabras las he guardado en mi corazón todos estos meses. Mi pequeña Mª Victoria estaba llamada a nacer directamente a la Vida Eterna. ¿Cómo no íbamos a acompañarla con inmenso amor a la Felicidad Eterna? Esa es mi misión de madre con los que ya tengo, que sean felices y que lleguen al Cielo. Esta vez, era distinto porque sabía que ella alcanzaría el premio eterno en pocos minutos, sin luchas, ni sufrimientos.

Durante las 42 horas de parto mi gran ilusión era que naciera viva, que la pudiéramos bautizar y darle mil besos y achuchones, y poderle decir despacito cuanto la queremos y que la queremos como es, con sus orejitas bajas, sus puñitos cerrados y su corazoncito enfermo. Aunque nos dieran a elegir mil veces, ella sería la elegida, malita como nos llegaba, así ha sido amada desde su concepción.

Esas largas horas, fueron inmensamente duras, no tanto por los dolores físicos, que se llevan mejor, sino por los dolores morales. Desde el principio los médicos nos dejaron claro que como ella no podría sobrevivir en mi parto sólo les importaba una persona, y esa era yo. No pondrían mi vida en riesgo pues nuestra gordita no tenía ninguna opción de supervivencia. “¿No ves que las demás tienen dos monitores, el de la madre y el hijo y tú solo tienes uno? Eso es porque en los demás partos estamos preocupados por dos personas. En el tuyo, al ser un caso especial, solo nos preocupas tú” Era un dolor tan intenso en el alma oír aquellas palabras cuando cada fibra de mi ser me decía que ella era mi prioridad absoluta. Como madre yo pensaba en ella primero y después en mí.

ángel de la guarda (ft img)Entonces ahí estáis todos vosotros, mi ejercito de oración, yo cerraba los ojos y pensaba donde no llega la medicina, llega la gracia de Dios. No temas Totoya, tienes un ejército rezando para que nazca viva, y ahí me confiaba y la fe me daba fuerzas. Sabía que aunque teníamos que desafiar a la medicina que decía que un parto tan largo es casi imposible que lo supere un niño normal, cuanto menos lo iba a superar nuestra Totoyita con un corazón tan enfermo. Además venía de nalgas y tuvieron que girarla para ponerla en cefálica, maniobra difícil en la que podía haber dejado de latir su corazón. Sin embargo, cuando pedíamos oír el monitor para saber si seguía con nosotros, la respuesta era siempre la misma, ese sonido tan hermoso de su corazoncito galopando, el canto de la vida. Esa era mi niña, mi campeona. Tan pequeña, tan débil y tan fuerte que nos demostraba que también quería nacer, para recibir todo nuestro cariño antes de irse a los brazos del Padre.
Y así llegó el momento del parto. Ya habíamos avisado para que el sacerdote bajara a partitorio a bautizarla. Y allí estábamos todos. Robert de mi mano, al que hoy quiero más que nunca, no me dejó sola ni un segundo, sin comer, sin beber, sin dormir. Los médicos, las matronas, las enfermeras, los celadores y por supuesto, el sacerdote que iba a convertir en hija de Dios a nuestra gordita. Dos empujones y allí estaba nuestra princesa, tan pequeña, tan bonita, tan frágil. Todo había merecido la pena.

Me la pusieron encima sin cortar aun el cordón y allí desnudita sobre mi pecho cubierta con una toalla caliente, rodeada de las caricias y besos de Robert y míos la bautizó el sacerdote. Lo que vivimos en aquellos momentos es imposible de explicar con palabras. Para mí es como si no hubiese techo y el cielo y la tierra estuviesen unidos por unos breves momentos. Había 18 o 20 personas en el paritorio y un silencio absoluto, caras de respeto, de asombro, de admiración, y una presencia muy especial, era un ambiente completamente sobrenatural. Nunca he vivido nada igual y no creo que lo vuelva hacer. El amor lo envolvía todo. Mi niña ya era hija de Dios y su fragilidad humana se había vuelto fortaleza divina. Ahora sí era de verdad una princesa, hija del Rey y la Reina del universo. Nuestra Madre que al igual que hizo con su Hijo al pie de la Cruz, allí estuvo a nuestro lado en todo momento. Cuando terminó el bautizo el sacerdote nos dijo: “En 20 años de sacerdocio no he vivido nada tan bonito como lo que he vivido esta noche”.
Nos pasaron a la sala de dilatación donde dejaron pasar a nuestros hijos cuya máxima ilusión era conocer y dar un beso a su hermanita. Nunca sabrán en el hospital lo agradecidos que estamos. Y allí, rodeada del amor de todos los que desde el primer momento la acompañamos en su corta existencia, su abuelo, sus tíos, prima, padres y hermanos, nos dejó para partir al Cielo. Paso de mis brazos a los de la Virgen, a recibir los más bellos besos y abrazos que cualquier ser humano pueda desear.

Todo el sufrimiento y dolor que puede sentir el corazón de unos padres cuando pierden a su hija, se veía dulcificado. No era un dolor que deja un vacío, una desesperación, la devastación y la nada. Sino que era un dolor inmenso, el mayor que hemos pasado en nuestras vidas, pero era sereno, lleno de paz, de aceptación, de amor, de esperanza, de alegría (aunque esto pueda escandalizar). Teníamos una hija en el Cielo, y el Señor nos dejó acompañarla de la mano hasta el final. Una santa en la familia. Nuestra Santa. Santa Mª Victoria y para nuestra familia Santa Totoyita.

Antes de irse en ese ratito de intimidad que tuvimos no podía olvidarme de vosotros que estuvisteis ahí noche y día acompañándonos. Le dimos una misión para el Cielo. “Preciosa mía, has tenido un ejército rezando para que nacieras, nos han acompañado hasta aquí, y ahora tú cuando llegues a los brazos del Padre tienes que hablar bien de ellos, pedirles a Jesús y a la Virgen por todos y cada uno de ellos y sus familias. Como decía Santa Teresita del Niño Jesús, tienes que pasar tu eternidad haciendo bien sobre la tierra y mandándonos una lluvia de pétalos, de gracias. Pide por tus padres y hermanos. Por tus tíos y primos, por tus padrinos, por tus abuelos, que te hemos querido con locura, como eres, desde el momento de tu concepción. Te encomiendo muy especialmente a nuestros colegios, y a todas sus familias. Cuánto hemos recibido de ellos gratuitamente!!!! A todas las comunidades religiosas que nos han acompañado, y a todos aquellos que nos han tenido presentes en sus oraciones. Dale el beso más grande y lleno de ternura a nuestra querida Lelelita, (mi madre), que fue la que nos formó y nos enseñó que esta vida es un camino hacia el Cielo. Le debemos todo!!!!! Qué orgullo ser su hija!!!!

Tengo que decir, que el trato en el hospital, fue exquisito. Con que delicadeza y medida nos dieron la medicación para evitar que se nos fuera antes de tiempo, tantas guardias, médicos, matronas y enfermeras que conocimos todas aportando su cariño y profesionalidad. Respetando en todo momento nuestras decisiones y sabiendo entender cuánto amor había en el nacimiento de nuestra gordita. A todas les estaré eternamente agradecida y estarán en nuestras oraciones y las de Mª Victoria para siempre. Pero especialmente a las ginecólogas que nos ayudaron a que naciera, y a la matrona Laura, que fue como un ángel de la guarda durante las últimas horas.

Esta carta no es para hacer llorar, ni para llevar a sensiblerías humanas, que las detesto. Sino un testimonio de cómo la gracia de Dios transforma nuestras vidas y nos llena de amor y fortaleza en aquellos momentos más duros de nuestras vidas. (“No tengáis miedo”. San Juan Pablo II)

Un fuerte abrazo y gracias por acompañarnos en todo momento.

Robert y Mª Victoria.

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Fuente: Mi mundo entre líneas


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