arrepentimiento – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 07 Jun 2024 13:51:11 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Consagración al Sagrado Corazón de Jesús https://www.reinadelcielo.org/consagracion-al-sagrado-corazon-de-jesus/ Fri, 07 Jun 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24679 ]]> Oh Corazón de Jesús!

Quiero consagrarme a ti con todo el fervor de mi espíritu.
Sobre el ara del altar en que te inmolas por mi amor,
deposito todo mi ser;
mi cuerpo que respetaré como templo en que tú habitas;
mi alma que cultivaré como jardín en que te recreas;
mis sentidos, que guardaré como puertas de tentación;
mis potencias, que abriré a las inspiraciones de tu gracia;
mis pensamientos, que apartaré de las ilusiones del mundo;
mis deseos, que pondré en la felicidad del Paraíso;
mis virtudes que florecerán a la sombra de tu protección;
mis pasiones, que se someterán al freno de tus mandamientos;
y hasta mis pecados, que detestaré mientras haya odio en mi pecho,
y que lloraré sin cesar mientras haya lágrimas en mis ojos.

Mi corazón quiere desde hoy ser para siempre todo tuyo,
así como tú, ¡oh Corazón divino! has querido ser siempre todo mío.

Tuyo todo, tuyo siempre;
no más culpas, no más tibieza.

Yo te serviré por los que te ofenden;
pensaré en ti por los que te olvidan;
te amaré por los que te odian;
y rogaré y gemiré,
y me sacrificaré por los que te blasfeman sin conocerte.

Tú, que penetras los corazones,
y sabes la sinceridad de mi deseo,
comunícame aquella gracia que hace al débil omnipotente,
dame el triunfo del valor en las batallas de la tierra,
y cíñeme la oliva de la paz en las mansiones de la gloria.
Amén.

___________________
Fuente: ACI Prensa


]]>
Dios sabe que estoy arrepentido https://www.reinadelcielo.org/dios-sabe-que-estoy-arrepentido/ Fri, 27 Jan 2017 11:52:37 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8676

El cambio radical de José Luis Álvarez Santacristina, exmiembro de la banda ETA –a quien la memoria colectiva recuerda como Txelis– tuvo como desencadenante un inopinado “encuentro con Dios”, según sus propias palabras.

Las lecturas de Pierre Teilhard de Chardin y del Nuevo Testamento, y el acompañamiento de un sacerdote, le acercaron “la gracia de poder comenzar a reconducir mi vida por la senda del Evangelio”. Y también la de poder llorar en la soledad de su celda, por reconocer sus muchas culpas, en busca del perdón de Dios, de sus víctimas y de sí mismo.

Durante los 23 años que pasó entre rejas, Txelis estudió Filosofía, Psicología, Teología, Letras Modernas y Empresariales, y emprendió “un largo recorrido de conversión y arrepenti­miento”.“Mi historia –dice– es la de una gracia concreta y palpable, porque la fe me enfrentó a cosas peores que el miedo a un supuesto infierno: dar un sí definitivo a la fe de Jesús de Nazaret me suponía arrepentirme hasta la médula de los actos a los que pude contribuir en mi época de militancia en eta, a rechazar la violencia y a decirlo claramente”.

A través de su entorno inmediato, Misión se ha puesto en contacto con Álvarez Santacristina, que sigue en libertad condicional y trabaja en un centro educativo del País Vasco, donde ayuda a menores con dificultades. El otrora sanguinario Txelis, difícil de reconocer en el actual José Luis, nos ha hecho llegar sus reflexiones sobre el perdón, que él mismo ha puesto en práctica con los familiares de sus víctimas y que pueden aplicarse en casi cualquier situación.

Su mejor aval, en sus palabras, es el siguiente: “Soy consciente de la responsabilidad moral que conlleva haber sido durante años militante de eta; Dios es testigo de que estoy profunda y sinceramente arrepentido”. Ahora, la pregunta es “¿Serías capaz de perdonar a un ex-etarra y más aún, de seguir sus consejos para pedir perdón”.

7 Consejo de “Txelis” para pedir perdón

La petición de perdón, para ser auténtica y reparadora, debes hacerla, ante todo y sobre todo, desde el sufrimiento de la víctima, desde la conciencia del dolor generado, a veces de forma irreparable, en ella y en sus familiares.

Recuerda que pedir perdón de forma sincera no obliga a la víctima a tener que otorgarte su perdón, ni siquiera a escucharte. Quien pide perdón de verdad no espera necesariamente que se le otorgue el perdón, porque es consciente del daño infligido, y de la dificultad, a veces enorme, de la víctima o sus familiares para poder perdonar.

Aunque pedir perdón no constituye una exigencia para la víctima, puede ser una oportunidad para que la memoria del daño sufrido se asiente, se avance en la labor de duelo cuando se ha sufrido la pérdida de un ser querido o graves heridas físicas y morales, y se construya una paz reparadora.

Pedir perdón es un acto de humildad, pues te reconoces radicalmente falible y responsable del mal causado a alguien; no echas balones fuera, no buscas excusas: reconoces, simple y llanamente, tu error o el mal causado.

También es un acto de valentía porque, lejos de toda arrogancia o sumisión deshumanizante a presiones externas, te atreves a enfrentarte al mal que has provocado.

Piensa que pedir perdón es un acto genuinamente humano, que muestra nuestra capacidad de reconocer el daño causado ante quienes lo han sufrido. Al pedir perdón, inicias un proceso de reparación del daño y, a su vez, te reconcilias contigo mismo, con lo más profundo de tu dignidad. Eso sí, pedir perdón no responde, en primera instancia, a una necesidad psicológica o social que tengas, sino a un deber de conciencia para con tu víctima.

Si pides perdón, no solo pides algo, también ofreces algo, por pobre que parezca en comparación con el daño infligido: ofreces humildad, sinceridad, remordimiento y empatía con el dolor de la víctima y su familia, muestras tu pesar por el mal cometido. Y, sobre todo, manifiestas tu firme voluntad de no volver jamás a realizar un acto semejante. En definitiva, ofreces y muestras tu sincero arrepentimiento.

___________________
Fuente: Revista “Misión”, por José Antonio Méndez


]]>
Milagros de San Francisco, en vida y después de su muerte https://www.reinadelcielo.org/milagros-de-san-francisco-en-vida-y-despues-de-su-muerte/ Fri, 26 Aug 2016 10:02:31 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=7708 Los milagros del pobrecillo de Asís hacen que la iglesia católica, a finales de la época medieval, vuelva a recuperar la credibilidad que tenía en los primeros siglos. San Francisco fue un joven que creció en una familia acomodada y que poco a poco se fue entregando a los placeres del mundo. Quiso recibir honores y ganar reconocimiento haciendo parte de los soldados de Asís. Pero en alguna de las guerras cayó prisionero, y el tiempo que estuvo en cautiverio le ayudó a reconocer lo que Dios quería para su vida. Fue así como Francisco empezó una vida de cristianismo radical, haciéndose pobre para el servicio de los pobres, tanto así que dos años después de su muerte fue declarado santo por la iglesia católica. San Francisco es uno de los santos insignes de la iglesia; sus milagros tanto en vida como después de su muerte son de inmensa cuantía. En los milagros de San Francisco sucede algo muy curioso, y es que parece que fuesen sacados de un libro de cuentos imaginarios.

Milagro en vida, de san Francisco de Asís

San Francisco de AsísSan Francisco lavó la piel de un hombre con lepra. También rezó para que el demonio que lo atormentaba se alejara y dejara libre su alma. Entonces la piel del leproso comenzó a sanar, y su alma también. Cuando el hombre se dio cuenta de que estaba sanando, se arrepintió de sus pecados y comenzó a llorar. El hombre se curó completamente, en cuerpo y alma y se reconcilió con Dios.

Milagro de san Francisco de Asís, después de fallecido

Una mujer, particularmente devota de San Francisco, murió en la ciudad de Montemarano. En la vigilia fúnebre se reunieron muchas personas para rezar, improvisadamente el cadáver se levanta y solicita al sacerdote que estaba allí, el poder confesar. Terminada la confesión, le confía al sacerdote: “Estaba a la espera de ser condenada a una dura pena, pero San Francisco, ha pedido y obtenido para mí, la gracia de volver a la vida, para arrepentirme y confesar todas mis culpas”. Después la mujer se encomendó al Señor.”

__________________
Fuente: Catholic.net


]]>
El Bus de la Misericordia https://www.reinadelcielo.org/el-bus-de-la-misericordia/ Fri, 04 Mar 2016 12:29:51 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=6458

Han ido a buscar a la gente donde está,  los centros comerciales. Allí se detiene cada sábado el Bus de la Misericordia, que tiene dos pisos, 3 curas, 40 voluntarios y una banda de música.

Los voluntarios salen a repartir medallas de la Virgen Milagrosa, bendecidas por el Papa Francisco. “Decimos a la gente: ¿Quiere usted un regalo gratis del Santo Padre?, y suele interesarles, quieren saber más”, explica Hannah Beckford, una voluntaria de 25 años. Animan a las personas a entrar en el autobús y hablar allí con los sacerdotes, para consultar sus dudas, explicar sus dificultades, pedir oración, una bendición o confesarse.

Mientras tanto, el grupo de música atrae la atención de los viandantes sobre el autobús, que es cien por cien católico, con su enorme imagen del Papa Francisco sonriendo y su logotipo del Año de la Misericordia. Su destino: #nextstopmercy (“Próxima Parada Misericordia”). Los voluntarios les entregan información sobre las parroquias y misas de la diócesis, en la región inglesa de Lancashire.

“Causa mucho interés, sobre todo en gente que hace tiempo que no pasa por la iglesia. Salen del autobús siempre sonriendo y expresando un agradecimiento sincero”, —dice Hannah.

Esta iniciativa de la Diócesis inglesa de Salford estaba prevista sólo para un par de sesiones, pero en esos dos días subieron más de 400 personas al autobús, y los sacerdotes confesaron a muchas personas que llevaban “décadas” sin acercarse al confesionario, así el equipo ha decidido continuar esta misión todo el Año de la Misericordia, hasta noviembre. Alquilar el autobús de dos pisos cuesta 230 libras por sesión. Vale la pena.

De cómico televisivo a confesor entusiasta

Papa Francisco y Mercy BusUno de los creadores de la idea y sacerdotes fijos en el Bus de la Misericordia es el padre Frankie Mulgrew, de 38 años, ordenado a los 35 años. Antes trabajaba en el mundo del espectáculo, y tenía un programa cómico infantil en TV.

Hijo del famoso cómico irlandés Jimmy Cricket y hermano de la también artista humorística Katie Mulgrew, el padre Frankie recuerda que la palabra “gozo” o “alegría” aparece 244 veces en la Biblia. Como su familia, ha usado varias veces sus habilidades humorísticas para recaudar fondos para niños enfermos que van a Lourdes o para la ONG contra el hambre Mary’s Meals.

Pero en el autobús el padre Frankie ofrece algo aún más poderoso: El Sacramento de la Reconciliación. Él mismo experimentó a los 18 años la capacidad sanadora de este sacramento cuando atravesaba una grave depresión. “Fue una época muy dura y en la confesión experimenté mucha compasión y misericordia y tuve algunos encuentros profundos”, recuerda. Aquello fue lo que eventualmente lo llevaría al sacerdocio, con el apoyo de su familia de artistas. Recientemente publicó el libro “Does God LOL?” (¿Ríe Dios a carcajadas?), en colaboración con otros humoristas, cuya recaudación ayuda a Mary’s Meals.

Librarse de las cargas

“Aquí en la calle decimos: Si tienes cargas, ven al autobús y libérate de ellas. Si experimentas dificultades –peleas familiares, problemas financieros, una relación rota- ven al autobús y experimenta la misericordia de Dios”.

El autobús demuestra ser un lugar de “acogida y aceptación” para personas alejadas de Dios. Él dice que se inspiraron en Jesús, que predicaba en las plazas y en espacios altos y en la mesa con comensales. Así, el padre Frankie entre semana ayuda en su parroquia de Blackburn y en el hospital cercano como capellán, y el sábado sale a la carretera con el bus.

El sacerdote comentó rápidamente la iniciativa al Papa Francisco en Roma, en una de las audiencias de los miércoles: él se rió mucho cuando se lo contaron.

_____________
Fuente: Religión en Libertad


]]>
Arrepentimientos https://www.reinadelcielo.org/arrepentimientos/ Fri, 31 Oct 2014 10:40:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=610 Desde hace varios días que no puedo dejar de comprender íntimamente el sufrimiento que nos invade cuando nos arrepentimos de la forma en que tratamos a nuestros padres. El dolor nos estruja el pecho, al recordar, porque de muchas cosas que hicimos nos arrepentimos, sintiendo en el corazón la verdadera esencia del pecado, del mal, y sus consecuencias.

Llegamos a una edad en la vida, la llamada juventud, en que nos dejamos arrastrar por el vendaval de nuestras inseguridades y nuestros miedos. Nuestra alma queda presa de esa necesidad de afirmar nuestra esencia, de martillar de una vez por todas la tapa del ataúd de esa pregunta que nos carcome: quien somos, de qué somos capaces en la vida.

Por un error incomprensible, pero tan antiguo como la historia de la humanidad, decidimos correr en la dirección equivocada. En lugar de escuchar y mirar a quienes más nos aman, nuestros propios padres, decidimos construirnos a nosotros mismos en la diferenciación, en el distanciamiento, en la descalificación. Ignorantes de que en la vida nada se construye por el camino de la destrucción, nos lanzamos pico y hacha en mano a destrozar los corazones de quienes nos trajeron al mundo.

13 - 1Quizás porque alguien nos aconsejó mal, o quizás porque queremos salir corriendo aún con las piernas de nuestra rebeldía adolescente, lo concreto es que herimos y lastimamos a nuestros propios padres. Ciegos ante el mal, supimos encontrar los puntos donde más duele y así golpear una y otra vez en el mismo lugar. Parecía muy fácil escuchar, comprender, ayudar y tener paciencia a cualquier desconocido, pero no a ellos. Qué horror, baste pensar que para Dios el amor y respeto por nuestros padres es tan importante que hasta les dedicó uno de los Diez Mandamientos.

Digo estas palabras y puedo ver los ojos tristes y desgarrados de tantas madres mientras son heridas por palabras dolientes de sus hijos, por desprecios y agresiones gratuitas. Digo estas palabras y puedo ver el gesto adusto de tantos padres despreciados moral y humanamente por hijos que los dejan parados, congelados, sin saber que responder, como responder.

Quizás es el mundo que ha empeorado, porque cada vez es mayor el desprecio con que hijos tratan a padres, con que abuelos son abandonados sin amor ni cuidado. Quizás es que el amor ha perdido lugar en el mundo y ha dejado avanzar la cobardía, y es entonces más fácil herir a aquellos que sabemos no pueden responder a nuestra agresión, porque nos aman, nos aman de todo corazón.

Pero un día crecemos, se caen las escamas que cubren nuestros ojos y vemos con claridad. El dolor entonces nos envuelve y llena de llagas nuestro corazón, porque ya es tarde para reparar el daño producido. No entendemos como fuimos capaces de ser tan ciegos, como fuimos capaces de ser tan inhumanos. Nos vienen a la mente cosas dichas, cosas hechas, momentos de dolor irreparable, heridas que no cierran.

Si Dios nos concede la Gracia, quizás podamos pedirles perdón antes de que terminen su caminar por la vida. Darles amor, acariciarlos, abrazarlos, hacerlos sentirse amados y respetados por los que son el fruto de su vida. Si es que se fueron antes de que caigan las escamas que cubren nuestros ojos, pues allí no queda más que el sufrimiento y la agonía ante la culpa que ha erosionado nuestro interior, una y otra vez como una marea eterna que no cesa en su esfuerzo de chocar con nuestra alma ya redondeada de tanta ola que viene y se aleja.

cristo2Arrepentimiento a edades maduras, dolores por cegueras sufridas en la juventud. Culpas que nos invaden, diálogos antiguos que se repiten en nuestro interior una y otra vez. Recuerdos que no se alejan, cosas dichas que no pueden ser reconstruidas, marañas de pensamientos que hacen nido en nuestro corazón.

Digo estas palabras y puedo ver los Ojos de Dios Padre, que también es maltratado por millones y millones de hijos. Digo estas palabras y veo la mirada triste de María, Madre ignorada y olvidada por tantos millones de hijos. Quizás es Dios el que quiere que, como padres, compartamos con El este sufrimiento que es el de ser despreciados por nuestros propios hijos, como a El ocurre.

Miremos a nuestros padres, si es que aún los tenemos. Recemos por sus almas, si es que ya se han ido. Pidamos perdón a nuestro Dios, que sane nuestras heridas en la Reconciliación, en la Confesión. Y llevemos de modo especial la Cruz de Jesús si es que ahora nos toca ser padres, y vivirlo en carne propia.

Padre Bueno, danos de beber la Copa de Tu Dolor, en reparación de todas las ofensas que recibes de Tus hijos, ayer, hoy y siempre. Padre de Bondad, por la Dolorosa Pasión de Tu Perfectísimo Hijo, Jesucristo, Ten Misericordia de nosotros y del mundo entero.

]]>