Aragón – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Thu, 04 Jul 2024 08:46:18 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Santa Isabel de Portugal, patrona de los territorios en guerra https://www.reinadelcielo.org/santa-isabel-de-portugal-patrona-de-los-territorios-en-guerra/ Thu, 04 Jul 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=22294

Santa Isabel, reina de Portugal, admirable por su desvelo en conseguir que reyes enfrentados hiciesen las paces y por su caridad en favor de los pobres. Muerto su esposo, el rey Dionisio, abrazó la vida religiosa en el monasterio de monjas de la Tercera Orden de las Clarisas de Estremoz, en Portugal, que ella misma había fundado, y en el cual murió cuando se esforzaba por conseguir la reconciliación entre un hijo y un nieto suyos que estaban enfrentados († 1336).

Vida de Santa Isabel

Nacida en Aragón, España en 1271, santa Isabel es la hija del rey Pedro III de ese reino y nieta del rey Jaime el Conquistador, biznieta del emperador Federico II de Alemania. Le pusieron Isabel en honor a su tía abuela, Santa Isabel de Hungría.

Su formación fue formidable y ya desde muy pequeña tenía una notable piedad. Le enseñaron que, para ser verdaderamente buena debía unir a su oración, la mortificación de sus gustos y caprichos. Conocía desde pequeña la frase: “Tanta mayor libertad de espíritu tendrás cuando menos deseos de cosas inútiles o dañosas tengas”. Se esmeró por ordenar su vida en el amor a Dios y al prójimo, disciplinando sus hábitos de vida. No comía nada entre horas .

La casaron cuando tenía 12 años con el rey Dionisio de Portugal. Esta fue la gran cruz de Santa Isabel ya que era un hombre de poca moral, siendo violento e infiel. Pero ella supo llevar heroicamente esta prueba. Oraba y hacía sacrificios por el. Lo trataba siempre con bondad. Tuvo dos hijos: Alfonso, futuro rey de Portugal y Constancia, futura reina de Castilla. Santa Isabel llegó hasta educar los hijos naturales de su esposo con otras mujeres.

El rey por su parte la admiraba y le permitía hasta cierto punto su vida de cristiana auténtica. Ella se levantaba muy temprano y leía 6 salmos, asistía a la Santa Misa y se dedicaba a regir las labores del palacio. En su tiempo libre se reunía con otras damas para confeccionar ropas para los pobres. Las tardes las dedicaba a visitar ancianos y enfermos.

Hizo construir albergues, un hospital para los pobres, una escuela gratuita, una casa para mujeres arrepentidas de la mala vida y un hospicio para niños abandonados. También construyó conventos y otras obras para el bien del pueblo. Prestaba sus bellos vestidos y hasta una corona para la boda de jóvenes pobres.

Santa Isabel frecuentemente distribuía Monedas del Tesoro Real a los pobres para que pudieran comprar el pan de cada día. En una ocasión, el Rey Dionisio, sospechando de sus actos, comenzó a espiarla. Cuando la Reina comenzó a distribuir monedas entre los pobre, el rey lo observó y enfurecido fue a reclamarle. Pero el Señor intervino, de manera que, cuando el rey le ordenó que le enseñara lo que estaba dando a los pobres, las monedas de oro se convirtieron en rosas.

Forjadora de la paz

El hijo de Isabel, Alfonso, tenía como su padre un carácter violento. Se llenaba de ira por la preferencia que su padre demostraba por sus hijos naturales. En dos ocasiones promovió la guerra civil contra su padre. Isabel hizo todo lo posible por la reconciliación. En una ocasión se fue en peregrinación hasta Santarém lugar del Milagro Eucarístico, y vestida de penitente imploró al Señor por la paz.

Llegó hasta presentarse en el campo de batalla y, cuando los ejércitos de su esposo y su hijo se disponían a la guerra, la reina se arrodillaba entre ellos y de rodillas ante su esposo e hijo, les pedía que se reconciliasen.

Se conservan algunas de sus cartas las cuales reflejan el calibre evangélico y la audacia de nuestra santa.

A su esposo: “Como una loba enfurecida a la cual le van a matar a su hijito, lucharé por no dejar que las armas del rey se lancen contra nuestro propio hijo. Pero al mismo tiempo haré que primero me destrocen a mí las armas de los ejércitos de mi hijo, antes de que ellos disparen contra los seguidores de su padre”.

A su hijo: “Por Santa María Virgen, te pido que hagas las paces con tu padre. Mira que los guerreros queman casas, destruyen cultivos y destrozan todo. No con las armas, hijo, no con las armas, arreglaremos los problemas, sino dialogando, consiguiendo arbitrajes para arreglar los conflictos. Yo haré que las tropas del rey se alejen y que los reclamos del hijo sean atendidos, pero por favor recuerda que tienes deberes gravísimos con tu padre como hijo, y como súbito con el rey”.

Consiguió la paz en mas de una ocasión y su esposo murió arrepentido, sin duda por las oraciones de su santa esposa.

Entra en el convento de las Clarisas después de enviudar

Por el amor tan grande que Santa Isabel le tenía a la Eucaristía, se dedicó a estudiar la vida de los santos mas notables por su amor a la Eucaristía, en especial Santa Clara. Después de enviudar, Santa Isabel se despojó de todas sus riquezas. Emprendió un peregrinaje a Santiago de Compostela, donde le entregó la corona al Arzobispo para recibir el hábito de las Clarisas como terciaria. El Arzobispo fue tan movido por este acto de la santa, que el le entregó su callado pastoral para que la ayudara en su regreso a Portugal.

Vivió los últimos años en el convento, dedicada a la adoración Eucarística.

Cuando estalló la guerra entre su hijo y su yerno, el rey de Castilla, Santa Isabel, a pesar de su ancianidad, emprendió un largísimo viaje por caminos muy peligrosos y logró la paz. Sin embargo el viaje le costó la vida. Al sentir próxima la muerte pidió que la llevasen al convento de las Clarisas que ella misma había fundado. Allí murió invocando a la Virgen Santísima el 4 de julio de 1336.

Dios bendijo su sepulcro con milagros. Su cuerpo se puede venerar en el convento de las Clarisas en Coimbra.

Fue canonizada en 1625. Santa Isabel de Portugal, ruega por la paz en nuestros países. Es patrona de los territorios en guerra
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Fuente: Catholic.net


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El milagro eucarístico de Daroca https://www.reinadelcielo.org/el-milagro-eucaristico-de-daroca/ Fri, 28 Aug 2020 17:54:21 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24990 ]]> Daroca, un pueblo medieval de Aragón que fuera aldea celta y posteriormente ciudad romana, situado a unos 80 km de Zaragoza, fue escogido por Dios para ser custodio de un portentoso milagro eucarístico. Aun hoy, a pesar de la descristianización generalizada, en Daroca se celebra con solemnidad la Semana Santa y el Corpus Christi, escribe el P. Rafael Ibarguren, Consiliario de honor de las Obras Eucarísticas de la Iglesia, en Guadium Press.

El Padre encontró las hostias empapadas en sangre

Los musulmanes, en su empeño de conquistar toda la península ibérica, merodeaban por las cercanías de Daroca. Las tropas cristianas de Aragón se organizaron entonces para defender y reconquistar sus tierras. Católicos de Daroca, Teruel y Calatayud se disponían a la batalla; era el 23 de febrero de 1239.

El cura de Daroca celebraba la Misa y consagraba seis hostias destinadas a la Comunión de los capitanes de aquellas tropas. De pronto, un ataque del enemigo obligó a suspender la Misa, teniendo el sacerdote que salir presuroso a un monte cercano, para esconder las formas ya consagradas, envueltas en unos corporales.

En este ataque los cristianos fueron victoriosos, y los comandantes pidieron al sacerdote recibir la Comunión en acción de gracias por la victoria obtenida. El Padre del lugar, Mateo Martínez se llamaba, fue hasta donde había escondido el Santísimo Sacramento para evitar que fuese profanado, y encontró a las seis Hostias empapadas en sangre y pegadas a los corporales.

Con los corporales manchados en sangre y convertidos en estandartes, nuevas victorias

Sagrados corporales del milagro eucarístico de Daroca

Los jefes de guerra se encantaron a la vista del milagro, y lo tomaron como una señal de que iban a ser victoriosos en embestidas futuras. Pidieron al clérigo que levantara los corporales manchados de sangre en un marco, y erigirlos cual estandarte. Con él volvieron a batalla, obteniendo nuevas victorias.

Los seis comandantes eran de diferentes lugares y, naturalmente, cada uno deseaba que los corporales fuesen a su propia ciudad, para ser honrados en la respectiva Catedral o templo. Discutían y discutían… nadie cedía, y no se ponían de acuerdo. Decidieron entonces hacer un sorteo. Y acabó siendo escogida la propia ciudad de Daroca para ser la sede de aquel tesoro tan valorado.

Los corporales se quedan en Daroca

Pero… dos de los jefes no aceptaron. Entonces, fue propuesta una singular solución: se pondrían los corporales en el lomo de una mula árabe, capturada en la conquista, que nunca antes había pisado tierras cristianas. La dejarían vagar durante el tiempo y los lugares que quisiese, y donde se detuviese definitivamente sería el lugar escogido para la permanencia de las reliquias. Se ejecutó ese plan.

La mula con el tesoro a cuestas se puso en marcha y anduvo durante doce días una distancia de cerca de doscientos km, bordeando ciudades, sin entrar en ninguna. Por fin, cayó exhausta ante la Iglesia de San Marcos… ¡en la ciudad de Daroca a la que retornara! Allí quedaron entonces los corporales que más tarde fueron llevados a la hoy Basílica de Santa María de los Sagrados Corporales, donde se veneran en una capilla ornada con pinturas que evocan el milagro.

Hay interesantes tradiciones que se han ido transmitiendo por generaciones sobre al viaje de la mula; cuentan que en su travesía sucedieron varios milagros: cánticos de ángeles, demonios que abandonaban posesos, conversiones, etc.

La mula decidió en dónde debían custodiarse los corporales

Urbano IV recibe otra señal para instaurar la fiesta del Corpus Christi

Pocos años después del milagro, en 1261, una comitiva de Daroca viajó a Roma para informar a Urbano IV –Papa muy amante de la Eucaristía– sobre el milagro eucarístico de su ciudad. Este Pontífice era contemporáneo de la religiosa Santa Juliana de Cornillón, de Lieja, Bélgica, que tanto trabajó por la institución de una fiesta propia para el Santísimo Sacramento. Por entonces, Urbano IV, que antes había sido canónigo en Lieja, se encontraba en Orvieto, donde declaró auténtico otro famoso milagro eucarístico, el de Bolsena, e instituyó, en 1264, la Fiesta del Corpus Christi. El milagro eucarístico de Daroca fue considerado como una señal más del Cielo para que la Fiesta de Corpus, hoy Solemnidad, fuese establecida.

Santo Tomás de Aquino, que providencialmente estaba en la ocasión con el Papa, compuso himnos para la Misa propia del Corpus. Más tarde, el docto santo dominico sería nombrado patrono de la ciudad de Daroca. Y en 1444, el Papa Eugenio IV concedió indulgencias y jubileos a ser celebrados en Daroca. Fue este Pontífice que declaró auténticos otros milagros eucarísticos: el de Walldurn de Alemania, y el de Ferrara de Italia. Eran épocas de Fe ardiente…

La relación Fe y milagros

Alguno podrá preguntarse, ¿por qué en tiempos de fe robusta se daban portentosos milagros con relativa frecuencia, y en la sociedad materialista de hoy, los milagros son tan escasos, o casi inexistentes? ¿Acaso los milagros no tocarían los corazones y avivarían la fe adormecida de las personas?

Claro que no. Porque los milagros son, precisamente, regalos de Dios para las almas que tienen fe, que están dispuestas a creer. “Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque alguien resucite de entre los muertos, no creerán” dijo Abrahán al rico de la parábola que se quemaba en el infierno (Lc, 16, 31).

En todo caso, cada día, a toda hora y en miles de lugares, sucede un milagro mucho más grande e impresionante que todos los demás sumados: la transubstanciación. En la Misa, por las palabras de la Consagración dichas por el propio Cristo a través de la voz del Sacerdote, y por obra del Espíritu Santo, el pan y el vino se convierten en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor.

¡No se valora debidamente este milagro supremo y se pretenden otros que serían inútiles!

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Fuente: Religión en Libertad


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