amor a la Eucaristía – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Thu, 13 Jun 2019 21:02:19 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Santa María Micaela https://www.reinadelcielo.org/santa-maria-micaela/ Wed, 14 Jun 2017 07:10:22 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9620

Esta mujer heroica que nació en Madrid España en 1809, tuvo que pasar por situaciones verdaderamente amargas, antes de llegar a la santidad. Era todavía muy joven cuando murió su madre. Su padre murió también inesperadamente. Su hermano Luis pereció en un accidente al caerse de un caballo, y su hermanita Engracia fue llevada imprudentemente por una niñera a ver la escena del ahorcamiento de un criminal y la jovencita al ver esta escena se enloqueció. Le quedaba una hermana, Manuela, pero esta tuvo que salir al destierro porque los enemigos políticos de su esposo se apoderaron del gobierno.

Recibió una educación muy seria. Empieza un noviazgo, y después de tres años de amistad muy armoniosa, y muy santa con su novio, este de un momento a otro se aleja, porque sus familiares se lo han ordenado así. Entonces las lenguas maledicientes se dedican a hablar mal de Micaela. Ella en su autobiografía añade: “En vez de hablar de esto con mis amistades, lo que hacíamos era llevar cuenta de los rezos que hacíamos, y ver quién había rezado más”.

Su hermano fue nombrado embajador en París, y después en Bruselas (Micaela era de familia de alta clase social española). Ella tuvo que acompañarlo y entonces empezó una vida muy especial: madrugar muchísimo para alcanzar a hacer sus prácticas de piedad, ir a la Santa Misa, comulgar y aprovechar la mañana para hacer sus obras de caridad. De mediodía en adelante asistir a banquetes diplomáticos, bailes, funciones de teatro, salir de paseo a caballo, rodeada de gente de la aristocracia y mostrarse siempre alegre y sonriente a pesar de los dolores continuos de estómago a causa de una especie de cáncer que parecía devorarle el vientre.

00MariadeMattAnte tantísimos peligros para su virtud, lo que conservaba en gracia de Dios a la joven y elegante Micaela era su comunión diaria, las mortificaciones que hacía y el haber encontrado un santo director espiritual, el Padre Carasa. Una de sus mortificaciones consistía en que cuando iba a funciones de teatro (donde la gente se presenta muy deshonestamente vestida) ella se colocaba unos anteojos que por más que esforzara la vista no le dejaban ver lo que pasaba en el escenario.

Mientras por las tardes y noches tenía que estar en las labores mundanas de la diplomacia, por las mañanas estaba visitando pobres, enfermos e iglesias muy necesitadas y dejando en todas partes copiosas limosnas (su familia era muy adinerada). Nadie podía imaginar al verla tan elegante en las fiestas sociales, que esa mañana la había pasado visitando casuchas y ayudando a gentes abandonadas.

Al volver a España la invitaron en Burdeos a una reunión en la casa del Cónsul. Allí la esperaba el Sr. Arzobispo para pedirle que hiciera de mediadora frente a unas monjitas que engañadas por un jansenista (los jansenistas son herejes que dicen que quien no es santo no puede recibir ningún sacramento) se habían rebelado contra el arzobispo. Micaela, aprovechando su admirable simpatía que le hacía ganarse a las gentes, se fue al convento y obtuvo que las religiosas hicieran unos días de Ejercicios Espirituales, y al final de esos Retiros, las monjitas, presididas por nuestra santa, hicieron la paz con el Sr. Arzobispo.

El Padre Carasa le recomendó que al volver a Madrid se entrevistara con una dama muy santa llamada María Ignacia Rico. Así lo hizo y entonces aquella caritativa mujer la llevó al hospital San Juan de Dios, donde estaban las mujeres de mala vida que caían enfermas. La santa afirma que “allí sufren el olfato, la vista, el tacto, los oídos” y que “todos los sentimientos tienen allí ocasión para padecer”. Micaela ni siquiera sabía que existía esa clase de mujeres y nunca se había imaginado que los hombres dieran un trato tan injusto y cruel a esas pobres criaturas, después de haberlas corrompido.

Aquel espectáculo del hospital fue para Micaela como una revelación del cielo. Y cuando supo no sólo la situación horrorosa de esas pobres muchachas enfermas en el hospital, sino la espantosa vida que les esperaba cuando salieran de allí, pensó que era absolutamente necesario hacer algo concreto para ayudarlas. Y con su amiga María Ignacia consiguieron una casita para llevar allí las muchachas en peligro para preservarlas, y a las que ya habían sido víctimas, para redimirlas y salvarlas.

Y sucedió entonces que alrededor de Micaela hubo una verdadera tormenta de incomprensiones y abandonos aun de sus mejores amistades. Ahora se cumplía la antigua frase de San Ignacio: “El mundo no tiene oídos para poder escuchar tan grande estruendo”. ¿A quién se le iba a ocurrir que una mujer de la más alta clase social, emparentada con las familias más ricas y famosas de la capital, se fuera a dedicar a cuidar prostitutas o mujeres de mala vida? Todas sus antiguas amistades se negaron a ayudarle, y ya ni la reconocían como amiga.

Y luego sucedió lo que ninguno había esperado: Micaela dejó su casa elegante en un barrio rico y se fue a vivir con unas pobres mujeres de mala vida en una casucha miserable, para poder transformarlas en personas honradas y santas.

Al Sr. Arzobispo le llevan cuentos y calumnias y entonces él envía a un sacerdote para que saque de la Casa de Micaela el Santísimo Sacramento. Cuando el sacerdote llega, la santa se dedica a orar por él, y éste, después de rezar unos minutos de rodillas, cambia de parecer y se va sin llevarse el Santísimo Sacramento.

Le llega un director espiritual demasiado rígido que el prohibe hacer caso a los mensajes interiores que Dios le da. Una voz le dice: “Micaela, se va a incendiar la sacristía”, pero ella no puede hacer caso a esto, y tiene que dejar que suceda. Otra voz le dice: “Le echaron veneno a la comida”, pero como el director le prohibió hacer caso a esas voces empieza a comer. Sólo que al sentir el sabor tan desagradable de aquel alimento, se dice: “Aunque fuera sin voces, yo no me comería esto por lo asqueroso”, y se detiene. Pero alcanza a enfermarse bastante. Afortunadamente, en vez de ese equivocado director le llega un santo de primera clase, a dirigirla, es San Antonio María Claret, y bajo su dirección sí puede progresar grandemente en santidad.

1cbce8516fef588b39703efc874a745bSon las diez de la mañana y no hay con qué hacer desayuno para tantas jóvenes. Llega un misionero de Filipinas y la santa le cuenta su terrible situación. El misionero le entrega una moneda de oro que le han regalado. Corren a comprar alimentos, y las muchachas exclaman: – ¡La superiora nos estaba haciendo una broma diciendo que no había comida! ¡Miren qué abundante comida nos tenía por ahí guardada!.

Cuenta Micaela en su autobiografía: “N.N. es una muchacha que me ha hecho muchos robos y me ha inventado cuentos horrendos. Pero yo la sigo tratando con gran cariño, como si fuera mi mejor amiga”. Más adelante añade: “Las gentes me viven inventando mil cosas malas que nunca he hecho y ni siquiera he pensado… pero bendito sea Dios que de lo malo que sí he hecho no saben nada!”.

Un día va a una casa de citas a rescatar a una muchacha a la cual tiene allá obligada. La insultan, le lanzan piedras, le dicen todas las vulgaridades que nunca había escuchado, pero ella sigue sonriendo como si estuviera recibiendo honores, sale por entre esa multitud infernal, llevándose a la muchacha y salvándola para siempre.

La reina de España que la aprecia mucho la invita al palacio para pedirle unos consejos. Entonces Micaela que en otros tiempos era una de las mujeres más elegantemente vestidas de la capital, se va allá con vestidos viejos y desteñidos. Las damas de la corte se burlan de ella y ni siquiera le contestan el saludo, pero ella sale de aquel palacio muy contenta, porque pudo practicar la virtud de la humildad.ado

Una mujer mala le inventa tremendas calumnias. El obispo llama a nuestra santa y le lanza el regaño más espantoso. El Padre Director Espiritual, P. Carasa, le niega hasta el saludo. Micaela no se defiende. Ella recuerda lo que decía San Francisco de Sales: “Dios sabe qué tanta cantidad de buena fama necesito, y El me concederá la suficiente buena fama para que pueda seguir trabajando por las almas”. Después saben que todo lo que habían dicho eran calumnias, y le piden excusas. Ella mientras tanto no había perdido la alegría ni la paz.

El 6 de enero de 1859, con siete compañeras funda la Comunidad de Hermanas Adoratrices del Santísimo Sacramento, dedicadas a adorar a Cristo Jesús en la Eucaristía y a trabajar por preservar a las muchachas en peligro, y a redimir a las pobres que ya cayeron en los vicios y en la impureza.

Su comunidad se extendió por Barcelona, Valencia y Burgos y ahora tiene 1,750 religiosas en el mundo en 178 casas.

Ella escribiendo a sus religiosas les decía: “Difícil encontrar otra fundadora de comunidad que haya sido más acusada, más calumniada y más regañada que yo. Mis acciones las juzgan de la peor manera posible”. Pero también podía repetir las palabras de San Pablo: “Poco me interesa lo que las gentes están diciendo de mí. Mi juez es Dios”.

En sus casas mandaba colocar esta bella frase, un mensaje de Dios a sus religiosas para que no se desanimaran en la pobreza y en las dificultades: “MI PROVIDENCIA Y TU FE, MANTENDRAN LA CASA EN PIE”.

La Madre Micaela había estado socorriendo a los enfermos en la peste de tifo negro en los años 1834, 1855 y 1856, y había logrado no contagiarse. Pero en el año 1856 al saber que en Valencia había estallado la terrible peste del tifo, se fue allí a socorrer a los apestados. Y se contagió de la mortal enfermedad.

Al padre confesor le dijo: “Padre, esta es mi última enfermedad”. Y en verdad que fue la última y la más dolorosa. Calambres casi continuos. Dolores agudísimos. El médico declaró: “Nunca había visto a una persona sufrir tanto y con tan grande paciencia y heroísmo”.

El 24 de agosto de 1856, a las 12, abrió los ojos, los elevó hacia el cielo y murió. La enterraron sin ninguna solemnidad en una fosa ordinaria en el cementerio.

Pero Dios la glorificó haciendo milagros por su intercesión y hoy sus religiosas siguen salvando del pecado y de la perdición a miles de jóvenes en todo el mundo.

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Fuente: EWTN


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El Niño Cristero, santo https://www.reinadelcielo.org/el-nino-cristero-santo/ Thu, 09 Feb 2017 19:15:59 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8772

El domingo 16 de octubre de 2.016 se celebró en Roma la canonización de José Sánchez del Río, el “niño cristero”, que tenía algo menos de 15 años cuando fue torturado y asesinado en febrero de 1928 en Sahuayo (Michoacán, México), durante la persecución anticatólica del régimen laicista de Plutarco Elías Calles.

Fue beatificado el 20 de noviembre de 2005 por el Papa Benedicto XVI y canonizado como santo de la Iglesia universal, el 16 de octubre de 2016 por el Papa Francisco. El milagro que posibilitó su canonización fue la milagrosa curación en 2008 de Ximena Guadalupe Magallón Gálvez, una bebé que en Sahuayo sufrió meningitis, tuberculosis y un infarto cerebral.

milagro del niño cristeroEl joven santo formaba parte de las milicias cristeras pero no era combatiente, y fue detenido, torturado y asesinado a sangre fría, en un ritual elaborado, invitándole explícitamente a rechazar la fe. No fue una víctima de guerra, sino de persecución religiosa por parte del poder político.

Vida de José Sánchez del Río, Niño Cristero

El Mártir José Sánchez del Río nació en Sahuayo, diócesis de Zamora (Michoacán, México), el 28 de marzo de 1913. Fue bautizado en la parroquia de Santiago Apóstol de Sahuayo, lugar donde sería encarcelado y donde comenzaría su martirio catorce años más tarde. Sus padres fueron Macario Sánchez y María del Río que tuvieron cuatro hijos: Macario, Miguel, José (el mártir) y María Luisa. El muchacho Joselito, como era llamado familiarmente, hizo su primera comunión a la edad de unos 9 años.

Cuando comenzó el movimiento católico de los “cristeros” sus dos hermanos mayores, miembros de la Acción Católica de la Juventud Mexicana, entraron en el movimiento de Defensa de la Libertad Religiosa. En Guadalajara, donde la familia se había visto obligada a trasladarse, el joven muchacho José visita la tumba del joven abogado Anacleto González Flores, cruelmente martirizado el 1 de abril de 1927 y que sería proclamado beato en 2005 junto con otros ocho jóvenes seglares, entre los cuales estaba el mismo José, y otros tres sacerdotes.

Joselito

El joven José pidió entonces a Dios poder morir como Anacleto en defensa de la fe católica. Alcanzará tal gracia, casi un año más tarde, el 10 de febrero de 1928 en plena persecución, cuando, tras haberse unido por motivos de conciencia a los “cristeros” y sirviendo como portaestandarte de los mismos con la imagen de la Virgen de Guadalupe y los colores nacionales de México, y sin tomar parte directamente en los conflictos armados, cayó prisionero de las tropas gubernamentales, cuando libremente cedió su caballo a uno de los “jefes cristeros” para que pudiese escapar, plenamente consciente que ello significaba su captura y una posterior muerte atroz.

Joselito rezaba el Rosario diariamente y recibía los Sacramentos, aunque estaban prohibidos.

Los 27 testigos de su Proceso sobre el martirio lo recuerdan como un muchacho normal, sano y de carácter jovial, y aseguran que acudía al catecismo y se distinguía por su compromiso en las difíciles actividades parroquiales, no permitidas en aquellos tiempos de persecución; se acercaba a los sacramentos, cuando podía, porque el culto público estaba prohibido, poniendo en peligro su vida; rezaba cada día el santo rosario junto con su familia, profundamente cristiana. A pesar de ser todavía muy joven, José sabía muy bien lo que estaba viviendo México en aquella persecución.

Insistencia para ir con los cristeros

niño cristero 2José Sánchez del Río, a partir de aquel momento su resolución fue cada vez más fuerte pidiendo a sus padres el permiso para unirse a los “cristeros”, que a pesar de una inicial razonable prudencia por parte de sus padres como de los dirigentes “cristeros”, dada su joven edad, finalmente lo consintieron. A las objeciones de sus padres, el joven muchacho respondía: “Mamá, nunca ha sido tan fácil como ahora ir al cielo.

Finalmente, el joven muchacho obtuvo la bendición paterna y pudo unirse a ellos. En el verano de 1927 intenta unirse a los “cristeros” junto con otro amigo suyo, adolescente como él, Lázaro, y tras múltiples aventuras, logran alcanzar a los “cristeros”, que repetidamente querían devolverlos a sus casas, dada su joven edad y los peligros mortales a los que se exponían.

Las ocupaciones de José consistían fundamentalmente en la de servir en sencillas tareas que no comportaban en absoluto su empeño en la lucha activa y en ser portaestandarte. En un choque entre los “cristeros” con las tropas gubernamentales el 6 de febrero de 1928, el joven José cedió su caballo a un líder cristero y así cayó preso junto con un joven amigo suyo indio.

Carta a su madre: dispuesto al martirio

Presos en la población de Cotija, el mismo día 6 pudo mandar una carta a su madre desde la cárcel oscura y maloliente de Cotija.

«Cotija, lunes 6 de febrero de 1928. Mi querida mamá: Fui hecho prisionero en combate este día. Creo que en los momentos actuales voy a morir, pero nada importa, mamá, resígnate a la voluntad de Dios, yo muero muy contento, porque muero por Nuestro Señor. No te apures por mi muerte, que es lo que me mortifica; antes, diles a mis otros hermanos que sigan el ejemplo del más chico y tú haz la voluntad de Dios. Ten valor y mándame la bendición juntamente con la de mi padre. Salúdame a todos por última vez y tú, recibe por último el corazón de tu hijo que tanto te quiere y verte antes de morir hubiera deseado. Joselito José Sánchez del Río».

Su parroquia, profanada y convertida en cárcel-establo

Llevaron a los dos muchachos el 7 de febrero a Sahuayo y fueron encerrados en la iglesia parroquial de Santiago, transformada en cárcel de varios católicos y en caballeriza de las tropas gubernamentales. Los soldados, entre otras profanaciones, habían convertido el presbiterio y el Tabernáculo en un gallinero de “gallos de pelea”, propiedad del jefe político de la región. Ante tal profanación, el joven José reaccionó con fuerza matando a los gallos, y sin miedo a las amenazas de muerte de parte de aquel jefe, que entre otras cosas había sido amigo de familia y su padrino de primera comunión.

Él, que se había distinguido siempre por su devoción a la Eucaristía, respondió a aquel jefe el 8 de febrero: “La casa de Dios es para rezar, no para usarla como un establo de animales… Estoy dispuesto a todo. Puede fusilarme. Así me encontraré enseguida en la presencia de Dios”.

Uno de los soldados lo golpeó violentamente en la boca con la culata del fusil rompiéndole los dientes, como de hecho se pudo constatar durante la exhumación de sus restos. Como venganza inmediata, y en presencia de José, su compañero Lázaro fue ahorcado en la plaza frente a la iglesia; creyéndolo muerto lo abandonaron y fue salvado por el sepulturero, mientras José continuó encarcelado en el baptisterio de la iglesia, donde había sido bautizado.

Invitándolo a cambiar de bando

Lo invitaron repetidamente a pasar a la parte de los perseguidores; y aquel jefe político le hizo diversas propuestas muy halagadoras como la de inscribirlo a la prestigiosa escuela militar del Régimen o la de mandarlo a los Estados Unidos, pero el joven las rechazó con firmeza.

Aquel jefe político pidió entonces a la familia del joven un rescate de 5000 pesos de oro que el papá de José entregó, y que el perseguidor recibió a pesar que ya había hecho asesinar al joven la noche anterior. José había pedido repetidamente a sus papás que no pagaran aquel rescate en cuanto que ya había ofrecido su vida a Dios y que “su fe no estaba a la venta”.

El 7 de febrero, llevados a Sahuayo, y ya encarcelados en el templo parroquial, los militares comunicaron a los dos jóvenes muchachos su decisión de fusilarlos. Allí permanecerían tres días. El 10 de febrero de 1928, trasladaron a José hacia las 6 de la tarde desde la parroquia a un mesón cercano. Hacia las 7 de la tarde logra mandar una carta a su tía María, donde le comunica que sería fusilado poco después por su fidelidad a Cristo y a la fe católica, y le pide que otra tía, llamada Magdalena, le llevase la Comunión. Lo logrará. Todo aconteció hacia las 8 de la noche.

Le cortaron la planta de los pies

En aquel mesón, convertido en cuartel de las tropas, los soldados le desollaron los pies con un puñal.

niño cristero 3Lo atestiguan dos testigos así: “Al tercer día de prisión, a deshora de la noche, lo sacaron a un mesón que se encontraba por la calle Santiago frente a la parroquia, los soldados le desollaron los pies con un cuchillo. Entre donde estaba José y donde yo estaba, había solo una pared de por medio y yo oía a José que decía: “¿Qué esperan, qué esperan?”. No oí lamentos, solo escuchaba la voz resignada de José. Yo vi las huellas de sangre de las plantas de los pies en el portal llamado de Arregui, que está sobre la calle que conduce al panteón. En el mesón también lo torturaron. Lo llevaron de noche porque no querían que la gente se diera cuenta de que lo iban a matar. Se lo llevaron al panteón donde primero fue acuchillado y después le dieron el tiro de gracia en la cabeza”. “Cuando le cortaron las plantas de los pies, lo hicieron andar sobre sal de Colima (que son granos muy gruesos). Después, lo sacaron del mesón y lo llevaron caminando descalzo y sangrando lo llevaron caminando en el empedrado hasta la boca del portal; cada paso que daba dejaba la huella de sus pies totalmente ensangrentados, una pura llaga,…”.

Hacia las 11 de la noche tras desollarle los pies, le hicieron caminar, golpeándole, a través de la calle que iba hasta el cementerio municipal. Los carnífices querían obligarlo a apostatar de la fe con las torturas, pero no lo lograron. Sus labios solamente se abrían para gritar “¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!”.

Ejecución final

Llegados al cementerio el jefe de los soldados ordenó a los mismos apuñalarlo para impedir que se pudiesen escuchar los disparos en la población. Había el toque de queda. El joven mártir, a cada puñalada, gritaba con un filo de voz: “¡Viva Cristo Rey!”, “¡Viva Santa María de Guadalupe!”. Entonces, el jefe militar, con su pistola, le disparó un par de tiros en la cabeza. Su cuerpo fue arrojado en una pequeña fosa, recubierto con poca tierra. Eran las 11.30 de la noche del viernes 10 de febrero de 1928.

Luego, durante la noche profunda, el sepulturero y algunas buenas almas, a escondidas, regresaron al lugar, lo sacaron del foso, lo cubrieron con una sábana y lo volvieron a sepultar en el mismo lugar. En 1954, los restos del Mártir fueron inhumados y trasladados a la iglesia cercana del Sagrado Corazón. En 1996 fueron de nuevo inhumados y transportados a la parroquia de Santiago Apóstol de Sahuayo, a un costado del baptisterio, donde había sido bautizado y donde había estado preso hasta poco antes de su martir.

La Iglesia tuvo que llevar su acción pastoral en clandestinidad. Mas no lo permitió el Gobierno. La policía se dedicó a buscar, registrar y catear casas donde privadamente se celebraban los sacramentos y los sacerdotes fueron perseguidos y buscados como malhechores.

Los sacerdotes, por una orden gubernamental, eran obligados a abandonar las parroquias rurales y concentrarse en las ciudades, cerrándoles así el campo de acción. La mayor parte desobedeció. Sería el campo fecundo de los mártires.

Por su parte, el papa Pío XI no se calló ante tanta injusticia y tanta sangre derramada. A lo largo de su pontificado, dedicó a la situación mexicana 5 encíclicas y los obispos, varias cartas colectivas. Fue el pueblo fiel el que luchó con denuedo por los derechos a la libertad de conciencia.

Ante todo, hay que recordar que el catolicismo mexicano de los comienzos del siglo XX destacaba en el ámbito del catolicismo latinoamericano por su vivacidad y su compromiso social.

El padrino de Joselito fue quien encargó su muerte

El padrino de José Sánchez del Río era el diputado Rafael Picazo Sánchez, natural y vecino de Sahuayo, diputado por el distrito de Jiquilpan y gozaba de gran poder político y autoridad en toda la comarca, ya que secundaba incondicionalmente las órdenes del general presidente Plutarco Elías Calles.

Casi todos los testigos del Proceso de martirio no dejan de referirse a él, casi siempre con juicios bastante duros, que se pueden resumir así: el diputado Rafael Picazo pertenecía a una familia muy católica, pero él por sus relaciones con el Gobierno y por convenir así a sus intereses personales, se convirtió en perseguidor implacable de la Iglesia católica; en este juicio vienen a coincidir todos.

Uno de ellos así lo resume: “[En Sahuayo la persecución] se inicia el 26 de julio de 1926; el diputado Rafael Picazo traía la consigna de Calles de acabar con el cristianismo y con los templos”. Y otro: “Picazo hacía cosas muy malas y no quería a los cristeros y mataba a todo el que agarraba; por eso mató a José, por cristero”.

Este personaje, Picazo, jugará por todo ello un papel relevante en la detención y en el asesinato cruel del muchacho José Sánchez del Río, del que para mayor dolor dramático era su padrino de primera comunión y familiar y antiguo amigo de su familia.

Cuando Joselito entregó su caballo al general Guízar Morfín

En un enfrentamiento que tuvieron las tropas cristeras con las fe­derales del general Tranquilino Mendoza, el 6 de febrero de 1928 al sur de la población de Cotija, casi lograron tomar prisionero al jefe cristero Guizar Morfín porque le mataron el caballo, pero José bajándose rápidamente del suyo en un acto heroico se lo ofreció.

Y así sucedió: el general Guizar Morfín pudo escapar, pero las tropas federales en aquella escaramuza hicieron prisioneros a José Sánchez del Río y al joven indígena llamado Lázaro. Los llevaron maniatados hasta Cotija en medio de golpes e injurias, “Vamos a ver qué tan hombrecito eres”. José no dejó escapar ni un quejido y rezaba para fortalecer su espíritu y poder sobreponerse a las humillaciones y tormentos.

Canonización

La canonización del niño cristero José Sánchez del Río el 16 de octubre de 2016 fue recibida con gran alegría en México. Unas 20.000 personas se juntaron en la ciudad del mártir adolescente, Sahuayo (Michoacán), donde nació y donde fue torturado, acuchillado y rematado de un tiro cuando contaba con 14 años, el 10 de Febrero de 1928.

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La Calzada de los mártires cristeros.

En una multitudinaria procesión juvenil los fieles elevaron al cielo un Rosario de globos de helio como símbolo de inicio de las celebraciones ininterrumpidas por la canonización de Joselito, como le llamaban sus familiares y seres queridos, y ahora sus devotos. Él era asiduo rezando el Rosario, y dirigía el rezo del Rosario en el campamento cristero.

Procesiones y huellas ensangrentadas

Otro acto emotivo en Sahuayo fue la concurrida procesión en honor al nuevo santo, que comenzó en el Panteón Municipal y culminó en la Calzada de los Mártires Cristeros.

Un espacio que animaba a reflexionar fue “la vía de la agonía de Joselito”, un camino de velas y huellas rojas de pies descalzos, en recuerdo de las manchas de sangre que el santo iba dejando en su camino hacia el Cementerio donde fue asesinado por odio a la fe. Le habían desollado las plantas de los pies y sus pies ensangrentados marcaron todo el camino.

Oración a San José Sánchez del Río

Señor Dios, que otorgaste
la palma del martirio a
San José Sánchez del Río,
al profesar y defender
con su sangre la fe
en Cristo Rey del universo.

Concédenos por su intercesión,
alcanzar la gracia de ser como él,
fuerte en la fe,
seguros en la esperanza,
y constantes en la caridad.

Por Cristo Nuestro Señor.

Amén

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Fuente: Web Católico de Javier


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De rapero traficante a hacer “Rap para Gloria de Dios” https://www.reinadelcielo.org/de-rapero-traficante-a-hacer-rap-para-gloria-de-dios/ Fri, 03 Feb 2017 17:02:42 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8752

Carlos Zamora, más conocido en el mundo de la música como C2six, es un rapero cuya trayectoria ha estado marcada por una fuerte conversión que le llevó no sólo al catolicismo sino a ser un apologeta. La violencia marcó su vida. Nació y se crio en la ciudad texana de Fort Worth donde los asesinatos y las peleas eran algo cotidiano.

Como casi todos los niños y jóvenes de su edad sentía que el gangsta rap era la banda sonora de su vida. Este tipo de rap intenta reflejar con toda su crudeza el estilo de vida violento de la juventud en las zonas deprimidas de Estados Unidos. Gangsta es una adaptación de la palabra gangster por lo que la apología de la violencia, las blasfemias, insultos y palabras malsonantes marcan este tipo de música. Sin embargo, este rap fue la inspiración y el motor de la generación de Carlos Zamora y con sus letras se sentían aún más llamados a llevar esta vida violenta.

Con 12 años ya fumaba marihuana

En una entrevista con The Coming Home Network, Zamora explica su caída a los infiernos y su vuelta al catolicismo. C2six recuerda que aunque sus padres eran católicos y él había sido criado como tal desde muy pequeño dejó de hacer caso a su familia. “Probablemente estaba en 6º o 7º grado (12-13 años) cuando realmente empecé a beber y a fumar marihuana”, afirma el rapero.

De consumir a vender

Ya en secundaria empezó poco a poco a rapear, iba a fiestas y se drogaba pero entonces pensó: “esto es divertido, pero no me va a dar dinero”. Fue en ese momento cuando comenzó a traficar con drogas “porque pensaba que es donde estaba el dinero de verdad”.

La muerte de su madre fue el punto de inflexión

El conocer a su esposa y el involucrarse más de lleno en la música al menos le hicieron tomar la decisión de dejar de vender drogas pero el verdadero cambio en su vida tuvo como punto de inflexión la muerte de su madre.

“Ella tenía cáncer de páncreas y me di cuenta cuando aún vivía que nunca me había visto hacer algo bueno con mi vida (…) Siempre me escuchó haciendo gangsta rap con todas esas blasfemias y nunca me escuchó algo positivo”.

Entonces empezó a escuchar a diferentes predicadores y pastores evangélicos que aunque fuera un poco le ayudaron a variar ligeramente su perspectiva.

El concierto que le abrió los ojos

Así, llegó otro de los momentos claves de su conversión. Cuenta que en una ocasión le pidieron dar un concierto para un evento “para todas las edades”. “Yo no estaba muy seguro qué significaba eso pero pensé simplemente que iba a conseguir un cheque”, por lo que era suficiente para decir sí. “Cuando llegamos allí descubrí que ‘todas las edades’ se refería a todo tipo de niños de la escuela secundaria y preparatoria. Había alrededor de 1.500 personas allí y me di cuenta que estaba a punto de decir todas esas cosas que había en nuestra música a un grupo de niños muy vulnerables”.

Después de eso se fue a un rincón oculto y afirma que “lloré durante dos horas. Esa noche le dije a Dios: ‘siento que eres tú el que me lleva, así que sólo iré donde quieras que me lleves”. Ese día decidió dejar de fumar marihuana y de hacer este tipo de rap violento.

C2six ha pasado de hacer un rap violento a hip hop católico

God loves youZamora recordó lo que escuchaba de los pastores protestantes y era que “me faltaba en mi vida una relación con Jesús aunque en ese momento no comprendía qué tipo de relación podía tener con él como católico”.

Pero como él mismo relata, se dejó llevar por protestantes anticatólicos y empezó a odiar a la Iglesia. “A medida que continuaba escribiendo música, empecé a preguntarme muchas cosas sobre lo que realmente creía. Escuchaba todas esas cosas sobre la Iglesia Católica pero yo no estaba seguro de si era cierto. Algo no encajaba”.

Y como el rap es un ‘campo de batalla’ en el que los raperos denuncian con sus letras y a su vez son contestados, él necesitaba armas, en este caso, argumentos. “Todo lo que decían otros raperos cristianos no encajaba con lo poco que yo sabía del catolicismo, así que me estudié el catolicismo. Este sería mi punto para volver a la Iglesia Católica.

Carlos Zamora comenzó a hacer rap cristiano, pero no le gustaba lo que otros músicos decían de los católicos. “No estaba tratando de ser un defensor de la Iglesia pero me encontraba en la tesitura de aclarar a la gente que lo que decían no era lo que la Iglesia enseña”.

Esta defensa involuntaria de la Iglesia le condujo “a leer a un montón de apologetas, -yo no trataba de ser un apologeta profesional- sino que me vi en la posición de tener que ser capaz de dar buenas respuestas a la gente, y lo más importante, proteger mi propia fe. De hecho, terminé siendo bastante bueno explicando el catolicismo a la gente”.

Su mayor alegria, descubrir la Eucaristía

Y así descubrió una realidad maravillosa. Había cosas sobre las que nunca había reflexionado y otras eran completamente nuevas. C2six pone como ejemplo la Eucaristía. Era un adulto que había sido bautizado católico pero no tenía ni idea de lo que creía sobre la Eucaristía. No fue hasta que alguien me dijo: ‘los católicos creen que Jesús está realmente presente allí”.

Entonces le presentaron a los padres de la Iglesia. Este rapero de los suburbios indica que “empecé a leer, en particular, a san Justino Mártir y a San Ignacio de Antioquía. Me quedé asombrado. Cuando realmente creía en la presencia real de Jesús en la Eucaristía me dije: ‘bueno, esto es un hecho, estoy de vuelta para siempre”.

Rap para “gloria de Dios”

“Si estaba realmente Jesús en el altar, y estamos invitados a acercarnos a él en ese sacramento, ¿cómo podía decir que no, aunque yo no entendiera cómo funcionaba todo?”.

A partir de su descubrimiento de la Eucaristía todas sus dudas fueron desapareciendo una a una. Ahora hace rap católico y junto a otros artistas evangeliza a los jóvenes a través de la música, con unas letras muy alejadas a la violencia que marcaba su estilo en el pasado. “Todo estaba basado en un sueño y en un deseo de hacer algo para la gloria de Dios”.

Video: “Lamb of God” – “Cordero de Dios”

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Fuente: Religión en Libertad


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