Creemos que muchos de los difuntos van al purgatorio. Y sabemos que las misas ofrecidas por ellos son de vital importancia para conducirlos al cielo. (ver artículo)
Un sacerdote filipino rezando el rosario en latín en su iglesia
Una noche después que el devastador tifón “Amy” del 8 de diciembre 1951 inundó la ciudad Tanauan durante semanas, un joven sacerdote católico llamado Cipriano V. Urgel enclaustrado (ver artículo)