El testimonio del profesor que se convirtio por la intercesión de la Virgen María

El ex profesor de economía de Harvard también explicó que se convirtió en ateo en la universidad después de abandonar la fe judía. Pero el vacío del ateísmo hizo que su corazón quisiera más. ¡Roy Schoeman hizo una entrevista a la televisión estadounidense contando su historia!

“Estaba durmiendo y pensé que me había despertado suavemente con una mano en mi hombro. Me llevaron a una habitación, donde estaba a solas con la mujer más hermosa que jamás podría imaginar. Sabía, sin que nadie me dijera, que era la Virgen María. Cuando me encontré en su presencia, todo lo que quería hacer era honrarla abiertamente. Así que el primer pensamiento que me vino a la mente fue ‘Oh, Dios mío. Si tan solo supiera cómo decir el Ave María. Pero no lo sabía.

“Mi primer pensamiento fue pedirle que me enseñara… pero estaba demasiado orgulloso para admitir que no lo sabía. Así que para averiguarlo indirectamente, le pregunté cuál era su oración favorita. Ella era un poco tímida, pero su respuesta fue: Me encantan todas las oraciones. Entonces me volví un poco persistente y dije: ‘Debe haber alguna oración que ames más que a otros. ‘”.

María le dijo entonces que su oración favorita es Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que venimos a ti! “Cuando me fui a dormir esa noche”, continuó Schoeman, “No sabía prácticamente nada acerca de la Santísima Virgen María… No sabía nada de lo que se me había revelado después”.

“Aunque era perfectamente hermosa de mirar, indescriptiblemente hermosa, aún más perfecta era su voz. Cuando la belleza de su voz fluyó hacia mí, llevando su amor conmigo, me elevó al mayor estado de éxtasis que nunca podría haber imaginado que podría existir”. El profesor dijo que estaba completamente encantado por la Virgen y que “quería ser lo más cristiano posible”.

Después de esta experiencia Schoeman se despierta profundamente enamorado de la Virgen. Sin embargo, su peregrinación aún no había alcanzado el tema: «Todavía no sabía nada sobre el cristianismo», afirma, de hecho, «ni de la diferencia entre la Iglesia Católica y ninguna de las cientos de confesiones protestantes. Me llevó dos años más encontrar mi camino a la Iglesia Católica, guiado por mi amor y respeto a la Santísima Virgen María». Es ciertamente su devoción mariana, junto con un fuerte deseo de recibir la Sagrada Comunión, llevarlo a celebrar los sacramentos del Bautismo, Penitencia, Eucaristía y Confirmación, en 1992.

Un paso fundamental, este, que luego lo llevó a cuestionar su vocación y a ponerse en todo al servicio de Dios y del prójimo, con una obra constante de evangelismo y oración. Oración fuerte también hacia sus hermanos judíos, hacia quienes tiene una profunda esperanza, es decir, «[… ] para que las personas con las que Jesús apareció por primera vez puedan venir en la verdad y plenitud de su relación con él en la Iglesia Católica

Otro testimonio de su vida y su experiecia de la presencia de Dios

“Durante la primavera de 1987 tomé unos días libres y fui a Cape Cod para pasar el tiempo en la naturaleza. Estaba caminando temprano en la mañana, en los bosques justo al volver de la playa, cuando Dios intervino, dramática y claramente, en mi vida para devolverme y ponerme en el camino correcto. Mientras caminaba, perdido en mis pensamientos, me encontré en la presencia inmediata de Dios. Fue como si “cayera en el Cielo”. Todo cambió de un momento a otro, pero de una forma suave y sutil de modo que yo no estuve consciente de ninguna discontinuidad. Me sentí en la presencia inmediata de Dios…

…Vi que el significado y propósito de mi vida era adorar y amar a mis Señor y Maestro, en cuya presencia me encontraba. Quise conocer Su nombre, para poder adorarlo adecuadamente, y así poder seguir “Su religión”. Recuerdo haber rezado en silencio “Dime tu nombre. No me importa si eres Apolo, y tengo que hacerme pagano romano. No me importa si eres Krishna, y tengo que convertirme en Hindú. No me importa si eres Buda, y tengo que ser budista. En tanto no seas Cristo y tenga que hacerme cristiano!”

Mira y escucha su propio testimonio

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Fuente: Mundo Católico