Secuestrado en Yemen, celebraba espiritualmente la Eucaristía

«Un impresionante testimonio de fe», reconocen desde la comunidad salesiana que vive en el Vaticano, tras haber acogido y escuchado al padre Tom Uzhunnalil, secuestrado en 2016 en Yemen y liberado recientemente. Una experiencia que también pudo escuchar el Papa Francisco en la audiencia que le reservó este miércoles por la mañana.

«He rezado cada día por usted, ofreciendo por su misión y por el bien de la Iglesia», le dijo, al tiempo que reconoció haber sufrido mucho por no poder celebrar la Eucaristía. «Cada día, repetía en mi interior todas las palabras de la celebración»
—Declaraciones que recoge L’Osservatore Romano.—

El padre Tom, tal y como confesó en un encuentro con sus nuevos hermanos de comunidad, rezaba la Santa Misa todos los días, recordando de memoria las plegarias, ya que no tenía textos litúrgicos ni las especies para celebrarla.

También les contó que cuando los asaltantes lo secuestraron, él se encontraba en la capilla de las Misioneras de la Caridad de la comunidad de Adén, así como que, durante el secuestro, nunca fue maltratado. Incluso le proporcionaron medicamentos para la diabetes.

«Nunca he tenido miedo de morir», dijo, antes de explicar que la noche anterior a la matanza de las religiosas y su secuestro, la madre superiora de las Misioneras de la Caridad comentó que, siendo religiosas en un contexto de guerra, sería bueno ser martirizadas juntas por Cristo, un deseo que encontró respuesta en la religiosa más joven, y única superviviente, que confesó que quería «vivir por Cristo», recoge ANS, la agencia de noticias salesiana.

Una de sus primeras peticiones del padre Tom al llegar fue rezar en la capilla de la comunidad. También quiso celebrar la Santa Misa, pero debido a los exámenes médicos necesarios se vio obligado a posponer el cumplimiento de su deseo. Sin embargo, antes de la llegada del personal de salud, pidió ser confesado, ya que obviamente durante todo el tiempo de su cautiverio no le fue posible.

En esta primera toma de contacto del padre Tom con su nueva comunidad estuvieron presentes el padre Francesco Cereda, vicario del rector mayor, que representa al superior que se encontraba de visita en Mala, algunos hermanos salesianos de la comunidad, salesianos de la casa generalicia y, especialmente el padre Thomas Anchukandam, ex profesor del padre Tom, y el inspector que autorizó su envío a Yemen.

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Fuente: Alfa y Omega