Santa Teresa de Avila – sus obras

Santa Teresa de Jesús – Teresa de Ávila

Reina del Cielo tiene el honor de presentarles un portal pleno de libros electrónicos sobre la obra de Teresa, unido a un hermoso trabajo sobre su obra, epoca, legado.

Santa Teresa de Avila, Doctora de la Iglesia, uno de los grandes místicos de todos los tiempos. Mujer incansable, amiga de Jesús, luchadora por reformar y revitalizar la orden de los Carmelitas. Uno de los más grandes personajes que Jesús lanzó desde Su amor al mundo. La obra de Teresa, sus libros, representan una de las fuentes más elevadas de conocimiento espiritual, de comprensión del Querer de Jesús, de Su Voluntad.

Toda la obra de Teresa nació en el seno de la Ciudad de Ávila, por ello sus calles y templos son reliquias perennes que tienen estampadas las huellas de sus sandalias. Destacó entre los escritores de su tiempo, siendo su lenguaje el mas característico y elegante. Es lafigura femenina más representativa de la mística española, mientras San Juan de la Cruz lo es en el terreno masculino.

Entre sus obras principales se cuentan: El Libro de la Vida, Las Moradas o Castillo Interior, Conceptos del Amor e Dios, Sobre los cantares de Salomón, Modo de visitar los Conventos, Poesías, Cartas, etc.

Presentamos hoy este portal amigo que resume y presenta bajo el formato de libros electrónicos, una maravillosa colección de libros de Teresa. Adicionalmente se reflejan datos de su vida, su obra.


 

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Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
Al cielo sube,
Por nada te acongojes,
Nada te turbe.
A Jesucristo sigue
Con pecho grande,
Y, venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo
Es gloria vana;
Nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
Que siempre dura;

Fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
Bondad inmensa;
Pero no hay amor fino
Sin la paciencia.
Confianza y fe viva
Mantenga el alma,
Que quien cree y espera
Todo lo alcanza.
Del infierno acosado
Aunque se viere,
Burlará sus furores
Quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
Cruces, desgracias;
Siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
Id, dichas vanas;
Aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.