Yo no se si les ocurre a ustedes igual, pero con la edad empezamos a disfrutar las viejas películas, por su encanto y sus frescura, más allá de las limitaciones técnicas. Con mi esposa solemos mirar esos canales que rescatan viejas joyas del cine, y cuando nuestros hijos nos ven exclaman ¡pero qué es lo que están mirando!
Claro, es que ellos fueron creados en un mundo distinto, y no pueden comprender el sentimiento de anhelo que se despierta al ver en el cine de esa época, el reflejo de un mundo mucho más sano.
¡Es que me estoy poniendo viejo, sin dudas!
Hoy quiero compartir con ustedes una maravilla que he descubierto en ese mundo inagotable que es internet. Una viejísima película que narra el Milagro de Fátima. Los invito a sentarse tranquilos, y disfrutar la frescura de la historia más extraordinaria del siglo XX, la aparición de la Virgen en Fatima. Que la disfruten, con una sonrisa en la mirada, y con esperanza en el corazón.
Fátima está más presente que nunca, en este mundo que aún no terminado de comprender la maravilla que se derramó sobre la Cova de Iría en aquel difícil mundo de 1917.