“Tenemos que ganar el mundo entero y cada alma, ahora y en el futuro hasta el final de los tiempos, para la Inmaculada y a través de ella, para el Corazón Eucarístico de Jesús”.
¡Son palabras de este gran santo!
En septiembre de 1939 estalla la Segunda Guerra mundial. El P. Maximiliano Kolbe, fraile franciscano, dedicó su vida a promover la veneración a la Virgen y en especial a su Inmaculado Corazón.
En 1927 fundó en Polonia a 40 km de Varsovia, la Ciudad de la Inmaculada (Niepokalanów), lugar de mucho trabajo y profunda vida espiritual.
Siendo superior de la Ciudad Inmaculadad, un día de febrero del 1941 por la mañana, dos autos negros de la Gestapo se paran ante Niepokalanow. Los policías piden hablar con el P. Kolbe, quien al saber su llegada contesta con temblor al hermano portero: “¡Bien, bien, hijo mío!¡María!”. Reúnen a todos los frailes en el patio, mientras tanto ellos inspeccionan bruscamente todo el convento. Hacia mediodía, el Padre Maximiliano y otros cinco padres son obligados a introducirse en los autos. Parten para un viaje sin retorno. El P. Maximiliano inicia su vía crucis sereno y tranquilo, como siempre. Dejó su querida Niepokalanow, su predilecta ciudad mariana, para no volver mas.
Te invitamos a ver esta increíble historia que, desde un campo de concentración en Auschwitz, nos enseña cómo San Maximiliano Kolbe entrega su vida…