Recientemente festejamos el cumpleaños de la Virgen, y pronto se acercan más fiestas marianas. Cada vez que en el calendario se acerca una festividad dedicada a Ella, me hago el propósito de tener algún detalle especial de cariño o leer algo sobre su vida o virtudes, para tenerla más presente.
Para quienes, como yo, desean dar alguna manifestación de afecto a nuestra Madre, y para ello buscan conocerla mejor o incluirla más en la vida y el día a día, hice este pequeño ranking de libros marianos, que serán de gran ayuda para lograr esta intención.
1. «El secreto de María» – San Luis María de Monfort
Este libro nos ayudará a ser más amantes de María y spoiler alert: el sentido de «secreto» está en la sencillez, seguridad y eficacia de María como camino de Dios. Es ir a Jesús por medio de María, y de Ella aprender a amar más y más a Dios.
«Todo se reduce, pues, a encontrar un medio sencillo para alcanzar de Dios la gracia necesaria para hacernos santos. Yo te lo quiero enseñar. Y es que, para encontrar la gracia, hay que encontrar a María».
2. «Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen» – San Luis María de Monfort
Este libro, a la par que nos enseña a ser devotos de la Virgen, también incluye el «paso a paso» para consagrarse a Jesucristo por medio de Ella.
Este santo sufrió muchas persecuciones, y de igual manera su obra. Sin embargo, como todas las cosas de Dios, «ganó la batalla» y llegó a los corazones devotos de la Virgen que desean instaurar el reino de Jesucristo en la tierra. El santo explica que este camino propuesto es el más «fácil, corto, perfecto y seguro para llegar a la unión con Dios, en la cual consiste la perfección cristiana».
«Por esta devoción entregas a Jesucristo, de la manera más perfecta —puesto que lo entregas por manos de María—, todo cuanto le puedes dar y mucho más que por las demás devociones, por las cuales le entregas solamente parte de tu tiempo, de tus buenas obras, satisfacciones y mortificaciones. Por esta consagración le entregas y consagras todo, hasta el derecho de disponer de tus bienes interiores y satisfacciones que cada día puedes ganar por tus buenas obras, lo cual no se hace ni siquiera en las órdenes o institutos religiosos».
3. «Las glorias de María» – San Alfonso María de Ligorio
En la primera parte de este libro, el autor, un amantísimo hijo de su Madre, Santa María, va desglosando el Salve y en cada verso de esta antiquísima oración, va meditando sobre cada uno de estos.
En la segunda parte de la obra, exalta algunas de las virtudes de nuestra Madre, como su humildad, su amor a Dios, su amor al prójimo, su fe, esperanza, castidad, pobreza, obediencia, paciencia y por último, su oración.
«A Vos me dirijo también, oh, dulcísima Señora y Madre mía, María. Vos sabéis que, después de Jesús, en Vos he depositado toda mi esperanza de alcanzar la salud eterna; porque todos mis bienes, mi conversión, mi vocación de dejar el mundo y las demás gracias que he recibido de Dios, reconozco que me han sido concedidas por vuestra intercesión.
Vos sabéis, Señora, que, deseoso de excitar en los demás un amor conforme a vuestros merecimientos, y para daros alguna prueba de agradecimiento por los beneficios que me habéis hecho, he procurado ensalzar vuestro nombre en todo tiempo y lugar, pública y privadamente, insinuando a todos vuestra dulce y saludable devoción». Pone el autor como oración inicial y prólogo.
4. «La Virgen Nuestra Señora» – Federico Suárez
Nuevamente, a partir de algunas escenas bíblicas donde encontramos a María (la Anunciación, la Visitación, con el Niño en el templo, etc.), el autor hace algunas reflexiones que creo que también puedes llevar a la meditación.
Por ejemplo, al leer sobre la meditación, puedes reflexionar sobre la humildad y docilidad. O, al llegar al capítulo sobre la vida oculta, se puede orar meditando sobre la vida interior, el espíritu de pobreza o el presentimiento de la Cruz.
«Quizá la consideración de nuestra Madre del Cielo, de su paso por la tierra, nos pueda ayudar a ser lo que Ella fue: la más generosa colaboradora de Dios que haya habido nunca.Porque nuestra vida, si algún sentido tiene, es con referencia a Dios y le viene dado por ese pequeño papel que hemos de desempeñar en la creación, para el cual hemos sido creados y dotados convenientemente».
Con esta introducción, nos invita el autor a contemplar a la Madre, y la finaliza con esta pregunta: «Si Dios no quiso entregarnos directamente al Verbo, sino que nos lo dio por medio de la Virgen, ¿no será el mejor camino para la imitación de Cristo el de la imitación de Nuestra Señora?»
5. «La Virgen Madre» – San Bernardo
San Bernardo, gran santo y gran doctor de la Iglesia, fue como todos los grandes santos, un gran amante de la Santísima Virgen. En esta obra suya, dedicada a Ella, agrupa homilías en capítulos que contemplan las principales escenas de la vida de la Virgen: su Natividad, la Anunciación, Purificación, Asunción, y también otras que hacen referencia a la excelencia de la Virgen Madre.
«Con la presencia de María se ilustraba todo el orbe, de tal suerte que aun la misma patria celestial brilla más lúcidamente iluminada con el resplandor de esta lámpara virginal. Por eso, con razón resuena en las alturas la acción de gracias y la voz de alabanza». Menciona en una de sus homilías de la Asunción.
6. «El Ave María» – George Chevrot
Creo que en cada listado de libros sugeridos que he hecho, está Chevrot presente. Lo admito, es uno de mis autores espirituales preferidos, y me cuesta encontrar algún escrito suyo que no me encante.
Este en concreto habla, como su nombre lo indica, del Ave María. En parte habla del origen de esta oración y de su valor doctrinal, pero también hace algunas consideraciones sobre distintos aspectos marianos.
«También hoy el Ave María sigue siendo la oración de las almas que aman. Las páginas siguientes no pretenden desvelar todas las riquezas de esta corta oración: solo nos proponemos dar a conocer a algunos su origen y su valor doctrinal, y hacer que saboreen mejor sus palabras tan sencillas a quienes no se cansan de repetirlas».
7. «Mirar a María» – Antonio Orozco Delclos
Ok, voy a admitir que este libro aún no he podido leerlo. Sin embargo, está en la pila de libros que quiero leer pronto, apenas termine los que tengo entre mis manos — sí, en plural, «los que tengo», pues tengo el mal hábito (no sé si es malo) de leer varios a la vez —.
El índice de esta obra me conquistó, pero antes de eso, en la portada ya figura la promesa «Para conocer y amar más a la Virgen». ¿Cómo no querer leerlo, así? En el índice figuran, como en la mayoría de los libros marianos, las escenas que han tenido a la Virgen María de protagonista, y de ellas se desglosan virtudes o aspectos para la meditación personal.
En la contraportada, en la sinopsis del libro, rezan las siguientes palabras del autor: «Ella no es la Luz, pero la Luz en Ella refulge (…). Acudir, tratar a María y ver las cosas a su luz, que es la luz de su Hijo, es salir —si en ello se estaba— de la angustia, la zozobra, de la crispación, de la inquietud enervante; es cercarse al dominio de la paz, en medio de la batalla íntima que todo hombre ha de librar, para no caer en la tiniebla del error o de la ofensa a Dios. El trato con la siempre Virgen es un sedante, sosiego para el alma, y vigor: tal es el poder de la sonrisa de la Madre».
8. «Cómo amar y hacer amar a María» – Hno. Mutien Marie
Esta obra contiene una gran variedad de aspectos marianos. Desde escenas de la vida de la Virgen, en las que podemos meternos como un personaje más, hasta el origen de algunas devociones y oraciones, o de algunas apariciones de Ella. También el significado de su nombre, las letanías, algunas advocaciones, su presencia en la vida de los santos o en la muerte de algunos de ellos… en fin, creo que reúne «un poco de todo».
¿Por qué el título «cómo amar y hacer amar» antecede a este contenido? Creo que porque uno no puede amar lo que no conoce, y al leer esta obra, un cristiano conocerá más y mejor a su Madre. Así, ¡cómo no quererla y buscar que muchos más la quieran!
9. «Santo Rosario» – San Josemaría Escrivá de Balaguer
Este pequeño librito ayuda a meditar cada misterio del Santo Rosario. Si bien no en todos los misterios está explícitamente María, yo creo que Ella siempre ha estado presente, aunque sea en el corazón o en el pensamiento de Su Hijo. Por otro lado, creo que este material ayuda a rezar con más piedad el rosario, lo que nos acerca más a nuestra Madre.
«Como en otros tiempos, ha de ser hoy el rosario arma poderosa, para vencer en nuestra lucha interior, y para ayudar a todas las almas. Ensalza con tu lengua a Santa María: reparación te pide el Señor y alabanzas de tu boca. Ojalá sepas y quieras tú sembrar en todo el mundo la paz y la alegría, con esta admirable devoción mariana y con tu caridad vigilante», introduce el autor.
10. «La Virgen Madre» – San Rafael Arnaiz
Este pequeño material es más bien una recopilación de algunos pensamientos del santo dedicados a la Virgen. Quizás pensamientos que expresaba con sencillez en su oración, mirando a la Madre y echándole piropos y frases cariñosas.
«Honrando a la Virgen, amaremos más a Jesús. Poniéndonos bajo su manto, comprenderemos mejor la misericordia divina. Invocando su nombre, parece que todo se suaviza. Y poniéndola como intercesora, ¿qué no conseguiremos de su Hijo Jesús?».
Creo que es un buen libro para llevar a la oración (te recomiendo el curso «Crecer en la vida de oración»), pues habría que detenerse en cada expresión de cariño para acercarse más a la Virgen y por medio de Ella, a Jesús.
___________________
Fuente: Cathlic-link