Tamara Falcó, la hija de Isabel Preysler y de Carlos Falcó, marqués de Griñón, no ha tenido nunca problema en declarar su fe católica. De hecho, la hija de la reina de corazones tuvo una ‘crisis personal’ y encontró en la fe católica y en la religión, su baluarte. Ni las fiestas, ni su vida dentro de la aristocracia y la alta sociedad, le llenaban como ella reconocía.
Tamara tiene claro lo que le sucedía: “Gente superficial, en el mundo de la fama, es difícil encontrar algo auténtico, y muchos lo buscan en cosas concretas, buscan llenar un vacío cuando de cara a la galería las cosas van bien y se tiene todo, pero sin tenerlo”.
En ‘una realidad tan vacía’, descubrió la Biblia por una bonita portada con palmeras y azulita que le encantó como ella misma ha contado varias veces.
A día de hoy, Tamara Falcó se siente más feliz, ayuda en muchas causas caritativas, benéficas, ong, y vive la fe dando su testimonio de Dios y de su fe.
Lo que Tamara compartió en Pascua
Más que saber
La última de sus participaciones de la colaboradora del programa de Máxim Huerta en la La1 de televisión española, acudía al Seminario Conciliar de Madrid.
La hermana del cantante internacional Enrique Iglesias se ha sabido ganarse el calor del público con su espontaneidad y su sinceridad. Si para la prensa ya era alguien que de siempre nos ha gustado, para el público ha sido el gran descubrimiento al participar en Masterchef Celebrity.
“Tuvimos la oportunidad de compartir un café con Tamara Falcó, tiempo en el que fuimos hablando no sólo de prejuicios o etiquetas, sino también de dónde descubrió ella el amor incondicional: en Cristo. Porque se puede ser famosa, llevar una vida normal y, además, ser cristiana, dando sentido a lo que para mucha gente se queda en correcto”, han comentado los seminaristas en la propia web.
“Ella supo encontrar en la Virgen a esa segunda madre que le acercó a su Hijo y al amor que le tiene, amor del que Tamara nos hablaba no sólo con palabras, sino también con su voz y su mirada. Hablando sobre su encuentro con Jesús, nos fue contando cómo, leyendo la Biblia, descubrió a Dios y el amor que Él le tenía: ‘si Dios amaba a la gente de la que habla el Antiguo Testamento… ¡me tiene que amar a mí también!’ comentaba entre risas”, relatan los propios seminaristas.
En cuanto a la superficialidad los seminaristas explican que es una de las razones por las que le encantó y le ayudó mucho el saber que hay Cruz, que la Cruz existe. Porque no se trata de tener o no tener, sino de dónde poner el corazón. Para ella, su referente es Jesús.
Amor, cariño, perdón… y una frase que lleva a pies juntillas tras un encuentro con el Papa Francisco: “No os alejéis del redil”, son unos grandes pilares. Y es que, a pesar de las tentaciones, la hija de Isabel y Carlos Falcó han sido el amor, el cariño y el perdón, entre otros, los que le han hecho permanecer en ella.
Tamara fue preguntada por muchas cuestiones entre ellas por la propia iglesia y por las cuestiones que, a veces aparecen como noticias: “La Iglesia y sus miembros dan ejemplos de fe, y la fe se transmite de unos a otros y la Iglesia lo facilita. Es cierto que no es perfecta, dijo, que está formada por gente imperfecta, pero está inspirada por el Espíritu Santo, y eso ya es una garantía”.
Tamara Falcó está feliz con tener el don de la fe y se siente afortunada y bendecida con tenerlo ya que tal y como manifestó según los que estaban en el encuentro: “No todos creen, y eso puede ser frustrante para el que sí cree”.
Aun así, Tamara da testimonio de su fe e intenta que otros puedan acercarse a Dios a pesar de saber que hay gente que no tiene fe pero lo cree necesario: “Para defender lo más importante de nuestra vida, y algo se le queda a la gente. Es la Verdad, y dando testimonio estás haciendo el bien”.
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Fuente: La Región