Esta es la historia de Malcom, un hombre que recuerda con tristeza los fantasmas de sus navidades pasadas en las que, luego de tocar fondo comprende que algo muy importante le falta en su vida: esa experiencia de conexión con lo esencial, con quien es lo más importante de la Navidad, con Jesús.
Tenía todo lo que necesitaba, pero a pesar de ello “se moría por dentro”. Cuántas veces vivimos así, pensando que no necesitamos más que de nosotros mismos para vivir tranquilos. Se hace necesario dejarnos sorprender por la vida y darnos cuenta de que no estamos tan bien como pensamos. Y es que, definitivamente, la humildad (la que nos permite ver la verdad de nosotros mismos, tanto lo bueno como lo que debemos cambiar) acerca a Dios.
El Adviento, como nos dice Malcom consiste en preparar el corazón para poder celebrar Navidad con lo que se tiene, con lo que Dios nos ha regalado. Hacer pequeños actos de bondad para Dios en el día a día. Y tener en cuenta que la Navidad debe continuar todo el año.
La propia vida es un regalo de Dios con un único e inmerecido destinatario. No permitamos que esta se pierda en las cosas vanas de este mundo, y démosle la oportunidad a Jesús, que nace por Amor en cada uno de nosotros, de entrar profundamente en nuestras vidas.
Mira lo que Malcom tiene para contarte
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Fuente: Catholic-link.com