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La redacción de Reina del Cielo
La Virgen marca su presencia a Sara
Siempre me pregunté sobre los episodios que no están reflejados en los evangelios, particularmente la infancia de Jesús. Me daba tanta ternura tan solo imaginarlo a Jesús pequeñito en brazos de Su Madre, o trabajando con Papá José…creo que todos sentimos lo mismo en algún momento de nuestra vida.
Una noche me atreví a pedirle a María, nuestra mismísima Madre del Cielo, que me concediera ver y conocer sobre la infancia del Señor. Estaba esa noche ya acostada y no podía conciliar el sueño, llevaba varios días sufriendo insomnio. Pero esa noche le pedí a la Virgen que me arrullara en sus brazos para poder dormir y que me contara alguna historia de Jesús cuando era niño. Fue casi al instante que quedé profundamente dormida.
Después de dormir tan bien esa noche (un regalo de María frente a tantas noches de insomnio) desperté al día siguiente dispuesta a continuar con mis quehaceres cotidianos. Cada mañana reviso mi correo electrónico, pero ese día ¡grande fue mi sorpresa! Encontré en mi casilla un correo de Reina del Cielo, donde me enviaban un libro para leerlo en línea.
El libro, titulado “Mi Vida en Nazaret”, fue un regalo y delicadeza de María, nuestra Madre del Cielo, que respondía de ese modo a mi pedido de la noche anterior. Este maravilloso libro contenía revelaciones de la Virgen sobre la vida de Jesús cuando era pequeño y vivía en Nazaret con Sus padres.Puestos estos relatos en las palabras de María, configuran el libro más tierno y maravilloso que ha llegado a mis manos.
Sin embargo, la historia se tornó más increíble cuando la Virgen quiso compartir conmigo el origen de estos escritos, pues tanta era mi emoción que no podía quedarme yo sola con esta maravilla. De tal modo, comencé a imprimir partes del libro y compartirlas con personas allegadas. Entre ellas estaba mi Director Espiritual, un Sacerdote Pasionista. Al Padre Antonio María llevé fragmentos del libro y empecé a leerle una de las historias. El Padre estaba tremendamente asombrado, porque él conoció personalmente a Giuliana Crescio, la mujer italiana que recibió por revelación privada el dictado del libro. Esta mujer escribió los relatos por dictadode la propia Virgen, y fue el Padre Antonio quien me brindó más detalles sobre el libro, lo que también fue una forma de confirmar la veracidad y autenticidad de los escritos ¡El fue Director Espiritual y confesor de Giuliana, la autora del libro,durante varios años!
¿Puede todo esto acaso ser coincidencia? No lo creo, es la Mano de Dios puesta sobre nuestras vidas, dándonos signos que llaman a nuestro corazón, que conmueven nuestro espíritu.
Esta experiencia afianzó aún más mi fe y la certeza de que Nuestro Padre escucha y conoce nuestros anhelos, y siempre da respuesta a nuestras plegarias.
¡Que Dios los siga bendiciendo en abundancia porque ustedes son instrumentos de Dios para tocar nuestros corazones!
Sara, de Perú
srbendezu@terra.com.pe
28 de diciembre de 2004