La sangre del San Juan Pablo II, después de más de 10 años permanece inexplicablemente, fresca y sin secarse.
Poco antes que San Juan Pablo II partiera a la Casa del Padre en el 2005, le fueron extraídas unas gotas de sangre que después de más de 10 años permanecen, inexplicablemente, frescas y sin secarse. Ahora están contenidas en un relicario que recorre diversos países del continente americano.
Para la madre Adela Galindo, fundadora de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, comunidad responsable de llevar la reliquia, “la sangre verdaderamente está líquida porque el Señor así lo desea”.
Mira la entrevista a la madre Adela y descubre el inicio y el camino recorrido de este signo del amor de Dios…
Sin duda, esto nos recuerda a la sangre licuada de San Genaro, que volvió a licuarse durante la última visita que hizo el papa Francisco a Nápoles.
Aquí puedes saber más acerca de lo que le ocurrió al papa Francisco.
La reliquia de San Juan Pablo II ha visitado países como Estados Unidos, Guatemala, Cuba, El Salvador, Perú, Panamá, Nicaragua y actualmente se encuentra en México. Luego visitará Puerto Rico, Ecuador y Uruguay.
Para más información, puedes visitar la página con información sobre la peregrinación.
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Fuente: ACI Prensa