¡Sabemos que Dios, TODO lo puede…por eso te contamos la maravillosa historia de ESTA Santa Cruz!
Un milagro ocurrió en el pueblo de Oberammergau en el sur de Alemania, en 1633. La apelación a la Santa Cruz detuvo la plaga que asolaba a toda Europa, y que había finalmente llegado al lugar. Una promesa del pueblo fue la forma de hacer que Dios tienda Su Mano Protectora, y la promesa fue sostenida por siglos. Conoce esta historia viendo este video, narrada en el lugar donde trajimos esta hermosa Cruz con un Cristo tallado en Oberammergau: El Santuario de Nuestra Señora del Cielo, La Iglesia de la Sagrada Familia en Pilar, Argentina. Nosotros, los Misioneros de Nuestra Señora del Cielo, apelamos una vez más a La Cruz del Señor, para que detenga esta nueva plaga que nos debe poner de rodillas ante el Trono de La Santisima Trinidad.
Descubre esta maravillosa historia viendo el video
Mi esposa y yo viajamos a Alemania hace algunos años, y en un paseo a un castillo en la zona de Babiera, el chofer del bus quiso al regreso detenerse unos minutos en un pueblo pequeño, pero rico en tradiciones. Asi llegamos imprevistamente a Oberammergau. De inmediato nos enamoramos de ese ambiente alpino, vestido con balcones de madera plenos de flores coloridas. La gente tranquilamente viviendo una vida de paz, lejos de la velocidad de las grandes ciudades. Sin embargo, lo que nos atrapó de inmediato fue la tradición que hace de este rincón de Alemania el destino de muchos devotos de Cristo Crucificado, que cada diez años acuden a revivir la Pasion de Jesús actuada por los propios habitantes del pueblo. Durante cuatro siglos se ha sostenido ininterrumpidamente esta promesa que hizo el pueblo en 1633, ante la desesperación por la peste bubónica que habia entrado al lugar. Por toda Alemania moría diezmada la población de todo lugar alcanzado por la plaga. Cuando alguien trajo la peste a Oberammergau, la gente dió vuelta el rostro a Jesús y le prometió teatralizar Su Pasión como forma de apelar a la Misericordia Divina. Ese 28 de octubre de 1633 se puso en escena por primera vez el Camino a la Cruz de Jesús, actuado por los lugareños. Desde ese momento ya nadie murió de la plaga.
Ante la evidencia del milagro, el pueblo decidió representar cada diez años la misma obra, con el pueblo actuando los personajes. En la actualidad gente de toda Europa acude a este evento, y el lugar se transforma entonces en un motivo para que Dios sonría, ante tanta frialdad que habita en los corazones de estos tiempos.
Ese día, con mi esposa caminamos y recorrimos el lugar en los pocos minutos que nos dió el chofer del bus que ya estaba llamando a que volvamos. En esos breves instantes encontramos en un pequeño local una extraordinaria imagen de Jesús Crucificado tallada en madera cruda, que este hombre que nos miraba habia hecho surgir de sus manos con maestría admirable. Un talento heredado por generaciones. El hombre nos quiso convencer entonces de comprar otra imagen, quizás otro Cristo. Pero nosotros volvíamos una y otra vez a la misma pieza, que nos habia atrapado. El artesano no quería desprenderse de su obra, aunque sabía que la había hecho para venderla en su propio local. Quizás nada más quería postergar el inevitable momento. Con mi esposa insistimos, y asi salimos del lugar sonrientes y con el Cristo en nuestras manos, convencidos de que algo grande iba a hacer Dios con esa maravillosa imagen tallada en madera.
Sin embargo, para completar la obra nos faltaba la Cruz, y nos pareció que nada mejor que comprarla en Jerusalén, hecha de madera de olivo. Fue así que no dejó Dios de darnos esa oportunidad, y en una calleja angosta de la ciudad vieja de Jerusalén, en un negocio pequeño y perdido, en un estante alto y algo abandonada, encontramos la Cruz perfecta en tamaño, y diseño. Construida en puro olivo de tierra santa, y preparada para sostener al Cristo Crucificado traído de Alemania desde la Mente de Dios que todo lo dispone, cuando quiere hacer una Obra que surja de Sus Manos. Luego de comprarla corrimos al Santo Sepulcro, y la apoyamos en la Piedra de la Unción, aquella donde El Cuerpo exhánime de Jesús fue apoyado al bajarlo de Su Cruz. Y por supuesto la llevamos a la Cima del Golgota, y recorrimos con ella todo el lugar.
Esta Cruz con Cristo Crucificado está ahora en nuestra casa, El Santuario de Nuestra Señora del Cielo, en Pilar, Argentina. Desde allí y ante esta nueva plaga que barre al mundo, rezamos esta oración al Señor para que la detenga por Misericordia y perdón.
El Sagrario con Jesús Sacramentado, La Cruz traída de Alemania y Nuestra Señora del Cielo, hagan que Dios Trino escuche esta súplica:
Hoy, desde el Santuario de Nuestra Señora del Cielo, en Pilar, Buenos Aires, Argentina
Dios te bendice, sana y libera, en medio de esta pandemia.
Por ello, en Su Nombre, y escuchando los Latidos de Su Corazón Santísimo
Declaramos y proclamamos que:
Por el Poder de La Santa Cruz y la preciosísima Llaga del Costado de Cristo
Se derrama hoy sobre toda la humanidad dolorida y atormentada
Una cascada de Su Misericordia y Amor
Para sanarla y liberarla de esta peste y abismo de dolor.
Señor, ten piedad de nosotros
Señor, Libéranos
Amen