La Madre del Redentor tiene un lugar preciso en el plan de la salvación, porque « al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, para que recibieran la filiación adoptiva. La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! » (Gál 4, 4-6)
(Introducción a Carta Encíclica Redemtoris Mater, del Sumo Pontífice, Juan Pablo II)
El amor de Juan Pablo II a la Virgen fue un amor ilimitado. Nunca dejó pasar una ocasión para hablar de María, en especial de la Nuestra Señora de Fátima.
Te invitamos a ver este video que resume y expresa, con viveza, el amor de San Juan Pablo II por Nuestra Madre del Cielo, la Virgen María.
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Fuente: Canal de YouTube de Diana Patrícia Escobar