El valor de la vida humana es innegable. ¿Lo es? Cuando veo este tipo de producciones como el documental Human Life de los directores Guto Brinholi y Luz Henrique Marquez ya no solo me emociono y me lleno de entusiasmo al conocer historias tan hermosas y poderosas.
Hoy también aparecen pensamientos que me cuestionan. Si la vida humana tienen un valor tan enorme en sí misma, ¿cómo es que llegamos a un tiempo en el que tenemos que defenderla?, ¿no debería ser algo evidente? Lamentablemente no lo es.
«Human life» Vida humana que vale y vida que no
Hoy el discurso pro vida ya no tiene que ver con el inicio de la vida, sino con el valor de vivir, independientemente de tu condición. El bienestar hoy se entiende como solo salud, juventud fortaleza y ganas de vivir.
Quién no posea estas características parece que tiene la suerte de entrar a un juicio en donde nos enfrentamos a una pregunta por demás dura, ¿cuándo es lícito decidir terminar con la vida de un ser humano y cuándo no?
Personas con discapacidades, con enfermedades crónicas, incluso con depresión severa se ponen casi en la posición de personas prescindibles. Haciendo uso del sentimiento y de una falsa compasión se hace creer (y se empieza a creer) que terminar con la existencia de una persona es un acto de bondad. ¡Cuánta falsedad!
La grandeza de un corazón que ama
El documental Human Life, nos trae una serie de historias que no solo son hermosas. No solo se trata de pasar un momento frente a la pantalla para conmovernos sino para preguntarnos y buscar dentro de nosotros esa grandeza de corazón.
Una grandeza que está sembrada dentro nuestro, que es el sello del creador, que ama infinitamente a cada uno como es. Que nos mira de una manera personal y detallista. Dios que se manifiesta en las situaciones más insospechadas y que justo ahí, en nuestro dolor y sufrimiento ama aún más.
Una grandeza que también está en ti y en mi. Creo que el valor enorme de este documental reside en movernos hacia esa reflexión. Hacia tratar de entender que toda vida, por complicada que nos resulte, es un don de Dios.
Todos somos capaces de amar
Podemos amar siempre, el amor es posible para todos, en toda circunstancia. Es un movimiento que tenemos que decidir hacer hacia el bien. Un pequeño movimiento nuestro para que la gracia de Dios empiece a obrar. Un movimiento que necesitamos dar una y otra vez, porfiadamente.
Así no nos creamos capaces, así la historia o la meta nos parezca inalcanzable. No nos desanimemos por esos pensamientos. Somos pequeños y nuestras fuerzas pequeñas, pero en Dios todo lo podemos. La dirección de nuestras fuerzas, de nuestras intenciones necesitan estar apuntando a Dios, siempre. Solo desde ahí podremos salir a anunciar con valentía y a asumir con acciones la vida dada.
«Cada vida humana, única e irrepetible, posee un valor inestimable. Esto hay que anunciarlo siempre de nuevo, con la valentía de la palabra y de las acciones» (Papa Francisco)
NOTA: Este documental se estrenó en distintos países de habla hispana el 11 de Junio. Al ser una producción privada la proyección está sujeta a disponibilidad de las cadenas locales de transmisión. Información completa sobre el documental pueden encontrar dando clic aquí.
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Fuente: Catholic-link