Hay vacíos que solo Dios puede llenar. Vacíos que con el pasar de los años empiezan a incomodar, a doler, ocupan demasiado espacio en el corazón. No dejan que otras cosas entren o que se adueñen de su lugar.
El corto animado que compartimos hoy, llamado «Negative Space» (Espacio negativo), nos hace pensar no sólo en el vacío que un padre puede dejar en un hijo, sino en las consecuencias del dolor.
*Puedes activar los subtítulos en español en la parte inferior derecha
Hay muchos vacíos que solo percibimos cuando ya somos adultos. Cuando de repente entendemos que nuestra manera de actuar o reaccionar, está conectada a nuestra niñez. A la forma en que nos criaron, en que nos amaron y nos enseñaron a valorar a los demás.
Tal vez hemos escuchado decir: «Dios es amor», y aunque parece muy claro lo que se dice, tal vez nos cuesta verlo en profundidad. ¿Cómo que Dios es amor?, ¿qué es amor?, ¿si el amor no se ve, sino que se siente, así también se siente a Dios? Pero finalmente entendemos que sin amor no hay nada. Sin Dios no hay nada, solo vacío. Tal vez esto podríamos pensar en la escena final: Al final no nos llevamos nada, una vez muertos, y los “vacíos de un ataúd” sólo los puede llenar Dios, como el vacío que se deja.
Todo cambia cuando hay amor. La rabia, la depresión, la soledad, la ira, el rencor, el odio, todo lo cura y lo transforma el amor.
Los silencios también hablan
A veces gritan. Hieren, lastiman, en ocasiones el silencio habla tan fuerte, que quema. Y qué es un niño sin palabras cargadas de amor, ¿qué hubiera sido de ti sin el amor que te dieron cuando eras pequeño?, ¿cuánto duelen hoy tus vacíos?
Tal vez ese niño pequeño del corto también hemos sido nosotros en algún punto de la vida. Corriendo tras una muestra de amor, de un abrazo o de una palabra reconfortante. Para este pequeño la palabra «perfecto» significaba todo, pero al mismo tiempo nada.
Olvidamos que con las palabras podemos construir, pero también destrozar. Este corto nos alienta a pensar en cómo estamos demostrándole a los demás que los queremos, que son importantes para nosotros. ¿Son tus actos y tus palabras edificantes?, ¿alimentas el cariño que otros te dan o te encargas de rechazarlo?
«Cuánto espacio desperdiciado»
Esta frase dicha por el protagonista cuando está frente al ataúd de su padre, tiene un peso incalculable. «Cuánto espacio desperdiciado». Cuánto tiempo perdido, cuántos recuerdos que nunca se construyeron, cuántos abrazos y besos que nunca se dieron, cuántas palabras sin decir.
Queda el inmenso vacío, el vacío del amor que nunca llegó a sentirse de verdad. El vacío que dejó un padre tras cerrar la puerta de un golpe sin mirar atrás. El que deja una madre cuando no consuela el corazón herido de su hijo. El que deja una esposa que no valora el amor de su pareja, o el de un esposo que decide abandonar el hogar.
Para reflexionar
«Negative Space» es un excelente recurso para reflexionar sobre las heridas emocionales. Sobre el dolor que llevamos a cuestas, el ejemplo que le damos a nuestros hijos y la falta de amor a Dios dentro del hogar. También nos recuerda que al ser sus hijos contamos con la certeza de que Él puede llenar cualquier vacío, sin importar el tamaño o lo mucho que nos duela.
Este corto nos brinda la oportunidad de preguntarnos a nosotros mismos: ¿Qué estamos haciendo para que otros se sientan amados?, ¿nos esfuerzamos lo suficiente?, ¿nuestros actos son muestra de lo que dicen nuestras palabras?, ¿nos extrañarán cuando faltemos?, ¿qué recordaran de nosotros los demás cuando no estemos?, ¿cuál será el legado que dejaremos a los que más queremos?
«Negative Space» es una increíble analogía que nos permite comparar nuestra vida con una maleta. Pregúntate ahora ¿De qué está llena la tuya?
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Fuente: Catholic-link