SEÑAL DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, tu amadísima Esposa, ven.
(3 veces)
ORACIÓN A MARÍA
Oh María, Madre Divina, este cenáculo de oración que sea bajo tu intercesión y para bendición de todo el pueblo de Dios.
PÉSAME
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el Cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones de pecado.
Amén.
CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS, MENSAJES DE JESÚS, MENSAJES DE LA VIRGEN MARÍA (aquí puedes ver los mensajes de la Virgen), LIBRO DEL PADRE GOBBI, SAN LUIS DE MONTFORT (lo puedes descargar aquí), entre otros.
INTENCIONES DE LOS ASISTENTES
REZO DEL SANTO ROSARIO
MAGNIFICAT, el canto de María (Lucas 1, 46-55)
Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi Espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque Él miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡Su Nombre es Santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.
Amén.
CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
Oh María, Madre de Dios, os pido con humildad de corazón, que veas nuestro interior y nuestra angustia hoy. Tus hijos, tus pequeñitos claman despacito, como verdaderos niños, que a través de Cristo, tu hijo divino, a través del buen Dios, Nuestro Padre Creador, y a través del Supremo artífice de verdad, el Espíritu Santo, quienes como verdadero consuelo, en todo momento, nos han regalado como Supremo obsequio vuestro Corazón Inmaculado, consagremos, por vuestra divina intercesión, a Tu Preciosísimo Corazón Inmaculado, nuestro trabajo, nuestro hogar, nuestro corazón, nuestra querida y necesitada Argentina, que está hoy especialmente insidiada, y todo lo que el buen Dios nos regaló, como manifestación de su amor, con ello todo lo dispuesto y creado por Dios, símbolo de total perfección.
Te pedimos tus hijitos, nos regales el don de la Fe, una esperanza sin par, verdadera humildad y la perfecta caridad, inspirada en el seno mismo de la Santísima Trinidad, para ser liberados definitivamente de la iniquidad, mediante el triunfo definitivo de tu Inmaculado Corazón, fuente de toda redención.
Te pedimos además que nos enseñes a amar, y a vivir en la verdad, para alcanzar la patria celestial.
Amén.
SEÑAL DE LA CRUZ
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.