El actor y comediante Roberto Benigni, conocido por su actuación ganadora de un Oscar en la película “La vida es bella”, en 1998, encantó a todos en Roma el lunes, durante la presentación de un nuevo libro-entrevista con el Papa Francisco, “El nombre de Dios es misericordia”.
Durante la presentación, Benigni contó:
«Cuando recibí la llamada del Vaticano pidiéndome estar en el panel, me dijeron: “A su Santidad le gustaría…”, y yo dije: “sí”, sin dejar que terminaran, “hago cualquier cosa, ser un guardia suizo, conducir el papamóvil; absolutamente cualquier cosa por este papa”».
Cientos de personas llenaron el auditorio del Instituto patrístico “Augustinianum”, cerca del Vaticano, para el lanzamiento. Entre los oradores destacados fueron el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, Roberto Benigni, y Zhang Jianqing, un inmigrante chino actualmente encarcelado en Padua, Italia.
A Jianqing, que tomó el nombre de Agustín cuando fue bautizado en 2015, se le permitió salir de prisión por el día para encontrarse con el Papa Francisco y compartir su historia de conversión en el lanzamiento.
Al comentar sobre los oradores destacados, Benigni bromeó diciendo que sólo con un Papa como Francisco se puede organizar el lanzamiento del libro, en el Vaticano, con un cardenal de Venecia, un interno chino y un cómico toscano.
En su presentación tan esperada, Benigni habló primero sobre sus impresiones sobre la lectura del libro: “Es un libro que nos acaricia, que nos abraza, que tiene misericordia de nosotros… la misericordia, ¡atención! que no es sólo una virtud, no es estar sentado en un sillón… es una virtud activa que se mueve. Mira el Papa. Él nunca se queda quieto”.
Y continuó: “La misericordia no sólo mueve el corazón, sino también los brazos las piernas, los talones, las rodillas, se mueve el cuerpo y el alma, nunca se quedan quietos! Alcanza a los pobres, sale al encuentro de la pobreza; y no se detiene ni por un segundo…”
Benigni, luego elogió Francisco por hacer de la misericordia la pieza central de su pontificado.
“Es la misericordia de Francisco. ¡Pero cuidado! No se trata de una visión sentimental, condescendiente o, peor aún, “el sentirse bien” de la vida. No, es una virtud seria, es un verdadero reto, pero no sólo uno religioso y teológico. Es un desafío social y político”.
“Lo que Francisco está haciendo es impresionante. ¿Y cómo está superando, Francisco, este desafío “increíble”? ¿Qué le da fuerzas? Precisamente la medicina de la misericordia. Él, usted pueden verlo, va en busca de aquellos que están derrotados, entre los últimos y abandonados. ¿A dónde fue públicamente al comienzo de su pontificado? A Lampedusa, precisamente, donde los últimos y abandonados llegan. ¿Y dónde abrió la Puerta Santa del Jubileo? En la República Centroafricana, en el más pobre de los lugares pobres del mundo: Precisamente al lugar más pobre, él va para estar cerca… del dolor y el sufrimiento del mundo, porque en medio del dolor y el sufrimiento donde nace la misericordia”.
“En un mundo que pide la condena —el actor y comediante italiano dijo— Francisco quiere que la misericordia triunfe. Y él no considera que la misericordia se oponga a la justicia”.
“Y así, dice, si uno perdona todo, entonces, ¿qué va a hacer la justicia? Pero la misericordia, Francisco nos enseña, es la mayor forma de justicia. Justicia es el mínimo de la misericordia. La misericordia no elimina la justicia, no llega a abolirla, no la corrompe, va más allá de ella. Un mundo sólo con justicia sería un mundo frío, ¿no es así? Tenemos la sensación de que el hombre no sólo necesita la justicia; él necesita algo más. Uno siente que, en el libro, Francisco nos permite sentir realmente esto, porque la misericordia es realmente la fuente de su pontificado…”
“Me hubiera encantado ser sacerdote”
El gran artista y cómico, Roberto Benigni, contó que cuando era pequeño y la gente le preguntaba qué quería ser cuando fuera grande, él respondía: “El Papa”. “Y como ante esta respuesta todos se reían, comprendí que tenía que ser comediante. Si se hubieran arrodillado todos, entonces habría tratado de ser Papa”.
Mira, a continuación, un fragmento de la presentación del libro, con Roberto Benigni.
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Fuente: Aleteia.org