San Antonio es el patrón de los pobres y, ciertas limosnas especiales que se dan para obtener su intercesión, se llama "pan de San Antonio". (ver artículo)
Lleno de Espíritu Santo y de fe, que formó parte de los primeros creyentes en Jerusalén, predicó el Evangelio en Antioquía e introdujo entre los hermanos a Saulo de Tarso (ver artículo)
Consagrándose a la labor de salvar a los jóvenes del maligno, fundó el Oratorio en Roma. Resplandeció por el amor al prójimo, la sencillez evangélica y su espíritu de alegría y servicio. (ver artículo)
La santa de lo imposible. Fue una hija obediente, esposa fiel, esposa maltratada, madre, viuda, religiosa, estigmatizada y santa incorrupta. (ver artículo)
Siguió al Señor Jesús desde el bautismo de Juan hasta el día en que Cristo subió a los cielos y, por esta razón fue puesto por los apóstoles en el lugar que había ocupado Judas. (ver artículo)
A su primera misa asistieron doce pobres que comieron a su mesa. El padre Juan de Ávila repartió sus bienes a los pobres y se entregó a la oración y a la enseñanza del catecismo. (ver artículo)