Las piedras gritan

¡Porque sólo Tú eres! (ver artículo)
Dios, en Su infinito amor, nos regala momentos parecidos a lo que ocurrió en el Monte Tabor. No nos quedemos allí, bajemos y vayamos al mundo a dar testimonio de Su amor. (ver artículo)
La Iglesia está a favor de salvar a nuestros genios que aún no han nacido y lucha incansablemente por hacerlo.
Durante mucho tiempo se dijo -y se dice- que la Iglesia fue y es obsoleta, caduca, atrasada, fuera de época, y no sabe vivir al ritmo (ver artículo)
Para navegar en este mundo, necesitamos adaptarnos a las cambiantes condiciones que este mundo-mar tumultuoso nos propone cada día. Una vela, una brújula y un ancla serán imprescindibles... (ver artículo)