Dile a la humanidad doliente que se abrace en mi Corazón Misericordioso y yo la llenaré de paz... (Del Diario de Sor Faustina Kowalska) [Audio] (ver artículo)
La Virgen del Olvido Triunfo y Misericordias
La Santísima Virgen le entrega, a Sor Patrocinio, una imagen para que se venere bajo la advocación de la Virgen del Olvido Triunfo y Misericordias.
(ver artículo)
(ver artículo)
Milagro Eucarístico de Santarém
Llena de terror vio con gran maravilla que la Sangre brotaba de la Hostia Consagrada que había robado de la Iglesia.
(ver artículo)
(ver artículo)
Coronilla a la Madre de Dios de la Misericordia
Oh María, Nuestra Señora, Madre de Misericordia, con esperanza recurrimos a Ti. Madre de Dios, Misericordia, ruega por nosotros, tus hijos, peregrinos en este mundo. (ver artículo)
Las tres “S” de la Divina Misericordia
Dios quiere que reconozcamos que Su misericordia es más grande que nuestros pecados, y desea que es Misericordia fluya a través de nosotros hacia los demás.
(ver artículo)
(ver artículo)
Visiones de la Resurrección según María Valtorta
Maria Valtorta escribió sus visiones de la Resurrección del Señor en su libro titulado Poema de El Hombre Dios. (ver artículo)
El Santo Cáliz de la última cena
Según la documentación que existe, el Cáliz que se guarda y custodia en la Catedral de Valencia sería el Santo Cáliz de la última cena.
Mira el video publicado. (ver artículo)
Mira el video publicado. (ver artículo)
Santos que dieron la vida perseguidos por su fe. ¿Los conoces?
Sus vidas nos ayudan a comprender diariamente la necesidad de la oración, para acrecentar la fe y permanecer fieles y firmes (ver artículo)
Catalina de Suecia, Santa
Catalina de Suecia o de Vadstena nació alrededor del año 1331 del matrimonio formado por el príncipe Ulf Gudmarsson y Brigitta Birgesdotter; fue la cuarta de ocho hermanos. La educaron, como era frecuente en la época, al calor del monasterio; en este (ver artículo)
Esto me dijo la Virgen para mitigar mi sufrimiento
Durante la noche me visitó la Madre de Dios con el Niño Jesús en los brazos. La alegría llenó mi alma y dije: María, Madre mía, ¿sabes cuánto sufro? (ver artículo)