La sangre del San Juan Pablo II, después de más de 10 años permanece inexplicablemente, fresca y sin secarse. [Mira la entrevista] (ver artículo)
La sangre de San Juan Pablo II se licúa y recorre Latinoamérica

Nuestra oración por las vocaciones debe ser constante. Hay que pedir al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies... (ver artículo)