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La oración mariana más antigua del mundo

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Si acercamos la imagen podremos ver cada una de las estampas que, en su conjunto, forman el Rostro de Jesucristo. (ver artículo)
Como nos dice el evangelista san Lucas, “cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno” (Lc 2,21).
Así, el santo nombre de Jesús fue dado por el (ver artículo)
Temo, Señor, no sentirte Vivo en Santisimo (ver artículo)
La Virgen se apareció a los indios en una cueva, prometiéndoles librarlos de los peligrosos osos que devoraban a los niños. (ver artículo)
La lectura busca la dulzura de la vida bienaventurada, la meditación la encuentra, la oración la pide, la contemplación la saborea. La lectura es como un manjar que uno se lleva a la boca. (ver artículo)