Cuando se confía verdaderamente en una persona, se le confía el cuidado propio, sabiendo que esa persona especial nos cuidará y nos protegerá. (ver artículo)
Señor, sé que el precipicio está siempre demasiado cerca de mí. No permitas que escuche las voces que me sugieren hacer de Ti algo más; sabiendo que en ti está la salvación. (ver artículo)
Dice María: "Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor... Considera mis angustias y mis lágrimas" (ver artículo)
Jesús, paciente y silencioso, deja que nuestra alma sane y cicatrice. El cura nuestras heridas, disuelve nuestros recuerdos dolorosos y abre caminos de esperanza. (ver artículo)
El origen de esta forma de relación íntima con Dios y su explicación debemos buscarlo en la unión de la santa con las Escrituras y haciendo del corazón el sitio de Encuentro con Dios (ver artículo)
Nunca se llega al pecado sin haber antes perdido la batalla frente a la tentación. ¡Sepamos reconocerla, y apartemos a nuestra alma de ella! (ver artículo)
A los 7 años, María Emilia ilumina su orfandad con una inefable experiencia en su alma: Siente la presencia de la Virgen María con Jesús en los brazos (ver artículo)