San Juan Diego, estrella maravillosa de Dios. Santidad comprobada desde tu nacimiento, modelo insigne de humildad y pureza, rectitud y sencillez marcaron tu vida (ver artículo)
¿Por qué se conmueven nuestros corazones al contemplar el origen de aquella jovencita de Palestina? Dios escogió Su Lugar, donde Él iba a formar Su Morada al llegar a este mundo. (ver artículo)
Nuestra forma de preparar el corazón, para encontrarnos con Dios hecho un niño, es ponernos en oración y dejar que Él, con su presencia, ilumine nuestras vidas. (ver artículo)
Humillado, el diablo se vio forzado en nombre de Cristo a cantar la gloria de María, mediante un soneto en italiano, ¡perfecto en construcción y en teología! (ver artículo)
Caminar sin ver el camino, oración aún cuando duela, caminar aunque las piedras traspasen nuestros pies. Belén está delante de nosotros... (ver artículo)
Presbítero de la Compañía de Jesús, evangelizador de la India, uno de los primeros compañeros de san Ignacio que, siempre movido por el ardor de difundir el Evangelio. (ver artículo)
Ella, desde el momento en que fue concebida por sus padres, por gracia y privilegios únicos que Dios le concedió, fue preservada de toda mancha. (ver artículo)
San Andrés, apóstol, nacido en Betsaida, fue primeramente discípulo de Juan Bautista, siguió después a Cristo y le presentó también a su hermano Pedro. (ver artículo)