La ciencia ha sido clara: la vida humana se origina en el momento de la concepción. Sin lugar a dudas. Ya ese minúsculo conjunto de células tiene lo necesario para ser llamado Ser Humano. Abundan las fotografías de fetos en etapas tempranas del embarazo que exponen la clarísima distinción de órganos aun en tan iniciales momentos. Eso da por tierra la discusión de si abortar luego de tal o cual semana es más o menos homicidio. Cualquier aborto es un crimen, porque se arrancan los organos y la vida misma de una vida humana insertada en el seno de una madre.
Las discusiones de si la madre quiso o no quiso el embarazo, son obviamente legítimas. Sin embargo, ¿vamos a incurrir en homicidio para resolver esa cuestión? Como dijo un político americano con ironía respecto de los abortistas: “me resulta curioso que todos los que conozco que defienden el aborto, ya habían nacido”. O sea, ¿Cómo consultamos la opinión de todos aquellos que fueron cercenados de la posibilidad de continuar su vida y desarrollarse como adultos? Es muy fácil opinar sobre asesinar a otro, si es que uno ya pasó esa etapa y no fue sometido a semejante crimen.
Y todo esto sin haber siquiera introducido ningún razonamiento vinculado a la fe. Seamos claros a este respecto: es absolutamente indubitable que el aborto no es compatible con la fe cristiana. Es un pecado gravísimo que pone una línea divisoria entre los que están con Dios, y los que están contra El. No hay otra forma de verlo.
La Madre Teresa de Calcuta ha dicho: el resultado del aborto será la tercera guerra mundial. Yo opino que el país más pobre es el que mata a los niños no nacidos para poder tener placeres y cosas extras. Temen tener que alimentar a Un niño más.
Nosotros desde www.ReinadelCielo.org difundimos los mensajes de la Virgen María en Medjugorje como La Reina de la Paz, entre tantas otras revelaciones privadas. Ella no solo está preocupada por el aborto que avanza en todo el mundo, sino por la amenaza que representa a las almas de madres y padres abortistas. Mirjana Dragicevic, una de los seis videntes de Medjugorje, a la pregunta de si la Santísima Virgen había mencionado el aborto en Estados Unidos, contestó: No sólo en Estados Unidos si no en todo el mundo. La Santísima Virgen dijo que no hay pecado para Dios que no pueda ser perdonado. Pero para el aborto hay que hacer penitencia toda la vida, no sólo la Madre si no también ambos padres, madre y padre. Dios perdona todos los pecados, incluyendo el aborto. Dios sólo pide que uno regrese a Él y busque Su amor y su perdón.
Otro de los videntes de Medjugorje, Iván Dragicevic, habló de sus experiencias con la Virgen María al mencionar que el aborto causa profundo dolor a la Madre de Dios. En su testimonio Iván reforzó la dignidad de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Dijo que el gran número de abortos en el mundo producen lágrimas en los ojos de la Virgen María, que nos llama a respetar la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.
De este modo, Dios nos advierte a través de Su Madre que el pecado del aborto es mucho más grave que otros pecados, porque es un crimen contra un alma totalmente pura, inocente, y por eso requiere ser confesado a un sacerdote con verdadero arrepentimiento, pero luego de ello realizar mucha penitencia durante todo el resto de la vida.
El aborto es el gran pecado de nuestros tiempos ya que configura un verdadero genocidio, porque a traves de ello se persigue a un generico de seres humanos indefensos y dispersos por el mundo entero. Como católicos practicantes, no podemos apoyar ninguna política de estado que esté a favor del aborto, ni votar a candidatos que lo aprueben.
Es una cuestión seria de conciencia, porque aborto y fe son dos términos absolutamente irreconciliables.