Paraná (Ente Ríos), Argentina.
A raíz de los hechos que indican que en la parroquia Santa Teresita, de Paraná, una imagen de la Virgen presentó en su rostro signos de una sustancia que, aparentemente, es sangre, el arzobispado de Paraná emitió un comunicado en el que asegura que “Cualquiera sea el resultado de tal investigación, debemos utilizar este tiempo para renovar nuestra fe y devoción a nuestra Madre Santísima”.
El arzobispado de Paraná emitió un comunicado en el que detalla lo ocurrido con la imagen de la Virgen Dolorosa que se encuentra en la parroquia Santa Teresita, y que presentó en su rostro signos de una sustancia que, aparentemente es sangre.
El hecho, que catalogan como “extraordinario”, ocurrió el 17 de mayo en el templo que conduce pastoralmente el presbítero Diego Rausch, mientras un grupo de oración de la Renovación Carismática se encontraba en el templo y otro grupo rezaba en la capilla del Santísimo.
Testimonio, en audio, del párroco de la parroquia Santa Teresita
Ante lo ocurrido, el arzobispado de Paraná aconsejó “no sacar de ello interpretación alguna”. El comunicado asegura que Dios no quiere decirnos “más de lo que ya nos ha dicho en su hijo Jesús”, y llamó a tomar este tiempo “para renovar nuestra fe y devoción a nuestra Madre Santísima, como camino que nos lleva a Jesucristo, y para ayudarnos a conmovernos y a responder, con solícita caridad fraterna, a las lágrimas que brotan del corazón de los hermanos que sufren en su cuerpo y en su alma”.
Texto completo del comunicado
Comunicado sobre los hechos sucedidos en Parroquia Santa Teresita
Habiendo tomado conocimiento de que una imagen de la Santísima Virgen presentó en su rostro signos de una sustancia que, aparentemente, es sangre, el párroco del lugar informó al arzobispo de este hecho.¿Qué lectura debemos hacer del mismo? Es algo materialmente constatable, está allí, es visible; el fruto que dé será obra del Espíritu Santo en cada uno. La Iglesia como Madre nos da su consejo de no sacar de ello interpretación alguna.
¿Dios quiere decirnos algo a través de esto? No más de lo que ya nos ha dicho en su Hijo Jesús, por lo que un primer fruto de este hecho es volver a escuchar a Dios donde Él nos espera: su Palabra en la Iglesia.
¿La Virgen quiere decirnos algo con sus lágrimas? No más de lo que ya nos dejó cuando lloró ante su hijo en la cruz, en el Calvario. Unida a Él ofrece el sacrificio de su corazón traspasado “por una espada”, la del amor por los hombres, invitándonos a reconocer la infinita misericordia de Dios que no se deja ganar por la multitud de nuestros pecados. Nos invita a volver a la fuente de esa misericordia de la que el pecado nos quiere alejar pero no puede, porque Dios no se resigna a perder a sus hijos y redobla su búsqueda.
Éste debe ser un claro camino de discernimiento necesario para que, a su debido tiempo, se llegue a conclusiones ciertas.
Cualquiera sea el resultado de tal investigación, debemos utilizar este tiempo para renovar nuestra fe y devoción a nuestra Madre Santísima, como camino que nos lleva a Jesucristo, y para ayudarnos a conmovernos y a responder, con solícita caridad fraterna, a las lágrimas que brotan del corazón de los hermanos que sufren en su cuerpo y en su alma.
Conforme se vaya haciendo la investigación correspondiente, se darán a conocer las conclusiones.
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Fuente: AICA