María, música de Dios

El canto dulce a la Virgen María

Me quedé sin voz con que cantar,
y mi alma vacía dormía en sequedad.
Y pensé para mí: me pondré en sus manos,
manos de madre, me dejaré en su amor.

Y TÚ MARÍA, HAZME MÚSICA DE DIOS,
Y TÚ MARÍA, AFINA TU LAS CUERDAS DE MI ALMA,
ALELUYA, AMEN.

Y TÚ MARÍA, HAZME MÚSICA DE DIOS,
Y TÚ MARÍA, AFINA TU LAS CUERDAS DE MI ALMA,
ALELUYA, AMEN.

María acompaña tu mi caminar,
yo solo no puedo, ayúdame a andar.
Y pensé para mí: me pondré en sus manos,
manos de madre, me dejaré en su amor.