La extraordinaria vida del cardenal vietnamita, Francisco Xavier Nguyen Van Thuan, merece ser mejor conocida, particularmente su gran amor a la Santa Eucaristía. Encarcelado por el régimen comunista durante trece años (9 de los cuales los pasó en confinamiento solitario), el sacerdote pastoreó a otros durante su calvario. Como escribió el diácono Greg Kandra, el cardenal Van Thaun fue autorizado a, “… un privilegio: Escribir cartas a amigos fuera de la cárcel. Cuando lo hacía, a menudo les pedía que le enviaran lo que él llamó “su medicina”.
Francisco Xavier Nguyen Van Thuan tuvo como lema de vida la esperanza que llena de amor el momento presente. Se construyó un crucifijo, celebró la eucaristía clandestinamente y escribió tres libros. Después de una vida luminosa, murió víctima del cáncer en septiembre de 2002. En 2010 la Iglesia inició su proceso de beatificación.
“Ellos sabían lo que quería decir. Le enviaron botellas de medicina para la tos, llenas de vino y pequeños trozos de pan. Los guardias comprensivos le pasar madera y alambre, y de ahí hizo una pequeña cruz, que escondía en una barra de jabón.
Guardaba todo esto en una caja de cartón. Esa caja se convirtió en su propio altar privado. Todos los días, a las tres de la tarde, hora de la muerte de Cristo, colocaba gotas de vino en la palma de su mano, mezcladas con agua, para celebrar la eucaristía.
El mayor milagro de la historia fue capaz de suceder. Esa reducida celda de prisión se hizo tan hermosa y tan bendecida como cualquier catedral, un santuario para la gloria de Dios.
Lo hizo durante trece años”.
Los cinco defectos de Jesús
Van Thuan se declara apasionado por los defectos de Jesús y los describe en el libro “Testigos de esperanza”:
Primer defecto: Jesús no tiene memoria
En el Calvario, en el auge de la agonía indescriptible, Jesús oye la voz del ladrón a su derecha: “Jesús, acuérdate de mi cuando llegues a tu reino” (Lc 23,43). Si fuese yo, habría respondido: “No te voy a olvidar, sino que tus crímenes se merecen muchos años de purgatorio”. Sin embargo, Jesús le respondió: “…hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lc 23,43). Jesús olvidó todos los crímenes de ese hombre.
La memoria de Jesús no es igual que la mía…
Segundo defecto: Jesús no “sabe” matemáticas
Si Jesús se hubiese sometido a un examen de matemáticas, seguro que suspendía … “Un pastor tenía 100 ovejas. Una se pierde. Él, inmediatamente, deja las 99 en el redil y fue en busca de la descarriada. Al volver a encontrarla, la puso en su hombro y volvió feliz” (cf. Lc 15,4-7).
Para Jesús, una persona tiene el mismo valor de noventa y nueve e, incluso, más.
Tercer defecto: Jesús no tiene lógica
Una mujer tenía 10 dracmas. Perdió una. Enciende la lámpara; barre la casa… busca hasta encontrarla. Cuando la encuentra invita a sus amigas a compartir la alegría por volver a encontrar la dracma… (Lc 15,8-10)… de hecho, no tiene lógica hacer fiesta por una dracma… El corazón tiene razones que la razón no entiende… Jesús dio una pista: “Yo os digo que habrá más alegría en los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta…” (Lc 15,10).
Cuarto defecto: Jesús corre demasiados riesgos
Los ejecutivos, las personas encargadas del “marketing de empresa”, llevan en sus carpetas proyectos, planes cuidadosamente elaborados… En todas las instituciones, organizaciones civiles o religiosas no faltan programas prioritarios; objetivos, estrategias…
Nada de esto pasa con Jesús. Si se analiza humanamente, su proyecto está destinado al fracaso.
A los apóstoles, que dejaron todo para seguirle, no les garantiza el sustento material, ni casa para vivir, solamente compartir su estilo de vida. A uno que deseaba unirse a los suyos, responde: “Las zorras tienen madriguera y las aves nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza” (Mt 8,20)…
Los doce confiaron en este aventurero. Millones y millones de otras personas, también lo hicieron. Ya son más de dos mil años y una incalculable multitud de seguidores sigue peregrinando. Galerías enormes de santos y santas, bienaventurados, héroes y heroínas de la aventura. En el Universo entero sigue adelante esta bendita romería… ¿Será que este aventurero tenía razón …? Si es así, ¡será que el viaje más fantástico y contracorriente de la historia es el bueno…! “¿A quién iremos, Señor?”…
Quinto defecto: Jesús no entiende de finanzas ni de economía
Si Jesús fuese el administrador de la empresa, de la comunidad, la ruina sería cuestión de días. ¿Como entender a un administrador que paga el mismo salario al que empieza el trabajo antes y al otro que sólo trabaja una hora? ¿Un descuido? ¿Jesús no sabe contar? …
¿Por qué Jesús tiene esos defectos? Porque es el Dios de la Misericordia y el Amor Encarnado. Dios Amor (cf. 1Jn 4,16). Por tanto, no es un amor racional, calculador, que condiciona, ni recuerda las ofensas recibidas. Sino un amor donación, servicio, misericordia, perdón, comprensión, acogida… ¿En qué medida? Infinita.
Los defectos de Jesús son el camino de la felicidad. Por eso, damos gracias a Dios. Para alegría y esperanza de la humanidad, esos defectos son incorregibles.
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Fuente: Aleteia.org