Dios no está muerto, ese es el título de la película, parafraseando la frase de Nietszche “Dios ha muerto”. Trata de un muchacho, un estudiante universitario que, por motivos de la vida, se enfrenta contra un despiadado profesor de filosofía, con el cual se van a generar disputas encontradas entre la ciencia y la fe, en las que, finalmente, se va a “demostrar” por qué “Dios no está muerto”.
Es una película agradable y divertida que puede ayudarnos a revisar y replantear nuestras razones de fe.