Dios nos ha dado la Gracia de conocer la vida de santos extraordinarios, los que Dios señala con milagros que confirman la presencia del Señor en sus vidas. La vida de San José de Cupertino es, en este sentido, una escuela de fe. Famoso porque se elevaba por los aires cuando oraba con devoción, al extremo de que sus cohermanos le ataban una soga a su pierna por temor a que se eleve demasiado alto, ensimismado en sus diálogos con el Señor. Pero mucho más importante, un ejemplo de sencillez, de humildad, al que Dios hace sacerdote por medios que por una parte invitan a la sonrisa franca, pero también a admirarse de como El hace las cosas, a pesar de la resistencia de los hombres.
La vida de este santo debe ser un llamado de atención a quienes buscan a Dios por medio exclusivo de la razón, sin ponerla humildad de por medio. Este santo es patrono de los estudiantes, a quienes protege desde la fe en la intervención del Señor, en el desarrollo de una vida de estudio basada en la Voluntad de Dios.
Las películas en blanco y negro tienen la inocencia que las hace más valederas, a pesar del paso del tiempo. Nos hemos emocionado mucho al conocer la vida de Giuseppe, y nos ha quedado el sabor de la amistad que con él hemos entablado, la que hoy compartimos con usted.
Disfrutemos este testimonio maravilloso, que esta vivo como un Don que Dios da a Su Iglesia.